viernes, junio 18, 2010

RECOMENDACIONES DE LITERATURA INFANTIL/JUVENIL PARA LEER ESTE VERANO DE 2010

En su “Escalera Interior” publicado en El País Semanal del pasado 6 de junio, titulado Una fábrica de chocolate, Almudena Grandes hablaba de un niño al que no le gustaba leer. Le gustaban los cómics, los videojuegos, jugar al fútbol, pero nunca encontraba el momento oportuno para abrir alguno de los libros que su madre, indefectiblemente, le regalaba en todas las ocasiones posibles. Fue en una calurosa tarde junio cuando aquel niño de 11 años se decidió a tomar uno de los libros que alguien había dejado en su estantería para acabar encontrarse a sí mismo con ese libro entre las manos y sin poder levantar los ojos de sus páginas. En una tarde de verano como ésa, en la que el aburrimiento nos vence y no hay nada mejor que hacer, hasta los más reacios encuentran al fin un libro estupendo que les engancha a la lectura para siempre. Encontrar ese libro es difícil, pero no por ello hay que dejar de picar su curiosidad. Estas tres propuestas pretenden tener esa finalidad.




La evolución de Calpurnia Tate
Jacqueline Kelly
Roca Editorial

PVP: 18,00 euros

Éste es uno de esos libros que, de haberlo tenido a mano a cierta edad, con toda seguridad hubiera hecho de nosotros unos lectores empedernidos. El calor de aquel verano de 1899 era un suplicio para los que vivían en Fentress, Texas, donde todo el trabajo debía hacerse antes del mediodía, “cuando el mortal calor nos devolvía a todos al interior de nuestra gran casa y nos tumbábamos en los cuartos sombríos de postigos cerrados y techos altos”, con los habituales remedios veraniegos que apenas duraban. Pero lo que era un suplicio para la mayoría, daba la libertad a la joven protagonista de esta deliciosa historia. Calpurnia Tate era la única chica de siete hermanos, justo entre 3 varones mayores y 3 menores; tenía once años y tres cuartos, casi doce, y una gran curiosidad por todo lo que la rodeaba y que no tenía nada que ver con las clases de piano, costura, cocina o bordado a las que se sometía a las niñas de su edad. Una curiosidad que le llevaba a formular preguntas y plantearse cuestiones que anotaba en su cuaderno científico (“ahora que tenía mi propio espacio donde anotarlo todo, veía cosas que no había visto antes”) y que nadie, excepto “el dragón” -esa figura misteriosa llamada abuelo, siempre encerrada en su “laboratorio”- era capaz de responder. De ese interés compartido por la naturaleza -y por El origen de las especies, de Charles Darwin-, surge una relación especial que le permitirá, no sólo llegar a conocer el mundo en el que vive, sino disfrutar con su abuelo -hasta entonces un miembro casi invisible de la familia- de emocionantes “aventuras” buscando especímenes junto al río o cazando mariposas y coleccionando insectos; experimentando con la naturaleza o mirando una gota de agua a través del microscopio; refugiándose entre libros increíbles en un rincón de la biblioteca u observando el comportamiento de los animales -y de los humanos-; descubriendo una especie de planta desconocida hasta el momento o, por qué no, destilando licor de pacanas. Cualquier cosa nueva era motivo de entusiasmo, porque “es asombroso lo que uno puede ver cuando se sienta a mirar”. Todo ello justo antes de que comience a aparecer ante sus ojos la terrible sombra del previsible destino que le espera por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino, tan distinto al que quedaba reservado a sus hermanos. Y es que junto a su interés por la ciencia y la naturaleza, Calpurnia nos describe también la cotidianidad de su familia, dedicada a la producción y comercio de algodón y pacanas, y de la tradicional comunidad agrícola a la que pertenece.




