DHAMPIR: LA SAGA DE LOS MUERTOS NOBLES # 1 de Barb y J. C. Hendee

Dhampir: La saga de los muertos nobles 1
Barb y J. C. Hendee
La factoría de ideas
14,95 euros

En esta novela confluyen dos géneros, la fantasía de capa y espada y el de terror, concretamente de vampiros.

Magiere, su socio, el medio-elfo Leesil, y Chap, el perro que les acompaña, ejercen de falsos caza-vampiros, librando a los supersticiosos habitantes de aldeas y villorrios de los ficticios monstruos que aterrorizan sus noches, a cambio de sus escasas monedas o provisiones.

Decididos a dejar el negocio de desplumar a pueblerinos, montan una taberna en una pequeña ciudad portuaria. El problema es que allí viven (o más correcto sería decir no-viven) unos vampiros auténticos que les considerarán una amenaza.

Los autores dedican mucho esfuerzo en “dibujar” y definir la psicología de los personajes, de una moralidad poco clara y sin trazar una clara línea entre el bien y el mal. Pero encuentro que los “fondos”, los bosques, los caminos, las aldeas o los muelles, se quedan un poco en simples esbozos, sin descripciones detalladas que hagan real y vivo el escenario como parte importante de la narración.

Lo mejor: hay momentos en que como lector no sabes por que bando decantarte, si por los delincuentes reconvertidos en héroes, aún a su pesar, o de la “familia” de vampiros que viven sin llamar demasiado la atención. Poco a poco se nos va contando el pasado de los personajes principales, ramificando la historia principal; siendo muy interesante el tratamiento de los no-muertos, como una raza con distintos niveles, uno más incontrolable, salvaje y asesino, y otro más inteligente y refinado, aunque todos ellos igualmente terribles y letales.

Mucha acción, tanta que las peleas se vuelven un poco pesadas. Hubiese sido mejor ahorrarse alguna y hacer el enfrentamiento final un poco más largo, ya que de lo contrario parece que termina demasiado rápido.

Lectura sin muchas pretensiones, “apta para todos los públicos”, con un terror de nivel “soft”, con pocas escenas realmente “acongojantes”.

La portada de Koveck sintetiza muy bien la idea que nos hacemos de los tres protagonistas cuando leemos las descripciones de su físico y ropajes, pero no me parece que sea ésta una de sus ilustraciones más destacables.

A pesar de los comentarios menos positivos, la novela se lee de un tirón, engancha y entretiene, que en definitiva es de lo que se trata, ¿no?