Esta reseña no va a ser una reseña normal, ni concienzuda, ni bien documentada. Va a ser una reseña salida de las entrañas, de los higadillos, del corazón. “Elric: El trono de rubí” (Yermo Ediciones, 2013) llegó a mí como regalo de cumpleaños. Conocía al hechicero albino por el ciclo de sus novelas pero no conocía ninguna interpretación gráfica suya. Lo que he podido ver por ahí, en cuanto a ilustración, son adaptaciones de relatos cortos, precuelas, cosas nuevas. Pero ahora se pretende seguir e interpretar el ciclo de novelas de Elric de Melniboné de Michael Moorcock.
La editorial francesa Glénat anunció su publicación para mayo de 2013. Su intención es la de ir publicando las adaptaciones de las novelas del personaje de Michael Moorcock. Y, como siempre, ¡a saber cuando se conocería en España! Por suerte no ha sido así. En septiembre de 2013 se creó Yermo Ediciones dedicada a editar cómics. Y una de las primeras publicaciones es este “Elric: El trono de rubí”. Bienvenida sea esta editorial y larga vida a su trayectoria.
El personaje de Elric de Melniboné ha llegado a ser uno de los personajes más representativos e influyentes en la Fantasía. Creado por Michael Moorcock (Londres, 1939,) su primera aparición fue en 1961, publicaría otros relatos cortos que formarían el primer ciclo de Elric, siendo recopilados en 1965. Siguieron otros relatos cortos hasta que, en 1972, publicó la primera novela titulada precisamente “Elric de Melniboné”. Y siguió siendo el protagonista en otros tomos y cinco novelas más.
Esta adaptación de Elric se basa e inicia en la primera novela. Elric es el joven emperador del Trono de Rubí, en la Isla del Dragón. Albino, delgado y débil, no es bien considerado por sus súbditos y por sus familiares. Necesita de las drogas para sobrevivir y es, al tiempo, un gran hechicero. La historia en este cómic se inicia con esta planteamiento, con las luchas de sus antepasados, el desprecio de su primo, y posible sucesor, Yyrkoon, sus manejos políticos e intrigas palaciegas para sustraerle el trono.
La historia está adaptada por el guionista Julien Blondel. En el prólogo, el mismo Moorcock reconoce que ésta adaptación es la más próxima a la visión original del personaje, e incluso dice que mejora la historia original. Capta perfectamente la idea de absoluta decadencia que quería reflejar en sus libros. Y esto no es por casualidad porque Julien Blondel es un gran guionista. Nacido en Reims en 1975 empieza a escribir guiones en 1994, colabora en distintos periódicos y realiza los guiones de diversos juegos de rol (“Prophecy”, “Vermine”) y participa en juegos como “Shaan”, “Polaris”, “Nephilim”, “In nomine Satanis / Magna Veritas” “Dark Earth”. En 2000, con Les Humanoïdes Associés, adapta junto con Jodorowsky el juego de rol “La casta de los Metabarones”. Colabora en otras revistas. En 2005 publica el libro interactivo adaptado “El mago de Oz”. Crea la serie fantástica con Bachan “Le serment d' Aÿna” y otras series como “Nova”, “Akademy”, “Les orphelins de la tour”...
Esto solo para el guionista porque tenemos otros artistas para la ilustración, el color y el entintado. Didier Poli es el ilustrador (Lyon, 1971). Trabaja a partir de 1990 en diferentes estudios de animación, como el Estudio Disney para las producciones de “Tarzán” y “Cuzco”. Director artístico de diversas sociedades de videojuegos, con Manuel Bichebois crea “L'enfant de l'orage” y sigue trabajando en la animación. En 2004 recibe en el Festival de Nimes el premio “Sanglier de bronze” de jóvenes talentos. En 2010 vuelve a los orígenes de la serie “Neige” de Didier Convard y adapta “El Principito” de Saint-Exupéry.
