Y con esto nos encontramos en El canto de las Estrigias, de Éric Corbeyran (donde el autor, junto a otros dibujantes, ha creado todo un universo entorno a ellas) a los guiones y Richard Guerineau a los lápices, un cómic basado en estas historias del subgénero de espías, de suspense e intriga. Y si a todo esto le añadimos otros géneros como el thriller o la fantasía en su vertiente, digamos, mitológica, reunimos un “cóctel molotov” de lo más explosivo, variado y atractivo para un lector que bebe de cualquiera de los géneros de aventuras, fantasía, terror, suspense y espionaje.
La historia arranca cuando el Presidente de los EE.UU. visita una base secreta situada en Nuevo México, encargándose el agente Nivek de la seguridad personal del Presidente. Parece ser que es una visita algo más que rutinaria cuando, de repente, intentan atentar contra la vida del Presidente haciendo explotar la base, siendo saboteada tal acción por una misteriosa mujer que es una verdadera arma letal viviente. A todo esto hay que añadir cierta presencia “oscura” que huye aprovechando el humo y el caos provocado por el atentado, ocultándose en las sombras. A partir de aquí empiezan una serie de sucesos y confabulaciones que Nivek y la misteriosa mujer intentarán desentrañar, pudiendo tocar de lleno a las Altas Esferas.
La historia arranca cuando el Presidente de los EE.UU. visita una base secreta situada en Nuevo México, encargándose el agente Nivek de la seguridad personal del Presidente. Parece ser que es una visita algo más que rutinaria cuando, de repente, intentan atentar contra la vida del Presidente haciendo explotar la base, siendo saboteada tal acción por una misteriosa mujer que es una verdadera arma letal viviente. A todo esto hay que añadir cierta presencia “oscura” que huye aprovechando el humo y el caos provocado por el atentado, ocultándose en las sombras. A partir de aquí empiezan una serie de sucesos y confabulaciones que Nivek y la misteriosa mujer intentarán desentrañar, pudiendo tocar de lleno a las Altas Esferas.
Tengo que reconocer que hacía ya tiempo que una historia como ésta, de género negro, no me había enganchado tanto ni me había obligado de tal manera a tener pegada la nariz en cada una de las 276 páginas de las que consta este tomo, ya que reúne los seis primeros volúmenes de esta serie (Sombras, Trampas, Influjos, Experiencia, Vestigios y Existencias) que en Francia ya va por el volumen 11, publicado por Editions Delcourt, siendo una serie que aún está abierta. Por lo tanto, viendo la calidad de este primer tomo recopilatorio, a buen seguro que la Editorial Planeta DeAgostini continuará su publicación en nuestro país.
Todo es debido a que Corbeyran ha sabido darle el ritmo adecuado a este thriller negro para que mantengamos la intensidad y la curiosidad de hacia donde desembocará la historia, sin añadidos de ningún tipo, a mi parecer con los diálogos justos y necesarios para que la historia no se haga cansina y decaiga, cuando, desde un primer momento, ya se había planteado por parte de los autores que sería una historia de largo recorrido, sin tomos autoconclusivos, si no con un “continuará” en cada uno de sus volúmenes, como si de una verdadera serie de televisión de las que estamos acostumbrados hoy en día se tratara, tipo Perdidos o Héroes, donde si quieres ver como acaba todo tendrás que seguir cada uno de los capítulos de los que consta la serie y que, normalmente, duran varias temporadas, como es el caso que nos ocurre aquí, donde el volumen recopilatorio que hoy tenemos aquí para nada significa que vayamos a tener una historia se acaba en él para que empiece en el siguiente, si no, todo lo contrario, deberemos esperar al segundo volumen para continuar con la trama de la historia que se nos plantea desde un inicio.
