lunes, marzo 16, 2009

CRÍTICA: BATMAN EGO de Darwyn Cooke

Darwyn Cooke es de esos dibujantes del denominado estilo “cartoon” que tanto le gustan a un servidor y también, por qué no, reciben el beneplácito del público, sea lector habitual o no de cómics. Su estilo, a primera vista, simplista, es tan atractivo como sugerente, perfecto para aportar a un género, podríamos considerar dentro del cómic de superhéroes, negro, un toque diferente y novedoso que, en este caso, en una ciudad tan neofuturista como lo puede ser esta Gotham City de Batman, consigue dar ese toque retro tan peculiar, tan cargada de art decó a la hora de diseñarla, que el aficionado agradece desde la primera viñeta.

Este estilo “cartoon” tiene un gran maestro del que han bebido Cooke y muchos otros (Cameron Stewart y, porque no, nuestros Javier Pulido o Víctor Santos): Bruce Timm. Timm es de esos autores irrepetibles que aparecen contadas veces en la vida, que rompen moldes dentro del género de los superhéroes y aportan algo nuevo, diferente, una nueva vuelta de tuerca, un paso más hacia delante, a un mundillo que parecía que en ese momento poco más se podía inventar y ofrecer algo novedoso en él. Timm aportó una seña de identidad propia, una denominación de origen única, allá por el año 1992 en la serie de animación ya mítica para la Warner de uno de los iconos franquicia de la DC, Batman, a la que siguieron otras adaptaciones en la pequeña pantalla como son las de Superman o La Liga de la Justicia entre otras, así como nuevas series relacionadas con el murciélago... sin olvidarnos de citar la adaptación de la obra más conocida y premiada, hoy por hoy, de Darwyn Cooke, DC: The New Frontier (Justice League: The New Frontier). Y nada volvió a ser lo mismo tanto en el cómic como en el campo de la animación para la pequeña pantalla.

Y estaba Cooke, en el momento oportuno, y de la mano de Timm se introdujo en el mundo de la animación en la serie estrella y opera prima del maestro, la serie animada de Batman... a partir de ahí la carrera de este canadiense fue subiendo enteros y, llegado el momento, se introdujo en el noveno arte con multitud de obras para la DC, empezando en series del universo Batman, cogiendo personajes como el propio murciélago u otros como Catwoman (con guiones de Ed Brubaker en un principio hasta que se convirtió en autor total a posteriori con una precuela del personaje), siguiendo con pequeñas colaboraciones aquí y allá (algunas para la Marvel), hasta llegar a su obra más conocida, DC: The New Frontier, de la que recibió el Premio Eisner en el 2005 a la Mejor Serie Limitada, para llegar finalmente a trabajar en otro de los personajes iconos del mainstream, nada más y nada menos que The Spirit de Eisner, junto a Batman en este crossover y coguionizada para esta ocasión por Jeph Loeb, hasta que finalmente se hizo con sus riendas como autor completo. Uno de sus últimos trabajos ha sido guionizar algunos números de una nueva colección del Hombre de Acero, Superman Confidential, con lápices de Tim Sale.

La primera historia que nos encontramos en este recopilatorio publicado por Planeta DeAgostini y que da nombre a este volumen, “Batman Ego”, es como el mismo autor nos dice en el prólogo “Creo que es mi primera historia publicada y, como tal, me presioné mucho para mostrar algo realmente único”... Y, aunque con el paso del tiempo, con perspectiva, el propio autor reconoce que “...un primer intento meritorio pero fallido”, yo discrepo y lo achaco sólo a que la considera su opera prima y, con la posterior experiencia ya asentada en el medio, cree que podría haberla trabajado más... pero, a mi parecer, en una historia bien construida y bien dibujada para ser su primer trabajo, cosa que muchos no podrían decir lo mismo de sus trabajos primerizos. Es el enfrentamiento del Bruce/Batman con su yo interior, su Miedo, el que le arrastró en un momento dado, en esos momentos de dudas de juventud, a raíz del asesinato de sus padres, a ser el vengador justiciero que todos conocemos, e intentar determinar cuál es realmente su tarea y modus operandi a la hora de impartir justicia.

