viernes, mayo 25, 2012

ILUNABAR: MAGIC FABLES de Sarima

¿Por qué no celebrar de nuevo la Primavera? Aunque vuelva todos los años no por eso no nos deja de sorprender y abrir el corazón. Un renacer anual que nos llena de energía y alegría. Y qué mejor celebración que presentaros “Ilunabar” de Sarima de la Editorial Dibbuks.


Ilunabar” fue presentado en Imagicón-Hispacon de Mislata el noviembre de 2011, donde pude conocer el libro y un poco a su autora. En ese momento no pude acudir a todo y lamenté no tener el don de la ubiqüidad. “Ilunabar” estaba en distintos stands y me gustó mucho su edición, sus ilustraciones, su ambientación. Fue una lástima no conocer de primera mano las impresiones, los deseos, de la autora, cómo imaginó y realizó estas estupendas ilustraciones. Pero “Ilunabar” me llegó en Navidad, en momentos de ilusión: fue un regalo de amigos que me conocen bien. Y además con la suerte de la cariñosa dedicatoria de Sarima.

Sarima es el nombre de guerra de la ilustradora Marisa López Moreno. Nació y vive actualmente en Bilbao. Estudió diseño de indumentaria en el Instituto Vasco de Nuevas Carreras y se dedicó durante años al diseño y confección nupcial y de vestuario escénico. Ha dado clase de dibujo y pintura tanto a niños como a adultos. Diseñadora gráfica y textil para la firma “Zen Spirit”, como infografista 3D en Bitart (Bilbao) y con el ilustrador David Puertas en los escenarios y personajes para un videojuego educativo de “Gestionet”. Ilustra libros, revistas, juegos de rol, colabora con fotógrafos para retoques y fotomanipulación, construye páginas web y realiza numerosos trabajos de diseño gráfico. Entre sus logros, su ilustración “Anita” está incluida en “Exotique 3”, 2008, título anual en el que Ballistic Publishing recoge las mejores ilustraciones digitales de todo el mundo. Y su ilustración “Amalurra” fue galardonada con el primer premio de ilustración de Mallorca Fantástica 2009. Es directora de arte de Imaginarios.

Como veréis, a pesar de la fantasía que desarrollan sus ilustraciones, su estilo es realista, con técnicas digitales introduce técnicas pictóricas clásicas, creando figuras en las que encontramos la delicadeza y finura de una pintura renacentista, como ya nos indica y reconoce, en la contraportada, su admirado maestro Luis Royo. “Ilunabar” está formado por unas 34 ilustraciones y 27 relatos entrelazado de manera tal que te señalan el camino a seguir. 

Así que no dudemos más y entremos en este bosque que tantas promesas promete. Con el primer paso una curiosa hada de alas de mariposa nos da la bienvenida y nos presenta el bosque donde encontraremos a las criaturas que lo habitan. Podremos oír su música, jugar con ninfas y faunos, la brisa traerá el rumor del arroyo y el trino de los pájaros y pequeños animales saldrán a saludarnos. Podremos contar nuestros secretos y pedir deseos y sueños. Cruzaremos las estaciones y recuperaremos la inocencia y la ternura. Solo faltamos nosotros en este bosque lleno de magia.


Una majestuosa, rica y bien arreglada criatura nos recibe en su reino. Nos agradece nuestra presencia pero nos advierte que lo cuidemos porque es su hogar pero también el nuestro. Es increíble el detalle que ha puesto Sarima en esta ilustración: sus rubios cabellos enroscados y trenzados con gracia, la suntuosidad del traje, tanto en diseño como en la calidad del tejido, la originalidad del diseño del collar y del broche, realizados y realzados como oro y piedras preciosas, el detallismo en las florecillas del tocado que se pueden tocar y arreglar. Pero me impresiona más la personalidad que le ha sabido dar. Porque, sí nos da la bienvenida, pero por como sus manos arrugan la tela y la limpieza de su mirada, nos muestra su preocupación por proteger el bosque y que nosotros sepamos cuidarlo bien. Seguimos adelante con tu permiso y, sin hacer daño, lo pasaremos bien.

Vemos a una elegante damisela con un hermoso sombrero tocado de plumas que abre el espectáculo. Es la maestra de ceremonias y despliega su magia: no perdemos detalle. El susurro del agua nos llama y descubrimos una sensual hada de las aguas que nos invita a disfrutar de las graciosas y traviesas risas del arroyo y a bailar con la melodía del agua. Una bella pero fría criatura nos hace admirarla pero ella anhela un corazón para poder amar y ser amada y a pesar de su perfección admira la sublime imperfección de todo mortal. 

