Las razones para recuperar en forma de post la limited de cuatro números que en 1984 reunió a los personajes más populares de Marvel con los más pequeños son varias y de muy diversa índole: Razón nº 1: Recerca está publicando en la actualidad el material de los Micronautas aparecido en USA bajo el sello Image. Razón nº 2: En pocos meses leeremos en Biblioteca Marvel: X-Men (Panini) las aventuras de los mutantes coetáneas a lo acontecido en este tebeo. Razón nº 3: Si es difícil que podamos ver en España la serie original Marvel de los Micronautas dado que dicha editorial no ostenta ya los derechos de publicación, mayor dificultad si cabe presenta la limited que nos ocupa al tratarse de un producto cuyos derechos corresponden a varios editores. Yo me quedo en todo caso con la Razón nº 4: Es otro buen cómic de aquellos maravillosos ochenta que probablemente desconozcan los menos viejos del lugar.
Al otro lado del Muro Espacial
La Patrulla-X no necesita presentación alguna, baste con decir que X-Men and the Micronauts fue concebida en el momento álgido de Claremont como escritor de los mutantes, lo que se traduce en contar para la ocasión con el line-up probablemente más querido por los fans: Tormenta, Lobezno, Coloso, Rondador Nocturno y Kitty Pride, además de unos recién fundados Nuevos Mutantes.
La presencia de los Micronautas en quioscos y librerías ha sido más escasa, limitándose a una serie que comenzó su andadura con Marvel en 1979, alcanzando las 59 entregas. Los primeros números de dicha serie fueron publicados en España a principios de los ochenta por Surco.
Sin embargo, el nacimiento de The Micronauts no aconteció en las páginas de ningún cómic sino que surgieron como una línea de figuras de acción, creada en Japón por Takara y adaptada/importada a los USA por Mego Corporation. De mí particular experiencia con estos juguetes solo puedo decir que eran tan fascinantes como poco resistentes a mis torpes manazas de chavalín.
La citada serie Marvel vendría después, como forma de dotar a los Micronauts de un background del que las figuras creadas ex novo, carecían. El escritor escogido para llevar a cabo esa tarea fue Bill Mantlo, una acertada elección a la vista de los excelentes resultados. Y es que Mantlo es uno de esos guionistas que sin grandes aspavientos, y simplemente a base de buen hacer, contribuyó durante años a la grandeza del Universo Marvel y, en menor medida, el DC.
Al otro lado del Muro Espacial
La Patrulla-X no necesita presentación alguna, baste con decir que X-Men and the Micronauts fue concebida en el momento álgido de Claremont como escritor de los mutantes, lo que se traduce en contar para la ocasión con el line-up probablemente más querido por los fans: Tormenta, Lobezno, Coloso, Rondador Nocturno y Kitty Pride, además de unos recién fundados Nuevos Mutantes.
La presencia de los Micronautas en quioscos y librerías ha sido más escasa, limitándose a una serie que comenzó su andadura con Marvel en 1979, alcanzando las 59 entregas. Los primeros números de dicha serie fueron publicados en España a principios de los ochenta por Surco.
Sin embargo, el nacimiento de The Micronauts no aconteció en las páginas de ningún cómic sino que surgieron como una línea de figuras de acción, creada en Japón por Takara y adaptada/importada a los USA por Mego Corporation. De mí particular experiencia con estos juguetes solo puedo decir que eran tan fascinantes como poco resistentes a mis torpes manazas de chavalín.
La citada serie Marvel vendría después, como forma de dotar a los Micronauts de un background del que las figuras creadas ex novo, carecían. El escritor escogido para llevar a cabo esa tarea fue Bill Mantlo, una acertada elección a la vista de los excelentes resultados. Y es que Mantlo es uno de esos guionistas que sin grandes aspavientos, y simplemente a base de buen hacer, contribuyó durante años a la grandeza del Universo Marvel y, en menor medida, el DC.
