Exposición itinerante que ya ha estado en Girona y en Madrid, y que conmemora el reciente centenario del nacimiento (hace justo un año) de Georges Prosper Remi, más conocido como Hergé (seudónimo que utilizó desde el principio conformado por las inicales de su nombre invertidas), y donde el 25è Saló del Còmic de Barcelona del año pasado ya hizo buena cuenta de esta efemérides con multitud de actividades girando en torno a este mítico personaje de la BD y su autor, el cual lo "enmarcó" en lo que se denomina la “línea clara”, siendo un claro exponente e icono de nuestra cultura más reciente.
Esta exposición estaba situada en el nuevo Centro Cultural Octubre, ubicado en el magnífico edificio restaurado para la ocasión de lo que fue en su momento los Almacenes El Siglo, un magnífico edificio de aire modernista donde se ha ubicado esta entidad cultural, lugar de encuentro cultural valenciano, donde se realizan multitud de actividades culturales de toda índole.
Esta magnifica muestra sobre Tintín y su mundo se realiza gracias a Jordi Tardà, conocido promotor y crítico musical, y a su fama de gran coleccionista de todo tipo de objetos y temáticas, sobre todo relacionados con el mundo de la música, y concretamente en este caso, de todo lo que gira entorno al personaje de cómic Tintín. Cientos y cientos de objetos de todo tipo podemos contemplar en esta muestra dividida en dos plantas, donde podemos observar toda la evolución de este personaje desde su creación en 1929 hasta su última aventura en 1976 (Tíntín y Los "Pícaros", ya que no contamos su inconclusa Tintín y el Arte-Alfa), junto a multitud de merchandising que sobre este icono se ha realizado por todo el mundo.
Esta magnifica muestra sobre Tintín y su mundo se realiza gracias a Jordi Tardà, conocido promotor y crítico musical, y a su fama de gran coleccionista de todo tipo de objetos y temáticas, sobre todo relacionados con el mundo de la música, y concretamente en este caso, de todo lo que gira entorno al personaje de cómic Tintín. Cientos y cientos de objetos de todo tipo podemos contemplar en esta muestra dividida en dos plantas, donde podemos observar toda la evolución de este personaje desde su creación en 1929 hasta su última aventura en 1976 (Tíntín y Los "Pícaros", ya que no contamos su inconclusa Tintín y el Arte-Alfa), junto a multitud de merchandising que sobre este icono se ha realizado por todo el mundo.
Aprovecharé la cantidad de paneles informativos que contenía la muestra (a diferencia de otras exposiciones que son parcas en este tipo de información in situ) para conformar lo que será este post sobre la vida y milagros de Tintín, añadiendo alguna que otra información suelta cogida por aquí y por allá.
La exposición estaba perfectamente organizada por una serie de flechas en el suelo que te orientaban hacia que vitrinas visitar primero y porque orden debía transcurrir la visita del aficionado. Naturalmente, nada más comenzar la exposición, nos encontramos con lo que sería el preludio de la creación de su famoso personaje, en Les Aventures de Totor C.P. des Hannetons (1926-29), publicadas en Le Boy-Scout Belge, claro personaje que desembocaría en el que conocemos hoy en día.
La exposición estaba perfectamente organizada por una serie de flechas en el suelo que te orientaban hacia que vitrinas visitar primero y porque orden debía transcurrir la visita del aficionado. Naturalmente, nada más comenzar la exposición, nos encontramos con lo que sería el preludio de la creación de su famoso personaje, en Les Aventures de Totor C.P. des Hannetons (1926-29), publicadas en Le Boy-Scout Belge, claro personaje que desembocaría en el que conocemos hoy en día.
Posteriormente, en el 1929 y a principio de los 30, en varios semanarios y revistas empiezan a publicarse lo que serían las primeras aventuras de Tintín con su inseparable Milú, Tintín en el País de los Soviets, en blanco y negro en las páginas del suplemento para niños "Le Petit Vingtième", dirigido por el mismo Hergé, y que formaba parte del diario belga Le Vingtième Siècle. Primeras aventuras que tuvieron un marcado tono anticomunista. Así empezaban las aventuras de este joven reportero, acompañado siempre por su fiel e inseparable Fox Terrier, corresponsal imaginario del propio diario belga donde serían plasmadas, a partir de este momento, sus correrías por todo el mundo. Según se comenta en esta exposición, de este primer tomo se editaron, en 1939, 500 ejemplares numerados y firmados por Hergé, como Tintín, y por su esposa Germaine Kieckens, como Milú, siendo subastado en el 2006 uno de los pocos ejemplares que aún se conservan por 72.000 €, siendo el cómic más caro del mundo hasta la fecha. Curiosamente esta primera aventura no fue publicada en color por Casterman en su momento.
