De nuevo nos encontramos ante una nueva obra de un autor como es Lewis Trondheim, uno de los autores más en forma de la BD francesa, famoso principalmente por series como la Mazmorra y Lapinot, y que con esta nueva obra, vuelve a la carga con una especie de continuación de su otra obra de tipo autobiográfico, aunque con ciertas diferencias, como fue hace un tiempo Mis circunstancias.
Lo primero a destacar de una obra como ésta, es que nos encontramos ante un cómic cuya única pretensión es mostrarnos las vicisitudes de un autor en su vida cotidiana, con lo que, si buscáis acción a raudales, aventuras sin límite, drama en grandes cantidades, o conflictos sociales y políticos, está casi seguro que no debería de ser vuestra próxima compra, y digo casi seguro, pues uno nunca sabe la sorpresa con la que se puede llegar a encontrarse al empezar a leer algo, pues, aunque piense que todo apunte a una lectura aburrida y poco interesante, siempre puede acabar por sorprender a más de uno.
Lo primero a destacar de una obra como ésta, es que nos encontramos ante un cómic cuya única pretensión es mostrarnos las vicisitudes de un autor en su vida cotidiana, con lo que, si buscáis acción a raudales, aventuras sin límite, drama en grandes cantidades, o conflictos sociales y políticos, está casi seguro que no debería de ser vuestra próxima compra, y digo casi seguro, pues uno nunca sabe la sorpresa con la que se puede llegar a encontrarse al empezar a leer algo, pues, aunque piense que todo apunte a una lectura aburrida y poco interesante, siempre puede acabar por sorprender a más de uno.
¿Qué hace interesante un cómic como éste? Pues es sencillo y a la vez difícil de explicar. Sencillo pues lo primero que se nos puede ocurrir es que puede interesar principalmente a los fieles seguidores de este autor, que estén hambrientos de cualquier cosa que haga y, como no, al seguimiento del día a día de su vida, tanto en el aspecto personal, como en el profesional, donde poder conocer de primera mano, todas y cada una de las pequeñas anécdotas que le van pasando a este importante autor de la BD francesa, puede ser suficiente para más de uno. Por el contrario es difícil de explicar que esto sea suficiente, pues en contra tiene, sobretodo, el no ser ya ninguna novedad para el interesado lector, y por tanto perder ese gancho tan importante que sí que consiguió en Mis circunstancias, y que aquí pierde en parte.
La historia nos es contada siempre con Trondheim como núcleo de la historia, siempre marcada por un ritmo pausado, pero firme y constante, con ese estilo sencillo y a la vez tan particular que tiene el autor, al representar a cada uno de los personajes usando animales antropomórficos. La forma de contárnoslo es utilizando una o dos páginas a lo sumo, para mostrarnos cada una de esas pequeñas anécdotas que pueden ser consideradas dignas de mención, donde habría que destacar sobretodo lo complicado que es el hacerlo interesante, y que el lector no salga indiferente de la lectura.
Acompañaremos a Trondheim en sus viajes por distintas ciudades de mundo, Madrid, Angoulême, Edimburgo, Hong Kong o Dublín. Descubriremos sus manías, paranoias, inseguridades, curiosidades, inquietudes, bromas u obsesiones. Se nos mostrará como una persona de gran imaginación, sobretodo para hacer interesante situaciones de por sí normales, siempre intentando escapar de la rutina. Incluso lo veremos interactuar en el Salón de Angoulême -en el que acabó, por cierto, recibiendo el Gran Premio del Jurado- con otros autores de la BD francesa como son Moebius, Blain, Sfar, o el siempre imprevisible y divertidísimo Larcenet.
En resumen, lo que os encontraréis en este libro serán esas pequeñas cosas que acaban ocurriéndole a este autor de cuarenta y un años, aunque dudo que de igual edad mental, mostrándonos sus experiencias y sus demonios internos, eso sí, siempre haciendo gala de cierta ironía y provocación. Contado de una forma bastante abierta y de fácil lectura, aunque quizás mostrándose un poco irregular, pues hay momentos bastante bien conseguidos y de gran brillantez, pero otros en los que no acaba de funcionar tan bien, como de relleno. Sin olvidar el color tan bonito aplicado en acuarela, y que es novedad con respecto a su otra obra como fue Mis circunstancias. En definitiva, una obra interesante para según quién, pero no mucho más que eso.
Todos a la vez!!
ResponderEliminar;-)
Besitos
Hala, hala, como tiene que ser...
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