De Bill solo se puede decir que dejó buenos trabajos en todas las series por las que pasó, fuera Spectacular Spider-Man, Rom, Hulk (con la inolvidable saga de la Encrucijada), Alpha Flight, unos Capa y Puñal de su propia creación, o estos Micronautas. Posteriormente el genial guionista se iría alejando de los cómics para dedicarse al ejercicio de la abogacía, hasta que un grave accidente en 1992 lo dejó imposibilitado, apartándolo definitivamente tanto del mundo del cómic como del derecho.
Volviendo a los Micronautas, el estupendo escritor orquestó toda una saga espacial con algo más que reminiscencias de Star Wars, ambientada en un universo microscópico –el Microverso- no demasiado alejado del nuestro. Es precisamente la lucha por la libertad en el Microverso lo que mueve a un grupo de rebeldes a enfrentarse contra toda probabilidad de éxito al tiránico y usurpador Baron Karza, nuestro Darth Vader particular enfundado en una armadura negra de estupendo diseño. Karza se sirve de su propio ejercito de clones, los soldados-perro, que surgen de sus bancos de cuerpos.
Cada uno de los Micronautas responde a un perfil tópico del género aventurero. Así, el comandante Arcturus Rann es el piloto, hombre de aventuras y ex-alumno del villano; Marioneta es la princesa y novia del protagonista; Acroyear el guerrero; Bicho el encargado de poner la nota humorística; y la Bionave, antes Biotrón, la fiel ayudante. A ellos se unen Huntarr y Mariposa de Fuego.
En la tarea de hacer de cronista de la saga de los Micronautas Mantlo se verá apoyado por varios artistas entre los que destacan Michael Golden, quien realizó un gran trabajo en la serie, y Jackson “Butch” Guice. Es Guice quien va a ilustrar el guión X-Men and the Micronauts, el cual se debe a los padres de ambas criaturas, Claremont y Mantlo.
Dada la difícultad de encontrar en España una limited que no ha sido reeditada desde su primera edición por forum/Planeta De Agostini, hace más de veinte años (Colección Extra Superhéroes nº 4, 1984), paso e elaborar un extenso resumen. A quienes ya la han disfrutado o tienen perspectivas de leerla en breve les recomiendo que se lo salten y pasen al apartado siguiente. Para el resto, allá vamos:
X-Men and the Micronauts
Número 1: Una terrible amenaza se cierne sobre el Microverso. Los mundos fronterizos, próximos al Muro Espacial que separa dicho sistema de nuestro Macroverso están siendo devastados. La situación es de tal gravedad que los Micronautas se ven obligados a unir sus fuerzas con quien hasta ahora ha sido su némesis, el mismísimo Barón Karza.
El desconocido enemigo resulta ser la criatura llamada la Entidad (un no-premio para quien reconozca su armadura como aquella que portaba Charles Xavier cuando combatió con Amahl Farouk en el Plano Astral, según se nos contó vía flashback en Uncanny X-Men 117 USA). La entidad es un ser de incomensurable poder, capaz de barrer el ejército de soldados-perro de Karza sin respirar, o de destruir mundos enteros con un simple chasquido de dedos. En su primer encuentro con los Micronautas los reduce con insultante facilidad, para acto seguido capturarlos y enfrentarlos a sus peores pesadillas en una suerte de acondicionamiento mental que los pondrá de su lado.
Número 2: Solo el Barón Karza y la Bionave salen indemnes de ese encuentro, y siguiendo el rastro de la Entidad hasta el Macroverso encuentran su fuente en cierta Escuela para Jóvenes Talentos sita en Graymalkin Lane. La falta de talante diplomático del Barón propicia un enfrentamiento contra la Patrulla y los Nuevos Mutantes, en el curso del cual, Kitty Pryde entra en fase con el villano de forma que se produce un intercambio de mentes entre ambos. Aunque finalmente cesa la lucha y la Patrulla accede a ayudar a Karza contra la Entidad, nadie sabe que la mente del Barón ocupa el cuerpo de Kitty y viceversa, pues los poderes de aquel son tales que es capaz de silenciar a la joven mutante y controlar su propio cuerpo.
