miércoles, mayo 21, 2008

CRÍTICA: STAR WARS: LEGADO # 1: ROTO de John Ostrander & Jan Duursema

Ya hace tiempo que iba barruntando la idea de hacer algún tipo de post sobre algo relacionado con la mítica Space Opera de Star Wars, tema que ya está ampliamente difundido y profusamente comentado y vuelta a comentar en la red de redes, con miles y miles de páginas, oficiales y no oficiales, que de una u otra forma informan sobre todo lo relacionado con esta saga interestelar, desde la primera trilogía hasta la última, tanto del merchandising como de los miles y miles de fans que puedan haber en cualquier remoto lugar de cualquier país, desde las serie de animación (atención con el próximo estreno de la serie de The Clone Wars para este verano), pasando por toda una serie de novelas hasta llegar a los cómics.

De estos últimos han salido, desde que la saga comenzó, multitud de títulos y arcos argumentales dibujados por grandes maestros del medio, como pueden ser Carmine Infantino, Walter Simonson, Frank Miller, Howard Chaykin, Walt Simonson, Al Williamson, Ian Gibson, Dave Gibbons, Ramón F. Bachs, Cam Kennedy o guionistas de la talla de Archie Goodwin, Chris Claremont, Roy Thomas, John Wagner, y que ahora la Editorial Planeta DeAgostini está reeditando unos bonitos tomitos de Clásicos Star Wars: Hace mucho tiempo... (clásicos que en su momento publicó Marvel y que ahora reedita Dark Horse, y que del primer tomo Luis hizo esta reseña), pasando por los recientes volúmenes que la misma editorial está publicando del nuevo material a partir de la realización de la segunda trilogía (precuela de la primera y mítica trilogía de George Lucas), donde se dividen fundamentalmente en dos títulos, el de Las Guerras Clon (que enlazan el II episodio con el III, intercalando historias paralelas y continuarás que no tuvieron cabida en el II episodio) y el de Imperio (donde se enlaza el episodio III de la nueva trilogía con el IV de la antigua trilogía).

Y, por fin, llegamos a las historias de los hechos que ocurrieron una vez finalizado la última película de la primera trilogía, El Retorno del Jedi, que dejó muchos puntos sin desvelar y nos dejó con la miel en los labios de poder saber qué les ocurrió a nuestros protagonistas favoritos (y que en su momento pudimos leer parte de ellas cuando fueron publicadas por Norma Editorial hace ya unos cuantos años, en tiempos de la Nueva República) y, más aún, de sus descendientes y continuadores del legado de ser un Jedi. Y ahí es de donde arranca Star Wars: Legado # 1: Roto (publicado también por Planeta DeAgostini) y del que trata la crítica que voy a escribir hoy en este post.

Con este volumen empieza otra nueva etapa de esta saga intergaláctica, otro continuará de las películas, pero en vez de hacer una nueva trilogía (no se sabe nunca lo que decidirá en un futuro el señor Lucas) han decidido revelarnos el futuro de la saga, de los descendientes de los personajes principales vistos en los films, nuevamente en este otro medio a caballo entre las novelas y el cine que es el cómic.

En “Roto”, primer arco argumental de Star Wars Legado, nos situamos 130 años después de la famosa y determinante Batalla de Yavin (la misma que pudimos ver allá por el año 1977 en la primera de las películas de Star Wars, el episodio IV, Una nueva esperanza, donde Luke Skywalker fue el causante del principio del fin del emergente poder del Imperio con la destrucción de la Estrella de la Muerte), y que con la posterior muerte del Emperador Palapatine y de Darth Vader, que vimos en El Retorno del Jedi, lo que quedó de las maltrechas fuerzas del Imperio se retiró a Bastión, cerca de las Regiones Desconocidas, pactando una tregua con la renacida Nueva República. Esta paz fue destruida por la invasión extra-galáctica de los Yuuzhan Vong. Una vez derrotados (exiliados al planeta viviente Zonoma Sekot), la Nueva República ya se había fracturado, hecho aprovechado por Darth Krayt y sus nuevos Sith, aliándose con el Nuevo Imperio, para intentar fracturar definitivamente la Alianza Galáctica. Y es en este punto donde empieza “Roto”...

Siguiendo la línea de las demás predecesoras, sea el medio que sea el utilizado, esta nueva aventura de la saga Star Wars mantiene el tono de acción, aventuras, conspiraciones y entretenimiento en estado puro que siempre nos ha ofrecido esta Space Opera. Siempre hay que reconocer que este tipo de historias de ciencia ficción espacial te hacen pasar un buen rato si ya eres amante de esta temática. A cada número que se escribe, se descubren nuevos personajes, nuevos mundos, nuevas particularidades que transmiten una riqueza inigualable a un mundo de fantasía creado ex profeso para contarnos historias que de otra forma serían inimaginables de narrar.

Uno de los factores para que un producto de esta índole funcione, si nos referimos al medio del cómic, es el del equipo creativo de turno. Y aquí los de la Factoría Lucas junto a Dark Horse han acertado de pleno en cuanto a la elección del equipo creativo buscado para dar impulso a nuevas aventuras del mundo de Star Wars de nuevo cuño, un equipo que es ya un clásico dentro de esta nueva etapa de los cómics de Star Wars. Nos referimos al tándem formado por John Ostrander a los guiones y Jan Duursema a los lápices.

