Elegir una opción implica siempre desistir de otras tantas posibilidades, pero algo a lo que una no puede sustraerse es a pasearse por escenarios tan inherentes al propio Saló como son las exposiciones, a disfrutar de esos momentos en los que, lejos de perder el tiempo, acabas reencontrándote con él, no en vano son capaces de sorprendernos por la calidad de los trabajos que se muestran, de divertirnos o emocionarnos con historias protagonizadas por personajes que nos hacen pensar o desconectar de la rutina por un momento, de hacernos sonreir con frases absurdas y ocurrentes, de permitirnos viajar a un país de gran tradición historietista o de recordar cómo hemos ido creciendo mientras descubríamos que todos los mundos imaginables eran posibles a través de los tebeos.
De hecho, este año, en cuanto entrabas al Saló, te veías inmersa en ese imaginario personal generado por los recuerdos de tiempos pasados y, quizás por ello, mejores, cuando la felicidad era abstraerse leyendo tebeos para pasearse por universos que jamás hubiéramos podido imaginar y sentir como propias las vidas de los personajes que nunca llegaríamos a ser.
Por una parte, la exposición conmemorativa del 75 aniversario de Flash Gordon, pero también de Jungle Jim y del Agente Secreto X-9, ya que todos ellos, creados por Alex Raymond, hicieron su aparición en 1934. Un cohete en pleno despegue había provocado una acumulación de gases que conformaba un espacio circular en el que se ubicaba, celosamente custodiada por un guardia de seguridad, una colección privada compuesta por planchas originales, en blanco y negro, de las aventuras de Flash Gordon, uno de los iconos legendarios de la ciencia ficción de todos los tiempos -y también uno de los más censurados, como pudimos comprobar el año pasado en la exposición Viñetas censuradas-, y de Jungle Jim, un cazador en las selvas del sureste de Asia, acompañado siempre por su fiel Kolu.
Mientras, en el exterior, junto a sus respectivas cartelas explicativas, se disponían los dibujos a color de los personajes que acompañan a Flash Gordon en sus andanzas por el planeta Mongo: Dale Arden, el doctor Zarkov, el tirano Ming, el príncipe Barin, la princesa Aura…
Por otra parte, la exposición de Esther y sus mundos, con la que no puedo menos que reconocer que me invadió la nostalgia. Yo era de las que me gastaba la paga de los domingos comprando revistas como Lily o Gina, pero también las Joyas Literarias Juveniles, serie azul, en cuya colección se publicaban las historias de Candy, La Familia Feliz (me gustaba tanto que incluso llegue a aprenderme las provincias del Canadá), Cristina y sus amigas, y, cómo no, Esther. La exposición me permitió hacer un recorrido por la vida de este personaje creado por Purita Campos: desde las páginas de la primera época, cuando era Patty’s world, con guión de Phillip Douglas, en una ciudad inglesa en los años 70, pasando por la edición española realizada por Bruguera -que la Editorial Glénat comenzó a reeditar en el año 2007-, hasta llegar al momento actual en que Las nuevas aventuras de Esther, con guión de Carlos Portela, nos muestran cómo ha pasado el tiempo para la protagonista, ahora una mujer separada, que sigue enamorada de su amor de juventud, que es madre de una hija adolescente y que conserva toda la simbología que Purita Campos creó para ella .
Quizás lo que me hizo insinuar una sonrisa de complicidad fue ver la recreación de cómo era la habitación de una adolescente en los años 70 y 80, con el tocadiscos, los ositos de peluche, el secador de pelo, los posters de los actores y cantantes favoritos clavados en las paredes.
