En lo que a las exposiciones se refiere, ocho han sido las que nos preparó este año la organización, dos de ellas en la planta superior -“Viñetas de vida: 7 dibujantes on tour” y “Metapop”- y el resto en la inferior donde, si te decidías recorrer la parte izquierda, te encontrabas con “12 nombres imprescindibles de la prehistoria del cómic español”, “Pons, 30 años después” y “Dentro del Taller”, o con las obras de los premiados en el “I Concurso de Cómic, Ilustración y Guión”, organizado por la Academia C10 en colaboración con la Asociación Española de Amigos del Cómic, con “Tirso, Crónicas de Legión” o con “Las superheroínas de Elektra”, si optabas por ir hacia la derecha.
Tirso Cons en plena visita guiada de su exposición
De hecho, la primera exposición que me llamó la atención fue la organizada por Oxfam Intermón. Ya desde lejos resaltaba sobre el fondo verde de los paneles el colorido de las páginas de Cristina Durán junto a las de Sonia Pulido, en un claro contraste de estilos, pero con un mismo mensaje, el que un entregado Pablo Rebaque y su compañera transmitían a los que nos acercábamos a la exposición: concienciarnos y movilizarnos en favor de la lucha contra la pobreza y el papel que desempeña la cooperación internacional española en la defensa de los Derechos Humanos en países de África e Iberoamérica a través de las posibilidades que ofrece el lenguaje del cómic, por la libertad creativa del noveno arte a la hora de representar y tratar temas tan comprometidos y por la variedad de público al que va dirigido. El proyecto Viñetas de Vida -del que podéis conocer más a través de la página www.ojoylapiz.com- cuenta con la participación de siete autores (Cristina Durán, Sonia Pulido, Álvaro Ortiz, Paco Roca, Miguel Gallardo, David Rubín y Miguel Ángel Giner) que ejercerán temporalmente de reporteros para recorrer siete países y contarnos siete historias sobre personas en cuyas vidas ha influido la cooperación española. Páginas de dos cuadernos con estas historias, las de Cristina Durán en Nicaragua y Sonia Pulido en Colombia, son las que pudimos ver en la exposición, el avance de un proceso paulatino que, según nos indicó el propio Pablo, pretende difundir el cómic on line en una primera fase y posteriormente en papel, publicado por la Editorial Astiberri. La exposición se complementaba, además, con sendos encuentros de los autores que contó con una gran participación por parte del público.
Situada junto al escenario, desde donde podía escucharse de manera continua el recurrente sonido que marcaba la transformación del Superdragón y que incitaba al público a adentrarse en el cubículo de paredes negras que albergaba el proceso, la de Iñaki Miranda, el autor del cartel de Expocómic de este año -y de una magnífica Rapunzel, la protagonista de Fabulosas. El reino oculto, el segundo volumen de la serie publicada por ECC que ahora forma parte de mi colección-, era una de esas exposiciones -pensé- que sin duda ganarían con la visita guiada. Después del interés provocado, perdérmela me supo francamente mal, sobre todo tras haber estado esperando hasta pasadas las once. Quizás el domingo a las diez y media era una hora demasiado intempestiva para hacerla. Aún así, tengo que reconocer la atracción casi hipnótica de ese espacio destinado a mostrar la propuesta de Iñaki Miranda que me llevaron en reiteradas ocasiones hasta este nuevo fenómeno artístico, el Metapop, un movimiento creativo que transciende al obsoleto movimiento Pop y que, según su particular manifiesto, pone su principal foco de atención en un ser sintético, el Superdragón, un ser casi humano que actúa como nexo de unión entre la evolución tecnológica y la creatividad del artista, un ser que se descomponía y recomponía simbólicamente junto a la magnífica explosión de color surgida de las ilustraciones que cubrían los negros paneles.
