jueves, mayo 03, 2007

Desnudando el TWILIGHT de Howard Chaykin & J.L. García López

Gracias a que ya publiqué un post con bastante profundidad sobre el Twilight de Howard Chaykin, hace aproximadamente cinco meses, haciendo referencia a la edición que sacó Ediciones Zinco hace ya tiempo, y que ahora Planeta DeAgostini ha editado en un magnífico tomo en tapa dura, he aprovechado para volver a publicar aquel post, ya que seguro que pasó bastante inadvertido, al ser un cómic un tanto desconocido para la gran mayoría de los lectores.

********************

Editado hace ya tiempo por ediciones Zinco en tres volúmenes en formato prestigio, con material publicado originalmente por la editorial DC Comics.



Hace tiempo que quería empezar a hacer un tipo de post un poco especial, de tipo más detallado, por lo que debido a ser un artículo bastante a fondo sobre esta obra, quiero avisar a los que no se la han leído, del destripamiento de la trama de principio a fin, con un análisis exhaustivo de los nueve personajes principales. Quedáis avisados.

Entrado de lleno en pleno siglo XXI, y sufriendo un periodo de guerras nucleares, donde la radiación y la caída de las fronteras dejó tras de sí un mundo de niños engendrados en tubos de ensayo o directamente clonados, y donde la creación en cadena del nuevo hombre era tratada como si se fabricasen magos de oz en cadena, dándoles cerebros a los espantapájaros, y corazones e índices a los robots, incluso dedos oponibles a los leones. El nuevo hombre era heroico, pero a la vez también corrupto, esto hizo que lo que estaba por venir no fuera ningún camino de baldosas, sino mas bien una gran tragedia cósmica.

De un plumazo se nos presenta la historia, tal y como se ha descrito en el anterior párrafo, pues estamos en un periodo en el que tener partida de nacimiento es todo un privilegio al alcance de muy pocos (los humanos), donde lo normal es haber nacido en una probeta (los infrahumanos), y donde los animales están genéticamente mejorados, y las máquinas autómatas tienen un comportamiento casi humano. Tenemos una lucha de poder no demasiado equilibrada entre, por un parte, los humanos e infrahumanos que se habían pasado los últimos años ensuciando la biosfera y, por otra parte, los animales y autómatas, cuya esperanza estaba depositada en la aparición de un nuevo mesías que cambiase el rumbo de las cosas.


La historia nos es contada desde un principio por Homero Glint, cronista oficial de esta odisea y creador de mitos, contándonos el nacimiento de esta sociedad crepuscular, nacida en un principio a partir de la búsqueda de una raza perdida llamada los matusaloides, portadores del don de la inmortalidad, inmortalidad necesaria para alcanzar y dominar las estrellas por el hombre, inmortalidad que acaba por convertirse en el pilar fundamental para crear una nueva religión, religión cimentada sobre lo que podríamos denominar como la letrina de la sociedad, el caldo de cultivo ideal para que el poder de la religión tenga todo su efecto, y para dejar más tarde paso al fanatismo. Siendo todo esto el causante de caer en un cierto estado de decadencia, que paradójicamente consigue hacer añorar esa propia humanidad de la que el hombre había intentado separarse.

Los que sean como yo seguidores de las obras salidas de la mente calenturienta de Howard Chaykin (Power and Glory, La sombra, Black Kiss, etc), no les extrañará el torrente de conceptos con que suele impregnar todas sus historias, Chaykin siempre acaba por tratar el mismo tipo de conceptos controvertidos como son la moralidad, el sexo, la religión, las tramas políticas, el heroísmo ridiculizado, eso sí, siempre tratado desde un punto de vista inteligente y cínico, muy cínico. Tenemos humanos que se acuestan con robots, naves espaciales de madera, robots que se sienten orgánicos, votos de castidad de cerca de mil años, una gata lazarillo capaz de volver loco al invidente más pintado, diosas que no son capaces de adaptarse a su propia iconografía, imbéciles divinizados como el espíritu santo, suicidios disfrazados de guerra santa y hasta un mesías que busca una mujer que sea capaz de sobrevivir a su potente eyaculación.



