miércoles, septiembre 28, 2011

CRÍTICA: ESTELA PLATEADA: PARÁBOLA de Stan Lee & Moebius

Curiosa es esta ya mítica obra que acabo de leer por primera vez... una verdadera 'rara avis' en este tan encorsetado mundillo que es el de los superhéroes, no solo por el tándem que es elegido para que vea la luz esta curiosa historia provenientes ambos autores de mercados tan diferentes uno del otro, si no por la forma tan curiosa de mostrarnos un guión, clásico donde los haya de un veterano ya Stan Lee, a través de los visionarios ojos de un gran Jean Giraud en su versión más 'adelantada a su tiempo' de 'Moebius'.



La historia de “Parábola” no es que aporta mucho al mundillo, ni ahora ni , si me apuráis, cuando fue creada hace ya más de dos décadas, donde podríamos definirla posiblemente como 'hija de su tiempo', tanto por su idea central de la lucha entre el bien y el mal, ya muy trillada desde siempre, como por su revolucionario aporte si lo vemos desde la perspectiva de ser obra de un autor ya consagrado proveniente desde el otro lado del charco, un tipo de concepción de la Bande Dessinée tan radicalmente diferente en cuanto a contenidos y formas, y que podía tener su gracia y aporte novedoso en un tipo de temática, la de los superhéroes, tan desconocida por nuestro artista, pero no tanto por los lectores norteamericanos donde autores como el británico Barry Windsor-Smith podían caminar en la misma dirección del maestro francés, si del estilo y la representación gráfica nos referimos.

Según el diccionario, la definición de parábola es “narración de un suceso fingido, del que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral”. Y esto es lo que Lee nos quiere mostrar con esta historia atípica por su concepción como por su inclusión dentro de un Universo Marvel paralelo: una situación improbable por ser sus protagonistas los que son pero perfectamente también factible por ser una historia más como muchas de las posibles ideadas para ser protagonizadas por seres fantásticos superpoderosos, donde se nos quiere mostrar y demostrar diferentes conceptos como son las determinaciones morales que pueden conducir a la gente a tomar según qué decisiones, así como la aparición de los oportunistas que se hacen abanderados de una situación brindada en bandeja sin ser ellos los idóneos para predicar con el ejemplo. Utilizando lo que es un triangulo de concepciones morales que son la causa para lograr un fin, Estela Plateada-Galactus-Humanidad, todo puede ser cambiado cuando la finalidad buscada no es la, en un primer momento, ideada, demostrando que diferentes hechos ocasionales o fortuitos pueden variar la ecuación final enseñando de paso una lección a los que no quieren ver o están ofuscados y, por tanto, equivocados.



Nos encontramos con un Estela Plateada lleno de dudas respecto de su opinión de la raza humana, de su desprecio-incomprensión por ella, merecedora de todos los males que le sucedan por ganárselo a pulso y obtenerlos por méritos propios, como, de repente, surgir como su defensor, su paladín, ante la irrupción de su antiguo amo y señor Galactus, que aparece en su gigantesca nave para, no devorar este mundo manteniendo su promesa anterior de no hacerlo, sino convertirse en el nuevo Dios de los hombres, y erradicar bajo su venia todas las lacras que asolan la humanidad. Y, como ha ocurrido demasiadas veces en la Historia de la humanidad, alrededor de su figura todopoderosa surge una religión, y con ella los oportunistas profetas/charlatanes que se quieren convertir en la voz del 'Verbo' en su propio beneficio final. Pero al anular la ley del hombre lo que busca Galactus es provocar la anarquía más absoluta y destructiva entre los humanos... en definitiva, ¡el caos!



La lucha del bien (Estela Plateada) contra el mal (Galactus), la pelea de los insignificante contra lo grandioso, de la sencillez de la naturaleza humana contra la deidad personificada. Silver Surfer, antiguo heraldo del gran Galactus, se enfrenta con todo su poder contra la omnipotencia del más grande y temible 'devorador de mundos'... pero aunque prometió en su momento no devorar nuestro planeta Tierra, sus ansias de infringir el mal y castigar a seres inferiores que en su momento se revelaron contra él, la vuelta de éste para condenarlos por sus 'errores humanos' por ser una raza destructiva, encontrará en el 'heraldo plateado' el defensor de su causa por ver en ellos algo que aún los pueda salvar de su condenación, “bondad y amabilidad”, y se opondrá hasta sus últimas consecuencias a su antiguo dueño para que éste deje de vengarse, de la forma que sea, de la raza humana y deje en paz el planeta Tierra.



Con todo, Stan Lee intenta mostrarnos una historia que, dentro de su sencillez narrativa, contrapone a dos de los personajes más conocidos del Universo Marvel, siempre desde un concepto anti-superheroico de los mismos por su propia naturaleza: Galactus vs. Estera Plateada. Y para conseguir este nuevo enfrentamiento que al mismo tiempo nos resulte atemporal y fuera del contexto canónico que conocemos del Universo Marvel, nos transportamos a uno momento 'neutro' de un futuro cercano, apropiadísimo para que un Jean Giraud ejerza de Moebius y nos evoque un escenario que nos recuerda más a cualquiera de sus obras conocidas como El Incal o El Garaje Hermético, con sus características construcciones de 'otro tiempo', que a un Nueva York presente donde este tipo de construcciones serían impensables en tiempo real y actual. La implicación de Moebius en este proyecto fue total, y sin mencionar la, digamos, ilusión que le producía publicar un comic-book en los USA, se implicó en todas las facetas que le tocaban como artista, desde el dibujo y su correspondiente entintado (y la cantidad de viñetas que redibujó sobre la marcha), pasando por el color (que luego fue recoloreado en posteriores reediciones), y la propia rotulación de la obra, que para Moebius era fundamental realizarla él mismo. Y, como muy bien nos apunta Raimon Fonseca en el texto introductorio de este volumen publicado por la Editorial Panini, “... Stan Lee decidió con buen criterio que la acción debería transcurrir en una dimensión alternativa […] su elección fue retomar el universo inaugurado con la novela gráfica que él y Kirby realizaron en 1978 […] siendo conocida como Tierra-7888 (el número surge al unir el 78 y el 88, los años en que se publicaron cada uno de estos proyectos); aunque también recibe el nombre de Tierra-M o Tierra-Moebius”.

Pero eso sí, encuadrado dentro de una miniserie de dos números, de 24 páginas cada uno, dentro del sello Epic Comics, que en esta nueva reedición se han retomado los colores posteriormente recoloreados (pero modificando algunos aspectos, como los verdes con que se remasterizó esta obra en el 2001 para representar a Galactus), como muy bien nos apunta Raimon Fonseca, y por tanto dar una caracterización más actualizada al producto como lo requieren los nuevos tiempos (aunque, a veces, a mi entender esto es un error, ya que puede que se 'contamine' de alguna manera la idea original). El mismo Fonseca también nos apunta que fue expreso deseo de Moebius el que se publicara en un primer momento esta obra en dos comic-books, para inmediatamente ser recopilado en un único volumen con las mismas páginas que un álbum francés.



Una historia curiosa que, aunque no aporta nada que no sepamos ya a estas alturas, sí que es digna de formar parte de nuestras bibliotecas, por que una rareza como ésta, la conjunción de dos grandes talentos del noveno arte de manera casual, que tantos cambios y 'revoluciones conceptuales' aportaron en su momento, fundamentales en este mundillo para ser lo que es hoy en día, difícilmente la veremos nuevamente, por lo que aún debemos valorar más y en su justa medida una obra que es única y especial en su concepción.

Un saludo cordial.

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