Así, los hombres-X se internan en el Microverso. Mientras Karza envía su cuerpo con la mente de Kitty a Mundo-Hogar, la Bionave -unida telepáticamente a Arcturus Rann- conduce a la Patrulla a un extraño planetoide en el que encuentran una réplica gigante de la mansión. En su interior los espera un duplicado malvado de Xavier flanqueado por unos enajenados Micronautas que visten el uniforme de los X-Men originales. La subsiguiente batalla se salda con la derrota de la Patrulla a manos de Xavier/la Entidad.
Número 3: Los mutantes quedan así mismo bajo el control de la Entidad, quien los arrastra junto a los Micronautas en su cruzada por la destrucción de los mundos fronterizos del Microverso. En nuestra Tierra el auténtico Profesor Xavier, que parece haber sucumbido a algún tipo de enfermedad, cae en la inconsciencia. El profesor se va a servir de la joven mutante Danielle Moonstar para acceder al Plano Astral en busca de la Entidad. El combate entre ambos es inminente.
Mientras Kitty sigue en Mundo-Hogar atrapada en el cuerpo del Barón, la Entidad, desconocedor de que Karza ocupa así mismo el cuerpo de Kitty, pretende servirse de ella para dar rienda suelta a su lujuria. Por supuesto Karza no lo va a consentir y aprovecha la circunstancia de que la mente de la Entidad se halla en el Plano Astral combatiendo con Xavier para clavar un cuchillo a su indefenso cuerpo.
En el Plano Astral, Xavier y la Entidad se enfrentan y este revela su identidad al Profesor. En sus propias palabras, es la parte “obscena, diabólica y podrida” que existe en Xavier y que ha desarrollado vida propia. Hasta ahora el villano solo ha podido manifestarse en el Microverso, pero con su victoria sobre el Profesor espera extender su influencia más allá del Muro Espacial.
Mientras tanto La Patrulla y los Micronautas consiguen liberarse de la influencia de la Entidad, vencen su temor y se preparan para el combate final.
Número 4: En la Tierra la Entidad, con su propio cuerpo herido de muerte por Karza, toma posesión del de Xavier y domina a los Nuevos Mutantes.
En su planeta, un Karza que cree haber acabado con él intenta asesinar a la Patrulla y a los Micronautas, pero falla y la oportuna llegada de Kitty en el cuerpo del tirano revela lo sucedido entre ambos. Mientras, la Entidad se sirve de Cerebro para amplificar sus poderes y asestar el golpe definitivo al Microverso.
Mutantes y Micronautas llegan a la Tierra con Xavier, que ocupa el moribundo cuerpo físico de la Entidad. Mientras todos luchan contra unos controlados Nuevos Mutantes, el Profesor se enfrenta una vez más a la personificación de su lado oscuro en el Plano Astral. Sirviéndose de su astucia Xavier juega un “bluff psíquico” con su enemigo, engañándolo para que regrese a su cuerpo físico mortalmente herido y a punto de expirar. Con su muerte, la amenaza de la Entidad desaparece.
Xavier, Kitty y Karza recuperan sus verdaderos cuerpos, los Nuevos Mutantes entran en razón, y los Micronutas regresan a su hogar a excepción de la Bionave, que se ha sacrificado para derrotar a la Entidad.
Dark Xavier y otras consideraciones finales
Sería injusto no reconocer el estupendo trabajo que Mantlo y Claremont hacen en una miniserie cuya lectura resulta un auténtico placer. El primero escribe una de las últimas grandes aventuras que vivirían sus creaciones, y el segundo da cuenta de sus buenas dotes para la space opera, algo que por otra parte ya habíamos visto en la macrosaga de los X-Men contra el Nido. En X-Men and The Micronauts no paran de suceder cosas, pero a la vez la historia se nos narra con un ritmo tan bueno y un pulso tan firme, que no se le va de las manos a los escritores en ningún momento. La limited nos hace disfrutar con momentos de máxima tensión combinados con otros más introspectivos en los que la caracterización de los personajes brilla tanto como siempre. A título de ejemplo, conmovedor el momento en que Tormenta y Lobezo dan ánimos a un Acroyear a punto de sucumbir ante su temor.