Chaykin nos habla, sobre todo, de la construcción y derrumbe del panteón de lo divino, creado curiosamente por el mismo hombre. Esa adoración necesaria para su propia autodeterminación como hombre, y que aquí nos explotará en las narices con la transformación del mesías en una especie de anticristo. Siendo todo esto la base de nuestra historia, situada en algún punto en el futuro del universo DC, donde personajes de mas bien poca relevancia en la rica historia del universo DC, son vueltos del revés de la mano de un Chaykin en estado de gracia, y en forma de guiño por parte del guionista como bien podemos comprobar tal y como vamos avanzando en la lectura.

Por una parte Chaykin rescata a varios personajes sacados del siglo XXII para adaptarlos a esta historia. Son los pertenecientes al denominado grupo independiente de aventureros llamado Star Rovers o Exploradores espaciales (Misterio en el Espacio, 1961-1966).

Homero Glint (El padre eterno), es el cronista en esta historia, trabajaba para el Museo Espacial, una institución encargada de la observación del mundo exterior, aunque curiosamente sin salir al espacio. Es principalmente el que cuenta todos los hechos tal y como ocurrieron desde su punto de vista. Casado y divorciado de Karel, con la que siempre mantuvo una relación de amor/odio. Tiene claro que los ciudadanos de segunda clase tienen que seguir como están, pues si los intentaran extinguir por sus imperfecciones, y crear una nueva raza mejorada genéticamente, lo único que se conseguiría sería que acabasen por constituir un serio peligro, que acabaría por revelarse y superar a la propia raza humana. Homero está presente en todos los momentos importantes de la historia, y por ello presente en los hechos que suponen la transformación en mesías tanto de Karel, como más tarde de Tommy. A causa de esto se le produce una ceguera y acaba dependiendo de una gata bastante traviesa a la que había salvado la vida y que, mejorada genéticamente, acaba por ser su lazarillo, sus ojos, pero también su mal de cabeza, pues como muy bien ella dice “Nadie que espere el agradecimiento de un gato puede considerarse otra cosa que un gilipollas”. Homero acaba siendo el primero en darse cuenta de la importancia que tiene el que se esté sobrepasando los límites humanos, de la importancia de los valores humanos, sus límites y el rol que ocupan en la naturaleza de las cosas, es más, tiene que ser su propia gata lazarillo la que se lo haga ver al decirle “Tú más que nadie deberías de reconocer el valor de las necesidades humanas”. Él se siente como Poncio Pilatos al ser el responsable de la mayoría de los hechos relevantes que van pasando, podríamos considerarlo como un creador de mitos, pues a partir de sus crónicas consigue popularizar, incluso mitificar a los personajes más impresentables que van apareciendo en esta historia. Todo esto hace que sea el personaje que más influencia indirecta tiene sobre los acontecimientos, teniendo incluso la oportunidad de matar en varias ocasiones al corrupto de Tommy y acabar con esa plaga que representa para la humanidad, un peso que le atormentará durante toda su larga vida.

Karel Sorensen (El primer mesías), se nos es presentada en la historia como una periodista poco imaginativa. Es sin duda el desencadenante que directamente hace activar los acontecimientos principales en esta historia. Una vez renace como mesías, implanta la igualdad de derechos para todos, incluidos animales y máquinas. Es la que comparte, aunque no descubre, el secreto de la inmortalidad, desencadenando un gran problema, pues dicha inmortalidad da a los hombres una exagerada fertilidad reproduciéndose como conejos, y sin ningún tipo de control sobre ello, con excepción de su propia guardia personal, a los cuales se les pedía un voto de castidad. De los dos mesías aparecidos, es el único que es venerado realmente como diosa por los llamados Karelistas, religión fundada a partir de su propia iconografía, pues la diferencia con su sucesor Tommy Tomorrow es que éste más bien lo impone. Su estatus de diosa acaba por pasarle factura, pues no es capaz de adaptarse a su propia iconografía y accede a ayudar en todo lo posible a cambiar la situación de decadencia en la que se ha visto sumergida la propia humanidad, aunque ello le cueste la vida. Su muerte es considerada un sacrificio por la humanidad, por lo que acaba por ser mitificada, y su influencia, aún después de su muerte, es tan grande, que acaba por convertirse en una obsesión para el nuevo mesías.

