miércoles, noviembre 07, 2012

CRÓNICA: XVIII SALÓN DEL MANGA DE BARCELONA

Un año más nos hemos acercado un par de nosotros a una nueva edición del Salón del Manga de Barcelona que, como muy bien indica el nombre de esta edición, ha dejado de celebrarse en La Farga de l'Hospitalet para cambiar de ubicación al pabellón nº 2 de la Fira de Montjuïc, duplicando un espacio que ya iba haciendo falta por la afluencia de más aficionados y para ubicar nuevos stands, así como unificar la zona de los conciertos y concursos con el salón propiamente dicho en un solo lugar.


Nosotros acudimos el sábado al mediodia ha dicho evento y de lo primero que nos percatamos fue de las interminables colas que se formaban tanto para conseguir la entrada como para acceder al recinto. Yo, por lo que recuerdo hace dos años en La Farga, estas interminables colas un sábado al mediodía no eran ni mucho tan largas en tan largo espacio de tiempo, por lo que podíamos deducir a simple vista de que este año la afluencia de aficionados era mucho mayor que en otros años. Y así lo ha confirmado la organización en un comunicado, pasando de una afluencia de 65.000 personas en el 2011 a 112.000 este año, lo que supone un aumento del 70% respecto a la edición del año pasado.


También constatamos que para acceder a algunas zonas del salón había que hacer constantes colas, tanto para poder acudir a las conferencias y charlas que se realizaban en dos salas situadas en el primer piso (muchas de ellas casi llenando el aforo de las mismas, que todo hay que decir era bastante, sobre todo el de la sala 1), como para acceder a los servicios, como para entrar en la zona habilitada para los restaurantes, colocando guardias de seguridad para controlar la entrada y salida del personal. O sea, colas para todo...


La tarde del sábado casi la dedicamos exclusivamente a deambular por las diferentes zonas en que se dividía el salón. Salvo por algunas zonas que estaban bastante colapsadas de gente, pudimos pasar primeramente por los stands de las diferentes editoriales para echar una ojeada a las diferentes novedades que éstas sacaban ex profeso coincidiendo con este salón, es decir, las editoriales que publican mangas de manera única o formando parte de las novedades generales de cada mes, y de paso picar con algún que otro título o recuperar algún manga ya difícil de encontrar a estas alturas por estar (o casi) descatalogado. Destacar el stand de Norma Editorial donde firmaba en él uno de los invitados estrellas de este año: Hiro Mashima. También destacar la magnífica edición especial (en cofre, tapa dura y buena calidad de papel) de otro manga que cumplia 20 años de su primera edición en España, Dragon Ball, y que pudimos ojear en el stand de Planeta DeAgostini. Del stand de EDT, destacar nuevamente la Línea Gaijin de jovenes talentos de aquí que están haciendo un magnífico trabajo, con unas ediciones muy cuidadas por parte de la editorial catalana. Otro pequeño stand que querría destacar es el montado con motivo de la publicación de Let's cook!, un manga hecho por españoles de temática gastronómica (aprovechando que el salón estaba dedicado este año a la gastronomía japonesa, qué mejor escaparate que sacar ahora un manga de este estilo), de la mano de la Editorial Letra Blanka.

Sesiones de firmas de Hiro Mashima y del equipo de Malefic Time

Por supuesto también deambulamos por innumerables stands de venta de todo tipo de merchandising dedicado al manga y el anime, o a la cultura japonesa simplemente, donde se podía comprar de todo, desde camisetas a la carta, chapas de todo tipo, todo tipo de anime de todos los precios, mangas para dar y vender, figuritas y más figuritas de los personajes preferidos de los otakus, etc, etc, etc... y, este año, además estaba la zona del Matsuri, donde se podía jugar a juegos tradicionales japoneses (pesca de globos, juego de la lotería o de la suerte, entrelazar cintas, hacer origamis o saber vestirse un kimono) o comprar objetos de todo tipo a modo de mercadillo.

Una de las clases magistrales de los Talleres de Cocina Japonesa

También aprovechamos para echar un vistazo a cada una de las cinco exposiciones que se podían ver este año en el salón. Nada más entrar nos encontrábamos dos enormes vitrinas donde estaban expuestos espectaculares trajes utilizados para diferentes cosplays y ganadores en muchos de ellos. Verdaderas filigranas del vestir, impresionantes muchos de ellos, que conllevan un trabajo y una imaginación dignas de cualquier pasarela de moda que se precie.