Es difícil determinar el alcance de las aportaciones de cada escritor al texto final, lo que en todo caso denota el alto grado de compenetración entre ambos y, por ende, su profesionalidad. Parece claro que el grueso de la historia transcurre en el Microverso alcanzando mayor relieve los elementos inherentes a la serie de los Micronautas, que se llevan a los mutantes a su terreno literalmente.
Cada uno de los Micronautas responde a un perfil tópico del género aventurero. Así, el comandante Arcturus Rann es el piloto, hombre de aventuras y ex-alumno del villano; Marioneta es la princesa y novia del protagonista; Acroyear el guerrero; Bicho el encargado de poner la nota humorística; y la Bionave, antes Biotrón, la fiel ayudante. A ellos se unen Huntarr y Mariposa de Fuego.
En la tarea de hacer de cronista de la saga de los Micronautas Mantlo se verá apoyado por varios artistas entre los que destacan Michael Golden, quien realizó un gran trabajo en la serie, y Jackson “Butch” Guice. Es Guice quien va a ilustrar el guión X-Men and the Micronauts, el cual se debe a los padres de ambas criaturas, Claremont y Mantlo.
Dada la difícultad de encontrar en España una limited que no ha sido reeditada desde su primera edición por forum/Planeta De Agostini, hace más de veinte años (Colección Extra Superhéroes nº 4, 1984), paso e elaborar un extenso resumen. A quienes ya la han disfrutado o tienen perspectivas de leerla en breve les recomiendo que se lo salten y pasen al apartado siguiente. Para el resto, allá vamos:
X-Men and the Micronauts
Número 1: Una terrible amenaza se cierne sobre el Microverso. Los mundos fronterizos, próximos al Muro Espacial que separa dicho sistema de nuestro Macroverso están siendo devastados. La situación es de tal gravedad que los Micronautas se ven obligados a unir sus fuerzas con quien hasta ahora ha sido su némesis, el mismísimo Barón Karza.
El desconocido enemigo resulta ser la criatura llamada la Entidad (un no-premio para quien reconozca su armadura como aquella que portaba Charles Xavier cuando combatió con Amahl Farouk en el Plano Astral, según se nos contó vía flashback en Uncanny X-Men 117 USA). La entidad es un ser de incomensurable poder, capaz de barrer el ejército de soldados-perro de Karza sin respirar, o de destruir mundos enteros con un simple chasquido de dedos. En su primer encuentro con los Micronautas los reduce con insultante facilidad, para acto seguido capturarlos y enfrentarlos a sus peores pesadillas en una suerte de acondicionamiento mental que los pondrá de su lado.
Número 2: Solo el Barón Karza y la Bionave salen indemnes de ese encuentro, y siguiendo el rastro de la Entidad hasta el Macroverso encuentran su fuente en cierta Escuela para Jóvenes Talentos sita en Graymalkin Lane. La falta de talante diplomático del Barón propicia un enfrentamiento contra la Patrulla y los Nuevos Mutantes, en el curso del cual, Kitty Pryde entra en fase con el villano de forma que se produce un intercambio de mentes entre ambos. Aunque finalmente cesa la lucha y la Patrulla accede a ayudar a Karza contra la Entidad, nadie sabe que la mente del Barón ocupa el cuerpo de Kitty y viceversa, pues los poderes de aquel son tales que es capaz de silenciar a la joven mutante y controlar su propio cuerpo.
Así, los hombres-X se internan en el Microverso. Mientras Karza envía su cuerpo con la mente de Kitty a Mundo-Hogar, la Bionave -unida telepáticamente a Arcturus Rann- conduce a la Patrulla a un extraño planetoide en el que encuentran una réplica gigante de la mansión. En su interior los espera un duplicado malvado de Xavier flanqueado por unos enajenados Micronautas que visten el uniforme de los X-Men originales. La subsiguiente batalla se salda con la derrota de la Patrulla a manos de Xavier/la Entidad.
Número 3: Los mutantes quedan así mismo bajo el control de la Entidad, quien los arrastra junto a los Micronautas en su cruzada por la destrucción de los mundos fronterizos del Microverso. En nuestra Tierra el auténtico Profesor Xavier, que parece haber sucumbido a algún tipo de enfermedad, cae en la inconsciencia. El profesor se va a servir de la joven mutante Danielle Moonstar para acceder al Plano Astral en busca de la Entidad. El combate entre ambos es inminente.
