Y qué mejor para explicar esto que utilizar la más pura ciencia ficción, ese elemento capaz de hacernos soñar y de hacernos comprender de manera coherente y fácil lo inexplicable y lo incomprensible. Y nadie mejor para enfocar este conocimiento que ser participes como lectores pasivos de la prodigiosa mano de un Alfonso Azpiri (ayudado por otros autores en algunos guiones puntuales), con ese uso de la línea abarrocada y ecléctica, con regusto art decó, y ese dominio del color sucio y oscuro que hace gala con la aplicación magistral de la acuarela, la tempera y el guache.
El nombre de Alfonso Azpiri siempre ha sido relacionado con dos personajes sobradamente conocidos por el público: su magnífico Mot y su sensual Lorna. Este veterano autor lo ha hecho todo en el mundo del noveno arte, considerándose uno de los grandes dentro del panorama tebeístico de nuestro país. Un todoterreno del pincel que ha sabido concretar un sobresaliente trabajo en cualquier medio que le plantificaran delante, sabiendo aportar su calidad y su personalidad en pos de la espectacularidad, capaz de hacernos tanto un cómic serializado, como contarnos relatos cortos, trabajar para Penthouse Comix dibujando sensuales mujeres, como hacer portadas y portadas para los diferentes videojuegos, diseñándolos también, ilustrador como pocos que ha sabido patentar y defender como nadie esa línea sinuosa y ondulante, puro “latiguillo”, que siempre le ha acompañado y por el que ha tenido sus más fervientes defensores y sus más enardecidos detractores.
El nombre de Alfonso Azpiri siempre ha sido relacionado con dos personajes sobradamente conocidos por el público: su magnífico Mot y su sensual Lorna. Este veterano autor lo ha hecho todo en el mundo del noveno arte, considerándose uno de los grandes dentro del panorama tebeístico de nuestro país. Un todoterreno del pincel que ha sabido concretar un sobresaliente trabajo en cualquier medio que le plantificaran delante, sabiendo aportar su calidad y su personalidad en pos de la espectacularidad, capaz de hacernos tanto un cómic serializado, como contarnos relatos cortos, trabajar para Penthouse Comix dibujando sensuales mujeres, como hacer portadas y portadas para los diferentes videojuegos, diseñándolos también, ilustrador como pocos que ha sabido patentar y defender como nadie esa línea sinuosa y ondulante, puro “latiguillo”, que siempre le ha acompañado y por el que ha tenido sus más fervientes defensores y sus más enardecidos detractores.
Un autor que a sus sesenta primaveras está hecho un chaval, de una generación de autores como lo pueden ser Juan Giménez, Horacio Altuna, Luis Royo, Fernando Fernández, etc... que han aportado todo en la historia del cómic de nuestro país y que poseen, aún hoy en día, para alegría de sus lectores, esa chispa en su cuerpo que les mantiene frescos tanto a la hora de crear nuevas obras como de estar horas y horas atendiendo a sus fans en cualquier salón que los quiera acoger.
Esta serie de relatos cortos fueron recogidos primero en dos tomos gracias a Toutain Editor, a los que hay que añadir un tercer tomo gracias la Editorial Norma, lo que conforma una interesante trilogía donde se mezclan los sueños de la humanidad con sus peores pesadillas, todo esto envuelto en el tamiz y el particular lenguaje de la ciencia ficción, donde todo lo increíble puede ser creíble, y al revés. Y sí, es esa ciencia ficción que siempre le ha atrído a Azpiri y que la ha visto en inumerables películas y leído en infinidad de novelas, la que le ha posibilitado moverse como pez en el agua a la hora de crear mundos fantásticos del futuro, criaturas increíbles de otro tiempo y lugar, y diseñando naves y tecnología futuras impensables de poder imaginar.
Esta serie de relatos cortos fueron recogidos primero en dos tomos gracias a Toutain Editor, a los que hay que añadir un tercer tomo gracias la Editorial Norma, lo que conforma una interesante trilogía donde se mezclan los sueños de la humanidad con sus peores pesadillas, todo esto envuelto en el tamiz y el particular lenguaje de la ciencia ficción, donde todo lo increíble puede ser creíble, y al revés. Y sí, es esa ciencia ficción que siempre le ha atrído a Azpiri y que la ha visto en inumerables películas y leído en infinidad de novelas, la que le ha posibilitado moverse como pez en el agua a la hora de crear mundos fantásticos del futuro, criaturas increíbles de otro tiempo y lugar, y diseñando naves y tecnología futuras impensables de poder imaginar.
