Desde que hace ya hace 8 años me compré la primera obra de Joe Sacco que trataba el tema palestino, Palestina, en la Franja de Gaza, editada en esa ocasión por Planeta DeAgostini dentro de su fantástica y añorada Colección Trazado, tengo que reconocer que me convertí en un enamorado de este autor maltés y no pude más que ir comprándome casi el resto de toda su obra que aún tenía que llegar o ya había sido publicada como era el caso de Gorazde, zona protegida (otra de las zonas donde Sacco también ha hecho un magnífico trabajo hablándonos de los conflictos que se desarrollaron en la que fue la antigua Yugoslavia).
Joe Sacco es un autor que lo podemos encuadrar claramente dentro de lo que se denomina cómic independiente, aunque situándolo en un apartado separado respecto a otros autores del también denominado cómic underground, a raíz de la propuesta que nos ofrece a la hora de enfrentarse a la obra y a su temática particular que le hace tan característico y diferente al resto.
En Notas al pie de Gaza (Footnotes in Gaza, Metropolitan Books, Diciembre 2009), publicada en esta ocasión por Random House Mondadori (marzo 2010), Sacco vuelve nuevamente a la Franja de Gaza realizando multitud de entrevistas al pie de calle a palestinos (y algún que otro del, digamos, bando israelí), para esclarecer los hechos acaecidos en la matanza de palestinos por parte de los israelíes en 1956 (en el contexto de la llamada Guerra del Sinaí entre fuerzas isrelí-francobritánicas y egipcias) en la población de Khan Younis, un hecho que la historia parece haber relegado al ostracismo más absoluto convirtiéndose en letra pequeña de cualquier nota al pie de página. Al igual que pasó con los sucesos que se producieron en otra población de la Franja, Rafah, y que se narran en la segunda parte de este libro, donde se produjo otra matanza de palestinos a manos de los israelíes.
A medida que va avanzando la historia que está investigando, y nos narra los hechos sucedidos en ambas ciudades palestinas al sur de la Franja de Gaza, Sacco nos obsequia con una visión pormenorizada en imágenes de la vida actual de la población palestina en la Franja de Gaza, de sus penurias, de su lucha por la subsistencia en el día a día, del odio recíproco hacia su vecino israelí, de la impotencia que sienten… todo ello detalladamente explicado a través del meticuloso dibujo de Gaza así como con una narración exacta, rigurosa y amena, que mediante flashbacks nos retrotrae a hace 50 años atrás, mostrándonos y comparándonos la vida de entonces con lo que ocurre en tiempo actual a la población palestina que, a simple vista, parece no haber evolucionado mucho ni cambiado mucho la situación aunque ahora controlen los propios palestinos esta porción de tierra frontera con Egipto, viéndose más de lo mismo entre palestinos e isralíes… un odio, temor y desconfianza mutuos que parece no tener fin a corto plazo.
Al final de esta novela gráfica, nos encontramos con una serie de fuentes escritas y orales que Sacco ha utilizado y que complementan y completan la obra aquí expuesta por el dibujante, mostrándonos a las claras la ardua tarea investigadora de este autor y su rigor a la hora de exponer los hechos, que aunque dé una sensación de afinidad subjetiva hacia la causa palestina, intenta discernir y delimitar en todo momento entre las diversas informaciones recibidas mediante diversos medios, separando las constatables, las dudosas y las totalmente falsas, para poder acercarse todo lo que pueda a la auténtica verdad que esclarezca un poco más los terribles y reprobables hechos que ocurrieron en el 56 al sur de la Franja de Gaza.
Joe Sacco es un periodista dibujante o un dibujante periodista, pero no un simple ilustrador esporádico al uso de artículos puntuales de otros, ilustrando por tanto el trabajo/texto de estos, si no que él es un periodista gráfico, un dibujante de cómics, un 2 en 1, que aprovechando su indudable talento a los lápices nos ilustra sus vivencias como corresponsal, podriamos decir, y entre comillas, de guerra, aunque no siéndolo porque siempre se acerca a los temas en cuestión en cualquier parte del mundo de una manera más a posteriori que a priori. Realmente es un corresponsal investigador, que a la vez nos relata sus experiencias y sus investigaciones con su propio puño y letra, a veces con una finísma y velada ironía, y nos las ilustra en forma de viñetas, en cortos capítulos, reuniéndolos coralmente para conformar lo que podríamos calificar hoy en día como una novela gráfica al uso. Es contarnos la Historia ilustrándonosla, lo que resulta para el lector medio neófito en ciertos temas, de algún hecho histórico que no ha pasado con letras mayúsculas a los anales de la Historia, mucho más ameno y didáctico y, porque no, esclarecedor. Porque además de esta capacidad que demuestra Sacco a la hora de exponernos los hechos gráficamente, hay que reseñar su gran trabajo de investigación previo anterior a la confección de la obra en sí, de las historias de la Historia que nos quiere explicar.
