martes, febrero 26, 2008

MUNDOS DE FANTASÍA Y SU REPRESENTACIÓN GRÁFICA (III): Ciudades

En los mundos fantásticos no podemos dejar de lado la importancia de ciertas ciudades porque no sólo por “esos mundos de Dios” se desarrolla la acción de nuestros personajes. Inmersas en un mundo determinado son el reflejo de ese mundo y al mismo tiempo fiel escapatoria de qué sucede y cómo sucede la trama. Su importancia radica en ser grandes capitales donde se detecta u obtiene el poder, tanto político como económico. O bien ciudades en las que se desarrolla la acción e influyen tanto en ella que son un ente aparte, otro personaje con el que contar. O quizás ciudades pequeñas, con una vida sencilla, rutinaria, sin mayor deseo de sobresalir pero donde no por eso dejan de suceder cosas interesantes. Por eso os hablaré de tres casos que me gustan mucho.

El Mundo de Krynn, donde imperan los dioses del Bien y del Mal, y de la Neutralidad. Creadores de las razas que lo habitan y donde surgen luchas entre ellos para dirigirlas: los del Bien para encauzarlas hacia el bien y compartir el dominio, los del Mal para sojuzgarlas en una cruel servidumbre, y los de la Neutralidad para conseguir un equilibrio, para elegir a quien seguir. La eterna lucha entre el Bien y el Mal. Esta lucha se desencadena en el continente de Ansalon donde las distintas razas se sitúan a su gusto, unas veces aliadas, otras en lucha. Se suceden diversas eras: La Era de los Sueños, la de la creación del mundo, donde se perfilan los diversos reinos bajo el predominio de Ergoth. Los dragones del Mal personifican las fuerzas oscuras. Esta era termina con la gran victoria del caballero Huma sobre los dragones. La Era del Poder es un largo período de paz bajo el poder de Istar, pero la soberbia humana provocaría la ira de los dioses y ocurriría el Cataclismo, rompiendo la paz y el rostro de Ansalon. Se crearon cordilleras y se hundieron mares, Istar desaparece en los abismos. El caos se adueña de Krynn: es La Era de la Oscuridad. Los enanos se aíslan, los caballeros son rechazados, los elfos evitan tratos con las restantes razas. Poco a poco, el mundo se recupera. Pero al norte... ¡los dragones han regresado! Es La Era de los Dragones. En este momento en el que un grupo de compañeros, de amigos, Los Héroes de la Lanza, luchan por devolver los verdaderos dioses al mundo, luchan contra los dragones del Mal y su Señora.

Todo eso nos lo cuentan en “Crónicas de la Dragonlance” y “Leyendas de las DragonlanceMargareth Weiss y Tracy Hickman.

Así pues, tenemos dos mapas de Ansalon: antes del Cataclismo (a.C.) y después del Cataclismo (d.C.) en el que las diferencias son obvias. Ergoth dividido en dos islas, Istar destruida y en su lugar el Mar Sangriento, surgen cordilleras que convierten a Tarsis, ciudad portuaria, en una ciudad de interior y, en el centro, el Nuevo Mar. En este nuevo Ansalon donde se inician las aventuras de nuestros amigos Tanis, Caramon y Raistlin, Tas y Flint, Laurana y Tika, Sturm y Kitiara.

Y en este nuevo Ansalon, la ciudad que mantiene su reputación y prestigio, centro de poder político y moral, es Palanthas, capital del reino de Solamnia. Palanthas ciudad de mármol blanco, de gran belleza y gracia, de forma circular, como una rueda donde en su centro se agolpan los centros oficiales, destacando la gran Biblioteca, centro de interés de nuestro mago Raistlin, con ocho grandes avenidas que surgen del centro en todas las direcciones y conducen al puerto; ciudad rodeada por la Muralla Vieja, portento de arquitectura. Tras estos muros crece la ciudad Nueva, abierta y acogedora. Ciudad llena de gracia y belleza, sí pero... con una excepción: un robledal oscuro, frío y tétrico en pleno corazón de la ciudad. Y, en su centro, una torre: la Torre de Alta Hechicería. Una torre de ofensiva negrura, de imponente hechura y en total abandono. Una torre maldita que espera a su verdadero Amo.

Ésta es la ciudad hacia la que gravitan las acciones de nuestros amigos, los compañeros, donde se centran los deseos encontrados del Bien y del Mal, y donde elementos como la Biblioteca y la Torre de Alta Hechicería imponen su presencia. Una ciudad que atrae todas las miradas y todas las ansías de poder.