Todo es debido a que Corbeyran ha sabido darle el ritmo adecuado a este thriller negro para que mantengamos la intensidad y la curiosidad de hacia donde desembocará la historia, sin añadidos de ningún tipo, a mi parecer con los diálogos justos y necesarios para que la historia no se haga cansina y decaiga, cuando, desde un primer momento, ya se había planteado por parte de los autores que sería una historia de largo recorrido, sin tomos autoconclusivos, si no con un “continuará” en cada uno de sus volúmenes, como si de una verdadera serie de televisión de las que estamos acostumbrados hoy en día se tratara, tipo Perdidos o Héroes, donde si quieres ver como acaba todo tendrás que seguir cada uno de los capítulos de los que consta la serie y que, normalmente, duran varias temporadas, como es el caso que nos ocurre aquí, donde el volumen recopilatorio que hoy tenemos aquí para nada significa que vayamos a tener una historia se acaba en él para que empiece en el siguiente, si no, todo lo contrario, deberemos esperar al segundo volumen para continuar con la trama de la historia que se nos plantea desde un inicio.
Y, para que una cómic de este tipo tenga éxito, debe de contar con un artista a los lápices que haga un buen trabajo, y que es el caso, ya que Richard Guerineau está a la altura del guión, haciendo un trabajo perfecto creando unas localizaciones llenas de detalles, que son una magnífica ayuda donde apoyarse el guionista, porque la meticulosidad con lo que crea a cada uno de los personajes, perfectamente reconocibles y perfectamente asignadas sus cualidades y personalidades en pos de la coherencia de la trama, con unas composiciones de página siguiendo la manera clásica de no salirse de los límites de la viñeta, sin anatomías demasiado grandes de los personajes ocupando totalmente éstas, más bien todo lo contrario, reduciendo el tamaño de los protagonistas para conseguir introducir en cada una de las viñetas todos los detalles que sean posibles, perfectamente en un todo proporcionado, para hacer veraz una historia que, no nos olvidemos, tiene un componente claramente fantástico dentro de una historia de ficción creíble. Aquí vemos claramente de dónde ha bebido el dibujante a la hora de realizar los dibujos para esta historia: de dibujantes de la talla de un William Vance o un Phillippe Franq, en series como XIII o Largo Winch, respectivamente, que, recordemos, son también de temática negra, donde los complots y los asesinatos, a un Alto Nivel o no, también tienen su peso específico. Todo enmarcado dentro de la gran tradición polar de la BD francesa, con un estilo de la línea clara realista predominante, ideal para hacerla adaptable y creíble hoy en día, siendo una historia de ficción pero que perfectamente podría suceder y ser real en el mundo que vivimos, donde el poder económico y político es el que impera y el que maneja los hilos, muchas veces en la sombra.
Hay que reconocer que el trabajo que hace a los colores Isabelle Merlet es mucho más efectivo, clarificador y mucho más limpio a la hora de dar “claridad” a los detalles de los que hablamos, que el trabajo que hace Rubi en el tomo 5 y 6, mucho más oscuro y que desvirtúa a mi parecer el finísimo trazo de Guerineau que en sus composiciones intenta detallarnos al milímetro, de una manera clara y sin detalles superfluos, todo lo intrincado de la trama de Corbeyran.
Por último, haremos un comentario de pasada sobre la nueva línea de publicación BD de la Editorial Planeta DeAgostini. Parece ser que la editorial ha decidido apostar muy fuerte por la publicación de BD franco-belga (se nota la llegada de Carlos M. Miralles a la editorial) y, muestra de ello, son los tres primeros tomos recopilatorios que sacaron durante la celebración del 26è Saló del Còmic de Barcelona (a los que han seguido unos cuantos más). Tomos perfectamente presentados, con tapa dura, buen papel, y a un precio irresistible (20 €, cuando en realidad una edición de este estilo, en tomos separados, tamaño álbum BD, podría costar perfectamente, como mínimo, 60 €). Claro que, para conseguir este precio de venta al público, han tenido que reducir el tamaño del álbum francés a 18 x 24’5 cm., cosa que no dificulta para nada la lectura aunque, sí que es verdad, que hay dibujantes que aguantan mejor que otros la reducción de tamaño y, en este caso en concreto, un tamaño mayor del tomo hubiera redondeado para mejor la jugada, eso sí, seguramente incrementado el precio de venta. Aún así, habituado toda la vida más a la lectura del comic-book norteamericano y no tanto al álbum francés, acepto sin reparos esta edición por parte de Planeta, que te posibilita que hayan títulos en el mercado que de otra forma, seguramente, no tendrías, y que además te posibilita una lectura más continua sin perder el hilo de la trama a la primera de cambio, esperando, a veces, meses y meses para continuar su lectura (cosa que ocurre con las obras BD) y que, viendo lo visto en esta obra, bien merece la pena que se publiquen. Esta avalancha de títulos BD que parece que se avecina, ¿saturará el mercado o posibilitará que la oferta sea mayor a la hora de elegir éste y no otro título? El tiempo, como siempre, nos quitará o dará la razón, tanto al editor como al lector, porque siempre habrá opiniones para todos los gustos por ambas partes, entre y dentro de ellas.
