“Lo ocurrido en la última edición del salón del cómic de Barcelona es un buen reflejo de lo que se cuece en el mundo del cómic valenciano. Talento, ganas y una condición objetiva en contra. Así ha sido el periplo del ganador absoluto, Paco Roca, quien ha logrado con su álbum Arrugas los premios al Mejor álbum español y al Mejor guión español.
Paco Roca ha tenido que publicar en Francia primero su cómic para que una editorial vasca, Astiberri, viera en él un valor seguro. Otro caso sorprendente es el de Félix Díaz quien ha visto por fin reconocido el valor de su Fanzine Enfermo al recibir el premio al Mejor Fanzine, precisamente cuando se trata casi de un proyecto finiquitado. Díaz ha tenido que recurrir a la autoedición para dar el salto a la profesionalidad poniendo en marcha un interesante proyecto como es la revista Argh!.
Esta situación choca con el optimismo que reina ahora en el sector; cada vez hay más novedades, las ventas suben, aumentan los espacios en medios de comunicación dedicados a este medio hasta ahora olvidado, editoriales multinacionales entran en el juego y hasta las grandes cadenas de venta de libros se convierten en agentes del mercado mediante la institución de premios. Sí, pero esa bonanza, ese crecimiento exponencial no está salpicando a los autores españoles, a pesar de haber demostrado que su obra tiene una calidad estándar si la comparamos con otros productos europeos. Así, tras conocer la obra de autores españoles y reconocer en ellos una voz propia y una calidad excelente, el propio Moebius (Jean Giraud) se mostraba asombrado de que no hubiera un mercado consolidado en España. En todo caso, cualquier industria que crece, como es el caso, abre nuevas oportunidades y nuevos nichos de mercado y entre los autores existe cierto optimismo de que tarde o temprano encontrarán su lugar en el mercado y al final la situación de expansión les favorecerá”.
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Paco Roca ha tenido que publicar en Francia primero su cómic para que una editorial vasca, Astiberri, viera en él un valor seguro. Otro caso sorprendente es el de Félix Díaz quien ha visto por fin reconocido el valor de su Fanzine Enfermo al recibir el premio al Mejor Fanzine, precisamente cuando se trata casi de un proyecto finiquitado. Díaz ha tenido que recurrir a la autoedición para dar el salto a la profesionalidad poniendo en marcha un interesante proyecto como es la revista Argh!.
Esta situación choca con el optimismo que reina ahora en el sector; cada vez hay más novedades, las ventas suben, aumentan los espacios en medios de comunicación dedicados a este medio hasta ahora olvidado, editoriales multinacionales entran en el juego y hasta las grandes cadenas de venta de libros se convierten en agentes del mercado mediante la institución de premios. Sí, pero esa bonanza, ese crecimiento exponencial no está salpicando a los autores españoles, a pesar de haber demostrado que su obra tiene una calidad estándar si la comparamos con otros productos europeos. Así, tras conocer la obra de autores españoles y reconocer en ellos una voz propia y una calidad excelente, el propio Moebius (Jean Giraud) se mostraba asombrado de que no hubiera un mercado consolidado en España. En todo caso, cualquier industria que crece, como es el caso, abre nuevas oportunidades y nuevos nichos de mercado y entre los autores existe cierto optimismo de que tarde o temprano encontrarán su lugar en el mercado y al final la situación de expansión les favorecerá”.
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