A continuación os dejamos dos instantáneas que tomamos en la exposición de 12 planchas metálicas originales (páginas 34 y 100) que se utilizarón en la impresión de Tintín en el País de los Soviets.
Después del éxito cosechado por la primera aventura de Tintín, se empezó a publicar a mitad de 1930 en el seminario “Le Petit Vingtième”, Tintín en el Congo, ya que este país era colonia belga en aquella época y, por tanto, era un tema demandado por los belgas, que sentían curiosidad por saber cosas de este país africano totalmente desconocido para ellos, y apropiado como anillo al dedo para un corresponsal que empezaba a viajar por medio mundo. Álbum que intentaba mostrarnos las bonanzas del colonialismo y que le ocasionó a posteriori más de un quebradero de cabeza a Hergé, que tuvo que modificar algunas planchas en sucesivas ediciones. Hergé se tuvo que documentar mucho para elaborar este álbum, el cual fue traducido en varios países, siendo Portugal el primero en traducir Las Aventuras de Tintín. En 1937 Casterman se haría con los derechos de publicación de Tintín, y vuelve a publicar este título con otra portada, siendo en el 46 cuando se publica en color.
A continuación, en 1931, reemprendería las aventuras de nuestro personaje favorito con tupé en el mismo semanario con Tintin Reporter à Chicago o Tintín en América, como posteriormente se tituló, primero en blanco y negro, y posteriormente en color por Editions Casterman, donde ya comenzaron a aparecer los primeros personajes reales, como es en este caso el mismísimo gángster Al Capone. En una aventura como esta no podían faltar los "indios", con los que Tintín hace amistad y se hace un verdadero defensor de su causa como pueblo oprimido en la bulliciosa y próspera norteamérica, expulsados de sus territorios y expropiados de la tierra que les vio nacer en pos, según dicen, del "progreso" (siempre en el tono irónico mostrado entrelíneas por el autor). Por lo tanto Hergé representó todos los tópicos habidos y por haber, sus cosas positivas y negativas, de la "próspera" norteamérica y de la América "profunda".
Plancha de cartón de imprenta de la primera página de Los Cigarros del Faraón para un periódico francés
Seguimos este breve recorrido por la obra de Hergé con el siguiente álbum de la serie, Las aventuras de Tintín Reportero en Oriente o Los Cigarros del Faraón (1932 en la revista Le Petit Vingtième), como se llamaría posteriormente. Aquí en este álbum es donde empezaron a aparecer los primeros personajes secundarios de esta obra, entre ellos los Agentes X33 y X33 bis (Dupond y Dupont, o Hernández y Fernández), una de los duetos más famoso de la historia del cómic (aunque estos ya los pudimos ver en la primera página de Tintín en el Congo, aunque posiblemente añadidos en una posterior edición o todavía Hergé no tenía asumido el papel protagonista que tendrían en posteriores aventuras). Aquí Tintín empieza sus aventuras en Egipto, donde no podían faltar la aparición de las Pirámides y tumbas faraónicas, para acabar en una verdadera odisea en la India de los Maharajás. En esta obra podemos apuntar que las historias que crea Hergé ganan en riqueza en cuanto a detallismo en cada una de sus viñetas. Álbum en B/N que, posteriormente, en 1955 se editaría en color.
A continuación, Hergé empezó a pensar en las aventuras de nuestro reportero favorito en China, para lo cual se documentó profusamente, contactando con un estudiante chino que estudiaba en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, Tchang Tchong-Jen, siendo éste también uno de los personajes principales en los dos siguientes álbumes que sucedían en este país asiático, El Loto Azul (1934 en B/N y 1946 en color) y Tintín en el Tíbet (ya de 1958). Todos lo caracteres chinos que aparecen durante toda la obra son debidos a Tchang, donde aparecen multitud de proverbios y refranes de la cultura popular china. En esta historia, que ocurre fundamentalmente en Shanghai, cobran protagonismo el tráfico de una droga como el opio y la invasión china por parte de los japoneses. Aquí ya vemos un claro continuismo de las obras de Tintín, ya que El Loto Azul empiza exactamente donde lo dejamos en Los Cigarros del Faraón, aunque cada una de las historias es independiente y autoconclusiva (y sin olvidarnos de la continuación de sus aventuras en China que años más tarde veríamos en Tintín en el Tíbet).