Atrapados
Chris Wooding
Ilustraciones de Dan Chernett
Editorial Montena
PVP: 18,00 euros

Una tiene la seguridad de que leer cómics crea adicción y de que hay libros que te enganchan sin remedio en cuanto comienzas a leerlos, pero sólo podremos imaginarnos hasta qué punto podemos quedar atrapados en ellos si nos atrevemos con esta novela. Y es que “si los chicos podían desaparecer sin más de la faz de la tierra y aparecer dentro de un cómic lleno de horrores, entonces nada en el mundo volvería a tener sentido”. En Atrapados, aquéllos que tienen el atrevimiento de pronunciar el encantamiento y desafiar a Jake el Largo se convierten en protagonistas de Malice, un cómic “raro, bastante raro”, creado por un tal Grendel, y que sólo puede conseguirse en una extraña tienda de Londres llamada Comics Black Dice. Sus lectores acabarán siendo personajes centrales de historias que otros como ellos podrán leer, pero cuyas viñetas terminarán borrándose con el tiempo para que su existencia no sea más que un poderoso rumor. Leerlo es participar en un “juego en el que estaban involucradas fuerzas poderosas” que nadie llega a comprender. Los adolescentes que han llegado a Malice se refugian en el metro y los túneles de mantenimiento, amenazados por los chitas, criaturas de metal que succionan el tiempo de aquellos a los que atrapan. Los hay que llegan a ese espeluznante lugar y sólo encuentran la muerte; los hay que prefieren quedarse para siempre en ese infierno, siempre mejor que el que les toca vivir fuera; los hay que regresan a casa pero a costa de perder para siempre el recuerdo de lo vivido y no volver a ser los mismos, y los hay que han regresado pero deciden volver a Malice para liberar de una muerte segura a sus amigos. La Torre del Reloj, en donde vive el Guardián del Tiempo; el zoológico, una suerte de parque poblado de autómatas, y los diferentes dominios de Malice: la Morgue, la Mazmorra, el Laberinto, la Terminal... en todos ellos existen varias formas salir fuera, pero en todo caso es necesario un billete de tren, negro, para ir a cualquier lugar dentro de Malice o blanco para conseguir un viaje a cualquier lugar “incluso a casa, si es lo que quieres”, aunque a veces el propio hogar puede no ser el lugar más seguro. Esta es la primera entrega de la serie, cuya continuación, La Resistencia, saldrá a la venta a partir de octubre.




La isla del tesoro, de R.L. Stevenson
Gerónimo Stilton
Editorial Destino

PVP: 13,94 euros

Los veranos de antes no podían concebirse sin aventuras y para muchos, entre los que incluyo, esta palabra estaba unida inevitablemente a otra: piratas. Vivirlas sólo era posible gracias a la imaginación y todos sabemos que la imaginación se alimenta de historias que se cuentan, pero, sobre todo, de historias que se leen. La isla del tesoro debe ser el clásico de la literatura que más versiones ha tenido y la que más apetecía releer conforme íbamos creciendo y desarrollando nuestra comprensión lectora. Para los pequeños lectores que hacen sus pinitos con novelas de muchas páginas (más de doscientas) -y para los que disfrutamos como enanos leyéndoselas a los que aún no pueden hacerlo solos-, qué mejor que esta adaptación libre que Geronimo Stilton, “ávido lector desde pequeño, apasionado de las novelas de aventuras con las que es posible conocer lugares lejanos y misteriosos”, ha hecho de la obra de R.L. Stevenson. La odisea del pequeño Jim Hawkins desde que el Capitán Bill Bones entró en la posada del Almirante Benbow hasta que por fin pudo regresar a casa, después de navegar con el doctor Livesey y el señor Trelawney a bordo del Hispaniola -capitaneado por el Capitán Smollett- rumbo a la isla con forma de dragón rampante a la búsqueda del tesoro enterrado por el famoso Capitán Flint y vérselas con los terribles piratas -aunque ninguno como John Silver el Largo- que querían arrebatárselo, es mucho más divertida para ellos si ven a los personajes convertidos en ratones. Con detalladas ilustraciones a todo color que recuerdan a las de la factoría Disney y páginas decoradas con motivos marineros, dibujos en color y siluetas negras que interrumpen la estructura del texto, capítulos que se inician con bellas capitales decoradas, palabras clave que aparecen con distintas tipografías, tamaños y colores, y frases que se salen de la línea e incluso del marco para crear caligramas -todo ello tan característico de los libros de Geronimo Stilton-, no sólo se juega visualmente con la escritura, sino que la lectura se hace mucho más amena.

Disfrutad leyendo, que el verano suele ser breve y termina antes de que nos demos cuenta.

Otras Recomendaciones Veraniegas para leer en el verano del 2010:

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