Durante los pasados días 29,
30 y 31 de enero y el 1 de febrero de 2015 se celebró como viene haciéndolo
desde hace 42 años el Festival Internacional de la Bande Dessinèe de Angoulême,
uno de los más importantes que se celebran en Europa y que cada año congrega
miles de aficionados.
Desgraciadamente este año su
celebración ha estado marcada por los terribles hechos que sucedieron en París
en la sede del semanario satírico francés CHARLY HEBDO y que costaron la vida a
varios miembros de su redacción, entre los que se encontraban varios dibujantes
de gran renombre; uno de ellos, Georges Wolinski, fue Gran Premio de la Villa y, como consecuencia, presidente del festival en la pasada 33 edición. Estos
sucesos que conmocionaron a toda Francia han hecho por un lado que todo el país
se movilice en contra de actos de este tipo y especialmente los editores de BD
que han mostrado desde el primer momento su solidaridad con las víctimas, con
la profesión y con la libertad de expresión; este año se ha concedido a la
publicación CHARLY HEBDO un gran premio especial como manera de reivindicar
todos estos principios.
Por otro lado, la psicosis
creada ha hecho mella en la población, notándose un apreciable descenso en el
número de visitantes; las grandes colas que vimos el año pasado se habían
reducido notablemente, incluso el sábado, el día en que tradicionalmente se
recibe a un mayor número de público asistente. A esto hay que añadir las
enormes medidas de control desplegadas a fin de incrementar la seguridad en
todos los recintos. Antes de entrar en cualquier espacio había que mostrar el
contenido de bolsos, mochilas o maletas y pasar por detectores de metales; así
una y otra vez cuando salías y tenías que volver a entrar en las carpas.
Como ya hemos asistido en unas cuantas ocasiones, nos vamos encontrando con caras familiares de los asiduos al certamen, los que asisten casi todos los años; podemos decir que en esta 42 edición estábamos casi los de siempre; al haber descendido el número de visitantes, esta situación de familiaridad se notaba aún más. A pesar de todo, nosotros como asistentes hemos decidido seguir fieles a esta cita y disfrutar tal y como lo hemos hecho siempre.
Aunque cuatro días puedan
parecen mucho tiempo, la verdad es que no nos ha sobrado nada; es más, nos
habría faltado un día para dedicarnos a ver las exposiciones repartidas por
toda la ciudad. Reconozco que en este aspecto de esta pequeña crónica, no estamos
a la altura de nuestro amigo y colega Eduard que siempre se organiza para ver
casi todo y escribir unos artículos que ya quisiéramos hacer los demás.
¿Y entonces a que nos hemos
dedicado? Pues la respuesta es muy fácil. Antes de acudir al festival, estamos
al tanto de los autores invitados que van a firmar durante esos cuatro días.
Como la lista es inmensa y hay tantas firmas que quisiéramos conseguir,
tratamos de hacer un planning de a qué stands acudir cada día. En función de
los horarios y de nuestras preferencias, probamos a uno u a otro autor. Este
año cada vez son más lo que se apuntan al sistema de organizar las firmas
apuntándose a una lista o repartiendo cierto número de tickets por autor; en
Paquet, por ejemplo, te reservaban la hora en que te tocaba la firma.
Al mismo tiempo, las visitas
a las editoriales nos han ido descubriendo las novedades que salen al mercado;
hay muchísimos títulos disponibles ya que la oferta aumenta cada día más. Lo
peor es que con tantas cosas interesantes, el bolsillo se resiente enormemente
y nuestro presupuesto se agota en muy poco tiempo. Nos llevaríamos un camión de
libros a casa, pero ya llevamos el coche lleno hasta arriba, y eso que hemos
cogido sólo unas pocas cosas.
No olvidemos que editoriales hay grandes, pero también están las pequeñas y los editores independientes que también sacan álbumes y nos descubren autores que merecen la pena. La zona de Le Nouveau Monde ha sido uno de nuestros lugares más visitados en estos cuatro días; no hemos perdido la oportunidad de pasar por el stand de Belloloco Editions de nuestra amiga Julie M. a la que pasamos a ver todos los años para que nos firme el último de sus libros y a tomarnos un Pineaud de Charante, un vino dulce que se sirve como aperitivo y con el que siempre nos obsequia.
