Un año más se ha terminado el (en mi opinión totalmente personal) mejor festival de tebeos que conozco, la 34º edición del Festival Internacional de la Bande Dessinée de Angoulême. ¡Treinta y cuatro ediciones ya!, que se dice pronto, y seis asistencias por mi parte como “Festivalier”, tal y como son llamados los asistentes por parte de la organización del Festival.
Ya se ha pasado el evento (¡qué rápido pasa el tiempo!) y siempre después, es el momento de hacer la crónica del mismo, cuando han pasado unos días y ya en frío, con la cabeza despejada de tantos estímulos visuales, de tantas y muy diversas emociones y sobre todo, cuando el cuerpo empieza a recuperar su forma física y las agujetas se van pasando.
El tiempo previo antes de asistir al festival, lo pasé consultando las últimas informaciones sobre el mismo, disponibles gracias a la todopoderosa Internet, en su página web http://www.bdangouleme.com/. Las exposiciones, los eventos, las manifestaciones culturales y artísticas con motivo de y las últimas actualizaciones sobre la lista de artistas presentes durante los cuatro días que dura dicho evento.
Hasta aquí, todo bien. Tal y como ya comenté en mi artículo previo, las cuestiones de desplazamiento, alojamiento y entradas estaban hace meses resueltas, así que sólo me quedaba confeccionar el plan de autores, editoriales, día y hora en que dedicarían sus obras. ¡Arduo trabajo el del coleccionista!, ha llegado el duro momento de escoger a quién le voy a pedir una “dedicace” y tan desafiante que la incertidumbre de saber si voy a conseguirlas o no te crea un estado de nerviosismo galopante. Es tal la concentración de editoriales y de autores que no hay horas en el día, ni en los dos que yo iba a asistir, que es el momento de tomar decisiones. Lo que está muy claro es que no se puede tener todo y que además, hay que dejar algo para futuras ediciones y seguir manteniendo la ilusión.
Lo que si tenía muy claro desde el principio era el objetivo principal de esta edición, Francois Schuiten. El dibujante belga había sido muy esquivo hasta la fecha, escapando siempre de mis planes y no coincidiendo con mis viajes. Desde el primer momento sabía que este año tenía que ser el año. Tenía que ser capaz de conseguir que me firmase mi ejemplar de la edición francesa de la revista GEO dedicada al mundo visto por los más grandes dibujantes de la BD actual, diez en total y sólo su firma por conseguir. Si además conseguía que junto con Benoit Peeters me dedicara uno de los ejemplares de su obra que tengo en mi casa, entonces el goce sería completo. Por cierto, cuando acabe con esta crónica, me queda pendiente un artículo sobre Schuiten y Peeters y “Las Ciudades Oscuras”.
Bueno, dicho todo esto como introducción, vayamos con la crónica en sí de la aventura de este año. Con las entradas en el bolso y el alojamiento reservado para las noches del viernes, sábado y domingo, nos fuimos a la cama la noche del jueves 25 de enero con una cierta incertidumbre sobre el estado del tiempo para el día siguiente, ya que teníamos que hacer los 750 Km. que separan León de Angoulême. Nuestros peores temores parecían que tomaban forma en la mañana del jueves cuando al asomarnos a la ventana vimos como las calles de la ciudad estaban cubiertas por un manto blanco que seguí creciendo con los copos de nieve que no paraban de caer. Además, y por si esto fuera poco, la baja altura del temporal provocaba que la visibilidad fuese nula. ¡Menudos augurios!
Ya se ha pasado el evento (¡qué rápido pasa el tiempo!) y siempre después, es el momento de hacer la crónica del mismo, cuando han pasado unos días y ya en frío, con la cabeza despejada de tantos estímulos visuales, de tantas y muy diversas emociones y sobre todo, cuando el cuerpo empieza a recuperar su forma física y las agujetas se van pasando.
