La tercera película de Ridley Scott colocaba a este director británico venido del mundo de publicidad como uno de los creadores más innovadores en lo que al diseño de producción se refiere. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y todos sabemos que el cine es imagen en movimiento capaz de contar una historia. Es muy difícil contar una historia en imágenes y que ésta tenga la suficiente fuerza para enganchar al espectador, pero si se encadena la narración y se aportan los elementos visuales en la forma idónea, se puede llegar a conseguir.
A pesar de la opinión de todos aquellos a los que nos había entusiasmado la película, el público, la crítica de la época y varias revistas especializadas, no fueron muy receptivos ante la propuesta de Scott. De todo lo que leí, me quedaré con un titular que decía: “¿Cómo una película del director de Alien, una historia de Philip K Dick, y que copia a Moebius, puede estar vacía?”. Aún estoy preguntándome que fue lo que no les gustó.
A partir de ese momento, Blade Runner se convirtió en una de mis películas favoritas de todos los tiempos (quizás mi favorita) que, siempre que tenía ocasión, revisionaba en aquellos cines en que periódicamente se reponía. Se convirtió en la película que más veces había ido al cine a ver. Recuerdo especialmente una proyección en un cine de Washington D. C. (USA), uno de los pocos que aún quedaban con pantalla gigante en curva para proyecciones de 70 mm (pongamos unos 7 metros de altura de pantalla y donde se perdía la vista hacia los extremos de la misma); en una sala así, la experiencia visual se multiplicaba por mil.
A medida que iba pasando el tiempo, fue cuando comencé a profundizar más en los otros aspectos de la película, los aspectos formales que más podían interesarme de una producción como aquella. Mi predilección por lo visual, hizo que buscase al responsable de la concepción de aquel futuro imperfecto: Syd Mead. Uno de los artistas más rompedores y que ha marcado escuela en el diseño actual. Son numerosas las ilustraciones que podamos haber visto y las participaciones como diseñador en películas (TRON, Aliens), además de otros proyectos de más envergadura. Por otro lado, Douglas Trumbull, responsable de efectos visuales, con una fama que le precede desde la ya mítica 2001: Una Odisea en el Espacio. Y no nos olvidemos de la música de la película, parte fundamental de la narración y que nos acompaña durante toda la proyección; la obra de Vangelis, como casi toda su música para el cine, es de aquellas que todo el mundo reconoce con sólo escucharla.
Es curiosa la evolución de la cinta, que desde su fallido estreno en cine, pasó a convertirse en una cinta de culto a raíz de su edición en vídeo (en la época en que se recortaba el formato para adaptar las películas a las estrechas mentes de los televidentes) y que con el tiempo ha venido a ocupar el sitio que le corresponde entre las mejores y más influyentes películas de Ciencia Ficción de todos los tiempos.
También resultan muy curiosas las múltiples lecturas que se podrían hacer en base a todas las anécdotas del rodaje de una película que para nada fue fácil.
¿Y qué podríamos decir del reparto de la película? Parece que, a excepción de Harrison Ford, ninguno de los restantes actores ha conseguido levantar cabeza después del rodaje, encasillados en películas de serie B o en series de televisión. Parece que esta obra maestra, llevaba consigo algún tipo de maldición.
No me imagino como puede hacerse una película tan buena sabiendo como transcurrió el rodaje, lleno de tensiones entre los actores y los técnicos con el director, algo así como un ambiente de guerra fría. Si al ya de por sí compulsivamente perfeccionista Ridley Scott unimos el que es británico (por todo aquello de la flema), obtenemos una personalidad desquiciante; no en vano son muy conocidas las discusiones entre él y Harrison Ford. Y cómo este último podía rodar sus escenas con Sean Young, a la que no podía soportar.
Para éstas y otras curiosidades, os recomiendo sólo dos páginas, ésta y esta otra, donde podéis encontrar con todo lujo de detalles los aspectos más importantes sobre esta producción. Prestad especial atención a los enlaces (muchos de ellos en inglés) donde podréis encontrar todo aquello que os gustaría saber sobre esta película. Creo que podréis encontrar todas las páginas que me gustan sobre el tema; así me ahorro el tener que citarlas, porque sería larguísima la lista.
Después de 25 años, aún quedan más sorpresas, puesto que Blade Runner ha vuelto a los cines de los USA en Octubre de este año 2007 en la que esperemos sea ya la versión final del director, y para todos los que somos seguidores, en Diciembre saldrá a la venta la edición en DVD con todos los montajes que se han hecho de la película (la versión USA, la versión europea, el montaje del director y por fin, el montaje final).
Es, en definitiva, una de esas películas que ha sido capaz de influir en las producciones realizadas a posteriori, como una marca de la casa que de un modo u otro influye en otros creadores y que al ver sus creaciones, siempre nos recuerda las atmósferas creadas por Scott: ciudades oscuras, ambientes cargados, iluminaciones neblinosas, y como no, una lluvia incesante que no para de caer…
Me gustaría terminar estas impresiones con una de las frases del replicante Roy justo antes de terminar su papel, una de esas frases que todo el mundo recuerda y que improvisó Rutger Hauer para no tener que soltarse todo el texto inicial escrito por los guionistas, pero que ha quedado marcada en nuestra mente “…todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia”.
Creo que Blade Runner no se perderá bajo la lluvia.
Si estuviéramos tomando una cervecita o un café en un ambiente relajado diria El “pedazo de critico” que decía que era una cinta vacía, no tenia ni puta idea. Pero sin acritud eh?
ResponderEliminarLa banda sonora de Vangelis impresionante, la compre hace un monton en cassete.
La peli es de las pocas que me he visto en versión original (yo estudie frances y de ingles prácticamente cero) y la copia en DVD que tengo no esta en castellano.
Una de las 1000 cosas que mas me gustan es el tema del creador que otorga la vida a los replicantes con fecha caducidad, muy humanos estos replicantes.
Una de mis pelis favoritas.