El saló del manga de Barcelona no sólo nos trae cada Octubre hordas de otakus entusiastas y disfraces llamativos a los que hacer fotos curiosas. También ofrece a las editoriales la oportunidad de avasallarnos con multitud de novedades relacionadas con el manga y el anime. Afortunadamente, entre historias arquetípicas de amor interminables o combates grandilocuentes, también podemos encontrar atípicas historias como ésta que nos ocupa. 
Only Yesterday nos presenta un buen puñado de pequeñas historias llenas de ternura e inocencia en las que además siempre se encuentran pequeños brillos de humor que hacen al lector levantar una media sonrisa de complicidad, ante las ocurrencias de la niña protagonista o las situaciones que se producen a su alrededor.
El manga tiene el valor añadido de estar relacionado en su trama con una de las producciones de anime más intimistas de Isao Takahata, uno de los cofundadores del célebre estudio Ghibli, responsable de míticos filmes como Porco Rosso (1992). En este caso, los autores del manga que nos ocupan, Hotaru Okamoto y Yuko Tone (a los guiones y los lápices respectivamente) vieron su obra libremente adaptada en un anime del mismo nombre, Only Yesterday, en la que la protagonista del manga, ya adulta, vive un precioso viaje intimista en el que recuerda algunos de los momentos de su infancia.
Dolmen Editorial nos presenta así una edición en dos tomos de periodicidad bimestral con una cuidada edición en la que destaca inevitablemente la portada en acuarelas del autor patrio Guillem March, clásico colaborador de la editorial y un buen ejemplo de artista todoterreno que sabe acercarse con propiedad a cada género.
Algo pausado y sosegado, el manga ofrece al lector la oportunidad de disfrutar de la tierna visión de una niña en el Japón de los sesenta y, a la postre, un entrañable conjunto de anécdotas que harán las delicias de los lectores que se dejen llevar por el clima que la obra propone.