No olvidemos que editoriales hay grandes, pero también están las pequeñas y los editores independientes que también sacan álbumes y nos descubren autores que merecen la pena. La zona de Le Nouveau Monde ha sido uno de nuestros lugares más visitados en estos cuatro días; no hemos perdido la oportunidad de pasar por el stand de Belloloco Editions de nuestra amiga Julie M. a la que pasamos a ver todos los años para que nos firme el último de sus libros y a tomarnos un Pineaud de Charante, un vino dulce que se sirve como aperitivo y con el que siempre nos obsequia.
Otro de nuestros objetivos ha sido la llamada Para-BD, la zona donde se dan cita los editores de tiradas de lujo, serigrafías y objetos de colección, las galerías de originales y las librerías de coleccionistas de piezas antiguas o raras, o ambas cosas. Si uno quiere gastarse la pasta, este es el lugar donde debe ir. Para delicia de unos pocos afortunados, la venta de tiradas de lujo suelen ir acompañadas de sesiones de dedicatorias; al tomo de edición especial se le añade el reclamo de tener un dibujo del autor, que se suele esmerar más de la cuenta dado el precio que se paga por el álbum y que la sesión se hace en un número muy limitado de asistentes.
Pero no todo es inaccesible y solo para los potentados; se puede encontrar de todo, para todos los gustos y para todos los bolsillos. Un día nos recorrimos todos los stands de la carpa buscando cosas para mi amigo Eduard, que todo hay que decirlo, es un experto y gran conocedor del comic Disney, además de coleccionista de sus originales. Al mismo tiempo que te enseñan lo que buscas, los galeristas te van mostrando sus carpetas llenas de originales dónde vas viendo un poco de todo y grandes firmas que te llevarías a casa si no fuera por sus altos precios. Bueno, hay gente que si lo puede hacer…pero volviendo a lo que nos ocupa, aprovechamos para encontrar originales de Disney de las escuelas francesas e italianas principalmente que formasen parte de su espléndida colección.
El primero es un boceto firmado
por Réné Guillaume, dibujante de la escuela francesa que nos muestra a un pato
Donald jugando al golf y el segundo es una historia completa en dos páginas que
a su vez ha sido dibujada en medias páginas, es decir 1A y 1B para la página 1
y 2A y 2B para la página 2. Éstas son de la escuela italiana y están firmadas
por Andrea Ferraris.
Por nuestra parte, nos dimos
una vuelta por la Galería Bruxelles-Paris que contaba con un montón de
originales de Philippe Buchet, el creador gráfico del personaje de la serie de
ciencia-ficción “ESTELA”. Había un montón de cosas como bocetos en B/N, en
color, estudios de personajes, pin-ups, portadas, etc. Los precios eran de lo
más variado, pero como había material muy asequible, aprovechamos para coger un
bonito dibujo en B/N de Navís, su personaje principal.
Una parte importante de la
producción gráfica son las impresiones de arte, mayoritariamente serigrafías
con tiradas reducidas que, teniendo un gran tamaño, están muy ajustadas en
precio. Destacaremos la creatividad de “Les Mains Sales”, un taller de
impresión artesanal que es capaz de producir auténticas obras de arte. Son
numerosos los artistas que producen sus imágenes y cada año traen ejemplos de
su trabajo. El stand de este taller se encontraba en Le Nouveau Monde, donde se
podían adquirir directamente dichas serigrafías. De todo lo expuesto nos
decidimos por tres piezas, aunque inicialmente nos plantearon un pequeño
problema de logística debido a su gran tamaño.
La solución nos la dieron enviándonos a la galería Le Comptoir des Images, espacio dedicado a este tipo de obras y colaboradores de los anteriores, donde no solo nos empaquetaron las serigrafías, sino que además pudimos ver enmarcadas y expuestas la casi totalidad de su catálogo. De esta forma, pudimos apreciar cómo podrían quedar las láminas una vez colgadas en la pared. Recomendar el trabajo de sus autores…
La solución nos la dieron enviándonos a la galería Le Comptoir des Images, espacio dedicado a este tipo de obras y colaboradores de los anteriores, donde no solo nos empaquetaron las serigrafías, sino que además pudimos ver enmarcadas y expuestas la casi totalidad de su catálogo. De esta forma, pudimos apreciar cómo podrían quedar las láminas una vez colgadas en la pared. Recomendar el trabajo de sus autores…
Como hemos mencionado antes,
la mayor parte del tiempo nos hemos dedicado a las dedicatorias. Aunque
pensemos que no tenemos más que unos pocos autores para firmar, en cuanto
empezamos a juntarlos a todos nos damos cuenta de que son más de los que
pensábamos y que eso significa hacer colas. Así que a ello fuimos, con nuestros
tebeos bajo el brazo y en peregrinación por las distintas editoriales. Nos
llevamos algunos ejemplares con nosotros, pero la mayor parte los compramos
allí contando con las novedades y con los títulos no publicados en España. Esta
ha sido la selección de este año:
Especial mención vamos a
hacer al inmenso artista que es Gradimir Smudja, que volvía a Angulême después
de cierto tiempo. No es un autor que de los que más seguidores tiene, pero sí
que tiene un público fiel. De hecho, su dedicación es encomiable ya hizo
jornadas de firmas intensivas desde las 10 de la mañana cuando empezaba el
festival hasta las 7 de la tarde en que cerraban las puertas. Nos acercamos a
verle y se acordaba de nosotros de la última vez que estuvo en el festival.
