viernes, diciembre 29, 2006

HISTORIAS DE FILADELFIA de George Cukor

Dirección: George Cukor.
País: EE.UU.
Año: 1940
Duracion: 112 min.
Interpretes: Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey, John Howard, Roland Young, John Halliday, Virginia Weidler, Mary Nash.

Producida por Metro Goldwyn Mayer.

Cuando uno se encuentra con alguna película salpicada de actores por los que se tiene bastante debilidad, ademas de un gran respeto, no puede hacer otra cosa, que sentirse agradecido por tener la suerte disfrutar de películas como es el caso de Historias de Filadelfia. Los actores en cuestión son Katharine Hepburn, la actriz con más oscars de la historia del cine, Cary Grant, el actor de comedias por excelencia, y cuya película “Arsénico por compasión” es una de mis mayores debilidades personales, y James Stewart, uno de los actores con mayor cantidad de películas con renombre de la historia del cine, “Vértigo”,”Anatomía de un asesinato” o “El invisible Harvey” son ejemplos de tres obras maestras en las que ha actuado.

Tengo que decir que aun con todo lo anteriormente dicho, no las tenía todas conmigo, pues acostumbrado a las comedias disparatadas tan típicas de los años cuarenta, con ese toque de locura constante que tanto me gusta, pero que aquí solo se disfruta en algunas ocasiones, quizás George Cukor siempre ha sido un poco limitado en este tipo de cine, siendo un director que tira más hacia el drama y el cine costumbrista, por lo que no es capaz de llegar a niveles a los que sí que llegaron directores como Howard Hawks, Frank Capra o Joseph L. Mankiewicz, que curiosamente actúa de productor en esta película, y del que creo que se nota cierto toque suyo, tan evidente por el doble sentido en algunos diálogos aparecidos durante la historia, y que sin duda son marca de la casa.

La historia nos traslada a un lugar donde las grandes mansiones y la vida de lujo envuelve en todo momento el entorno donde van aconteciendo los hechos, una alta sociedad a la que pertenece nuestra protagonista principal, Tracy Lord (Katharine Hepburn), divorciada de su primer marido C. K. Dexter (Cary Grant), con el que tuvo una vida bastante activa, pero sin sentirse lo suficientemente atendida. Todo empieza con la preparación para la celebración de la segunda boda de Tracy con su prometido, una persona aburrida y falta de chispa, que representa todo lo contrario a su ex-marido, el cual aparece por sorpresa con la intención de sabotear en lo posible todo lo que pueda, trayéndose de tapado a dos periodistas de prensa rosa con los que montar la discordia. A partir de aquí seremos testigos del toma y daca en el que se verán envuelto los distintos personajes, siendo sobre todo digno de reseñar el duelo presente entre los tres protagonistas principales. Quizás más de acercamiento entre Tracy y Macauley, los cuales protagonizan una de las mejores escenas aparecidas en la historia del cine, que es la escena de la borrachera con baño incluido en la piscina, mientras que Tracy y Dexter se mueven más en el entorno de comedia con constantes peleas y puñetas varias, donde lo que prima es el poder fastidiarse entre ellos.

Sobre todo me gustaría hablar del personaje de Tracy, sin duda el centro sobre el que gira toda la historia. Tracy se muestra como una persona con sentido del humor, delicada y tierna, pero también rebosante de elegancia, siempre tan llena de luz y brillo que hace que desprenda tal atracción, que es difícil no caerse rendido a sus encantos. Pero sobre todo se nos muestra llena de dudas y contradicciones, siendo curioso como da la sensación de ir cambiando de forma de ser, dependiendo de con quien esté. Con su padre se muestra como una hija dócil y complaciente, con su prometido es más bien mandona y posesiva, con su hermana pequeña se nos muestra infantil, cómplice y con sentido del humor, con el periodista encarnado por James Stewart saca más su vena dialéctica, poética y soñadora, mientras que con su ex-marido digamos que está algo irónica, estando más bien a la defensiva, mostrándose un poco ruda para así protegerse, y que no puedan herir sus sentimientos. Pero sobre todo es con ella misma con la que se muestra más intolerante, como pagada de sí misma, endiosada y buscando la perfección como persona. Todo esto hace que sea una persona presuntuosa y orgullosa, incluso contradictoria, ya que aunque se va a casar por segunda vez, ella se siente realmente como una solterona, pues nunca se siente casada de corazón. Con el tiempo el personaje evolucionara, y empezará a desprenderse de ese caparazón de rudeza y altivez, eliminando ese distanciamiento que hacía que no pudiese sacar todo lo que hay en su interior, y dando paso a un cambio de actitud, pasando de querer que la adoren, a que la quieran.


Magnífica película, perfectamente equilibrada entre comedia y sentimentalismo, repleta de buenos diálogos como hemos dicho anteriormente, donde sobretodo destacaremos, como no, el buen hacer de todo el reparto, incluidos los secundarios, con una ambientación muy bien conseguida, y una extraordinaria fotografía en blanco y negro.

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