Robin Recht (Borgoña, 1974) nace en una familia apasionada del arte y de la historia. Estudia Artes Decorativas en París y llega al mundo de los juegos de rol. Con su compañero de estudios Gregory Makles realiza “Le dernier rituel” (2002). Obra suya es “Julius”, la precuela de “El Tercer testamento” con Xavier Dorison y Alex Alice.
Y por último, pero no menos importante, Jean Bastide (Albi, 1982). Después de sus estudios topográficos, sigue los cursos de ilustración en el Instituto St. Luc de Bruselas y obtiene L'Alph'Art en Angoulème 2003. Jean Bastide es quien da color a la obra pero con libertad para los retoques que crea necesario.
Con este plantel de artistas ha resultado una obra grandiosa e impresionante. La labor del guionista Blondel es admirable, nos ofrece la visión de este emperador débil y gran hechicero, duro y cruel, inmoral y decadente, con sus dudas y preguntas sobre la sociedad en la que le toca vivir. La acción de su esposa Cymoril es primordial, le acompaña y ayuda, le cuida y le procura lo necesario para limpiar su sangre, por cruel e impactante que sea. Pero ella no duda, todo por su amado. Elric está asqueado, defraudado, duda de su propia persona, de sus actos pero también de su pueblo, su civilización. El contrapunto lo pone su primo Yyrcoon con una acción dura y directa, que lo desprecia por débil y anhela su trono.
Este guión está enmarcado por la labor grandiosa de Didier Poli. Pone todos los recursos de los que dispone para ilustrar el guión. Viñetas de una página para mostrarnos la grandeza de la Isla del Dragón, primeros planos de los personajes con su psicología cruel o depravada o totalmente decadente marcada en sus facciones. Viñetas que abarcan toda una batalla, vistas aéreas contrapuntados por primeros planos impactantes, viñetas pequeñas que se suceden rápidamente para el discurrir de la acción, de la conversación, contrastadas de nuevo con viñetas con vistas generales del trono, la sala, las mazmorras. Ilustraciones realistas que no reparan en mostrar acciones crueles, desagradables, sádicas u obscenas. Cuando abres por la primera página ya te sobrecoge la ilustración con un contrapicado majestuoso y todo lo demás viene rodado. Todo está en su punto justo, el guión adaptado de la novela, la creatividad para la localización, el trono, la arquitectura, el palacio, los calabozos. La acción en las batallas, los barcos de guerra, y como no, los personajes. Unos personajes que ya en su físico comprendemos su psicología: poderosos y duros, ambiciosos relamidos, aduladores cortesanos. La acción no decae, las batallas se suceden a un ritmo frenético. Y los dioses hacen su aparición como monstruos de pesadilla y se corresponden con esta sociedad del Caos, monstruos del mar, de la oscuridad o el inocente niño de cara angelical, lo que aún es más terrorífico.
Con esta grandiosidad el color y el entintado son muy importantes. Tonos rojos agresivos, negros y sepias dan una atmósfera agobiante, perversa. Junto con el entintado se remarcan las sombras, los contrastes, lo tétrico. Y solo el blanco, no un blanco fresco e impoluto sino un blanco malsano, de hueso, de Elric da el contrapunto a tanta oscuridad, resaltando su figura, sus acciones.
Este cómic no dejará a nadie indiferente. O bien le entusiasmará o bien lo detestará. Con él no valen puntos medios. A mí,desde luego, me ha impactado. No tenía noticias de esta adaptación del albino Elric así que fue un regalo inesperado y muy agradecido. Leído, releído, observado y vuelta a mirar es un cómic para poner en un lugar de honor en nuestras estanterías. Ya me contaréis. Saludos y hasta pronto.
2 comentarios:
Sin ser fan de Elric yo también quedé impactado con este álbum. El dibujo es tan apabullante que da para otras lecturas solo de las viñetas y sus mil detalles. Porque siempre puedes descubrir algo que se te pasó por alto la vez anterior.
Efectivamente, Pablo. Aún después de leerlo y releerlo, descubres algo nuevo y vuelve de nuevo a impactarte. Es un album en verdad increíble.
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