Por último, haremos un comentario de pasada sobre la nueva línea de publicación BD de la Editorial Planeta DeAgostini. Parece ser que la editorial ha decidido apostar muy fuerte por la publicación de BD franco-belga (se nota la llegada de Carlos M. Miralles a la editorial) y, muestra de ello, son los tres primeros tomos recopilatorios que sacaron durante la celebración del 26è Saló del Còmic de Barcelona (a los que han seguido unos cuantos más). Tomos perfectamente presentados, con tapa dura, buen papel, y a un precio irresistible (20 €, cuando en realidad una edición de este estilo, en tomos separados, tamaño álbum BD, podría costar perfectamente, como mínimo, 60 €). Claro que, para conseguir este precio de venta al público, han tenido que reducir el tamaño del álbum francés a 18 x 24’5 cm., cosa que no dificulta para nada la lectura aunque, sí que es verdad, que hay dibujantes que aguantan mejor que otros la reducción de tamaño y, en este caso en concreto, un tamaño mayor del tomo hubiera redondeado para mejor la jugada, eso sí, seguramente incrementado el precio de venta. Aún así, habituado toda la vida más a la lectura del comic-book norteamericano y no tanto al álbum francés, acepto sin reparos esta edición por parte de Planeta, que te posibilita que hayan títulos en el mercado que de otra forma, seguramente, no tendrías, y que además te posibilita una lectura más continua sin perder el hilo de la trama a la primera de cambio, esperando, a veces, meses y meses para continuar su lectura (cosa que ocurre con las obras BD) y que, viendo lo visto en esta obra, bien merece la pena que se publiquen. Esta avalancha de títulos BD que parece que se avecina, ¿saturará el mercado o posibilitará que la oferta sea mayor a la hora de elegir éste y no otro título? El tiempo, como siempre, nos quitará o dará la razón, tanto al editor como al lector, porque siempre habrá opiniones para todos los gustos por ambas partes, entre y dentro de ellas.
Con todo lo dicho anteriormente, a quien le guste toda una serie de géneros de ficción, y no tenga reparos en mezclarlos en una única obra, creo que El canto de las Estrigias no os defraudará y quedaréis satisfechos con la inversión realizada. Yo, por mi parte, ya estoy esperando a que salga a al venta el segundo volumen, que seguro no tardará en caer.
Un saludo cordial.
Un saludo cordial.
2 comentarios:
Con todo lo que llevas escribiendo últimamente tendrías un libro, creo que el blog se tendría que llamar EDU EN EL BLOC. Madre mía, azota a alguno, y lo grabas.
US
José Andrés
Pues sí, pues sí, estoy esperando una buena oferta de alguna editorial para publicar mis memorias blogueras, que son de un jugoso que no veas... el problema es que los derechos de autor son un pelín elevados, pero bueno, viendo como está el mercado de fichajes, todo es posible...
Lo de azotar a alguno no hace falta... ya me autoflagelo lo suficiente yo mismo... pero, estamos en las mismas, la exclusiva en vídeo cuesta una riñonada, o sea, que os tendréis que conformar con vuestra imaginación portentosa... de momento...
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