Anillo de diamantes Art Decó
Si se posee un diamante, su dureza inconquistable te conseguirá victoria, constancia en los amantes y serenidad en la vida. Repelerá el veneno, las pesadillas, la brujería, la locura, la contienda. Alejará fantasmas e impedirá calamidades. Ayudará a la fertilidad femenina.
Anillo de Poder (diamante) Nenya -el Anillo de Agua- de Galadriel (El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien)
Es una gema de invierno pero, el raro diamante verde, significa la primavera. Es la brillante gema de los fines de semana, sábado y domingo, representando la hora del mediodía. Significa el 75 aniversario de boda. Los caldeos lo atribuían al Sol, una fuerza inmutable y constante que significa el cumplimiento de la ley divina que ordena armonía y equilibrio.
Diamante verde
El ÓNICE, de color negro o gris muy oscuro, de aspecto parecido al mármol otorga fuerza, apoyo en circunstancias difíciles o confusas centrando la energía. Promueve el vigor, la fuerza y la perseverancia.
El ónice es una piedra amiga del secreto, que ayuda a mantener la propia opinión. Se dice que contiene el secreto de las cosas que le han ocurrido a quien lo lleva puesto. Sana viejas penas y tormentos. Mantiene un estilo de vida más estable e imparte autocontrol. Es un tónico mental que alivia las preocupaciones y miedos abrumadores y el miedo a lo desconocido. Otorga el valioso don de tomar decisiones sabias y a pensar objetivamente.
Ónice negro
Se ha utilizado contra la epilepsia, la melancolía y la depresión. Los hindúes y los persas utilizaron el ónice en collares y talismanes contra el mal de ojo.
Un buen ejemplo de cómo se interrelacionan diamante y ónice es la hechicera Yennefer de Vengerberg. Aparece por primera vez en “El último deseo“ de Andrzej Sapkowski, de la saga de Geralt de Rivia y posteriormente en el resto de las novelas. Hechicera que vivió en Vengerberg, capital de Aedirn, es el miembro más joven del Consejo de Magos y después de la Logia de Hechiceras. De ojos violeta y cabello negro rizado, es famosa por su belleza. Fue el amor de Geralt de Rivia.
Vestida de blanco y negro, adornada con diamantes y ónice, nos muestra lo brillante y lo misterioso, la claridad y la oscuridad, la verdad y lo que debe permanecer oculto.
Los diamantes representan la primera parte con su luz, su energía y fortaleza. Ayuda a Yennefer a limpiar su dolor emocional al tiempo que le ayuda en su creatividad e inventiva. Como hechicera es estéril y trata por todos los medios ser madre: el diamante puede ayudarla en su fertilidad. Consuela sus deseos de ser madre con Ciri, hija adoptiva de Geralt de Rivia. Tal vez los diamantes le ayuden a restablecer vínculos con el brujo.
Yennefer de Vengerberg (por Rivia)
El ónice de color negro le da vigor, fuerza y perseverancia. Le ayuda a guardar sus secretos tanto personales, para no ser vulnerable como hechicera, como por sus artes mágicas para no ser vencida. Le servirá de talismán protector contra viejas penas al tiempo que le ayudará a tomar decisiones acertadas.
En un gran contraste entre el blanco y el negro, tenemos el rojo: el RUBÍ. El rubí es una piedra de color rojo brillante y transparente cuando está pulida. Equilibra el corazón y te anima a “hacer lo que te hace feliz”. Se sienten atraídos por esta gema los que poseen gran perceptividad, compasión, suavidad y recursos interiores. Los hombres y mujeres muy individualistas que inician las cosas y tienen fuerte voluntad, con pensamientos originales, consideran propia esta gema.
Rubí
Al rubí le gusta el desafío, los sitios brillantes y no pierde entusiasmo por la vida. Vibra con la inspiración del propietario y desea fiestas, alegría, ocasiones festivas y entusiasmo. Piedra sociable por naturaleza alimenta el entusiasmo, carga la pasión y atrae la atracción sexual. Es una piedra excelente para activar las energías. Imparte vigor a la vida, energetiza y equilibra, pero a veces puede estimular en exceso a las personas delicadas. Potencia la pasión por la vida, pero nunca de forma autodestructiva. Mejora la motivación y el establecimiento de objetivos realistas.
Actualmente los rubíes más hermosos proceden de un área cercana a Mogok (Birmania, Myanmar). Se extraen según métodos antiguos, que exigen trabajo manual, pero el método parece ser el que mejor funciona. El lavado y la separación de las piedras se realizan según días favorables indicados por los astrólogos. Les siguen en importancia los de Tailandia y Sri Lanka, con un rojo claro a rojo frambuesa y un lustre brillante.
En la India se da al rubí el nombre de “ratnaraj”, señor de las piedras preciosas, pues es apreciado por encima de todas las gemas. Consideran que trae a su portador salud, sabiduría y contentamiento y su poseedor vivirá en paz y protegido de todos los peligros.
Pendientes Ratnaraj
Desde luego es un poderoso escudo contra el ataque psíquico y el vampirismo de la energía del corazón. Fomenta los sueños positivos y la visualización clara. El rubí es una de las piedras de abundancia que ayuda a retener la riqueza y la pasión.
Psicológicamente el rubí saca a la superficie el enfado y la energía negativa para transmutarla y favorece la retirada de cualquier cosa negativa del camino. Aporta un estado mental positivo y valiente. Bajo su influencia, la mente se afila y adquiere un excelente nivel de concentración. Dado los efectos protectores de esta piedra, te fortalece durante las disputas y controversias. Mejora la intuición y pone los asuntos en perspectiva. Amplía la habilidad negociadora, la capacidad de tomar decisiones, la confianza y la autoestima.
Anillo de Poder (rubí) Narya - el Anillo de Fuego- de Gandalf (El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien)
A nivel físico, el rubí supera el agotamiento y el letargo e imparte potencia y vigor. Al mismo tiempo calma la hiperactividad. Desintoxica el cuerpo, la sangre y la linfa. Trata la fiebre, las enfermedades infecciosas y el flujo sanguíneo. Es extremadamente beneficioso para el corazón y el sistema circulatorio. Estimula las adrenales, los riñones, los órganos reproductores y el bazo.
Una gema tan vibrante, relacionada con la sangre, el entusiasmo y el vigor, no es extraño que desde la Antigüedad se relacionara su brillo cálido con el fuego. Cuenta una leyenda hindú que el hogar de los dioses está iluminado con enormes rubíes. Los caldeos lo atribuían al planeta Marte y por lo tanto el rubí y el martes van juntos. Nos los pondremos en el corazón, en el dedo o en el tobillo.
(Continuará...)