Al lado de esta muestra, nos adentrábamos en el mundo de Dragon Ball que cumplia su 20º aniversario de su publicación en nuestro país, donde podíamos ver las diferentes e inumerables publicaciones que han visto la luz aquí, desde las primeras fotocopias que se realizaban cuando el anime de este título fue un verdadero bombazo y referente televisivo hasta llegar al cofre de lujo que Planeta DeAgostini ha puesto a la venta para celebrar dicha efemérides. Y, en el centro de la exposición, nos encontrábamos con el Drac de Ciutat Vella, como si del dragón de Dragon Ball se tratara y hubiera cogido forma física.




Delante de ella nos encontrábamos con otra interesante exposición que también celebraba el 20º aniversario de su estreno, el Porco Rosso de Hayao Miyazaki, donde podíamos ver, como muy bien nos comentó Vicent Sanchís en su conferencia (y comisario de la exposición), los cuatro acetatos que el propio Miyazaki les dedicó y regaló cuando los responsables del programa Stromboli de la TV3 visitaron el Japón para realizar un documental sobre Poco Rosso y los Studios Ghibli.



Y, antes de acceder a la Zona de Gastronomía Japonesa, podíamos visitar la exposición principal del salón, la de "Manga a la Carta", donde se realiza un repaso pormenorizado a muchos de los títulos dedicados a la gastronomía, o teniendo ésta un papel fundamental, en el país nipón desde títulos como el recomendabilísimo El gourmet solitario de Taniguchi, y también podíamos ver unas cuantas páginas originales y bocetos de la obra Mibu - elBulli de Naomi Tanaka y Dai Ochiai, y de Let's cook! de varios autores españoles.






Y, finalmente, también comentaremos los magníficos originales que se podía ver en un lateral del stand de Norma Editorial de la versión manga de uno de los personajes de la serie Malefic Time, Soum, creada por Luis y Rómulo Royo, a cargo de Kenny Ruiz que, junto a algunas ilustraciones de los Royo, también podíamos ver la magnifica moto de este personaje, decorada por los Royo, con la que te podías hacer unas fotos.


También comentar las extensas zonas dedicadas a los videojuegos que se podían ver por todo el salón, donde se podían interactuar con las últimas novedades de la X-Box 360, la Nintendo 3DS, la Wii U, la Kinect... podías ver aficionados de todas las edades, desde los más pequeñajos a los más talluditos jugando y enganchadísimos a multitud de vídeojuegos. También destacar el espectacular stand de la franquicia del juego de rol Dofus.



Por último, el sábado aprovechamos para asistir a un par de conferencias, las dedicadas a la presentación de las novedades de Norma Editorial en su línea manga y a la conferencia de Porco Rosso, 20 años de vuelo.

De la primera, destacar que nunca había visto tanta asistencia de gente a un presentación de novedades de una editorial. La sala prácticamente a rebosar, donde tanto Óscar Valiente como Annabel Espada nos iban comentando las novedades del salón así como las licencias que habían conseguido para comenzar a ser publicadas en el primer semestre del 2013. Yo destacaría entre todas ellas una que me llamó la atención y que tengo la intención de seguirle la pista una vez se publique: I am a hero de Kengo Hanazawa. También atentos a la edición especial que van a editar a todo lujo del Akira de Katsuhiro Otomo.


De la segunda conferencia, comentaremos el magnífico recorrido histórico de una de las producciones más conocidas, que marco un antes y un después, de Hayao Miyazaki y de su Studio Ghibli, dirigido éste junto a Isao Takahata. Nos contó su experiencia desde que se puedo visionar la cinta de Porco Rosso por primera vez en nuestro país (1994), gracias también a la apuesta que hubo aquí por parte de las productoras de trabajos venidos del país del sol naciente a raiz del éxito del Akira de Otomo, y cómo formó parte del equipo del programa Stromboli de TV3 que realizó un documental a través del apoyo del Gobierno Japonés sobre esta obra en cuestión y del trabajo que se realizaba en el Studio Ghibli, donde el maestro Miyazaki trabajaba con técnicas tradicionales de animación.


