lunes, diciembre 11, 2006

¡DRAGONES!

Uno de los mitos, seres, personajes, más interesantes de la fantasía es el dragón. Representado con formas gigantescas, de aspecto reptiliano, con cuernos y afilados colmillos, potentes garras, recubierto de fuertes escamas, de diversos colores y enormes alas membranosas y aliento de fuego, es un ser que al mismo tiempo que inspira miedo, inspira respeto y admiración. Con una inteligencia superior, gran longevidad y capacidad de hablar, tiene una mente retorcida y malvada. Si unimos a todo esto sus grandes poderes mágicos y su menosprecio por las razas inferiores (que son el resto de los seres que no son dragones) es un enemigo temible.

San Jorge y el dragón de Paolo Ucello

Ya de antiguo, serpientes y dragones, habitantes de las profundidades de la Tierra, son la representación del mal, son hijos del demonio: la serpiente en el Paraíso, la lucha de San Jorge, “El Cantar de los Nibelungos” con su héroe Sigfrido, la Tarasca francesa, por no hablar de Drácula, nos muestran su ferocidad y maldad.

Smaug de Alan Lee

Ejemplos de su maldad y avaricia en la literatura fantástica actual tenemos a Smaug de “El Hobbit” y los distintos dragones que aparecen en la saga de “Dragonlance” del mundo de Krynn.

Hay pocos ejemplos de dragones benignos o simplemente neutrales. Podría ser Fújur de “La historia interminable”, los dragones de Terramar o incluso los dragones de Idhún que apoyaron a los humanos pero siempre con un trasfondo de cierto desprecio hacia la fragilidad de los humanos.

Todo esto en la literatura Occidental porque en Oriente el caso es muy distinto. En Oriente, los dragones son seres benévolos, llenos de sabiduría y buenos consejos para el género humano. Para los chinos el dragón simboliza la buena suerte, la buena estrella. En su horóscopo, el signo del dragón es muy respetado.


Enlazando las dos líneas tenemos la saga “El Reino de los Dragones” de Richard A. Knaak (Editorial Timun Mas). En un mundo imaginario, también pseudomedieval y mágico, nos presenta a los dragones como gobernantes de distintos reinos, unos aliados de los humanos. Otros,… no tanto. Dividida en cinco partes tenemos:


Dragones de Fuego”. Los reyes dragones se reúnen ante una posible amenaza exterior. El joven Cabe Bedlam descubre sus grandes poderes mágicos como heredero de su abuelo al tiempo que se entera que su padre es el gran mago nigromante destructor de dragones. Ayudado por El Grifo y el misterioso Caballo Oscuro, consigue equilibrar de nuevo las fuerzas de los distintos reinos, con la alianza del Dragón Verde.








Dragones de Hielo”. Cabe se compromete a educar juntos a dragones y humanos para un mejor entendimiento, pero del norte llega la amenaza del Dragón de Hielo que quiere imponer un eterno invierno en honor a su “reina”.












El Devastador”. El Grifo viaja al País de los Sueños, donde nació para recuperar su pasado y parar la amenaza de los piratas-lobo guiados por un ser llamado “Devastador”.
La figura del Grifo me gusta especialmente.












Caballo Oscuro”. El ser llamado Caballo Oscuro, debe luchar contra Sombra, gran hechicero liberado por accidente del Vacío y responsable de la dualidad del mismo Caballo Oscuro.













El Dragón de Cristal”. Los piratas-lobo encuentran una nueva base en la península de Legar donde reina el muy poco conocido Dragón de Cristal, y despiertan una antigua raza no-humana. El Dragón de Cristal debe pedir auxilio a Cabe Bedlam que junto con El Grifo y Caballo Oscuro, acude en su ayuda.










Es una saga que engancha, se lee con gusto y casi con avidez. Hay mucha acción y cambios insospechados tanto en situaciones como en personajes y nos presenta cosas nuevas de los dragones.

¡Animaros a leerla!

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