Mientras Kitty sigue en Mundo-Hogar atrapada en el cuerpo del Barón, la Entidad, desconocedor de que Karza ocupa así mismo el cuerpo de Kitty, pretende servirse de ella para dar rienda suelta a su lujuria. Por supuesto Karza no lo va a consentir y aprovecha la circunstancia de que la mente de la Entidad se halla en el Plano Astral combatiendo con Xavier para clavar un cuchillo a su indefenso cuerpo.
En el Plano Astral, Xavier y la Entidad se enfrentan y este revela su identidad al Profesor. En sus propias palabras, es la parte “obscena, diabólica y podrida” que existe en Xavier y que ha desarrollado vida propia. Hasta ahora el villano solo ha podido manifestarse en el Microverso, pero con su victoria sobre el Profesor espera extender su influencia más allá del Muro Espacial.
Mientras tanto La Patrulla y los Micronautas consiguen liberarse de la influencia de la Entidad, vencen su temor y se preparan para el combate final.
Número 4: En la Tierra la Entidad, con su propio cuerpo herido de muerte por Karza, toma posesión del de Xavier y domina a los Nuevos Mutantes.
En su planeta, un Karza que cree haber acabado con él intenta asesinar a la Patrulla y a los Micronautas, pero falla y la oportuna llegada de Kitty en el cuerpo del tirano revela lo sucedido entre ambos. Mientras, la Entidad se sirve de Cerebro para amplificar sus poderes y asestar el golpe definitivo al Microverso.
Mutantes y Micronautas llegan a la Tierra con Xavier, que ocupa el moribundo cuerpo físico de la Entidad. Mientras todos luchan contra unos controlados Nuevos Mutantes, el Profesor se enfrenta una vez más a la personificación de su lado oscuro en el Plano Astral. Sirviéndose de su astucia Xavier juega un “bluff psíquico” con su enemigo, engañándolo para que regrese a su cuerpo físico mortalmente herido y a punto de expirar. Con su muerte, la amenaza de la Entidad desaparece.
Xavier, Kitty y Karza recuperan sus verdaderos cuerpos, los Nuevos Mutantes entran en razón, y los Micronutas regresan a su hogar a excepción de la Bionave, que se ha sacrificado para derrotar a la Entidad.
Dark Xavier y otras consideraciones finales
Sería injusto no reconocer el estupendo trabajo que Mantlo y Claremont hacen en una miniserie cuya lectura resulta un auténtico placer. El primero escribe una de las últimas grandes aventuras que vivirían sus creaciones, y el segundo da cuenta de sus buenas dotes para la space opera, algo que por otra parte ya habíamos visto en la macrosaga de los X-Men contra el Nido. En X-Men and The Micronauts no paran de suceder cosas, pero a la vez la historia se nos narra con un ritmo tan bueno y un pulso tan firme, que no se le va de las manos a los escritores en ningún momento. La limited nos hace disfrutar con momentos de máxima tensión combinados con otros más introspectivos en los que la caracterización de los personajes brilla tanto como siempre. A título de ejemplo, conmovedor el momento en que Tormenta y Lobezo dan ánimos a un Acroyear a punto de sucumbir ante su temor.
Es difícil determinar el alcance de las aportaciones de cada escritor al texto final, lo que en todo caso denota el alto grado de compenetración entre ambos y, por ende, su profesionalidad. Parece claro que el grueso de la historia transcurre en el Microverso alcanzando mayor relieve los elementos inherentes a la serie de los Micronautas, que se llevan a los mutantes a su terreno literalmente.
Sin embargo no me cabe duda de que la idea de la identidad del villano fue más bien cosa de Claremont. Ya hablamos en el post dedicado a Storm and IllyanaIMagik de la constante del escritor de enfrentar a sus creaciones con sus reflejos distorsionados. Por otra parte, la Patrulla ya había luchado contra el lado malvado del profesor en las páginas de Uncanny 106 USA (1977). Claro que precisamente el argumento de esa historia lo escribió Bill Mantlo. Hmmmm....