Ya el domingo, nos plantamos de nuevo hacia las 10:00 en el salón, y aunque la cola para la entrada al pabellón no era tan espectacular como la del sábado al mediodía, también era realmente importante. Comparando estas colas con las que se forman en el Salón del Cómic, estoy por afirmar que aquí se generan colas muchos más largas en extensión y en duración, aunque sí que constata uno que la media de edad es mucho menor en el Salón del Manga de la que se puede observar en el Salón del Cómic.

Una vez ya accedimos al recinto, nos dedicamos nuevamente a deambular por los diferentes ámbitos y stands, haciendo unas cuantas compras más para exprimir un poco más nuestra maltrecha economía, y aprovechar para revisitar más detenidamente un par de exposiciones que nos llamaron más la atención: la de "Porco Rosso" y, sobretodo, la de "Manga a la Carta".

Por supuesto, y aprovechando que este salón es muy diferente al Salón del Cómic, en cuanto a la busca de la deseada dedicatoria de los autores invitados y, por tanto, mucho más relajado en ese aspecto ya que vamos en otro plan, fuimos a ver un par más de conferencias. Por la mañana asistimos a dos de ellas en la Sala 2, la dedicada a "Montserrat 1585 y los samuráis" a cargo de Àngel Ferrer y moderada por Paco Royo, donde a través de una cuantas preguntas organizadas en un power point, nos contaron como cuatro jóvenes japoneses hijos de cuatro importantes daimyos fueron los primeros japoneses que viajaron a Europa durante 8 años, comenzando su periplo por España de la mano de los Jesuitas y, una vez visitado Monasterio del Escorial, recientemente acabado de construir en el gobierno de Felipe II, se alojaron durante un tiempo en la Abadia de Montserrat en el 1585.


A continuación nos quedamos a escuchar la conferencia “Traducir la comida: anime y gastronomía” donde Jordi Mas nos aleccionaba sobre la manera que se tiene de traducir los diferentes platos, comidas y alimentos del japonés al castellano/catalán en los diferentes mangas y animes, con la premisa de que éstas se entiendan para que el lector/espectador las haga suyas y las comprenda, dejando los nombres directamente en japonés en el caso de que estos estén claros o ya sean palabras introducidas en nuestro vocabulario, siempre dependiendo que el que lo lea o vea sea aficionado al manga/anime o no.


Y por la tarde, antes de abandonar el salón, asistimos a la interesantísima charla que dio Marc Bernabé sobre "Turismo Manga en Japón", donde a través de unas cuantas imágenes, nos enseñó los lugares más significativos a visitar en un viaje a Japón para todo aficionado al manga y al anime, desde los museos más importantes dedicados a mangakas o personajes del manga/anime, a esculturas de estos que existen por algunas ciudades, pasando por lugares y zonas dedicadas a la venta de todo lo relacionado con el manga y el anime, desde mangas, películas y todo tipo de merchandising, o lugares donde el manga/anime esté representado de la forma que sea.


Y con esto concluimos esta crónica. Comentar que ha sido un día y medio bien aprovechado, que no hemos parado ni un momento, sin tiempo para el aburrimiento, que hemos picado y pecado en las correspondientes compras de rigor de mangas, animes y demás, muchas de ellas solo posible encontrar en un salón como éste, y comprobando que, a pesar de la acuciante crisis que nos machaca día a día, sin visos de ver la luz al final del tunes a día de hoy, este salón en vez de ir hacia atrás, parece que coge carrerilla y, aprovechando el cambio de ubicación a una de mayor superficie, y viendo la respuesta masiva de aficionados, se le augura una buena salud en años venideros. En épocas de carestía de todo tipo, y de duros golpes a la cultura sobre todo, ésta, en vez de achantarse, lo que propone y ofrece es una manera de sobrellevar de la mejor manera posible la crisis social y política que nos atenaza sin buscarlo ni beberlo... y el Salón del Manga de Barcelona a ciencia cierta que ha logrado su objetivo marcado: ser un puente entre culturas.

Un saludo cordial.

2 comentarios:

Susana dijo...

Increíble la cola del sábado. No había visto nada parecido en ningún Saló del Cómic a los que he asistido. Una muy buena experiencia, a pesar del poco tiempo que tuvimos para disfrutarla. Habrá que repetirla.

EduXavi dijo...

Una cola realmente impresionante, tanto para acceder al recinto, como la que se podía ver enfrente para comprar la entrada. Y sí, fue todo muy concentrado, sin tiempo para el respiro, pero muy intenso y sin tiempo para aburrirse uno. Y habrá que repetirlo, por supuesto...