viernes, mayo 15, 2009

LIBROS ILUSTRADOS PARA ADULTOS DE NÓRDICA LIBROS

La semana pasada se celebró la XXV Feria del Libro de mi ciudad. Es una feria pequeña, con pocas novedades (aunque este año hemos tenido –por fin- una tarde dedicada al tebeo), pero, aún así, siempre espero que llegue la primera semana de mayo para pasarme por la carpa y escoger algún que otro tesoro que suelo compartir. Este año me decidí, entre otros, por tres pequeños cuentos ilustrados por Pere Mejan, Roger Olmos y Noemí Villamuza, publicados por la Editorial Algar dentro de la colección Mi mundo y yo, destinada a lectores de primer ciclo de primaria que empiezan a iniciarse en la lectura, y que con toda seguridad pasarán a engrosar la biblioteca de mis sobrinos pequeños, y por dos relatos "mini ilustrados", editados por Nórdica Libros.

Claro que la culpa la tuvo esta vez Noemí Villamuza. Me habían gustado tanto los dibujos de su cuento "¡Aúpa!", que cuando me encontré de nuevo con sus ilustraciones en la sección de "adultos" –de trazos a lápiz, redondeados y suaves, que conforman personajes llenos de dulzura y calidez, pero también de hipocresía y orgullo, de temores y desconfianzas- no dudé en llevármelas a casa envueltas en el magnífico regalo que ha supuesto El Festín de Babette, el precioso relato escrito por Isak Dinesen, y con el que Villamuza consiguió el Premio Junceda, otorgado por la APIC (Associació Professional d’Il.lustradors de Catalunya) al Mejor libro ilustrado para adultos en 2007. No es éste el único galardón que ha recibido la ilustradora palentina afincada en Barcelona, ya que en el año 2002 obtuvo el segundo Premio a las mejores ilustraciones infantiles y juveniles por De verdad que no podía, publicado por la Editorial Kókinos.

A Isak Dinesen, seudónimo de Karen Blixen, siempre la asocio con Memorias de África, más con la película dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford, que con las memorias que la escritora danesa publicó en 1937, quizás porque su lectura no consiguió impresionarme tanto como lo hizo la película. El Festín de Babette es uno de los relatos incluidos en Anécdotas del destino y también tuvo su versión cinematográfica, en este caso el film homónimo adaptado y dirigido por Gabriel Axel, que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera en 1987.
A mediados del siglo XIX, en un pequeño pueblo costero del Norte de Noruega llamado Berlevaag, junto al fiordo del mismo nombre, vivían dos hermanas solteras muy piadosas, Martine y Philippa, siempre dedicadas a sus obras de caridad. Eran hijas del deán de una comunidad religiosa muy puritana cuyos miembros habían renunciado a los placeres de este mundo suspirando por la Nueva Jerusalén. Aunque el maestro había fallecido hacía tiempo, sus acólitos seguían acudiendo a la casa amarilla que era el hogar de las hermanas para honrar su memoria. Martine era una joven tan hermosa que a su alrededor el aire parecía resplandecer, mientras que Philippa poseía una voz tan bella que los domingos llenaba la iglesia de dulzura. Ambas fueron educadas en un ideal de amor celestial "y no se dejaban rozar por las llamas de este mundo", de manera que cuando aparecieron el teniente Loewenhielm y el cantante de ópera Achille Papín, sus vidas apenas apercibieron cambio alguno, mientras que las de ellos se vieron transformadas para siempre.