El primer tomo tiene el título, simplemente, de Pesadillas, publicado por Toutain Editor y en un total de siete relatos, Azpiri nos explica en clave de ciencia ficción los anhelos y los sueños que tiene cualquier tipo de vida, de ser racional, de ver el futuro con optimismo y de estar en la creencia que teniendo a favor a los dioses las preguntas sin respuesta plausible serán contestadas si se tiene fe en ello. Pero, a veces, para alcanzar ese objetivo que está en el imaginario religioso colectivo de todos, una serie de duras pruebas hay que superar para alcanzar la verdad y el conocimiento, muchas de ellas convirtiéndose en verdaderas pesadillas, donde la avaricia, la codicia o el fanatismo pueden llegar a destruir lo que de "humanidad" puede haber en las cosas de la vida. Y también aprendemos que no hay mayor pesadilla para cualquier especie, aún no conocida y sólo existiendo en nuestra imaginación, que el propio hombre, capaz de lo mejor y, sobre todo, de lo peor, y, con su instinto de supervivencia, de creer que sólo ellos tienen derecho a sobrevivir finalmente o el resto de la especies de sobrevivir si ellos quieren.
El segundo tomo, Otros sueños (Toutain Editor), consta de seis relatos, y continuamos con los anhelos de los humanos en un futuro que se nos presenta incierto, anhelos que pueden convertirse en pesadillas por la lucha de la supervivencia pura y dura, de unos contra otros, aunque seguramente sin saber cuál es el origen de toda esta determinación. Luchas que pueden extenderse a otras razas e, incluso, llegado el momento, ser las mismas máquinas y robots creados por la mano del hombre los que remplazarán a éste si la situación y los hechos lo aconsejan o lo posibilitan. Todo un abanico de probabilidades que nos intentan explicar hacia dónde se encamina la humanidad, hacia un futuro esperanzador, hacia un Mundo feliz o hacia su más absoluta autodestrucción.
En el tercer tomo, Despertares, publicado por Norma Editorial, vemos un cambio ya patente del autor respecto a los anteriores álbumes, donde ya pasa a un dibujo más esquematizado, pero nunca sin perder ese realismo personal que tanto le caracteriza, santo y seña de toda la obra de Azpiri. En una palabra, va pasando del realismo de la ciencia ficción de los años 80 a un estilo más acorde a los nuevos tiempo, que va perdiendo ese realismo ochentero para pasar a un dibujo menos, digamos, “hiperrealista” de finales de los noventa en adelante. Tenemos historias desde humanos jugando con el pasado y modificándolo, hasta cómo se creó el Infierno, como también conoceremos al virus más mortífero que existe en el universo, o las persecuciones fanáticas en nombre de la religión ¿contra quién? Todas ellas historias probables en un mundo o una realidad diferente (o demasiado semejante) a la nuestra.
Una de las características de todas estas historias cortas es su comienzo, introduciéndonos en una historia de la que desconocemos de dónde viene, que nos cuesta un poco saber hacia dónde va, manteniendo ese prurito de intriga pero sin llegar a entender bien, bien donde estamos. Son unos guiones, tanto los del propio Azpiri como los de otros autores (Buiza, Díaz) muy crípticos, siempre con un propósito muy claro pero que sólo llegamos a entender cuando llegamos al final de la narración, muchas veces sorprendente, y a veces con una clara moraleja intuida que nos invita a la reflexión.
Una de las características de todas estas historias cortas es su comienzo, introduciéndonos en una historia de la que desconocemos de dónde viene, que nos cuesta un poco saber hacia dónde va, manteniendo ese prurito de intriga pero sin llegar a entender bien, bien donde estamos. Son unos guiones, tanto los del propio Azpiri como los de otros autores (Buiza, Díaz) muy crípticos, siempre con un propósito muy claro pero que sólo llegamos a entender cuando llegamos al final de la narración, muchas veces sorprendente, y a veces con una clara moraleja intuida que nos invita a la reflexión.
Así que ya sabéis, si queréis imbuiros de buena ciencia ficción, que os haga pensar y reflexionar sobre nuestra forma de hacer y ser, de cómo somos y hacia dónde nos llevará por ser como somos, os aconsejo que leáis esta serie de relatos cortos de un autor como Azpiri, verdadero entendido en esos temas y que los sabe tratar como nadie, con su toque tan personal y característico que a mí, personalmente, me atrae y me encanta.
Un saludo cordial.
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