La otra historia importante de este tomo y, a la postre, la más extensa por los seis relatos que en ella se recopilan, “El gran golpe de Selina”, no tiene a Batman como protagonista principal, ni secundario, pues no sale en él, sino que está dedicado a uno de los enemigos por antonomasia del murciélago, Catwoman... pero ni ésta aparece como villana vestida con leotardos, sino que es ella misma, como Selina Kyle, la protagonista, convirtiendo este relato en una verdadera historia de género negro al más puro estilo y todo lo esto implica. Aquí vemos como Cooke coge el testigo que en su momento dejó Ed Brubaker cuando se propuso redefinir el personaje, ayudado por el propio Cooke a los lápices. A partir de aquí ya veremos una Catwoman más real a nuestros ojos, actuando en los bajos fondos, con personajes de carne y hueso, que luego veremos en la serie mensual, que ya da paso a una Selina más humana y no tanto a una villana disfrazada y alocada obsesionada con Batman.

Los otros cuatro relatos cortos que se publican en este recopilatorio están extraídos de sendas obras publicadas ya aquí, el Black and White y el Solo.

Donde reinan los mostruos” y “El monumento” ya los vimos publicados no hace mucho por aquí en el tercer volumen recopilatorio de esa maravillosa obra coral que es Batman: Black & White. La primera se encarga de dibujarla Cooke sobre guiones de Paul Grist... magníficamente dibujada, con una interesante escala de grises, para una historia de cómo Batman es el defensor que vela por la salud de su ciudad. La segunda, en cambio, la guioniza él, con lápices de Bill Wray, donde esa misma ciudad, Gotham, rinde tributo al héroe que cuida de ella (aunque pueda que no sea buena idea al fin y al cabo).

Cita con un caballero” y “Deja Vu” forman parte de esa magnífica colección que es Solo, que rinde tributo a determinados autores del noveno arte. La primera forma parte del Solo dedicado a Tim Sale, autor con el que Cooke ha trabajado en diversas ocasiones y que aquí le guioniza una historia de ¿amor/odio? entre Batman y, como no, Catwoman. En la segunda, Cooke guioniza y dibuja una historia de Batman para el Solo dedicado a él en la que sobran las palabras... las que sobran para que Batman haga lo que tiene que hacer... con los recuerdos nunca se juega con nuestro murciélago.

Como habéis podido leer, un interesante recopilatorio de historias que giran entorno al Hombre Murciélago y su universo particular y donde podemos ver a un Cooke en estado de gracia que continuará dando que hablar, a buen seguro, en años venideros. Un autor al que habrá que vigilar de muy de cerca.

Un saludo cordial.

2 comentarios:

  1. Independientemente de la calidad de la recopilación, me parece timar al personal vender dos veces lo mismo, teniendo en cuenta que no estamos hablando de un material publicado hace años y dificil de encontrar.

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  2. Yo no lo veo así... estos recopilatorios ya están conformados de origen, por lo tanto, es lógico que, según cuál sea su tema principal, tengan el material que le corresponda... ¿o es que sería mejor que las cosas estuvieran incompletas en aras de preocuparse de si tal o cual historia esté en uno, en el otro o en el de más allá (independiente del espacio de tiempo entre publicación y publicación)... yo en ningún momento me he sentido timado... es como si hicieramos un recopilatorio de las mejores historias de The Spirit y, por estar ya editadas en su colección de Archivos, intentaramos colocar otras inéditas que no fueran las mejores o más representativas... no tendría mucha lógica, ¿no crees?... y que sea el lector quién decida a la postre, sin estar obligado a nada por parte de nadie.

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