En el apartado de autores se presentan tres: Byron Preiss y J. Michael Reaves como autores del texto y Joseph Zucker de las ilustraciones. Os hablo de tres por un detalle que tal vez pase desapercibido. Como yo lo leo todo, en el apartado "Reconocimientos", que está al inicio del libro, Byron Preiss en la primera frase dice: "La presente obra ha significado un gran esfuerzo para sus tres autores y espero que en el relato quede reflejado el cariño y el interés que pusimos en su producción".
Y eso es en verdad original porque los ilustradores son considerados como meros acompañantes, que complementan y redondean la novela. En este caso no es así. Las ilustraciones son muchas, variadas y magníficas. No sólo acompañan al texto sino que lo complementan y enriquecen. Hechas al carboncillo nos muestran el paisaje, las viviendas, el modo de vida; nos muestran a los personajes en sus distintos momentos de dolor, preocupación, o bien, intriga política. Vemos sus sentimientos. Con trazos muy realistas nos muestran a los animales y árboles. Los animales fantásticos presentan unos rasgos que bien podían ser reales pero con un punto de fantasía, su maldad o su bondad.
Os llamo la atención sobre una ilustración en particular. La ilustración es la que la princesa Evirae intenta convencer a su esposo, Kiorte, sobre la validez de sus intrigas, me sonaba mucho. ¡Y tanto! Detrás de ellos hay una verja, ¡la verja de entrada a la finca de verano de Eusebi Güell, del arquitecto Gaudí! Esto me lleva a suponer que Zucker conoce la obra de Gaudí. Y lo entiendo como un homenaje al gran arquitecto y artista catalán.
Todas las ilustraciones llaman mucho la atención. Porque leyendo las solapas del libro se puede pensar que es otra historia más de fantasía, de dragones, amena y entretenida. Es todo eso y mucho más. Las ilustraciones ya nos indican que no es una obra común.
Narra como en Fandora, una pacífica nación de campesinos y pescadores, han muerto unos niños en extrañas circunstancias. Reunido el Alto Consejo, los Ancianos deciden declarar la guerra a Simbala, tierra al otro lado del estrecho, conocida por sus Naves de las Nubes, artilugios voladores. Jondalrun, padre del niño muerto, hace responsable en primera instancia a Amsel. Éste es un ermitaño, inventor y científico de mediana edad, amigo de su hijo. Amsel logra huir y decide viajar a Simbala y pedir explicaciones. Mientras tanto, también en Simbala ha muerto una niña y el monarca, Viento de Halcón, intenta aclarar la verdad enmedio de intrigas palaciegas que pretenden su distitución por su origen humilde. Amsel, intentando aclarar las cosas y detener la guerra, conoce a los terroríficos Voladores del Frío y al último Dragón, ser de leyenda en el que nadie creía ya.
Fandora es una sociedad rural de campesinos, granjeros y artesanos con una civilización seudo-medieval. Una sociedad en la que todos se conocen y apoyan. Una ayuda mútua que se da en las pequeñas comunidades agrícolas y ganaderas para poder sacar adelante los trabajos habituales y necesarios en toda granja. Un ejemplo de ello es la ayuda que le prestan a Jondalrun destrozado por el dolor: tienen que "actuar por él", encender el fuego, atender a los animales y a las tareas de la casa.
En Fandora hay unos treinta pueblos en unos ochenta kilómetros cuadrados con estepas elevadas y áridas montañas rocosas junto con zonas pantanosas. Sus costas son abruptas, con acantilados y cuevas. El gobierno está en manos de los llamados Ancianos, 28 en total, cuyo deber es atender y servir a la comunidad. Cada pueblo es autónomo, con gobierno a nivel local. Para asuntos graves se reúne el Alto Consejo de Ancianos, en las llamadas Escaleras de Verano, anfiteatro natural entre rocas. Cada población lleva un representante. Actualmente el caso es muy grave: declarar la guerra a Simbala.
En esta sociedad más o menos cerrada tenemos a Amsel, tímido y solitario con una mente viva y curiosa. Amsel sabe que es mirado con recelo por una comunidad con intereses muy concretos y que para sobrevivir realiza un duro trabajo. Una sociedad que piensa que toda investigación, todo desarrollo, sólo traerá problemas. Por eso Jondalrun le acusa de la muerte de su pequeño: por llenarle la cabeza de pájaros y hacerle soñar. Por su sentido de culpabilidad y para conocer la verdad, viaja a Simbala.