Una delicada hada de tenues alas, llena de suavidad y calor, acaricia a un pequeño dragón. Ella ve su áspera belleza y sabe que el cariño construye puentes de afecto, a pesar de que nadie lo entienda. Me gusta el contraste de la suavidad de la piel del hada, su claridad y tonos dorados, con la rugosidad de la piel del dragón y sus bastas alas. Pero la mirada de admiración del dragón llega con el cariño y la ternura del hada.

Siguiendo nuestro camino nos encontramos con una de las imágenes más tiernas y conmovedoras de todas, que es precisamente la portada. El nacimiento de un pequeño retoño con toda una promesa de futuro que puede ser líder, guerrero o maestro o sencillamente un amigo. La ternura de como sostiene el cervatillo esta joven hada y como se dirige al pajarillo, le dan una expresión y vitalidad sorprendentes. El fondo en tonos verdes traspasados por los rayos del sol, el detalle y cuidado de su cabello adornado por ramilletes de flores, la combinación de los tonos rosados y el brillo de sus verdes ojos, nos fascinan y trasladan en verdad a un lugar mágico y de ensueño.

Vaya, no solo encontramos hadas. Hemos tropezado con un joven fauno que nos invita a un juego muy sencillo: nosotros corremos y él nos atrapa. Podemos intentar escapar e incluso nos deja hacer trampas, porque él siempre las hace: le encanta ganar. Una de las pocas figuras masculinas que encontramos en este bosque; un joven fauno, atractivo, pícaro, seductor, con un brillo en los ojos que nos atrapa ya sin necesidad de correr. Es la alegría de vivir, la fuerza de la naturaleza, de la vida.


Después de separarnos, con pena, del joven fauno nos encontramos en el camino con un mago mayor, que a todos nos recuerda a Gandalf. Quiere proseguir camino a pesar de la hadita que lleva a sus espaldas, que quiere detenerse a jugar. La verdad es que es muy divertido imaginarte al serio y profundo Gandalf con una juguetona hadita a cuestas. El pequeño detalle del hongo en el cayado tampoco ayuda a formarse una seria idea del mago. En esta ilustración Sarima ha sabido dar su homenaje y su toque de humor y alegría a la figura de Gandalf como a la de todos los sesudos magos.

¡Qué contraste tenemos ahora entre el joven fauno y sus ansias de vivir y este nuevo encuentro! La ilustración de padre e hijo descansando tras todo un día de juegos y risas, es preciosa. Es enternecedor como el bebé-cervato descansa con total abandono y confianza sobre su padre-ciervo en un prado de margaritas. Sarima nos hace “ver” la inocencia y la total confianza del bebé depositada en su padre, la suavidad de su carita, de sus cuernecillos. Descansa sobre su fuerte padre, que incluso durmiendo, parece estar a punto de saltar en caso de peligro: defenderá a su hijo ante todo. Sin hacer ruido para no molestarlos, seguimos camino.

Un fuerte árbol cobija y protege a una frágil hada con un tocado de plumas. ¿Es la personificación de algún ave? El hada da amor y alas al árbol. El árbol da seguridad y amor al hada. Este texto de Sarima es de los más hermosos de todos: es una declaración de amor total en la que los dos compañeros se comprenden, complementan y aman. Y no solo lo entendemos para este bosque mágico de extrañas y originales criaturas: también los mortales creemos y necesitamos ese amor.

No solo paseando conocemos este bosque. Levantamos la vista a lo alto, a la espesura de las ramas. Allí viven los seres más tímidos, descansan de sus correrías o guardan sus tesoros. El hada de las de plumas se ha hecho amiga de una ardilla que le ofrece una manzana. El hada pone todo su cuidado para no asustarla y muestra en su actitud todo el respeto que siente hacia las criaturas de los árboles. La luz de esta ilustración te lleva a lo alto del árbol, atraviesa las hojas y forma figuras y chispitas ante tus ojos.


En el centro de todo, Amalurra, Madre de todo lo vivo, animal o vegetal, de lo que duerme en invierno y despierta en primavera. Despliega su magia y cada día gesta una nueva vida. También forma parte de nosotros. Esta imagen de Amalurra presenta tal serenidad en su mirada y en su pose que sosiega y tranquiliza. Es la clara representación de la Madre Tierra: sus cabellos son ramas, su broche, el sol, su gestación nos muestra la vida. En una ambientación verde-dorada, Sarima nos presenta la Vida. No me extraña que con ella consiguiera el premio de ilustración Mallorca Fantástica 2009.