Fue por intercesión de Papín que algunos años más tarde llegó a la casa amarilla Babette, una mujer que huía de París buscando refugio. Las hermanas la acogieron, no sin cierto recelo que fue desapareciendo en cuanto Babette comenzó a aceptar y seguir las exigentes y austeras normas a que se sometía la comunidad. Un premio inesperado hizo posible que pudiera agradecer la amabilidad con que había sido recibida y tratada durante su estancia en la aldea y de la manera que ella deseaba: permitiéndole elaborar un menú bien distinto al que solía preparar cada día y que acabaría sorprendiendo sobremanera a los asistentes a la cena, incapaces de expresar con palabras las sensaciones que experimentaban con aquellos manjares deliciosos que nunca antes habían probado. Sin embargo, los comensales no serían los únicos que darían rienda suelta a sus emociones, tanto tiempo contenidas, dejando libre por un momento su verdadera personalidad.
Me acordé de todas las novelas que había leído protagonizadas por un@ buen@ cociner@ capaz de cambiarlo todo, pero sobre todo me acordé de Marie y Serge, los protagonistas de Magasin Genéral, de Loisel y Tripp, publicado por Norma Editorial.
El segundo de los regalos que me hice, Bartleby, el escribiente, vino de manos del creador de Moby Dick, Herman Melville. Aunque el autor estadounidense escribió este relato en 1853, sorprende su abrumadora contemporaneidad, con ese tono entre irónico y absurdo que aparece en boca de extravagantes y disparatados personajes, que bien podríamos calificar como "kafkianos".

Un aumento en su volumen habitual de trabajo obliga a un eminente abogado, dedicado al cómodo negocio de los préstamos, hipotecas y títulos de propiedad de gente rica, a contratar más personal para su bufete de Wall Street. A la plantilla, integrada hasta el momento por dos escribientes, Turkey y Nippers, y un botones que abastece de manzanas y pasteles de jengibre a los empleados, Ginger Nut, se incorpora un nuevo amanuense, Bartleby, que, como sus compañeros, se dedicará a la ardua tarea de transcribir textos legales. Si ya había resultado terrible para el abogado, el narrador de esta peculiar historia, bregar con el carácter inconstante de Turkey y el encendido de Nippers, la llegada de un hombre tranquilo y muy diligente al principio, pero que, de la noche a la mañana, comienza a preferir no escribir y a no hacer nada de lo que se le pide, dejará exhausto al letrado. Sus oscuras elucubraciones no son sino la inquietante manifestación del deseo de conocer y entender las razones que llevan a un imperturbable y tozudo Bartleby a comportarse con una desfachatez tan evidente como absurda que le desconcierta y acobarda al mismo tiempo.

Para Javier Zabala, conocido sobre todo por sus trabajos destinados al público infantil y juvenil -consiguió en 2005 el primer Premio a las mejores ilustraciones infantiles y juveniles (Premio Nacional de Ilustración) por El soldadito Salomón, de Rocío Antón y Lola Núñez, publicado por la Editorial SM, y ha obtenido dos menciones de honor del jurado de la Feria del libro infantil de Bolonia, la primera en 2005 por Pictogramas en la historia de Don Quijote de la Mancha, de Carlos Reviejo, de Ediciones SM, y la segunda en 2008 por Santiago, de la Editorial Libros del Zorro Rojo, con textos de Federico García Lorca-, Bartleby, el escribiente es su primera obra para adultos. Las ilustraciones son algo más que simples dibujos que acompañan al texto, y las del leonés son como minuciosos collages en los que participan la tinta negra, los toques de color, las texturas y los recortes de fotografías hábilmente dispuestos en el conjunto, que en ocasiones escapa a los límites de la página.

Nórdica Libros es la artífice de esta colección de libros ilustrados para adultos, publicados en unas espléndidas ediciones en tamaño 19,6x26 cm. y encuadernaciones de lujo. Sin embargo, los dos títulos a los que he hecho referencia corresponden a la colección de Ilustrados Mini, una buena opción para que el lector -ahora que el mercado por razones obvias parece decantarse por los libros de bolsillo o de pequeño formato- pueda disfrutar igualmente de un libro que sólo ha visto menguado su precio y su tamaño, ya que conserva todo el encanto de sus hermanos mayores en cuanto a la calidad de las ediciones se refiere. Un punto más a favor de una editorial que no sólo acierta en la elección de textos de conocidos autores de la literatura universal y de premiados artistas gráficos, sino que confiere a sus publicaciones el valor estético que todo buen amante de los libros espera encontrar. A tener en cuenta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la recomendación, personalmente es una de mis ilustradoras preferidas del panorama español, junto a Elena Odriozola, que también ilustra libros infantiles.
Un saludo

www.trazosdetinta.com

Susana dijo...

Gracias a ti por descubrirme a Elena Odriozola. Otro nombre especial a tener en cuenta a la hora de rebuscar en las librerías.