Simbala tiene una misma civilización aunque un poco más desarrollada tecnológicamente. Presenta un claro contraste con Fandora, empezando por su naturaleza. Tiene un clima suave con extensos bosques y llanuras con dulces colinas. Sus árboles son gigantes e incluso el bosque está domesticado: cuidados lechos de flores, setos podados, pájaros exóticos. Las viviendas de la gente rica y poderosa está dentro de los árboles, siendo el mayor de ellos, el Palacio, en pleno corazón del Bosque, todo en él es armonía.
Tiene una sociedad aristocrática dirigida por un monarca, el apoyo de la Familia Real y el consejo del Círculo Real. Pueblo de riquezas por sus minas y su excelente comercio. Actualmente hay problemas pues Viento de Halcón, el monarca actual, fue elegido fuera de la Familia Real y es un simple ciudadano, un minero. El monarca emérito, Efrión, lo eligió para sucederle porque ha visto su gran corazón, su inteligencia y sus excelentes cualidades para poder mejorar la vida de su pueblo. Las tensiones se han agudizado porque el monarca ha elegido como consejera a Ceria, mujer y rayan, su amada. Los rayan son gitanos de vida errante con sus carromatos y con fama de ladrones y seres de poco fiar. Ceria es una rayan inteligente y con cualidades excepcionales: sus visiones le llevan a comprender más de lo que ha simple vista se ve. Añadamos las intrigas y conspiraciones de la princesa Evirae para llegar a ser reina. Es en estos momentos de tensión social cuando también en Simbala muere una niña.
Reunido el Alto Consejo de Ancianos de Fandora, se vota por ir a la guerra contra Simbala. Surgen voces sensatas que disienten de esta decisión. "La muerte no debe ser sinónimo de justicia". Tampoco ven claro que se haya producido un ataque de Simbala, no se tienen pruebas. La mayoría opina que se debe ir a la guerra como medio de prevención de males mayores, hay que invadir Simbala. La decisión no es unánime, hay dudas porque no hay pruebas definitivas contra Simbala, se ven los problemas que puede ocasionar, algunos personajes piensan en sus hijos: "La guerra siempre es más terrible para los jóvenes". Otros creen que venganza no es lo mismo que justicia, o bien, más realistas comprenden que no tienen nada que hacer en contra de una tecnología superior. Y a pesar de todo van a la guerra por lealtad a su país, para defenderlo. Por un falso orgullo. Como Fandora no tiene armas, deciden fundir hierro para fabricarlas. En el capítulo 11 se presenta una clara oposición entre la sensatez y el ansia de guerra. Una hermosa defensa del Arte y la Belleza. Acuden a casa de un rico para requisarle unas estatuas y fundirlas: "¿Estaríais ... estáis decididos a destruirlas porque no pueden arar un campo o tirar de un carro?" [...] "Tú no puedes hacerte idea del crimen que se está cometiendo. Destruir el arte en pro de la guerra ... ¡No puede haber crimen mayor!".
Es la indignación ante la idea de utilizar el Arte, lo hermoso y maravilloso para transformarlo en algo útil y necesario. Un espíritu cultivado no puede aceptar nunca esta situación. Con todo esto y el desenlace de la historia me ha llevado a ver que esta novela es un alegato claro y muy hermoso contra la guerra.
Cuando leí por primera vez esta novela, me gustó por su trama, su desarrollo, por sus personajes, que son variados y con personalidades marcadas y muy bien definidas. Pues bien, en toda relectura descubres cosas, datos, incluso sensaciones e ideas en las que no habías caído en la primera lectura. Las primeras lecturas suelen ser ávidas, con gran interés por la acción, por disfrutar. Las segundas lecturas suelen ser más pausadas, te entretienes en capítulos que ya te gustaron o en descripciones maravillosas que te saltaste para pasar directo a la acción. Esta segunda vez te fijas más en los diálogos, lo que dicen y piensan los personajes, sus motivaciones al actuar de una u otra determinada manera. Todo esto me ha pasado a mí con "El último dragón".
La primera lectura era una novedad y mi interés, lo reconozco, estaba más por el desarrollo de la historia. Esta historia puede parecer, de entrada, sencilla: dos naciones sufren una serie de pérdidas dolorosas y creyendo al contrario culpable, van a la guerra. Y ahí empieza la acción y su conclusión posterior. En esta relectura he visto mucho más que esto. Hay una primera parte más pausada donde suceden hechos inexplicables, surgen las preguntas, se reúnen los consejos, cada cual expone su opinión, sus dudas.
En Simbala sucede otro tanto. Ante la muerte de la niña se acusa a un ataque fandorano. Pero Viento de Halcón y Ceria no conciben que un pueblo de campesinos, "bárbaro", sea también asesino y realice esa maldad. No hay entendimiento entre los países porque son desconocidos entre ellos. Ni uno ni el otro ha hecho o hace nada por conocer a su contrario.