Llegamos a lo profundo del bosque, ¿qué encontramos aquí?: la esencia de los sueños. Es quien nos borda las estrellas del sueño, nos da las alas para volar y el suave amanecer que nos despierta. La conocemos pero al despertar, a veces, la olvidamos. Es un hada de mirada soñadora y dulce sentada a orillas de un arroyo, rodeada por un tenue rayo de sol que le da una cálida ambientación, adornada con clavellinas y una etérea mariposa, minuciosamente trabajada, le acompaña.

Pero no todo es seriedad porque podemos acudir al concierto a orillas del arroyo con las nutrias, convertirnos en pequeñas abejas para libar el néctar, invitar al baile a un hada de cabellos de fuego en un prado de flores, ver magia verdadera en unas hermosas mariposas rojas que han sido peludas orugas, cuchicheamos secretos con tres hadas de los árboles, jugamos con una hadita de verdes ojos al escondite con una mariquita. 


Como es un bosque mágico y todo puede ocurrir nos cruzamos con las estaciones del año. El Invierno es una hermosa joven, no un anciano cascarrabias. Cubierta de blancas pieles con un gran lobo blanco a su lado, nos sonríe tímidamente y nos cuenta que cobija a la tierra, cuida a los seres en sus madrigueras, cuida a la Vida hasta la nueva Primavera. La delicadeza de la ilustración y sus tranquilizadoras palabras nos hace querer al Invierno. Nos lo presenta como protector y cuidador del bosque, no como una figura tétrica o amenazadora.

Oímos crujir nuestros pasos : son las hojas secas que nos llevan al Otoño. Con tonos ocres, rojos y amarillos, vemos a una joven de piel canela y ojos rasgados, envuelta en hojas que nos indica la madurez de la cosecha de los hombres y la nueva vida de los animalillos. Y ahora que pienso: ¿la plenitud del verano podía ser padre e hijo en su siesta? Porque esa ilustración se podría interpretar como el Verano. La quietud, el descanso, las flores, la luz cálida, sí, bien podría ser el Verano descansando de tanta fiesta. ¿Y la Primavera? En este bosque mágico ¡siempre es Primavera!

Por fin hemos llegado a la cita. Quedamos en nuestros sueños y ya nos esperan los faunos, hadas, ninfas y mariposas. Celebraremos bailes y cantaremos a la luz de la luna. Y cuando llegue la aurora todo parecerá un sueño, volveremos al mundo terrenal y lo olvidaremos todo, aunque algún recuerdo nos quedará. Así nos habla un hada coronada de rosas que nos mira no sé si con nostalgia por la partida o con ganas de que volvamos pronto que queda acentuado por los tonos grises de la ilustración.


La combinación de texto e imagen es esencial, es una verdadera simbiosis: no sabes si el texto te explica la ilustración o es la ilustración la que da vida al texto. El texto conmueve, es alegría y serenidad, emociona y comprendes las verdades que te explica. Las ilustraciones mantienen esa aura dorada, fantástica e irreal de todas las criaturas feéricas del bosque pero al tiempo son hermosas como los elementos naturales, como lo pueden ser las flores y árboles, los niños y las personas que quieres. Son reales y empatizas con ellas. Porque cada una de ellas tiene propia personalidad. Son la mayoría figuras femeninas pero no son iguales, ni en rasgos, ni actitud, ni en lo que representan. Está la pícara belleza de las jóvenes hadas, la helada belleza de quien desea ser humana, la calidez de la que sueña, la sensualidad de la ninfa de las aguas, la tentación de la que nos promete lo imposible. Están representadas las estaciones, el atardecer, la noche, la música, la amistad, el amor, la picardía, el amor paterno... emociones todas muy humanas y gozosas porque en este bosque fantástico no cabe la maldad pero sí los más preciosos sentimientos.

Deseando volver a pasear, reír, jugar y retozar en este fantástico bosque, me despido y hasta pronto.

2 comentarios:

Sarima dijo...

Muchas gracias por tan preciosa reseña Pepa. Celebro de verdad que hayas disfrutado del libro. Me ha emocionado leer tus palabras y ver que realmente he llegado a tí. Con tu permiso, he compartido el enlace en mi facebook.
Un abrazo :)

Pepa Casino dijo...

Gracias a tí, Sarima por tu magnífica obra. De verdad que he disfrutado mucho y que me encantan tus ilustraciones y el sentimiento que has puesto en ellas. Por cierto, tal vez me recuerdes: soy la pesada que en el Saló de Barcelona te pidió la dedicatoria de "El pequeño Budy y el Dragón Blanco" de Julio García Robles del que me llamó la atención su portada ¡que era tuya!. Es estupenda.Gracias de nuevo.