Solo. Mundo caníbal
Óscar Martín + Toni Fernández
Edicions de Ponent
Tapa blanda, blanco y negro
Incluye CD del grupo Fujiyama Kids
PVP: 24 euros
Óscar Martín + Toni Fernández
Edicions de Ponent
Tapa blanda, blanco y negro
Incluye CD del grupo Fujiyama Kids
PVP: 24 euros
Se han publicado muchos cómics (y novelas y películas) basadas en un mundo post apocalíptico. La Tierra quedaba devastada por cataclismos naturales, meteoritos caídos del espacio o por una guerra nuclear. Esta última no era contemplada como una mera fantasía catastrofista; desde el final de la II Guerra Mundial se veía como posible que el enfrentamiento entre los dos grandes bloques político-ideológicos –Este versus Oeste- llevara a un nuevo conflicto mundial pero, esta vez, con armas atómicas.
El desastre provocaba modificaciones en el medio ambiente y profundos cambios políticos y sociales. La civilización, o había desaparecido o se limitaba a determinadas áreas. El caos, el pillaje, las plagas, las bandas errantes, el ir tirando con los últimos restos de la tecnología olvidada formaban parte esencial del argumento. Este sería el escenario de series como, por ejemplo, “Jeremiah” de Hermann y “Hombre” de Ortiz y Segura.
Pero pasadas unas cuantas generaciones, los cambios afectaban a la esencia biológica del planeta y las especies animales y vegetales supervivientes, que sufrían importantes alteraciones o incluso habían dado pie al nacimiento de otras totalmente nuevas. En este punto de no retorno encontramos cómics como “Mundo Mutante” de Corben y el que hoy nos ocupa: Solo, Mundo caníbal, de Óscar Martín.
En Mundo caníbal la genética y la teoría de la evolución han desistido de seguir un comportamiento natural y literalmente se han desmadrado. La vegetación ha desaparecido, no queda ni una brizna de hierba, la carroña es una delicatessen, las mutaciones han afectado a prácticamente todos los seres vivos restantes, que para sobrevivir en parajes yermos y contaminados se han convertido en depredadores. Animales como perros, gatos, monos, o cerdos -con caracterizaciones antropomórficas-, han alcanzado un nivel de inteligencia mínimo que les faculta a utilizar toda clase de utensilios mortíferos (pistolas, lanzas, cuchillos, rifles…) para ir cazándose unas razas a otras. También encontramos bichos nuevos, fruto de cruces imposibles algunos y de nueva creación la mayoría, todos ellos depredadores bien dotados. Los humanos que quedan han perdido el dominio del planeta y se recluyen en reductos utilizando a los monos –monines- como carne de cañón.
Biológicamente, el ecosistema de Mundo Caníbal no se sostiene: dado que no existen productores primarios –los capaces de producir su propio alimento, por ejemplo las plantas con la fotosíntesis- en la cadena trófica, sólo encontramos consumidores omnívoros, porque todo lo que tiene vida (o la tenía hace poco) es comestible, sea insecto, mamífero o cosa que pueda aportar proteínas. Evidentemente esto tiene nula importancia en un cómic como éste, de humor gamberro y salvaje con grandes dosis de terror gore, brutalidad, sangre a raudales y violencia caníbal.
Utilizando un término empleado en los videojuegos, estamos ante un shoot em up, un mata-mata todo lo que te encuentres porque si no te eliminarán y deberás recomenzar la partida.
Solo es un rata cazador que trata de sobrevivir con su familia, pero un día tras regresar de una batida frustrada se encuentra que su mujer y sus tres hijos han sido raptados por los monines, para ser conducidos a las nuevas granjas de cría que sus señores –los humanos- están implantando para solucionar el problema del abastecimiento de alimentos. Este argumento mínimo se convierte en una excusa para un peregrinaje sin rumbo salpicado de enfrentamientos brutales y sangrientos, conforme nuestro roedor protagonista en plan Mad Max se va encontrando las diferentes especies. Los capítulos, que podrían leerse prácticamente de forma independiente, mantienen un débil hilo conductor: la búsqueda de Solo de su familia.