¡Toda una sorpresa! Con su característico buen humor, nos saludo efusivamente y
comenzamos a charlar con él con una mezcla de francés, italiano (lugar donde
reside) y español. Aparte de un increíble dibujante, es un enamorado de España
y de su cultura. Este amor lo refleja en su última obra, Au Fil de l’Art, un
díptico en el que realiza un viaje a través de la historia del arte retratando
a sus favoritos entre los grandes de la pintura, comenzado por Picasso y
acabando por éste. Son dos libros extraordinarios que merece la pena tener ya
que el dominio de la técnica artística se hace notable en cada una de las
páginas que retratan su particular viaje.
A la vista de las
dedicatorias que nos hizo en sus libros, se ve el entusiasmo que pone con todo
lo que hace; a pesar del cansancio, siguió dibujándole a todo el mundo con
igual empeño. Podemos decir que cada tomo que fue dedicado cuenta con un dibujo
original hecho con acuarela y que lo enriquece notablemente; merece la pena
colocarlo en un atril y exponerlo en casa.
Durante las veces que
estuvimos con él, la verdad es que hicimos buenas migas. No solo nos llevamos
las dedicatorias, sino que además le pedimos a Gradimir si traía originales; y
sí, sí que los traía. Suele acompañarse de una carpeta donde trae dibujos en A3
para vender. Los precios que tiene son muy asequibles, y si encima te llevas un
par de ellos, te los deja más baratos. En este caso, nos llevamos un par de
ellos que pasan a formar parte de nuestra colección, y todavía nos quedamos con
ganas de llevarnos alguno más, pero hay que contenerse.
Y para terminar, la gran
decepción fue la no presencia de Benjamin Lacombe al que esperábamos que
estuviera los varios días del festival y conseguir una dedicatoria suya. El
jueves se anuló la sesión y para el viernes se esperaba su llegada; los que
allí estuvimos haciendo cola no tuvimos noticias de que no venía hasta el mismo
momento de las dedicatorias de ese mismo viernes, manteniéndose la
incertidumbre hasta el último minuto. Es una pena que un autor no acuda a un
festival, pero está en su derecho de anular el viaje por los motivos que sean;
lo que no es muy educado hacia sus seguidores es el no avisar si quiera de su
incomparecencia y hacer esperar a la gente en una cola durante varias horas.
Esto es todo lo que nos han
dado de sí estos cuatro días. Para el año que viene, y bajo la presidencia del
autor de AKIRA, Katsuhiro Otomo, Gran Premio de la Villa de 2015, esperamos de
nuevo volver a darnos una vuelta por la ciudad de Angoulême, por sus carpas y
también, cómo no, de las cañas que nos hemos tomado al finalizar la jornada en
La Girafe, el bar más pintoresco y animado de toda la ciudad y de disfrutar de
los platos y de la buena compañía del restaurante Passe-Muraille y de la acogida
de su peculiar dueño Jef, que tan buenos momentos nos ha proporcionado.
Fantástica crónica, muy currada, luego dirás que no lo está :-P... magníficas dedicatorias, y veo que Peeters se las ha currado un poco más este año... al final te llevaste un buen botín pa casa ;-)
ResponderEliminarGracias por el comentario, pero sigo pensando quién es el Maestro de las Crónicas...ja, ja.
ResponderEliminarAl final, las dedicatorias son el más ansiado trofeo para los aficionados, de ahí las colas y las horas de espera.
Y respecto a Peeters, va mejorando un poco, aunque siempre hace a todos lo mismo, variando el personaje. Aún me acuerdo de aquellas que te hizo en Barcelona...auténticas ilustraciones a añadir al albúm.
Pero no te olvides del apartado originales; cada año le vamos dando más peso...con lo que el botín aumenta y se vuelve más preciado.