El tiempo previo antes de asistir al festival, lo pasé consultando las últimas informaciones sobre el mismo, disponibles gracias a la todopoderosa Internet, en su página web http://www.bdangouleme.com/. Las exposiciones, los eventos, las manifestaciones culturales y artísticas con motivo de y las últimas actualizaciones sobre la lista de artistas presentes durante los cuatro días que dura dicho evento.
Hasta aquí, todo bien. Tal y como ya comenté en mi artículo previo, las cuestiones de desplazamiento, alojamiento y entradas estaban hace meses resueltas, así que sólo me quedaba confeccionar el plan de autores, editoriales, día y hora en que dedicarían sus obras. ¡Arduo trabajo el del coleccionista!, ha llegado el duro momento de escoger a quién le voy a pedir una “dedicace” y tan desafiante que la incertidumbre de saber si voy a conseguirlas o no te crea un estado de nerviosismo galopante. Es tal la concentración de editoriales y de autores que no hay horas en el día, ni en los dos que yo iba a asistir, que es el momento de tomar decisiones. Lo que está muy claro es que no se puede tener todo y que además, hay que dejar algo para futuras ediciones y seguir manteniendo la ilusión.
Lo que si tenía muy claro desde el principio era el objetivo principal de esta edición, Francois Schuiten. El dibujante belga había sido muy esquivo hasta la fecha, escapando siempre de mis planes y no coincidiendo con mis viajes. Desde el primer momento sabía que este año tenía que ser el año. Tenía que ser capaz de conseguir que me firmase mi ejemplar de la edición francesa de la revista GEO dedicada al mundo visto por los más grandes dibujantes de la BD actual, diez en total y sólo su firma por conseguir. Si además conseguía que junto con Benoit Peeters me dedicara uno de los ejemplares de su obra que tengo en mi casa, entonces el goce sería completo. Por cierto, cuando acabe con esta crónica, me queda pendiente un artículo sobre Schuiten y Peeters y “Las Ciudades Oscuras”.
Bueno, dicho todo esto como introducción, vayamos con la crónica en sí de la aventura de este año. Con las entradas en el bolso y el alojamiento reservado para las noches del viernes, sábado y domingo, nos fuimos a la cama la noche del jueves 25 de enero con una cierta incertidumbre sobre el estado del tiempo para el día siguiente, ya que teníamos que hacer los 750 Km. que separan León de Angoulême. Nuestros peores temores parecían que tomaban forma en la mañana del jueves cuando al asomarnos a la ventana vimos como las calles de la ciudad estaban cubiertas por un manto blanco que seguí creciendo con los copos de nieve que no paraban de caer. Además, y por si esto fuera poco, la baja altura del temporal provocaba que la visibilidad fuese nula. ¡Menudos augurios!
Menos mal que las noticias de Tráfico mostraban que todos los puntos y las carreteras por las que cruzaríamos hacia Francia (Burgos, Vitoria, la N-I en la provincia de Navarra, San Sebastián) estaban despejados y abiertos al tráfico de turismos. Así que nos liamos la manta a la cabeza y a tirar millas. Afortunadamente, en cuanto nos pusimos en autovía y dejamos la provincia de León, las cosas empezaron a mejorar y poco a poco, con mucha tranquilidad y precaución, conseguimos llegar a nuestro destino.
Angoulême estaba como siempre, con sus mejores galas para el festival, algunas obras importantes que siguen en curso y que serán sede de los futuros eventos en los años venideros y sobre todo, con mucha gente. Se notaban restos del temporal de nieve de días anteriores, ya en forma de placas de hielo que te obligaban a caminar con cuidado, no vaya a ser que terminásemos con nuestros huesos en el suelo.
Este año la organización optó por una distribución de espacios diferente a la de ediciones anteriores. A los sitios fijos donde se desarrollan las diferentes exposiciones programadas, se unía ahora el lugar de Montauzier, sede del Salón de los Editores con sus 10.000 m2 de superficie, lo que convertían a las cuatro (creo) grandes carpas que formaban este espacio en la mayor librería de BD del mundo.