Viajar a Bélgica es uno de los sueños que una espera hacer realidad algún día y más después de visitar la exposición que publicitaba Bruselas y Valonia, la parte francófona de Bélgica, como una cita obligada para descubrir este país a través de su relación con el noveno arte, gracias a las actividades y exposiciones “especial cómic” programadas para este año. Cinco fotógrafos españoles nos ofrecieron a través de “Cinco miradas al cómic belga” su visión particular del país: con las imágenes captadas por Félix Lorenzo, Jordi Oliver, Rafa Pérez, Ricardo de la Riva y Patxi Uriz recorrimos las rutas del cómic belga, dimos un paseo por una Bruselas distinta, con edificios y calles de paredes medianeras decoradas con murales de BD, o descubrimos paisajes y escenarios de una región de gran tradición historietista, Valonia -en este caso acompañados por Solia, el personaje creado por el dibujante belga Dany para representar el cómic en el sur de Bélgica en este año-, que hemos visto más de una vez representados en la ficción.
En uno de los extremos del Saló, junto a la zona de videojuegos, abierta este año, Batman: Barcelona, el caballero del dragón recordaba mucho por su estética a la que el año anterior había cobijado las ilustraciones de Tim Sale para la serie Héroes. Habida cuenta de la publicidad que se había venido dando en diferentes medios sobre su publicación por Planeta deAgostini y la presencia en el Saló del guionista, Mark Waid, el dibujante, Diego Olmos, el portadista, Jim Lee, y la colorista, Marta Martínez, esta exposición fue una de las más visitadas, sobre todo para comprobar cómo se parecía la realidad a los magníficos dibujos de Diego Olmos, cuyos originales, en blanco y negro, eran custodiados por un Batman imponente con el que todo el mundo parecía querer fotografiarse.
Quizás porque las llevamos un año esperando, las exposiciones de los premiados en la anterior edición del Saló son las que más apetece visitar.
En un espacio próximo a la zona de firmas de Ficomic, compartían paneles cuatro exposiciones: La de Arrugas, de Paco Roca (Astiberri), que consiguió el año pasado, entre otros muchos, el Premio a la Mejor Obra y al Mejor Guión de Autor Español 2007. Primero en Madrid (pinchando aquí podéis ver imágenes de esta misma exposición en la Fnac Callao), después en la Fnac de Valencia y por último en Barcelona, ésta era la tercera vez que me paseaba entre los originales de Paco Roca y sus ya célebres post-its, dispuestos en sendos paneles presididos por la terrible imagen de “la escalera que lleva al piso de arriba” y su metafórico significado.
Casi podías imaginar que Jazz había dejado de tocar la trompeta en el preciso instante en que mirabas su imagen blanca recortada sobre el negro de los paneles de la exposición dedicada al Premio al Mejor Dibujo de Autor Español, Jazz Maynard I: Home sweet home, de Roger Ibáñez (Diábolo Ediciones). Una ambientación de antro sacado de novela de género negro para disfrutar de las páginas en blanco y negro del primero de los tres volúmenes de la serie publicados hasta el momento (la del cuarto está prevista próximamente) de la magnífica historia de Raule magistralmente dibujada por Roger.
En contraste con las anteriores, en las que predominaban el blanco o el negro, el Premio Josep Toutain al Autor Revelación 2007, otorgado a Carlos Areces (Carlös), se ubicaba en un espacio lleno de color tan profusamente decorado que el papel pintado, la chimenea de cartón piedra encendida, las viñetas de Carlös (cuyas frases ocurrentes jugaban con títulos de películas) enmarcadas en molduras doradas, y el rincón de lectura presidido por un sillón orejero desvencijado en el que a todos nos apetecía sentarnos, producían una divertida sensación de “horror vacui” contradictorio que dejaba escapar más de una sonrisa. Seguramente fue una de las exposiciones más visitadas.
El Premio al Mejor Fanzine Español recayó el pasado año en el Fanzine Enfermo. La Editorial Astiberri ha publicado un integral que recopila los 8 números aparecidos más uno inédito. El proyecto agrupaba a un colectivo de autores que ha destacado por la calidad y personalidad de sus trabajos y que ha visto consolidarse con el paso de los años: Alberto Vázquez, David Rubín, Lola Lorente, Fermín Solís, Miguel Porto, Brais Rodríguez, … hasta 18 autores plasmaron su buen hacer en las páginas de un proyecto que ha dejado de existir y cuyo “espíritu” pudimos ver en la exposición.