También en Simbala hay voces que propugnan la guerra, como la princesa Evirae que ve que es el momento perfecto para arrebatarle el trono a Viento de Halcón, al que acusa de estar traicionando a su pueblo al no defenderlo de los ataques fandoranos. Un punto de unión se establece entre Amsel de Fandora y Efrión, monarca emérito de Simbala, pues sus estudios les llevan a ver más allá: el problema está en los dragones y hay que buscarlos y conocer la situación.
¿Qué cuándo aparecen los dragones? A mitad pasada de la novela aunque su presencia se hace notar a lo largo de toda la trama. En realidad son Voladores del Frío que están en situación límite de extinción. Guiados por el Tenebroso acusan a los hombres de su desgracia. Por eso deben unirse Fandora y Simbala porque los Voladores no distinguen naciones. Sólo ven en el Hombre el causante de sus problemas. El último dragón será descubierto en una situación apurada. Amsel le conconvencerá para que guíe a los Voladores y se instaure la paz. También los Voladores actúan por un malentendido, una falta de comunicación entre ellos y los hombres. Así que volvemos atrás: es necesario conocer al otro, comprender sus razones y establecer una buena comunicación.
Así que si tenéis ocasión y esta novela cae en vuestras manos, no dudéis, cogedla y disfrutad de una buena obra, de una buena historia.
Hasta pronto. Saludos.
Qué buen recuerdo de este libro: ¡¡gracias por traerlo de nuevo a mi memoria!!
ResponderEliminarBesitos
Yo lo tengo desde hace mucho y aún no lo he leído. La explicación seguramente se debe a que es la edición de Folio, que lanzaron en kioscos y carece de las ilustraciones, con lo que me da impresión de que así pierde mucho, precisamente por lo que decías: que ha sido concebido por los tres autores de una forma íntegra, incluyendo las ilustraciones.
ResponderEliminarSin animus molestandi, voy a discrepar un poco. Compré y leí El ultimo dragon en una edicion que sacaron en Circulo de Lectores, hace bastantes años.
ResponderEliminarEl recuerdo que conservo es que aunque tenia momentos que no estaban mal, valorado en conjunto el libro me pareció flojito, no digo malo, sino regular y poco destacable.
Otra cuestion son las ilustraciones: esplendidas.
Hola Mar:Me alegro mucho que reavive buenos recuerdos. Es un libro al que le tengo cariño.Besos.
ResponderEliminarHola Jolan:Conozco ediciones sin las ilustraciones y la verdad es que pierden mucho.Las ilustraciones son estupendas y le dan un envoltorio, o mejor dicho , un todo muy convincente.Sí veo que es una labor de tres autores.Saludos
Hola Giuseppe:Como ya digo es mi segunda lectura del libro.Lo leí en su momento y no estuvo mal. Pero al releerlo es cuando le saqué más cualidades, tanto literarias como de la propia historia o del fondo, digamos, moral. No sé pero tal vez si lo releyeras te gustaría más.Saludos
Yo lo leí de adolescente y me encantó.
ResponderEliminarY ahora con 26 años voy a ver si encuentro algún ejemplar aunque sea de segunda mano para conservarlo, por los recuerdos que me trae, y por que algún día me haría ilusión que se lo leyeran mis futuribles hijos.
Yo lei este libro como hace dos años y quede enamorada de el. Aunque la edicion q tengo es diferente en el sentido de que no tiene las ilustraciones .
ResponderEliminarQuisiera encontrar el ejemplar original.
¡Hola Ritsuka!Según he podido ver la editorial lo tiene descatalogado. Tendrás que buscarlo de segunda mano o en alguna librería que lo tenga en stock. Búscalo porque las ilustraciones ya valen el libro. Suerte.
ResponderEliminarDonde puedo leer el libro?
ResponderEliminarHola Haru Kito: es un libro descatalogado. Tendrás que acudir a libros de segunda mano, bibliotecas públicas o a Amazon. No creo que sea fácil encontrarlo y es una verdadera lástima. Saludos.
ResponderEliminarEs una historia excelente, no se sabe si el autor continuó la historia?
ResponderEliminarHola Marlon: El último dragón no tiene continuación y es una lástima porque tanto la historia como las ilustraciones son estupendas. Hasta otra.
ResponderEliminarA mí me encantó. Lo compré hace mucho tiempo, y tengo ganas de releerlo. Gracias por traerlo y por hacerme recordar tan bella novela.
ResponderEliminarUn abrazo,
Virginia Alba
Leia todo lo de fantasía que caía en mis manos de chaval, y este destacaba entre todos los del género.
ResponderEliminarMuy recomendable
What is Amazon’s business and how does it work? We all know that Amazon Inc is a big American technology company that mainly focuses on e-commerce,
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