miércoles, octubre 15, 2014

“PARÍS PARA LOS AFICIONADOS AL TEBEO (4): ALGUNAS GALERÍAS, GALERIE OBLIQUE”

Con el auge del coleccionismo de los originales de tebeos, a las galerías que ya conocíamos a través de sus páginas web, se les están uniendo algunas que inauguran sitio. Una de éstas últimas y de las que tuve noticias no hace mucho es la GaleríaOblique. Está situada al lado del Sena dentro del barrio de Le Marais y a no mucha distancia de la Plaza de la Bastilla, en lo que se conoce como Village de Saint Paul

Originalmente iniciado por la construcción de una basílica dedicada al santo del mismo nombre y que fue parroquia de los reyes de Francia, esta zona de casas antiguas rehabilitada en 1979 tiene unidos todos los patios interiores de una manzana pasando de unos a otros por pasajes que los comunican. De esa forma, podemos entrar por un lado y salir por otro mientras recorremos interiormente el bloque que forman. Desde su recuperación, en los diferentes patios podemos encontrar más de ochenta locales acondicionados para albergar al comercio local como una forma de potenciar el desarrollo del barrio basándose en ofrecer una propuesta lúdico-comercial para sus visitantes, ya sean locales o turistas.

Galería Oblique; en el Village de Saint Paul

El contenido de dicha oferta está formado principalmente por oficios artísticos, como diseñadores de joyería, moda, interioristas, etc. Junto a ellos, anticuarios que ofrecen todo tipo de antigüedades de diversas épocas y también en gran número las galerías de arte, entre las que se encuentra la dedicada al noveno arte. Para completar el conjunto, variedad en bares y restaurantes que nos permitirán reponer fuerzas y disfrutar de sus propuestas gastronómicas en este tranquilo entorno; es muy recomendable durante el buen tiempo sentarse en sus terrazas ya que bajo la protección de sus muros podemos encontrar tranquilidad resguardados del bullicio de la circulación parisina.

La Galeria Oblique ocupa un local de planta baja que ha sido recientemente rehabilitado para dejar paso a un espacio donde conviven elementos modernos con algunas estructuras vistas de la construcción original, como lo es la estructura de madera que soporta el techo de una de las salas de exposiciones. Todo el espacio tiene vistas a la calle, para poder aprovechar la luz natural, aunque siendo un bajo y estando en un patio, en determinadas épocas del año no se va a poder disfrutar mucho de ella. Para suplir esta carencia, todas las salas están bien iluminadas para que las páginas expuestas que cuelgan de sus paredes se puedan apreciar en todo detalle. En el centro de una de ellas hay además varias carpetas con más originales para poder echar un vistazo más en detalle al material disponible.


            Galería Oblique; sala de exposiciones

Como en todas las galerías visitadas, se realizan exposiciones temporales dedicadas normalmente a una sola obra o a un solo autor, generalmente con motivo de la publicación de un nuevo álbum, tal y como sucedía en esta ocasión en que la visitaba. En general son espacios no muy grandes, pero acogedores como ya he repetido al hablar de otras galerías, cuyo objetivo es el fomentar la convivencia entre autores, coleccionistas y visitantes. El día que pasé por allí tenían previsto celebrar un evento privado, así que tenían todo listo para recibir a sus invitados, canapés incluidos. 


  Galería Oblique; cartel de la exposición visitada y hall de entrada

Como iba preguntando por obras en concreto, me atendieron de forma fugaz. En concreto quería ver los originales de François Walthery, y en especial una ilustración de su heroína más famosa, la azafata de vuelo Natacha. Este personaje es uno de mis favoritos desde que lo conociese por primera vez en las desaparecidas páginas del Spirou Ardilla, la versión española de la revista Spirou que se publicaba en España en los años 80. La exposición que le dedicaron a este autor belga se había terminado y estaban a punto de devolver las planchas a su dueño. Afortunadamente, llegué a tiempo para verlas y la chica que me atendió subió al piso de arriba donde guardan el material. Mientras bajaba, me dio tiempo a tirar unas pocas fotos con las que ilustro este artículo. Como hemos dicho, al ser una galería pequeña, no tarde mucho.


Con una carpeta en sus manos, me enseñaron rápidamente lo que había venido a ver y casi sin darme tiempo a pensarlo, acabé con la ilustración de Natacha que había visto en su página web bajo el brazo; no me pude resistir ante la tentación ya que hace años que llevo dándole vueltas a tener un dibujo de Walthery. Así que de esta forma tan fugaz, se acabo la visita de otra de las paradas previstas en este recorrido parisino.


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2 comentarios:

  1. Magnífico original el de Natacha el que te agenciaste, ¡¡enhorabuena!!... no quiero ni imaginarme lo que te habrá costado :-S

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  2. No tanto como tte crees...no soy millonetis, aunque ya me gustaría...y cierto es que Natacha es uno de mis personajes favoritos desde hace mucho tiempo...¡Qué grande es Walthery!

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