El dibujo de Sacco siempre es en B/N, con un gran detallismo hasta la extenuación de los escenarios donde suceden los hechos históricos que nos quiere contar, con un meticuloso y excelente uso de los claroscuros y el sombreado que abundan en dar aún más verosimilitud a lo allí expuesto y que, ciertamente, no podríamos imaginarnos su dibujo de otra manera que no sea ésta, y como muy bien afirma el director chino Lu Chuan, autor de Ciudad de vida y muerte, muchas veces la representación de la guerra y la muerte, y la consiguiente dosis de sangre en cada una de las viñetas/imágenes cuando ésta es necesaria que aparezca, tiene mucho más impacto visual cuando ésta aparece de color “negro” que si apareciera en rojo en su máxima intensidad.
El estilo de Sacco lo podríamos encuadrar en ese estilo realista que busca la fidedignidad de las imágenes que, no por nada, son representaciones de imágenes que sucedieron realmente, históricamente, aunque siempre desde el prisma del reportero-dibujante, representando los hechos ayudado de abundante material fotográfico del momento, o actual para recrearlos obteniéndolos al natural de sus multiples viajes como corresponsal en la zona, para así conseguir que la ambientación sea lo más real posible, pero siempre intentando recalcar muchos de esos hechos/imágenes más pequeños, que no aparecen en los libros de historia por, tal vez su insignificancia o su poco relevancia historica o, porque no, se han tratado de ocultar y miniminizar, y de la manera con la que el autor se los imagina y representa basándose en la investigación oral que los protagonistas reales de estos hechos le cuentan recordando los hechos tristemente acaecidos 50 años atrás. Aún así, el dibujo de Sacco tiene un leve toque caricaturesco en muchos hechos que el autor quiere recalcar, darles más importancia, forzando y exagerando el discurso visual, jugando mucho con las diferentes perspectivas (un enamorado del contrapicado y las imágenes a vista de pájaro), así como el uso exagerado en multitud de ocasiones de la macrocefalia, entre ellas la representación que nos ofrece de él mismo.
En resumen, un libro instructivo e interesantísimo de leer donde poder llegar a conocer y aprender diversos hechos de la Historia Universal que siempre son dejados de lado ante las historias más importantes e impactantes, con más peso específico a lo largo de la Historia, y que gracias a trabajos como el de Sacco podemos descubrir pasajes de nuestra Historia más reciente que, incomprensiblemente en la era de las telecomunicaciones, pasan totalmente desapercibidos por uno u otros motivos, consciente o inconscientemente, pero que deben ver la luz para hacernos una idea global y más fidedigna de los sucesos que ocurrieron en un lugar determinado en un momento concreto tal como realmente lo vivieron sus verdaderos protagonistas y no a través de visiones cercenadas por conveniencia de unos pocos que quieren reescribir la Historia en su propio beneficio. La importancia de la memoria histórica al fin de cuentas...
Un saludo cordial.
creo que sacco hace lo mismo que el personaje: Isaac el pirata hace en sus albúmes, antiguamente cuando no existían máquinas de fotos el trabajo gráfico periodístico lo hacían dibujantes muy parecidos a joe sacco y en plena era de internet un dibujante demuestra que con un lapicero y un frasco de tinta se pueden seguir contando historias sin ninguna necesidad de seguir contaminando el planeta
ResponderEliminarDe un tiempo a esta parte, aunque aún a un ritmo lento, el periodismo gráfico parece ir consiguiendo un hueco cada vez más preeminente en algunos medios de la prensa escrita de carácter generalista, así como van apareciendo cómics que son verdaderos reportajes periodísticos acercándose a temáticas de actualidad o no de lo más dispares. En propias palabras de Sacco en una entrevista que le hicieron hace tiempo en El País, "El cómic tiene una fuerza que no tiene ninguna otra forma de reportaje. Sus imágenes repetidas enfocan la realidad de manera más lenta, a veces silenciosa, a veces con bocadillos, y trabajan en la mente del lector que puede elegir su ritmo".
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