miércoles, septiembre 21, 2011

CRÍTICA: POLINA de Bastien Vivès

Si algo hay que reconocerle a Bastien Vivès en cada una de sus obras hasta la fecha es el de profundizar hasta extremos rayando la meticulosidad más descriptiva en las relaciones entre los jóvenes, en esas difíciles edades entre el arranque de la pubertad y el comienzo de la madurez adulta, donde todo está por descubrir en el día a día, las energías se desbordan en los quehaceres diarios y las relaciones sentimentales son un constante y fluido sin fin.



Si ya lo habíamos captado en diferentes obras (y de formas distintas) de este joven autor, de la mano siempre de Diábolo Ediciones, como pueden ser El gusto del cloro, En mis ojos, Amistad estrecha o Ella(s), ahora vuelve a demostrarnos con Polina ese juego tan sutil que existe en el transcurrir de las relaciones personales y los sentimientos contradictorios en que éstas pueden desembocar en cualquier momento, formando todo ello un fresco con el durísimo y exigente mundo del ballet de fondo.



En un curioso y la vez arriesgado uso del bitono, con un dibujo que raya muchas veces el expresionismo en sus formas y conceptos, Vivès nos narra la historia de Polina Oulinov, una niña como muchas otras más que es arrastrada por sus padres desde pequeña a realizar una actividad, en este caso el ballet, sin que nosotros sepamos si es lo que ella desea realmente hacer. Una vez superadas unas exigentes pruebas en la Academia Bojinski, Polina es admitida en el centro y comienza su aprendizaje para convertirse en una bailarina de gran nivel, siempre bajo la atenta batuta del profesor Nikita Bojinski, y conseguir debutar algún día en una gran teatro ruso (posiblemente el que aparece sea una representación del Teatro de la Ópera y Ballet Kírov o Teatro Mariinski de San Petersburgo). A partir de este momento comenzará a plantearse ciertas dudas de hacia dónde se encamina su carrera como bailarina, al mismo tiempo que surgen relaciones sentimentales típicas de la juventud que se interpondrán en su camino y progresión.



Aparte de las relaciones que nos pueda ofrecer Vivès entre Polina y los diferentes protagonistas de esta historia, el autor sabe transmitirnos a flor de piel el concepto del esfuerzo, la perseverancia y el trabajo a la hora de conseguir ver cumplidos los deseos y los sueños de todo aquel que se dedica a una profesión, en este caso la de triunfar en el mundo del espectáculo, llegando a conseguir ser un/a gran bailarín/a de ballet clásico/contemporáneo. Por lo tanto la relación profesor-alumna, Bojinski-Polina, está tratada hasta el mínimo detalle, proporcionándonos nítidamente de una manera visual el esfuerzo que tiene que realizar cualquier aprendiz siguiendo las enseñanzas de su mentor para llegar a la cima del arte buscado, y logrando esto Vivès sin ningún artificio ni detalle superfluo, solo con el uso del trazo y la línea irregular, casi difuminada, suficiente para captar directamente el movimiento más puro y simple del sincronismo y la perfección del ballet.



Como curiosidad, y como podemos leer en el blog del autor, el personaje de esta historia está claramente inspirado libremente en la bailarina moscovita Polina Semionova (de ahí el nombre de nuestra protagonista), donde la misma sirve de modelo anatómico y a la hora de diseñar los diferentes movimientos de ballet para representar los de nuestra Polina. Fundamental este tipo de referencias directas a la hora de enfrentarse a una temática tan complicada y poco corriente, sin caer en la repetición y el error pausible, como es la que gira entorno a un arte como es la danza clásica.



Y, a estas alturas, la obra de Bastien Vivès no está aún toda publicada en nuestro país, lo que nos da una idea del talento de este joven autor que, con tan solo 27 años ya se ha labrado un nombre dentro de la Bande Dessinée, esa BD más personal e intimista, lejos del estilo clásico realista o de la línea clara, más cercano a la Nouvelle BD, y que ya ha conseguido emprender un largo recorrido sin retorno con sus más de 10 títulos en su haber (entre obras personales, como coautor o colectivas) en sus poco más de 4 años en el mundillo como profesional.

Por tanto, continuaremos estando atentos a sus próximos trabajos que a buen seguro Diábolo Ediciones editará por estos lares a corto/medio plazo... una fuente inagotable de títulos ya realizados, y los que aún están por llegar, en esta prometedora carrera (ya una auténtica realidad) de este aún 'imberbe' autor parisiense.

Un saludo cordial.

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