Figuras de plomo pintadas a mano del cómic El Loto Azul: Tintín y Milú montados en un pousse-pousse
Con La Oreja Rota (1935 en B/N y 1943 en color) Tintín se embarca en el periplo de ser un verdadero corresponsal de guerra atípico. Aquí, como curiosidad, Hergé empieza a introducir los primeros paises ficticios por donde deben transcurrir las andanzas de nuestro reportero Tintín, en este caso la República de San Teodoro, en guerra con su país vecino, Nuevo Rico, durante la Guerra del Gran Chapo (en este caso referencia la guerra conocida como la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay), donde deberá viajar para resolver el robo de un fetiche de la tribu de los Arumbayas que habitan en este páis imaginario de América del Sur, donde continúan apareciendo personajes reales como Basil Zaharoff, traficante de armas que vendía a ambos bandos en conflicto, y que tuvo el cómic el nombre de Basil Mazaroff o Bazaroff.
En 1937, como ya va siendo habitual, empieza su andanza La Isla Negra en el semanario Le Petit Vingtième (o Le Mystère de l’Avion Gris en la revista Coeurs Vaillants, mismo título que usó Baux Films para su versión en diapositivas en pequeñas cajas entrelazadas). Ahora las aventuras ya no transcurren fuera de Europa sino que esta vez suceden cerca de casa, en Inglaterra y Escocia. Tintín en esta ocasión se encarga de desentrañar una red de falsificadores de dinero, cuyo jefe sería el Doctor Müller. En 1948 apareció la versión en color, pero en 1965 volvió a aparecer una nueva edición en color, pero esta vez con viñetas retocadas, modificadas y añadidas respecto al libro original, cuya razón de esto fue el requerimiento del editor inglés para modificar viñetas que no representaban la Inglaterra de los 60. Recientemente, Casterman hizo una edición especial reuniendo las tres versiones y un estudio de La Isla Negra.
Portada de La Isla Negra junto junto a las 18 cajitas de Le Mystère de l'Avion Gris de Beaux Films
El Cetro de Ottokar empezó a serializarse en la misma revista de siempre en 1938 con el título de Tintin en Syldavie, otra historia donde se sugería la anexión de un país (Syldavie) por otro (Borduria) como ocurría en la Europa Central de aquella década, siendo el "malo" de esta historia Müsstler (“Müss” (de Mussolini) + “tler” (de Hitler)). En esta historieta apareció por primera vez otro de los personajes secundarios clave de Tintín, Bianca Castafiore. Y, además, tuvo la suerte de contar como colaborador (en tareas de diseñar vestidos y representar paisajes) a E. P. Jacobs, otros de los maestros de la “línea clara” con su Blake & Mortimer. Como las anteriores aventuras, ésta se publicó en blanco y negro, y fue en 1947 cuando Casterman la publicó en color.
Para la edición española de la Editorial Joventut de El Cetro de Ottokar (fue el primer álbum de la serie que publicó en nuestro país esta editorial en 1958), el propio Hergé dibujó en tinta china el título en español, sustituyéndose finanalmente la "d" de la preposición por la que conocemos actualmente.
Con este último álbum podemos cerrar, más o menos, la primera parte de esta crónica, porque a partir de la siguiente historia, Tintín en el País del Oro, se produce un antes y un después, un punto de inflexión en la obra de Hergé sobre su aventurero reportero. A partir de estos momentos, e intuyéndo y viéndose en el horizonte ya el inminente e inevitable estallido del conflicto bélico por antonomasia, la II Guerra Mundial, de proporciones descomunales y terribles para Europa y para el resto del mundo, todo cambió de manera radical en la vida de Hergé, y porque no decirlo, de toda una forma de ver y sentir la vida.
Pero, todo esto, lo veremos en la segunda y última parte de esta crónica.
Un saludo cordial y hasta pronto.
Pero, todo esto, lo veremos en la segunda y última parte de esta crónica.
Un saludo cordial y hasta pronto.
Menudo currele de post!!
ResponderEliminarMuchas gracias ;-)
Besitos
Gracias a ti, Mar, como siempre. Y aún queda una segunda parte ;-D.
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