La Editorial Minotauro publicó en el mes de junio sus novedades en Fantasía y, con buenos augurios pero sin parafernalia de marketing, llegó a nosotros “Bajo la hiedra” de Elspeth Cooper, primera novela de esta autora. De entrada la temática parece muy sencilla: joven que necesita ayuda y un mentor dispuesto a ayudarle. Pero presenta unas situaciones originales: el mundo en el que vivimos está separado por el Velo del Reino Oculto y el equilibrio está a punto de romperse.
En una civilización pseudo-medieval, con diferencias claras de clase, dividida en varios reinos, Gair es un joven novicio de la Casa Materna. Niño abandonado, ha sido recogido por una familia que le ha dado cobijo y cariño. Pero sus actuales circunstancias son fatales: enviado con diez años a la Casa Materna de la Iglesia porque tiene unos dones especiales, no se ha corregido e incluso ha desarrollado aún más su poder. Acusado de brujo, encerrado y torturado, no responde a las expectativas de sus carceleros y por eso debe morir en la hoguera. En el momento de su sentencia, surge un insospechado benefactor en la figura del preceptor Ansel: sólo será marcado y desterrado de la ciudad santa. Expulsado de la ciudad es socorrido por un extraño anciano: Alderan. Con la idea de ayudarle y educar su poder, Gair accede a ir a su escuela.
Esto es el inicio de la novela. Ya nos impacta que se inicie con la angustiosa situación de Gair, los interrogatorios, la tortura a la que lo someten. Pero también advertimos desde el principio que en la propia Iglesia hay distintas facciones y puntos de vista para aplicar la Ley y la interpretación de la Fe. Tiene muchas connotaciones con la antigua Inquisición católica, por métodos, juicios y tortura y, además, hay que añadir que no es un dios a quien veneran: es una diosa, madre y protectora, Eador.
Tenemos una sociedad con tintes antiguos, medievales en la que, cosa curiosa, se bebe mucho brandy, de mejor o peor calidad, y no cerveza o hidromiel, como en otras novelas de fantasía. En esta sociedad no se admite la magia, el poder oculto, pues es considerado obra del Innombrable para condenar y llevar a los Infiernos a todo buen creyente. Se hace referencia al Reino Oculto, tras el Velo, pero son consideradas leyendas e historias de viejos para asustar a los niños.
Pero no por negarlo, deja de existir el otro Reino y la magia. El Velo es lo que separa a ambos mundos y ya hay indicios que se está rasgando, cediendo y dejando pasar criaturas a nuestro lado. Estas criaturas no son buenas ni malas, son diferentes y su acción sobre nuestro mundo no es conocida pero no puede ser buena del todo.
Al tiempo que se creó la Iglesia, se crearon los Guardianes del Velo, personas con poderes y sensibilidad que guardan que el Velo resista y los mundos permanezcan separados. Pero la Inquisición les ha perseguido y masacrado durante años y ya quedan muy pocos. Viven en alerta perpetua y no pueden dejarse coger porque acabarán con ellos y el Reino Oculto también estará amenazado.
La “escuela” de Alderan, en las Islas Occidentales, es una hermosa finca de campo, en un paisaje claramente mediterráneo: suaves colinas con olivos y almendros, jardines llenos de luz con naranjos y limoneros. Es el último refugio y lugar de enseñanza para todos aquellos que tienen poder: la magia. Porque la magia debe ser controlada de lo contrario puede acabar con el propio sujeto con locura o muerte y dañar a los de su alrededor. Llama la atención como se manifiesta la magia: por medio del canto. Un canto que surge del interior, se adapta a tu voluntad y deseos. “Gair oyó el canto como una tonada, rítmico como el ronroneo de un gato satisfecho, presente, cambiante como el cauce de un arroyo”. Además cada canto tiene sus colores característicos, o combinación de varios, conjuntando melodía con manifestación de colores. Y cada mago posee su propio canto, sus propios colores y su propia especialidad. Puede provenir del aire, fuego, tierra o agua y, además, una muy poco conocida y con muy pocas personas que lo consiguen: el cambiaformas, transformarse en un animal concreto, según gustos y habilidades.
Gair posee un enorme potencial, es apto en todas las especialidades y, además, es cambiaformas. Alderan comprende que puede llegar a ser un poderoso mago. Lo tiene todo a favor: una buena base de educación, tanto mental como guerrera, poderes extraordinarios y especialidad única. Todo debe ser bien conducido y desarrollado: Alderan tiene una espina con un antiguo alumno, Savin, que utiliza su poder para su satisfacción personal y egoísmo, sin pensar en las consecuencias.
Los tiempos que corren son duros y, en la Iglesia, el preceptor Ansel se da cuenta e intenta llegar al origen y fundación de la Iglesia porque él también comprende que los dones de la diosa no pueden ser maléficos. Es un anciano que lleva muchos años de director y con un pasado muy importante como guerrero. A lo largo de los años no ha dejado de crearse enemigos y ya lo observa en el juicio contra Gair. No por eso deja de investigar ni de intentar arreglar la situación.
A lo largo de la novela llegamos a entender el título de “Bajo la hiedra”. Se nos presenta la original manera de representar la mente y el potencial de Gair como un laberinto de hermosos y frondosos setos, con plazoletas y ensanches que son atacados por una salvaje y ruin hiedra que pretende aprisionar y ahogar a Gair, tanto física como psíquicamente. Es la manera mental que se propone Savin de destruir a Gair por su enorme potencial, por sus valores y por la defensa que éste hace de las cualidades de los Guardianes del Velo y de la defensa de la escuela de Alderan. También la imagen de la portada es ilustrativa de ésta situación: con la asustada imagen de una ninfa de piedra ahogada por la hiedra y la mano real, desesperada, pidiendo ayuda.
Los protagonistas son el típico joven que necesita desarrollar sus poderes y el anciano sabio y mentor que le ayuda. Es una situación muy común en las novelas de fantasía pero a mí no me molesta: siempre me ha gustado ver la evolución de los personajes, cómo se desarrollan y cómo puede variar su actuación. En cuanto al mentor, sí es el típico sabio, pero con un sentido del humor y de la oportunidad muy chocantes.
Las relaciones que se establecen entre los personajes, principales y secundarios, llevan al compañerismo, a la amistad, al amor, al rencor. No son ñoñas y se establecen como un desarrollo más de la vida de toda persona. Porque envidiar al más fuerte, sentir rencor por sus habilidades o una sincera amistad, son situaciones de lo más normal y lógicas. Tenemos también nuestra parcela de amor, un poco diferente: Gair y su maestra Aysha se tienen un hermoso y profundo amor, aunque teñido de tragedia.
Una novela no complicada, fácil de leer, que sin ser extraordinaria, es digna, con una Iglesia muy estructurada, una sociedad claramente definida en unos países y paisajes bien construidos y la magia que es rechazada pero necesaria. Nos deja muchos campos abiertos: la ruptura del Velo, la situación de la Iglesia, el futuro de la escuela, el desarrollo de Gair, el ambiente de guerra. Nos quedamos con la curiosidad de saber mucho más sobre todo esto.
Saludos y hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario