miércoles, octubre 26, 2011

PAULINE BAYNES: LA ILUSTRADORA DE TOLKIEN (I)

La Tierra Media ha sido fuente de inspiración de muchos ilustradores. Cada uno ha captado su espíritu a su manera y lo ha plasmado según su propia visión. Ya os he comentado en varios posts (aquí, aquí y aquí) que John Howe y Alan Lee son para mí los que más y mejor han sabido exponer la idea que de este mundo tenía J.R.R. Tolkien. Pero no tenemos que olvidar que en vida de Tolkien sus libros también fueron ilustrados y, entre sus contemporáneos, fue Pauline Baynes la que supo unir magníficamente las ideas del escritor con su propia magia. Elegida personalmente por Tolkien para sus libros, el entendimiento fue instantáneo y mutuo dando origen a una colaboración y amistad que duraría toda la vida. Pero sepamos algo más de su vida.



Pauline Diana Baynes nació el 9 de septiembre de 1922 en Hove (Sussex, Gran Bretaña) hija menor de Frederick Baynes y su esposa Jessie. Pasó su infancia en la India donde su padre estaba en el Servicio Civil Indio como comisionado en Agra. Los veranos los pasaba en la colina de Mussoorie cuyas vistas y sonidos recordaría vivamente a lo largo de su vida. Su madre se negó a seguir los convencionalismos y abandonó a su marido, regresando a Inglaterra con sus hijas, Angela, la mayor, y Pauline. Vivieron en hoteles y locales de alquiler en Farnham, Surrey y pasaban las vacaciones en Suiza. Se educó primero en un estricto colegio de monjas y posteriormente en el internado de niñas Beaufront, Camberley. Fueron años difíciles para Pauline porque añoraba a su aya de la India, por el estricto convento de monjas donde estudiaba donde se burlaban de su imaginación extravagante, de su ropa y de su habilidad con el hindi. La situación se hizo más tolerable cuando supo que sus experiencias eran similares a su admirado Rudyard Kipling. Su vida mejora cuando con 15 años pasa a estudiar en la Farnham School of Art y más tarde a la Slade School of Fine Art donde estudió diseño durante un año no llegando a licenciarse.



Desde un principio sabía que quería ilustrar libros para niños pero, en 1940, su educación se vio interrumpida por las exigencias de la guerra. Durante la II Guerra Mundial, debido a su formación artística, hizo modelos para la Unidad de Camuflaje de los Ingenieros Reales en el Ministerio de Defensa (1940-1942). Después se trasladó al Departamento de Hidrografía del Almirantazgo en Bath (1942-1945) elaborando mapas y cartas náuticas. El contacto de un colega en la Unidad de Camuflaje le llevó a encargos profesionales en la década de los 40. A finales de la década ya tenía un considerable número de trabajos publicados. Amiga de Ernest Sheppard (ilustrador de “Winnie the Pooh”), éste le llevó su cartera a su editor. Su verdadero avance se produjo en 1948 cuando los dibujos que había enviado a George Allen & Unwin fueron vistos por Tolkien. Éste estaba en desacuerdo con el ilustrador elegido para “Egidio, el granjero de Ham” y las ilustraciones a la manera medieval de una joven Pauline Baynes le encantaron tanto que dijo: “Más que ilustraciones, son una historia emparentada”. Produjo dibujos a pluma y tinta y tres paneles a color iniciándose así una gran amistad que duraría toda una vida.




Publicado en 1949, fue todo un éxito que le llevó a que fuera aceptada como ilustradora para las historias de Narnia de C.S. Lewis, amigo de Tolkien: “El león, la bruja y el armario” fue publicado en 1950. Le siguieron seis volúmenes más que componen el corpus de “Crónicas de Narnia” concluyendo en 1956, retornando en 1994 con “El libro de Narnia”. La representación de Narnia queda íntimamente unida a Pauline Baynes, marcando para siempre la iconografía de Narnia. La relación con C.S. Lewis fue cordial y profesional pero no tuvo ni la profundidad del respeto y afecto que tuvo con Tolkien. Lewis la halagaba sin reparo, cuando ella odiaba todo tipo de adulación, y se sintió muy herida cuando se enteró que la criticaba a sus espaldas ante otras personas.