Pinchando aquí y aquí podréis leer posts que hice referentes a esta saga.

"De todo Opelon es Elantris, la ciudad de los dioses, la de mayor poder y magia, y sus habitantes, por la shaod, son magníficos como dioses. Pero hace diez años todo cambió: ahora es una ciudad rota y en sombras".

Así se inicia “Elantris” de Brandon Sanderson donde se cuenta el esfuerzo del príncipe Raoden de Arelon por comprender el desastre que también le ha alcanzado y encontrar una solución tanto para los proscritos malditos como para su reino. Contará, sin saberlo, con la ayuda de su prometida Sarene, venida de un lejano país del norte, mujer fuerte y decidida, dispuesta a conseguir lo mejor para su nuevo pueblo, luchar contra los invasores que amenazan el reino y rescatar a su amado de la maldición.

Elantris es una ciudad fantasma donde se refugian y sobreviven de cualquier modo los tocados por la shaod, una shaod corrupta que ha dejado de ser una bendición, que daba fuerza, poder y magia a los elegidos. Una ciudad abandonada que mantiene intactos sus edificios y muestra los restos de su esplendor. En este entorno Raoden y Sarene lucharán juntos para sanar la ciudad y al reino.

El mapa del continente Opelon es muy simple porque lo importante es la propia ciudad. Es un mapa con las fronteras de los distintos reinos como Arelon, Dulandel o Jindo, el principal río y las montañas al este, y poco más. Y, enmedio, como un borrón, una rotura, una marca, una herida que nos señala un desastre, que debería llevarnos a pensar.

Pinchando aquí podréis leer la reseña que hice sobre esta novela.

Septimus”, obra más dirigida a un lector juvenil, en la que conocemos al propio Septimus, a Jenna, a tía Zelda, a Marcia y tantos otros personajes secundarios pero que aportan buenos elementos a la novela. Sabemos que sus aventuras suceden en un reino ni muy grande ni muy pequeño, con gente trabajadora, magos despistados y otros muy eficientes, dirigido por reinas, donde tienen costumbres diferentes a los reinos vecinos. Es un reino en el que la magia ha estado mal vista durante mucho tiempo, donde tiene mucha importancia La Marjal y donde El Bosque tiene sus brujas.

La saga de “Septimus” de Angie Sage presenta su mapa en el segundo tomo de la misma, en “Septimus y el hechizo imposible”. Nos muestra un trozo de un continente pues nunca se nos habla de un mundo aparte, con fronteras naturales como Las Montañas Fronterizas, el río que atraviesa La Marjal y llega al Puerto, y en un meandro tenemos El Castillo. Siguiendo la tónica de la obra no presenta nombres épicos ni fantásticos, son nombres sencillos que nos indican muy bien a qué corresponden; el río no tiene nombre propio, la zona fértil son Los Labrantíos, Las Malas Tierras son tierras inhóspitas y peligrosas, y La Dehesa es una zona óptima para el ganado. Queda todo muy asequible, casero diría yo.

En este reino, Castillo es su capital y como es resto de los nombres indica lo que es sin más: un castillo y como centro la corte, El Palacio, una ciudad que ha crecido a su alrededor y con una hermosa torre, refugio y centro de la magia. Es en el tomo “Septimus y el último alquimista” donde tenemos un plano buenísimo de Castillo. Vemos de una ojeada los escenarios más importantes para Septimus y Jenna. Castillo adquiere protagonismo pues descubrimos sus zonas más antiguas y ya olvidadas y su influencia en nuestros amigos. Vemos que aún es más complejo de lo supuesto: cámaras secretas, laberintos, salas abiertas que antiguamente estaban clausuradas. Castillo tiene vida propia.

Los alrededores se ha realizado con igual cuidado y completan la parte central. La técnica y esmero que presentan el mapa y el plano se corresponden al ilustrador Mark Zug que tan brillantemente ilustra el interior de los libros.

Podéis leer también el post que hice sobre esta obra pinchando aquí.

Aquí tenemos, pues, tres ejemplos muy diferentes entre sí pero con la idea común de la importancia de la ciudad en los mundos fantásticos. Muchas obras nos hacen recorrer todo un mundo en sus diversas aventuras pero siempre hay una ciudad que es el punto de fusión, que aglutina la acción y reúne a nuestros héroes.

Espero que os haya gustado esta visita urbanita a ciudades fantásticas en mundos fantásticos. Seguiremos nuestro viaje. Hasta pronto.

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