La de Pasqual Ferry, Octubre, Gran Premio del Saló, en reconocimiento a toda su trayectoria profesional, era como un túnel del tiempo a través del cual podía seguirse la evolución de sus trabajos: primero, los realizados para el mercado español, sobre un fondo dorado, originales en blanco y negro y a color de páginas de Crepúsculo, Sebastián Gorza, La ruta de la medusa, La torre, recopiladas en Octubre (Astiberri), páginas entre las que destacaría las que plasmaban de manera admirable una ciudad bellísima, Venecia; después, una muestra de su producción tras marcharse a USA para dedicarse a dibujar superhéroes para Marvel y DC, con aportaciones de un nuevo proyecto protagonizado por un personaje singular, Cornelius Azzarus Fortune, cuya representación a tamaño natural se exponía justo en el punto de unión entre ambas épocas.
Suele ocurrir que siempre hay una exposición que te emociona. Esta vez fue la dedicada a S., de Gipi (Sins Entido), que obtuvo el Premio a la Mejor Obra Extranjera publicada en España. Gipi es un autor que sabe contar historias y es capaz de convertir la cotidianidad en bellos relatos que te enganchan por la temática, su carácter próximo e intimista y la belleza de sus ilustraciones iluminadas con acuarelas. Verlo dibujar fue una verdadera delicia.
Compartiendo espacio con Gipi, se encontraban la exposición dedicada a Obama (una pared llena de grafittis evidenciaba el interés suscitado por el nuevo presidente de los Estados Unidos, caricaturizado por varios dibujantes y convertido, por ejemplo, en personaje del cómic Spiderman... la política norteamericana y la actualidad en los cómics de Marvel, gracias a Todd Nauck, quien precisamente firmaba su obra en el stand de Panini)...
Otra de las exposiciones que se podía visitar junto a las anteriores era la de uno de los invitados estrella de este Saló Jim Lee, un tanto escondida, eso sí, en la que pudimos dar buena cuenta de los trabajos en el mundillo de los superhéroes de este autor de origen surcoreano, tanto en la Marvel como en la DC, así como en varias etapas en Image, de la que fue uno de sus fundadores, o en Wildstorm, sello que él mismo creó en su momento, y no perdernos detalle de los impresionantes dibujos que ha realizado a lo largo de su trayectoria profesional de personajes como Batman, Robin, Superman, Patrulla X, Cuatro Fantásticos o WildC.A.T.S.).
Junto a las tres exposiciones anteriores se encontraba la dedicada a Misty Circus nº 1: Sasha, el pequeño Pierrot, la última obra de Victoria Francés, protagonizada por Sasha un payaso melancólico en un circo decadente. La exposición, junto a láminas del álbum y fotografías de su autora, estaba presidida por un modelo creado por la diseñadora Maya Hansen, con el que esta autora valenciana de estilo inconfundible aparece retratada.
Galicia ha sido este año la comunidad invitada. Galicia Tempo de BD promocionaba la historieta gallega con sendas exposiciones, Miña Terra Galega y Viñetas Descubiertas. La primera ofrecía la posibilidad de disfrutar de ocho historias de cinco páginas cada una de otros tantos dibujantes de trayectoria bien distinta (José Domingo, Alberto Guitián, Emma Ríos, Iván Suárez, Alberto Vázquez), si bien destacaría, precisamente, las que más me impresionaron: las de Diego Blanco, Manel Cráneo pero, sobre todo, la de Kiko da Silva.
La segunda mostraba cuatro planchas de obras representativas de nueve autores galardonados con los primeros premios en los concursos convocados por la Xunta de Galicia y la Diputación de A Coruña (el Premio Castelao): Marcos Calo, Mariano Casas, Cosme, Jacobo Fernández, Jano, Juan Luis Pérez, Martín Romero, David Rubín y Antonio Seijas. Indicar también que en el stand de venta te obsequiaban con un ejemplar de Compañeiros. Homenaxe ás vítimas do Portiño, de Xosé Tomás, editado por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica d’A Coruña. Leerlo fue un verdadero regalo.