La colaboración con Tolkien continuó con las ediciones originales de “Las aventuras de Tom Bombadil” (1962) (reseña aquí), “Árbol y Hoja” (1964), “El herrero de Wotton Mayor” (1967). Tras la muerte de Tolkien ilustró el poema “La última canción de Bilbo”, como póster en 1974 y como libro en 1990. Realizó las portadas de la edición británica en un volumen en 1973 y la edición en rústica en tres volúmenes de “El Señor de los Anillos” y produjo versiones en póster de los mapas de “El Señor de los Anillos” y de “El hobbit”. En 1999 realizó el mapa de “El pequeño reino” para el cincuentenario de “Egidio, el granjero de Ham”.




Se sentía incómoda con la alegoría cristiana de los libros de Narnia y con el hecho que la popularidad de sus trabajos con Tolkien y C.S. Lewis pudiera eclipsar el resto de su carrera. Ilustró más de cien libros, propios y ajenos, realizó portadas, imágenes para revistas, tarjetas y publicidad. En 1957 ilustró la edición de Annabel Williams-Ellis de “Las mil y una noche”. El “Libro de rimas” de Iona y Peter Opie en 1963. En 1966 trabajó con Allison Uttley en “Recetas de una antigua granja” e hizo otros trabajos sobre obras de Beatrix Potter, Allison Uttley, Runner Golden y Enid Blyton. El favorito de sus trabajos era “Diccionario de Caballería” de Grant Uden, con 600 ilustraciones, un trabajo que le llevó dos años y que le fue reconocido con la medalla Kate Greenaway. Fue finalista con “Muelles y Caracol” en 1977 de Helen Spider. Otros libros son “El caballo encantado” de Rosemary Harris (1981), “Belleza negra” de Anne Sewell (1984),“La historia de Daniel” de George Macbeth (1986), “La cesta de Moisés” de Jenny Koralek en 2003. Escribió e ilustró sus propios libros como: “Victoria y el pájaro de oro” (1948), “Empezó como perro” (1985), “El buen rey Wenceslao” (1987), “Noé y el Arca” ( 1988), “En el principio” (1990), “La historia de Troya” de Roger Lancelyn Green, editado por Siruela en 2006, “El baúl del elefante” (2007)...




En 1961, con cuarenta años, se casa con Otto Fritz Gasch, alemán ex-prisionero de guerra que no volvió a Alemania al terminar la Guerra. Se llevaba bien con los amigos de Pauline, Tolkien y Sheppard (que disfrutaban intercambiando recuerdos de tiempos de guerra) viviendo en las afueras de Farnham donde le creó un jardín maravilloso. No tuvieron hijos y permanecieron juntos hasta la repentina muerte de Otto en 1988. Dos años más tarde recibió una llamada de una hija de Gash, de un anterior matrimonio en Alemania. Tras la caída del Telón de Acero, la hija había descubierto que su padre se había quedado en Inglaterra tras la guerra y se había vuelto a casar. Ella nunca lo había conocido pero estaba encantada de encontrar a la mujer que le había amado. Pauline en su vejez descubrió que tenía una familia, después de todo. Su gran pasión fueron los perros y la música, sobre todo Haendel que ponía de fondo mientras trabajaba.



Un poco a disgusto desarrolló una reputación de ilustradora de obras cristianas y para restablecer el equilibrio, una de sus últimas creaciones fue una serie de diseños para el Corán que publicaría en 2009. Dejó inconcluso un proyecto de unas 40 ilustraciones de las Fábulas de Esopo. Trabajó en gouache, lápiz y en tinta en punta seca. Su estilo ingenioso, inventivo, con fuerte sentido del color y la línea, con gran atención a los detalles, es fácilmente reconocible. Gustaba de los detalles. En particular de los detalles en miniatura al estilo de los Libros de Horas y manuscritos iluminados medievales. Ella misma fue una notable rotulista y el diseño fue también una parte importante en su trabajo. Investigadora meticulosa, tenía una biblioteca de trabajo enorme y ecléctica. Tal era su precisión que cuando las 600 ilustraciones del “Diccionario de Caballería” fueron sometidas al escrutinio de un experto en heráldica, sólo se solicitó una alteración.

Trabajadora infatigable, su capacidad para crear, su “obsesión” como ella decía, produjo obras de rica imaginación siendo una de las ilustradoras más importantes del siglo XX. Murió en su casa de Surrey el 2 de agosto de 2008, a los 85 años de edad.

(Continuará...)

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