Publicado originalmente en 9 comic-books, la impresión que me da es que el proyecto inicial limitado queda “desbordado” ante una buena acogida y se estira hasta que se agota.
En el dibujo de Óscar Martín se notan los trabajos para la Disney y la Warner, tiene, como Juanjo Guarnido, un aspecto de dibujo animado, cartoon, que contrasta con el tipo de historias –para nada infantiles- que nos cuentan. Es interesante comentar la elección del protagonista –un ejemplar de rata de gran tamaño y muy malas pulgas-, de manera que se transgrede, por una parte, el rol habitual destinado a los simpáticos ratoncitos como Mickey Mouse, Fievel, etc., y, por otra, el empleo de uno de los animales menos “atractivos” posible para los humanos, desestimando otros animales más nobles como perros, tigres o similares.
Su blanco y negro es muy limpio, diáfano -al estilo de autores como Pedro Camello o Jordi Bayarri- al que le viene perfecto el añadido del color (como se puede comprobar en su serie La Hermandad o en la segunda parte de Solo). Los constantes enfrentamientos sirven para el lucimiento de Martín, que tiene un pleno dominio del movimiento, el dinamismo y la expresividad de los personajes.
Las habituales onomatopeyas de disparos, golpes o choque de espadas –bang, tump, clang, etc.- se sustituyen por su expresión literal; tiro, tiro, tirazo, fallo, fallo, tajada, clavada… Este sorprendente recurso hace que la lectura de las primeras páginas se haga todavía más hilarante.
La edición de Edicions De Ponent es muy buena, de impresión y papel excelente, viene acompañada de un CD del grupo Fujiyama Kids, y otros extras, pero ello hace que el precio se vaya a los 24 euros.
El final del tomo incluye una serie de fichas de las principales especies: perros, mustélidos, monines, gusanos, rechazados, solitarios, puerkos, humanos…, más unas cuantas páginas a color y otras en diferentes niveles de acabado, que forman parte de la continuación -en forma de precuela- de “Solo. Los supervivientes del caos”, también en De Ponent.
Como tantos buenos talentos de la piel de toro, Martín ha tenido que emigrar laboralmente a Francia, donde dibuja y da color a la serie “La Hermandad” con guiones de Miroslav Dragan, de la que Norma Editorial ha publicado los dos primeros volúmenes.
3 comentarios:
Hola, llevo tiempo buscando información de este gran cómic. Yo tengo como 5 o 6 números, puede que más, de la primera edición. Me acuerdo que compraba los cómics en un estanco de mi pueblo y era muy difícil poder seguir colecciones enteras. De golpe dejaban de traer más números y eso me sucedió con Solo. Una lástima. Hay posibilidad de acabar la saga?
Entiendo que los números a los que te refieres deben estar reunidos en el recopilatorio "Solo. Mundo Caníbal."
Ediciones De Ponent ha publicado:
Solo. Mundo Canibal. B/N 248 pag. Rustica tamaño comic book americano aprox. 24 euros
Solo. Los supervivientes del caos 1 . Color 64 pag. Album tapa dura, tamaño europeo. 18 euros
Solo. Los supervivientes del caos 2 . Color 64 pag. Album tapa dura, tamaño europeo. 18 euros
Ominiky Ediciones:
Solo: Historias caníbales. Color 72 pag. Album tapa dura, tamaño europeo. 18,50 euros
Solo: Crónicas Salvajes. B/N 72 pag. Album tapa dura, tamaño europeo. 15 euros Guión de Oscar Martin y dibujo de Raúl Moreno (pero cuidado que es una pasada y no desmerece lo más mínimo).
Si no tienes una tienda en tu ciudad/pueblo donde poder encontrarlos, mira en Akira comics, Amazon, o similares. Mejor no tardes mucho.
Saludos
Lo que yo hice era llamar al numero de teléfono que venia en la revista. he pedido ahí todos los números y me los libraron dentro de una semana.
Publicar un comentario