No está mal la idea de agrupar todo este conjunto en uno sólo donde sin apenas moverte, tienes a todos los autores, las editoriales grandes y las pequeñas y las librerías y tiendas de objetos de colección bajo el mismo techo. Pero todas estas ventajas llevaban consigo una gran desventaja que hizo que este año, en mi opinión y sobre todo en la de los habitantes de la ciudad, el festival desluciera al nivel de los visitantes: Montauzier está bastante lejos del centro de la villa que es el lugar donde se concentran las exposiciones. Otros años, con las carpas de las editoriales repartidas por todo el centro de la ciudad, daba tiempo de ver las exposiciones y la decoración al ir de un sitio para otro, con lo cual con todo el centro lleno de gente, el colorido y la animación creaban un gran ambiente de fiesta.
Este año ha sido todo lo contrario, puesto que al estar la mayoría de los aficionados en el Salón de los Editores, la ciudad tenía menos animación. Es más, a mí no me ha dado ni tiempo a ver todas las exposiciones. Cada vez que quería ir de un sitio a otro, teníamos que coger la Navette (autobús gratuito fletado para el festival) para que nos trasladase.
Tras estas consideraciones, vamos con las exposiciones. Este año el presidente del festival (al galardonado con el Gran Premio del Festival de un año se le concede este honor al año siguiente) fue Lewis Trondheim, uno de los más fecundos autores de la BD actual, no sólo por su amplia bibliografía si no por su gran capacidad creativa y de innovación que tiene “Cada vez que creo un álbum o una serie nueva, estoy buscando hacer algo diferente a lo anterior que sea capaz de aportar algo nuevo” según sus propias palabras.
Partiendo de esta premisa, se programaron exposiciones para todos los gustos:
Partiendo de esta premisa, se programaron exposiciones para todos los gustos:
"EL MUNDO DE KID PADDLE": Todo sobre este personaje creado por el dibujante y también guionista Midam, una caravana repleta de dibujos y esculturas de los principales personajes de la serie, muy en la línea de la revista SPIROU que se dirige a un público joven.
"EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE LA BANDE DESSINÉE": Unos grandes contenedores colocados justa al lado del Ayuntamiento albergaron una gran exposición que hace un repaso por todo el mundo del tebeo y del mundo propiamente dicho.
"LAS SIETE MARAVILLAS DE LA BANDE DESSINÉE CON LEWIS TRONDHEIM" El presidente de este año se reservó una de las exposiciones principales, su particular visión del tebeo junto con algunos de sus amigos dibujantes. Estos"GAGS" estaban repartidos por toda la ciudad, así que si querías verlos tenías que buscarlos.
"PIERRE CHRISTIN Y VALERIAN": El escritor Pierre Christin, responsable de algunas de las mejores historias de todos los tiempos y que ha colaborado con autores clásicos del mundo del tebeo, presentó un documental sobre Valerian, Agente Espacio Temporal y su mundo en imágenes creadas por el dibujante Jean Claude Mézières.
"ARQUEOGRAFÍA: UNA EXPOSICIÓN DE LA MANSIÓN DE LOS AUTORES": Creada como residencia, centro de formación, ayuda y siempre a disposición de jovenes autores, esta mansión funciona como una fundación dedicada a acoger dibujantes para que puedan realizar un proyecto a nivel profesional. Aprovechando el festival, se hizo una exposición con el trabajo de 23 de los autores residentes en la misma.
"EXPOSICIÓN HERGÉ": Y como no es menos, no podía faltar el creador del más famoso reportero del mundo, a pesar de no tener periódico ni haber escrito nunca una sola columna. Con motivo del nacimimiento de Hergé, esta exposición retrospectiva mostró la particular forma de crear historietas que él tenía y que tanto ha influido en generaciones posteriores.
"JIM WOODDRING": Autor americano muy poco conocido en Europa, entre la psicodelia y los Cartoons, el underground y el acid-comic, era presentado a través de esta exposición y dado a conocer al gran público como un descubrimiento.
