Juan Miguel Aguilera ha publicado su última novela con el sugerente título de “Sindbad en el País del Sueño” (Editorial Fantascy). Con semejante título, y el aval de su autor, era IMPRESCINDIBLE su lectura. No me ha defraudado nada porque he vuelto la vista atrás hacia aquellas películas de aventuras de hace tantos años, a esos cuentos maravillosos tradicionales, a una vuelta a lo exótico pero cercano, a un personaje emblemático de la Aventura, a Simbad el marino de “Las Mil y una Noches”.
Sindbad ha vuelto al puerto de Basora tras una larga expedición mercantil. Con su barco “El Viajero” preparado para descargar, acude en ayuda de un joven polizón perseguido por unos soldados extranjeros. De este joven conocemos que su padre, célebre orfebre, ha sido reclutado y su hermano mayor se ha hecho cargo del negocio. Pero estos mismos que le persiguen lo han matado y todo por un libro que contiene el arte de su padre. Se inician así una serie de aventuras que tienen por protagonista a este libro misterioso, la curiosidad y sed de aventuras de Sindbad. Entrarán en juego un barco misterioso, una interesante mujer, el misterio de los djinn y su escondida ciudad. Y, como no podían faltar, alfombras voladoras.
Juan Miguel Aguilera es un conocido y reconocido, escritor de Fantasía y sobre todo de Ciencia Ficción. Nacido en Valencia en 1960, se formó como diseñador industrial y también es ilustrador. Con Javier Redal ha escrito ciencia ficción como “Mundos en el abismo” (1988) , “Hijos de la eternidad” (1990) o “El refugio” (1994), Premio Ignotus 1995. Con el autor Rafael Marín “Contra el tiempo” (2001) y “Oceanum” (2012) y también en 2012 “La Zona” con Javier Negrete. En sus obras en solitario mezcla la fantasía creando ficción histórica, “historia especulativa”: “La locura de Dios” (1998, Premio Ignotus 1999), “Rihla” (2003), “La red de Indra” (2009). Ha elaborado numerosas portadas como ilustrador y del año 2000 al 2002 ha sido presidente de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror. Ha recibido numerosos premios por sus novelas o relatos cortos o ilustraciones: el Ignotus, Alberto Magno, Imaginales, Bob Morane. Y también a colaborado en guiones cinematográficos y en cómics.
Esta vez ha recogido el espíritu de la Fantasía oriental, clásica y conocida de “Las Mil y Una Noches” pero con protagonistas y aventuras renovadas. Como en la mejor tradición oral de los cuentos orientales nos presenta a Sindbad (que no el conocido y tradicional “Simbad”) el aventurero audaz y curioso de siempre. Sus viajes son ya conocidos en el inicio de esta aventura y como mercader y aventurero tiene ya su reputación. Parece que desea un período de paz y sosiego, que descanse “El Viajero”, pero ni las circunstancias ni su verdadero afán se lo permiten. A la idea de ayudar al joven Radi en la búsqueda de su padre y de los responsables de la desgracia de su familia, se unirá la presencia de una misteriosa embarcación que parece moverse por arte de magia o por una ciencia muy avanzada. El sabio Yahiz, estudioso acompañante de Sindbad en su último viaje, deseará saber mas y poder estudiar dicho fenómeno. Una hermosa mujer, Aisha, aparecerá en medio de la trama. Su hermosura y desgracia llenarán el corazón de nuestro aventurero contribuyendo, a su vez, a resolver el misterio del libro del orfebre y de la embarcación misteriosa.
Pero no solo tenemos el elemento humano: el elemento inmortal aparece en las figuras de los djinns, seres inmortales creados antes que los hombres y de naturaleza benigna o maligna, aliados o enemigos de los hombres. Sindbad y su grupo llegarán a su fabulosa ciudad con un diseño y estructura fantástica y una biblioteca que hará las delicias de Yahiz por el saber que recoge. Allí encontrarán a otros mortales que han llegado allí para convertir a los djinns y compartir su saber.
Para llegar a esta ciudad realizaremos un viaje que nos llevará de Basora a Bagdad, a las aguas del Índico y mas allá. De tierras conocidas llegaremos a tierras lejanas, poco conocidas, como Zanzíbar y luego ya entraremos en tierras desconocidas misteriosas y peligrosas. Cruzarán mares, tierras y desiertos. Conocerán otras culturas y compartirán penalidades. Es un viaje que presentará lo mejor y lo peor de cada uno de ellos. Clásico viaje de un grupo de personajes con un fin común pero con distinta mentalidad y distintos puntos de vista. Pero esta ciudad de los djinns no será su meta definitiva. Con su ayuda y consejo buscarán la ciudad perdida de Salomón, compendio de todo saber y fuente de grandes riquezas. La búsqueda de esta ciudad, las luchas por llegar a ella, las intrigas y acertijos, ponen a prueba la integridad y el valor de Sindbad.
Ya os habéis fijado que Juan Miguel Aguilera no utiliza el clásico nombre de “Simbad”. Ha tomado una acepción mas antigua de la zona de Oriente, origen de sus aventuras. Y eso tiene su explicación y su lógica: ya lo sabréis durante la lectura de la novela, del por qué de este nombre y su origen.
Cabe destacar las ilustraciones que presenta el libro. Son todas de Juan Miguel Aguilera (que ha hecho muchas portadas para diferentes novelas). En la portada destacamos la acción y el orientalismo de la composición. Con trazos realistas pero exóticos y gran dinamismo vemos la lucha desde las alfombras voladoras. Es una portada que es un buen reclamo y ya nos indica la acción de la novela. La contraportada, en blanco y negro, es todo lo contrario: una apacible noche, encantadora, en un puerto. La luz y las sombras nos recrean un lugar misterioso donde cualquier cosa puede suceder. A lo largo de los capítulos tenemos otras ilustraciones que nos acercan a las aventuras de Sindbad. Y además tenemos dos mapas (¡me encantan los mapas!). Uno es el que nos indica la ruta de la misteriosa nave y el otro las tierras a las que llegan Sindbad y su grupo. Este mapa nos marca la costa, los principales ríos, las montañas y nos indica la ciudad de los djinns, haciéndonos una idea de estas tierras desconocidas. Otra interesante ilustración es la que nos muestra las distintas clases de djinns y su escala entre ellos y respecto a los hombres.
Y ya como último deciros que al final de cada capítulo tenéis códigos QR para ampliar información.
Con esta novela nos salimos de las sagas nórdicas y volvemos a los viejos conocidos aventureros, a estar bajo la luna en el desierto, a los ruidos y olores de los mercados, a una fantasía oriental, muy conocida y cercana. De rápida lectura, de muy buena ambientación, con acción y misterios por resolver, Juan Miguel Aguilera consigue una novela de lo mas interesante y entretenida. Os gustará. A disfrutarla, saludos y hasta pronto.
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