En cualquier caso, la crueldad, la sed de sangre y la desinhibición de la Entidad a la hora de usar sus inmensos poderes lo convierten, pese a constarle ésta única aparición, en un grandísimo villano. Inolvidable la inquietante escena en que el malvado somete a Dani Moonstar, no mediante el miedo o el dolor, sino a través del placer.
En cualquier caso, la crueldad, la sed de sangre y la desinhibición de la Entidad a la hora de usar sus inmensos poderes lo convierten, pese a constarle ésta única aparición, en un grandísimo villano. Inolvidable la inquietante escena en que el malvado somete a Dani Moonstar, no mediante el miedo o el dolor, sino a través del placer.
Ahora que lo pienso, ¿si Jim Shooter se empeñó en matar a Jean Grey/Fenix Oscura por la masacre de los D´Bari (los hombres-espárrago), cómo es que al Profe/la Entidad le dejan cargarse varios planetas del Microverso llenos de inocentes granjeros con total impunidad?
Años después la idea de Dark Xavier sería reciclada por autores menos capaces para la confección de Onslaugh, una creación que pese a ser heraldo en su día de grandes acontecimientos editoriales –el fiasco que resultó ser Heroes Reborn- palidece ante la Entidad. De hecho me siguen produciendo más temor los guiones de Jim Lee y Rob Liefeld que el propio Onslaught. En fin, vale la pena reseñar esto ya que al parecer, y por inexplicable que parezca, Marvel va a traer de vuelta al citado en breve.
Por último pero no por ello menos importante, dedicar unas palabras al responsable gráfico de X-Men and the Micronauts. Aunque con el tiempo el arte de Butch Guice ganaría muchos enteros –y ahí esta la más reciente Ruse (CrossGen) para demostrarlo- en el cómic que nos ocupa realiza una gran tarea, y marca la estética de la limited hasta tal punto que resulta imposible imaginarla dibujada por otros artistas a priori más talentosos. En las tintas, el clásico Bob Wiacek y un Kelley Jones, que aunque ahora no necesita presentación alguna era por aquel entonces un completo desconocido.
Bueno, como decía en el encabezamiento, ver en España la serie original de nuestros queridos Micronautas, personajes de culto donde los haya, es poco menos que un sueño. De momento nos queda conformarnos con sus nuevas aventuras publicadas por Image -pese a que poco tienen que ver con las pasadas- o disfrutar de las contadas apariciones de Arcturus Rann, Marioneta y Bicho en los tebeos Marvel en su lucha contra el "Barón" (así, a secas) bajo el nombre de los Micrones.
Años después la idea de Dark Xavier sería reciclada por autores menos capaces para la confección de Onslaugh, una creación que pese a ser heraldo en su día de grandes acontecimientos editoriales –el fiasco que resultó ser Heroes Reborn- palidece ante la Entidad. De hecho me siguen produciendo más temor los guiones de Jim Lee y Rob Liefeld que el propio Onslaught. En fin, vale la pena reseñar esto ya que al parecer, y por inexplicable que parezca, Marvel va a traer de vuelta al citado en breve.
Por último pero no por ello menos importante, dedicar unas palabras al responsable gráfico de X-Men and the Micronauts. Aunque con el tiempo el arte de Butch Guice ganaría muchos enteros –y ahí esta la más reciente Ruse (CrossGen) para demostrarlo- en el cómic que nos ocupa realiza una gran tarea, y marca la estética de la limited hasta tal punto que resulta imposible imaginarla dibujada por otros artistas a priori más talentosos. En las tintas, el clásico Bob Wiacek y un Kelley Jones, que aunque ahora no necesita presentación alguna era por aquel entonces un completo desconocido.
Bueno, como decía en el encabezamiento, ver en España la serie original de nuestros queridos Micronautas, personajes de culto donde los haya, es poco menos que un sueño. De momento nos queda conformarnos con sus nuevas aventuras publicadas por Image -pese a que poco tienen que ver con las pasadas- o disfrutar de las contadas apariciones de Arcturus Rann, Marioneta y Bicho en los tebeos Marvel en su lucha contra el "Barón" (así, a secas) bajo el nombre de los Micrones.
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