"BERNARD PRAS: CREACIÓN CONTEMPORÁNEA Y BANDE DESSINÉE": Artista contemporáneo y escultor, este creador realizó unas grandes esculturas con un montón de elementos de todo tipo (chatarras varias) y que mirados desde un punto en concreto, formaban una imagen de comic...¡Impresionante!
"MADE IN CHINA": Exposición de la creación actual de la China en todos los frentes posibles; el gigante asiático se lanza a la conquista de todos los mercados, el manga y la animación principalmente.
"EXPOSICIÓN DE LOS JOVENES TALENTOS": Una selección de los dibujantes de mañana; un gran concurso permite reunir una muy diversa variedad de estilos y formatos de la amplia cantera de futuros artistas. No en vano en Angoulême se encuentra la Escuela Superior de la Imagen .
OTRAS EXPOSICIONES: En todos los espacios donde se desarrollan actividades se pueden encontrar un monton de exposiciones de lo más variado, como una exposición del Manga y los Deportes, los Museos Imaginarios en el Centro Nacional de la Bande Dessinée, la exposición de la joven creadora local Isabelle Dethan en el Teatro de Angoulême, la exposición del artista chino He You Zhi, las exposiciones y encuentros del Equipo Católico de la Bande Dessinée (sí, sí, la Iglesia Francesa se lo toma en serio, no como otros) que se desarrollan en todas las iglesias grandes de la ciudad y en la Catedral y para terminar, los conciertos de BD, donde un grupo de músicos acompaña la creación de los dibujantes mostrada en una pantalla gigante.
El interés de cada una de estas exposiciones depende de los gustos de cada uno de los visitantes, pero lo que sí es cierto es que el nivel del material exhibido y la organización de las mismas han sido excelentes. Además, decir que la oferta es muy variada y en ella podemos contar con las conferencias, mesas redondas, proyecciones, etc.… con lo que es difícil que no haya nada que sea del agrado del visitante. Pienso que si así fuera, que no hubiese nada de nuestro agrado es porque realmente no nos gusta el tebeo.
Y para terminar esta primera crónica, citar de nuevo el SALON DE LOS EDITORES y su vasta extensión ocupada por las más grandes editoriales..
...las menos grandes, las pequeñas, las independientes...
...los fanzines, las librerias con todo tipo de objetos relacionados con los tebeos, desde los muñequitos hasta las ediciones de coleccionista...el paraiso de cualquier aficionado.
Espero que a través de las fotos os podáis dar una idea del espacio donde se encontraba todo aquel montaje, lugar en que pasé largas horas de cola para conseguir, como buen coleccionista, las "dedicaces" de todos aquellos autores elegidos en esta ocasión. Pero como diría Rudyard Kipling "esa será otra historia..."
Viendo el magnífico reportaje fotográfico con que nos obsequias en este post (y supongo en los siguientes), y su consabida crónica, sólo me resta añadir que tengo una “inmensa envidia sana” de que, con éste, ya van seis años de asistencia, por tu parte, al mayor festival de BD del mundo. El año que viene intentaré hacer un esfuerzo por ir, ya que, todo amante del noveno arte que se precie, a un evento de esta magnitud y calidad tiene que ir, por lo menos, una vez en su vida.
ResponderEliminarJuanmi, mi envidia no es nada sana, pero nada de nada.
ResponderEliminarEduxabi, el año que viene nos vamos tu y yo juntos, y que Juanmi nos haga de guía y gurú.
EduxaVi, quería decir, que ya sabes que por mi origen se me escapa la B. :P
ResponderEliminarPuedes llamarme como quieras Tío Berni. Para eso está la "familia" y, por lo tanto, todo queda en casa.
ResponderEliminarTe tomo la palabra, y a ver si el año que viene nos podemos ir a Angoulême, un viaje que valdrá mucho la pena teniendo un guía, profesional donde los haya, como en Juanmi. Por lo tanto, le podremos sacar todo el jugo posible al evento de eventos.