Toda una sorpresa, descubrir estos 12 nombres imprescindibles para la prehistoria del cómic español -desconocidos para mí hasta la fecha, salvo Apel.les Mestres, a quien, sin embargo, nunca se me hubiera ocurrido relacionar con el mundo del cómic- a través de algunos de sus originales publicados entre 1891 y 1930 en las páginas del semanario Blanco y Negro, del diario ABC y de su suplemento infantil Gente Menuda. Los originales de la exposición forman parte del fondo de dibujos de la Colección ABC del Museo ABC de Dibujo e Ilustración, integrado por más de 200.000 dibujos de más de 1.500 autores, de entre los cuales se han escogido para representar ese período autores tan polifacéticos y creativos como Emilio Ferrer, Fresno (Fernando Gómez Pamo del Fresno), K-Hito (Ricardo García López), Karikato (Cesáreo del Villar Besada), Francisco López Rubio, Mecachis (Eduardo Sáenz Hermúa), Apel.les Mestres, Ángel Pons, Francisco Ramírez Montesinos, Sileno (Pedro Antonio Villahermosa Borao), Tito (Exoristo Salmerón García) y Joaquín Xaudaró. Ilustradores, caricaturistas, humoristas gráficos y mucho más, capaces de compaginar textos e imágenes llenas de intención, de mostrar estilos, técnicas y tendencias distintas en cada dibujo, ilustración, historieta o tira cómica. En los trabajos expuestos, el fiel reflejo de una época: caricaturas llenas de expresividad se alternaban con viñetas humorísticas; historietas didácticas y moralizantes en ocasiones podían verse junto a otras tantas satíricas y socarronas; la crónica política del momento frente al puro entretenimiento que, personajes entrañables que hoy nos son desconocidos, ofrecían entonces a los más pequeños.
Como suele ser habitual en cada Expocómic, también en esta ocasión se ha contado con una exposición retrospectiva, la de “Pons, 30 años después”, un repaso a la trayectoria profesional de Alfredo Pons, fallecido en 2002, a través de sus trabajos para la revista El Víbora, editada mensualmente por La Cúpula entre 1979 y 2005. Dispuestos en los paneles y sobre una mesa auxiliar, los originales en blanco y negro y en color de los trabajos de este representante del cómic underground español -“la línea chunga”-, junto a las portadas definitivas de la revista a las que la elección de sus dibujos daban lugar, permitían ver la evolución de su estilo, desde los primeros números hasta los de los últimos años, retratando siempre el mundo sórdido y marginal de las Ramblas, los bajos fondos, los prostíbulos, los bares de alterne..., con los que construiría las historias (Amigas, Escaleras de Vecinos, Internas, Sarita, Lumis, Cómplices...) que ahora se recopilan en Alta Tensión, publicado por Ediciones La Cúpula.
Al igual que de la anterior, también de “Dentro de El Taller” podemos hacernos con un libro que, en este caso, recoge los proyectos de jóvenes promesas del tebeo que se han formado en la Escuela Superior de Dibujo Profesional. El fruto es El Taller. 2ª Temporada, editado por Dibbuks, y en él han participado veinte de los treinta y un estudiantes de la ESDIP de cuyos trabajos pudimos ver una pequeña muestra en la exposición: desde aquellos que explicaban todo el proceso, como Verónica Rufo en “Soul Sphere”, Rubén Caudel en “Eco” o Roberto Zoreda en “Real Show”, a los bocetos a lápiz de Verónica Álvarez (“Las sombras de Samhain”), pasando por páginas a lápiz, entintadas, en blanco y negro o en color. De los fragmentos de las historias seleccionadas, quizá destacar las de Álvaro Lianes (“Caronte”), Irene Membrives (“El castigo del lobo”), MIT (“Huésped”), Nacho Pesquera (“Sarah y Pete”), Guillermo Villegas (“Best Alliance”) o Erio Gallart (“Ébano”), que animaban a conocerlas en su totalidad. Lástima que no todas las que nos gustaron aparezcan en el libro.
