Una vez asumida esta hipótesis, vamos al tema. Me encontraba recientemente pululando por cierto establecimiento situado en la plaza de Callao de Madrid, cuando no sólo me llevo una grata sorpresa al encontrar en la estantería de novedades en DVD una edición especial de Los Caballeros de la Tabla Cuadrada y sus locos seguidores (Monty Python and the Holy Grail), sino que además su adquisición no suponía a mi atemorizado bolsillo más de doce euros de injustificada y caprichosa compra.
En definitiva, toda una delicia para todos aquellos que disfrutamos viendo "cabalgar" a los protagonistas del film a golpe de coco; los que reflexionamos sobre el vuelo de las palomas y su velocidad de aleteo; los que nos solidarizamos con aquellos pobres plebeyos subyugados por un rey electo por "una furcia natatoria"; los que hubiésemos gustado de sustituir a Sir Gallahad el Casto en el superpoblado castillo de Antrax; los que nos estremecimos ante la mera mención de la palabra "ni" o los que dudamos sobre cuál era nuestro color favorito en el peor momento.
Y por último, no me quiero pasar valorando influencias, pero películas como ésta (el film data del año 1975, ni más ni menos) y en general toda la producción de los Python, a buen seguro influyeron e influyen a guionistas de series tan de moda como Padre de Familia, digna heredera del culto a la diversión absurda.
En definitiva, el dvd supone todo un reencuentro para los aficionados al grupo de humor británico, y una magnífica oportunidad para disfrutar de esta mítica película. Y, por qué no, una buen oportunidad para escribir posts como estos, o para obsequiaros con este pequeño homenaje en forma de dibujo.
Qué recuerdos me trae esta peli... Cuánto me reí, descubrí una nueva manera de hacer humor.
ResponderEliminarMira que me he reído en esta vida con los Monty Python y el Inspector Clouseau, y lo mejor de todo es lo que me sigo riendo con sus pelis, y sobretodo comentarlas con la gente en las quedadas cerveceras es una gozada y un descojone que no tiene precio.
ResponderEliminarGran pelicula, sólo comparable con la vida de Brian, con mismo origen. El mejor momento, grabado a fuego en mi memoria es cuando Arturo va a pasar el puente y le pregunta el viejo: "¿Cuál es la velocidad media de una golondrina sin carga?" "¿Europea o Africana?" "Pues no lo sé, aaaaaaaaah!!!!". Y es que un rey debe saber esas cosas.
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