Rick Purvis (El héroe divinizado) hace el papel de apuesto vividor y triunfador allá donde vaya, aunque en realidad es un perfecto imbécil. Llega a demostrar tan poca brillantez, que es capaz de comprar una nave espacial de madera, o ser incapaz de darse cuenta que los patos que tiene delante de las narices son en realidad matusaloides. El intenta mostrarse como alguien interesante, triunfador e impenetrable , aunque en realidad sólo será el envoltorio de alguien que realmente es más bien un despreciable traidor, mostrándose como un perfecto cobarde en los momentos más críticos.

En el siglo XXI de la continuidad DC, en el año 2079 donde los robots son seres independientes y con capacidad de pensamiento propio, tenemos a tres personajes que Chaykin moldea para esta historia. (Strange Adventures, 1960-1966).

Ilda (La robot orgánica), compañera de aventuras de Axel Starker, del cuál está enamorada, pero sin ser correspondida, ya que a Axel no le atraen los robots, más bien le repelen. Digamos que nos es presentada como una heroína griega en un cuerpo de metal, que está atada a un cabrón impresentable al que nadie puede confundir como a un héroe. Es curioso como es el personaje que desprende mas humanidad de todo el reparto, aunque ésta sea siempre rechazada por los que le rodean. Acaba por ser el vértice de un triangulo bastante rocambolesco, junto con los dos hermanos Starker, pues a lo dicho anteriormente, podemos añadir el que John esta enamorado de ella. Todo terminará como una tragedia griega, donde Ilda y John acabarán por convertirse en un especie de monumento andante al amor frustrado, en un final que acabará por resquebrajarse en dos.

Axel Starker (Star Hawkins), un famoso detective furtivo, siempre al margen de la ley, pagado de sí mismo y extremamente presumido. De todos los personajes de esta historia, repleta en realidad de antihéroes que se sienten divinos y por derecho superiores, es el que se siente curiosamente más alejado a lo que consideraríamos ser un héroe. Demuestra ser bastante poco tolerante con los autómatas, pues no soporta que le toque un robot, demostrando su desprecio constantemente con su trato hacia Ilda. Parece como si a veces tuviese miedo de que Ilda empezase a demostrar rasgos humanos que hiciesen peligrar su acomodado distanciamiento hacia ella. Se muestra en todo momento manipulador, y no tiene ningún escrúpulo para conseguir cumplir sus objetivos. En el fondo, y aunque parezca contradictorio, es el personaje que demuestra ser el más coherente, pues el sabe perfectamente su papel, tiene claro que es lo que hay que hacer. Sus acciones al final estarán del lado correcto por casualidad, aunque quizás sería más correcto decir que sus acciones acabarán por tener un cierto peso en la historia, aunque sea de manera indirecta.

John Starker (El cazarecompensas), héroe en la primera guerra extraterrestre junto con Tommy Tomorrow, del que decía que sin duda era el mejor. Es considerado el mayor cazarecompensas del mundo, un hombre muy duro, pero a la vez triste y solitario, mostrándose como un ser realmente atormentado. Tiene un gran problema con la bebida, y estar enamorado de Ilda no ayuda en nada. Aunque de cara al exterior tiene cierta fama de valiente, en el fondo es el más cobarde de todos, es consciente de su cobardía, de su fracaso como persona, no pudiendo afrontarlo se dedica a autocastigarse, y a machacar a todo el que le rodea de forma implacable. Si bien le pasa por la cabeza el transformarse en cibernético, para así poder llegar a tener alguna oportunidad con Ilda, no se atreve, por lo que se siente aun más cobarde, empezando a mostrar una tendencia suicida, pues esta convencido que la inmortalidad sólo le sirve para permanecer durante más tiempo en el sufrimiento de una vida, que le parece más bien un infierno. Acaba siendo el más débil y manipulable de todos, incluso su hermano lo utiliza para poder librarse de la carga de Ilda.