Nos habló también de cómo influía en las escenas el estado de ánimo de los personajes o determinadas situaciones dramáticas protagonizadas por Víctor y Esther para hacer las viñetas más o menos pictóricas; de cómo prefería que el color lo hiciera otra persona -en este caso Javier Martín-; de cómo solucionaba a posteriori, una vez escaneado el dibujo, las deficiencias que podía observar en él en relación con la distribución y composición de las páginas, en el tamaño o situación de las viñetas o en detalles concretos -como el volante de un vehículo colocado en la parte equivocada en el dibujo original o un personaje que cae al vacío hacia una dirección y lo hará hacia la contraria en la versión definitiva-; de su preferencia por las viñetas de gran tamaño -o las viñetas oblicuas, planos generales, primerísimos primeros planos y planos detalle- para conferir un mayor dramatismo a las escenas, utilizando un lenguaje casi cinematográfico, como en la viñeta en la que las lágrimas de Esther continúan en la siguiente convertidas ya en gotas de lluvia, o en la de aquella en la que vemos acercarse velozmente el coche de caballos.
Quedamos encantados. Tanto que, en cuanto terminó, más de uno nos fuimos directos al escenario para conseguir su preciada dedicatoria en nuestro álbum. Un álbum al que añadimos otros “regalos” tras pasarnos por la Fnac donde aquella tarde del sábado tuve la gran suerte de conseguir una magnífica Gabriela de Mario Alberti y una inesperada dedicatoria de Énri Henninot, quien con un lápiz blanco me dibujó sobre la guarda negra a Selim Bey, la primera reencarnación de Vlad Tepes en Las Crónicas de Legión, un dibujo que él mismo calificó como “magique”, ya que sólo puede verse si colocas la guarda en la posición correcta. Un magnífico colofón para una tarde perfecta.
Sólo queda esperar que en su próxima edición Expocómic nos proponga exposiciones tan interesantes como las que hemos visto en ésta.
4 comentarios:
Hola Susana.
¡Pero mira que os curráis siempre el repaso a las exposiciones! No creo que haya ningún otro espacio web que las detalle con tanta profundidad como lo hacéis vosotros.
Siempre he dicho que es una de las actividades a las que, por desgracia, la gente menos atención le presta, obcecados en compras y firmas (que también están bien, pero no son lo único, vaya). Tanto las presentaciones express de este año como las exposiciones deberían haber tenido mucha más concurrencia de público.
Mis exposiciones favoritas de este año fueron la de Tirso y sus Crónicas de Legión (¡yo también estuve presente en la visita guiada y hasta me habéis pillado por ahí en una de las instantáneas del artículo!), la de El Taller y las superheroinas de Elektra.
¡Saludos!
Gracias por el cumplido. Supongo que disfrutaste de la visita guiada de Tirso tanto como yo. Este año sólo he podido acudir a una de las visitas guiadas que tenía previstas. La de Fernando Vicente era una de ellas, pero claro era incompatible con las firmas en la Fnac. En casos como éste, lo que más me gustaría es tener el don de la ubicuidad. Me lo pido cada año a los Reyes Magos, pero nada.
A ver si el año que viene coincidimos de nuevo.
¡Tremendo articulo este de las Expos! Comparto la opinión de Jolan: el mejor artículo de las Expos de Expocomic.
A mí me gustó muchísimo la de Fernando Vicente, pero con la que disfruté como un enano es con la de Tirso. Me quedé un buen rato tonto mirando la destreza con la que había utilizado su tremendo talento para hacer lo que (bajo mi punto de vista) es su mejor trabajo.
Una pena el haberme perdido la visita guiada :/
Coincido contigo. Expocómic acertó un año más con las exposiciones, pero sobre todo con la de Tirso. Cada página te atrapaba con sus detalles. También yo lo considero su mejor trabajo hasta el momento. Lástima que te perdieras la visita guiada, contigo haciendo comentarios hubiera sido genial.;)
Publicar un comentario