John Ostrander es ya un veterano guionista que ha trabajado fundamentalmente para la DC, donde ha guionizado títulos sobre el Detective Marciano, Liga de la Justicia, Escuadron Suicida, o para First Comics con el clásico título de GrimJack. También trabajó en la Marvel y otras editoriales, para pasar recientemente a formar parte de las nuevos cómics basados en Star Wars de la editorial Dark Horse, sobre todo en Star Wars: Las Guerras Clon, donde ya hizo tándem con Duursema.

Jan Duursema es una de las artistas más reputadas dentro del medio, con una trayectoria muy dilatada dentro del mundo del cómic, con un estilo clásico dentro de la línea de maestros como Jim Amparo, José Luis García López o Neal Adams. Ha trabajado en las dos compañías más importantes, Marvel y DC, y en sus personajes icono como pueden ser Spiderman, X-Men o Batman, y que ahora se ha convertido en una de las dibujantes fijas dentro la línea Star Wars de Dark Horse, donde, como ya hemos referenciado arriba, ha formado dueto en multitud de arcos argumentales con Ostrander.

Y, a estos dos artistas, hay que añadir otro nombre: Adam Hughes, uno de los mejores portadistas que existen en la actualidad y que es el encargado de hacer las del arco Legado: Roto (otro de los portadistas de renombre será Travis Charest). Y comentar el magnífico trabajo a los colores de Brad Anderson, otra pieza importante para completar este engranaje, que da las tonalidades apropiadas a una historia que rebosa fantasía y ciencia ficción por los cuatro costados, dando el toque final a las fantásticas ambientaciones que aquí se reflejan.

Así que, aquí tenemos otro episodio al que añadir a esta extensísima saga (y los que todavía faltan por venir), porque en su momento, cuando Lucas decidió poner toda su sapiencia en la creación de un imperio que iba a marcar un antes y un después en la ciencia ficción, no sabía aún el filón que había descubierto y las vetas que había en un futuro aún por extraer. Y, ésta, es una de ellas, porque una vez ya agotada la veta de los personajes principales de siempre (y de los creados en la nueva trilogía), ahora se tiene que dar paso a la nueva generación, y qué mejor para ello que seguir con otro Skywalker, Cade, otro potencial Jedi, que marcará un punto de inflexión en el concepto y la forma de ver la vida y la “fuerza” que siempre han tenido los Jedi. Y este nuevo enfoque promete, porque potencial, haberlo, haylo (en los USA ya van por el número 24, manteniendo prácticamente, salvo excepciones, el mismo equipo creativo en los arcos argumentales más extensos).

Este post sólo ha sido una tenue pincelada de todo lo que se puede contar sobre este universo de ensueño, y sólo ha sido un pequeñísimo homenaje por mi parte a una de las historias de ficción de todos los tiempos que más me ha hecho disfrutar y soñar, y lo que todavía me va a hacer sentir e imaginar. Ahora espero reunir las suficientes fuerzas y disponer del mínimo tiempo necesario para, algún día, hacer un post más profundo, con más sustancia, sobre esta epopeya galáctica, que se lo merece de verdad. Os aseguro que por ganas e ilusión no será.

Y para completarlo, os aconsejo que le echéis un vistazo a esta página, porque tiene perfectamente ordenado cronológicamente todos los cómics publicados hasta la fecha de Star Wars (junto a otras datos sobre esta saga), convirtiéndose en una herramienta muy útil para no perdernos: http://www.loresdelsith.net/biblioteca/comics/index.htm

Que la fuerza os acompañe.

Un saludo cordial.

3 comentarios:

- YOGUR - dijo...

Me lo compré ayer mismito. No he empezado a leerlo todavía pero de este finde no pasa. No soy especialmente fan de la saga, me gusta pero no me desvivo por conseguir todo lo que sacan, pero en este caso he picado. Ostrander siempre me ha parecido un guionista que sabe lo que hace y Duursema realiza un gran trabajo en las páginas de la serie. Espero que mis primeras impresiones se vean refrendadas tras la lectura del tomo.

Un saludo panda! ;P

Mar dijo...

Yo creo que si llego con otro -lo que sea- artilugio de Star Wars, Han Solo y yo salimos hacia una galaxia muy muy lejana...
;-)

Besitos

EduXavi dijo...

Yogur:
Este tomo, en un principio, sirve de arranque de una serie que plantea otra trama dentro de la saga de Star Wars, la de las nuevas generaciones. Creo que costará desengancharse de los personajes clásicos por todos conocidos, pero la serie promete, aunque este tomo casi es como la carta de presentación de los mismos. Veremos hacía donde nos lleva Ostrander en próximos tomos.
Hasta pronto, nos leemos.

Mar:
Así que tu también picas con el merchandising de Star Wars... pues crudo lo llevas, porque hay a puñaos y saber donde se ubicaran en la casa de uno es harto complicado. Caray con la Mar, elige como compañero para exiliarse a Han Solo... na, pobrecita, a sufrir tocan... ¿por qué no te llevas a Chewbacca, eh? Mola más, ¿no?