Por último, y sacados en parte de finales del siglo XXI de la continuidad DC, en un futuro donde no existiría el gran desastre que acabaría con la civilización, y en la que no aparecería Kamandi, nieto de OMAC, y en su lugar nacería Tommy Tomorrow, que tras la muerte de su abuelo OMAC, sería adoptado por el general Horacio Tomorow de Los astronautas del espacio, tenemos a otros tres personajes reutilizados para esta historia (Real Fact Comics 1946-1949).

Tommy Tomorrow (El anticristo), se convertiría en un prestigioso explorador espacial perteneciente al grupo llamado Los planetarios, también conocidos en ciertos sectores como Nazis del espacio. Es un arrogante patológico con tendencia a lo desmesurado, ya que como él bien dice “¿Puede haber algo más gratificante que ser yo...?”. También se nos muestra como alguien bastante irónico, bocazas y xenófobo hacia los que el considera inferiores, siendo curioso como siendo huérfano no sabe si ha nacido de mujer o de probeta. Desde un principio está convencido que es el candidato ideal como nuevo mesías, teniendo como objetivo una contínua búsqueda hacia la divinidad inmortal. Utilizará todos los medios para conseguir sus fines, aunque sea a costa de su propia mujer Brenda. Una vez muerta Karel, él se convierte en el nuevo mesías, un dios bastante político por cierto, que no dudará en utilizar la palabra como arma para asentar su poder, podíamos considerarlo como un dios de tipo estalinista. También es curioso cómo, en su búsqueda de la mujer perfecta, el perfil que busca es un perfil igual al de Karel, incluso en su intento de reconstruir el universo a su imagen y semejanza, no será capaz de quitarse a Karel de la cabeza, quizás debido a que a la muerte de Karel, él acaba por absorber parte de su esencia, esencia que acaba por ser su propia pesadilla constante que acabará por obsesionarle y llevarle a la locura total. En el fondo no le importa morir, si su muerte es de forma melodramática, para así poder convertirse en un mártir, y así quizás poder competir con la propia Karel, con la que perece que no puede competir en vida.

Brent Wood (El judas), se nos presenta como un personaje bastante pomposo. De todos, es el que es más fiel a sus creencias, no se sabe muy bien si porque depende de esa fe para poder aferrarse a algo, y que dé sentido a su vida, o porque es quizás el que menos luces tiene de todos, el más débil. Quizás es uno de los personajes al que menos le pese la inmortalidad, debido principalmente a sus férreas creencias religiosas y a ese cierto compromiso social que parece demostrar tener. Acabará por ser una especie de judas, aunque rozando lo ridículo. Traición que lleva a cabo dos veces, la primera con respecto a su querida diosa Karel, rompiendo su voto de castidad milenario, y cayendo en la tentación de la carne, tentación que viene dada por una Brenda Tomorrow que se ofrece como fruta prohibida a la que es imposible resistirse, y que traerá consecuencias favorables para Tommy, irónicamente un personaje muy poco querido por Brenda, su ex-esposa. Todo esto hace que el bueno de Wood arrastre un sentimiento de culpa, que no soltará ya el resto de su vida. Quizás la respuesta a toda esta culpabilidad formada alrededor suyo sea debido a un cierto mecanismo egocéntrico, que hacía que se sintiera responsable de todo, obligándole a asumir esa responsabilidad. La segunda de las traiciones es hacia Tommy, al que intentará matar, pero por supuesto sin conseguirlo, rozando incluso el ridículo, pues como muy bien dice Tommy "Tengo mi propio Judas, aunque en mi caso tengo la oportunidad de ser un mesías vengativo". En este punto vemos como la locura ya se ha apoderado de él, debido a ese sentimiento de culpabilidad por su traición hacia su amada diosa.