No podía haberse elegido un mejor momento para presentar la exposición Viñetas en fuera de juego en un escenario que era tal que un campo de fútbol con sus porterías, su publicidad, sus futbolistas en el césped artificial y gradas repletas de espectadores caricaturizados, de portadas del TBO o Patufet, personajes de tebeo o viñetas de Zipi y Zape, los Pitufos, Marco Antonio, Mortadelo y Filemón, Pepe el Hincha, Oliver y Benji, Porquinho o Eric Castel en las que el deporte rey era el protagonista. Precisamente, en relación con este último personaje, la Editorial Norma sorteó una camiseta del Barça con el número 7, la misma con la que el futbolista "jugó" en el equipo tricampeón del año.
Conmemorando los aniversarios de superhéroes atípicos e irreverentes, señalar las exposiciones dedicadas a Cálico Electrónico (que representaba a Electronic City) el protagonista de la serie de animación flash creada por Niko y su equipo Nikodemo Animation, que cumple su quinto aniversario, y donde se podía ver una gran variedad de merchandising, se podían realizar diversas actividades, así como como diferentes originales de la serie y el volumen nº 6, con la colaboración de artistas invitados, entre otros, como Cels Piñol, quien también celebraba el 20 aniversario de su Fanhunter con otra exposición que ponía punto final a la primera saga y marcaba el comienzo de Fantom Town.
Y finalizar hablando de los espacios expositivos dedicados a los premiados en los concursos organizados por diversas instituciones y que se ubicaban, como cada año, en la zona central del Saló. Una forma de fomentar la creación de historietas entre los jóvenes, con una muestra de los trabajos premiados en la segunda edición de Creacómic, patrocinado por la CAM, en las categorías de Solidaridad, Medio Ambiente y Cultura; de los proyectos finales de los alumnos de la Escola Superior i Art Llotja de Barcelona; de los premios del INJUVE 2008; del Concurso de Cómic “Ciutat de Cornellà”; del Premio “Tira Còmica més Jove”, promovido por el Carnet Jove de la Agència Catalana de la Juventud; del certamen “Blasillos” (2008), una iniciativa de Forges, así como los del segundo concurso d’Humor Gràfic Esportiu organizado por la Fundació Catalana de l’Esport.
Esperemos que el año próximo podamos disfrutar tanto como éste.
(Fotos: Juanmi / EduXavi)
7 comentarios:
Estupendo recorrido por las expos: muchas gracias a la narradora y a los reporteros gráficos!!
besitos
... los más dicharacheros de Barrio Sésamo :-)!!!
Madre del amor hermoso! La crónica más exhaustiva que he leído en milenios! Cuántas cosas me perdí (y eso que estuve todos los días)!
Saludos a todos!
Pero, Raule, tú eras de los que había ido al Saló a trabajar y "dar el callo" haciendo felices a tus fans incondicionales que hacíamos largas colas para conseguir tus palabras y tu autorretrato. Por cierto, que estamos esperando tu crónica. Ésa sí que vale la pena;-)
Por eso no puedo hacer otra de esas crónicas, Susana, porque después del Saló hay que seguir dando el callo, jeje. Afortunadamente, han salido varias cosillas y no puedo permitirme el lujo de actualizar el blog como quisiera. Pero me alegra ver que he dejado mi legado en buenas manos, jajajaja!
Saludos a todo el equipo!
Nos alegramos mucho de que te salgan otras "cosillas" y que no pares de trabajar, ¡¡¡A DESTAJO!!!, como por ejemplo la magnífica noticia de que habrá un 4º volumen de Jazz Maynard :-)... Y, tranquilo, tu legado está más que asegurado con los TraZeros ;-)
Vaya comentarios del Salón hay aqui:
http://latorredehercules.blogia.com/2005/100404-galeria-de-victoria-frances.php
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