Brenda Tomorrow (La tentación), piloto con buenas cualidades, pero de nefasta técnica. Casada con Tommy, el cuál no duda en sacrificarla en un asalto, aún estando embarazada. Ésta no muere milagrosamente en dicha escaramuza y se toma muy en serio el intentar encontrar el planeta origen de los matusaloides. Muchos años después vuelve a aparecer, llevando consigo el secreto para conseguir acceder a la inmortalidad tan anhelada por Tommy. Se ha convertido en una persona bastante soberbia y con un cierto toque sarcástico. No cree en Dios, aún más, se considera más bien como una persona agnóstica, no cree en nada espiritual, incluso es capaz de decírselo cara a cara, mirándole a los ojos. Una vez se han desencadenado todos los acontecimientos, y pasado un tiempo, tiene claro que se tiene que volver a restaurar el equilibrio para la humanidad, acabar con la plaga de la inmortalidad, y la de Tomorrow, aunque ello conlleve el sacrificio de una divinidad y el significado que tiene para la humanidad. Es la única que parece darse cuenta que lo importante no es la inmortalidad en sí, la vida eterna en vida, sino más bien lo que viene después de la muerte.

Que se haga referencia a La legión sangrienta (Star Hunters 1977-1978) es algo que demuestra que Chaykin estaba bien empollado en algunas colecciones de futuro del universo DC, pues esta historia esta repleta de guiños a añadir al anteriormente mencionado. Por ejemplo, el museo del espacio del siglo XXV de la continuidad DC (Strange Adventures, 1960-1966), y que hace su aparición en el final de nuestra historia, o del taxista espacial (Mystery in Space, 19555-1958) que introdujo Chaykin en el último tomo en forma de taxista que lleva a varios de nuestros intrépidos personajes. También aparece el incombustible Zar Feric Ironwolf, en el papel de contrabandista y jugador, cuya versión adaptó el propio Chaykin al moderno universo DC junto a Mike Mignola y P.C. Rusell, o los cazadores 2070, cuyo guiño a los clásicos Manhunters del Universo DC es más que evidente. Y no nos olvidemos de esos animales genéticamente evolucionados después de una guerra nuclear que aparecen ya desde un principio, coincidiendo con los animales parlantes protagonistas de la serie Kamandi, creada por ese genio que fue Jack Kirby, y que está siendo publicada en España por la editorial Planeta DeAgostini en formato biblioteca clásicos DC.

Por otra parte sería injusto no mencionar la excelente labor del dibujante José Luis García López, cuyo soberbio trabajo diría que esta incluso por encima del magnifico guión de Chaykin, un trabajo con el que se acercaría a su estilo más recargado y lleno de detalles, pero eso sí, sin perder ni un ápice de su magnifica composición y narrativa. Autor ya con una larga carrera a sus espaldas, que por otra parte es incapaz de hacer una serie regular, pero que nos viene regalando, de vez en cuando, algún trabajo especial o serie limitada.




Sólo cabe añadir que aunque son bastante difíciles de conseguir estos prestigios, quizás buscando en ciertos sitios aun son encontrables, aunque de todas formas estoy seguro que pronto será editado en un bonito tomo por parte de Planeta DeAgostini, poseedora de los derechos de los comics del universo DC.

Una última cosa para acabar, pues hay una frase que se me quedo grabada cuando la leí, y que muestra hacia donde va nuestra historia, y sin desvelar el personaje que la dice, no quiero perder la oportunidad de citarla.

En una vida inmortal, hasta yo me cansaría de mis propias gilipolleces".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues parece que entra en los planes editoriales de Planeta sacarlo para el 2007.

Anónimo dijo...

Pues si entro en sus planes para este 2007.

!!Yo ya me lo he pilladooooor!!!!!!