Cuatro días estuvimos parte de los componentes de este blog en el Saló del Còmic de Barcelona de este año, cuatro días que hicimos casi lo de siempre, lo de todos los años, intentar conseguir algunas firmas, visitar las exposiciones que siempre son interesantes de ver, ir de tendeo de stand a stand y, como no, hacer una visita a la Fnac durante la celebración de sus multitudinarias sesiones de firmas... y todo ello sin casi tiempo, como siempre, para estar en todas... Y, dicho esto, comencemos...
El jueves llegamos un poco después de la apertura del Saló al público y, como ya va siendo tradicional, siempre es el día perfecto para realizar las fotos habidas y por haber de todas las exposiciones que nos ofrecía este año el Saló, ya que es el día más tranquilo para poder hacerlas (por la mañana hay menos sesiones de firmas a las que acudir y menos afluencia de público) y visitar detenidamente dichas muestras sobre el arte de las viñetas... como va siendo ya habitual, Susana será la encargada de hacer el post sobre estas exposiciones, de las cuales la que me resultó más impresionante para mí fue la de los originales de las tiras de prensa de la obra de Milton Caniff, “Los horizontes ilimitados de Milton Caniff”, una auténtica maravilla y deleite para los ojos. En cuanto a la exposición principal de este año “Cómics en vuelo”, situada en la explanada de la Plaça Univers bajo una enorma carpa, nos dejó un poco fríos, no por la espectacularidad de los aviones allí expuestos, sino porque creíamos que veríamos, como el año pasado con la exposición de los coches, páginas originales de cómics basados en esta temática, las cuales brillaron por su ausencia, dejando la exposición un poco desangelada... una verdadera pena, la verdad...
También pudimos ver tranquilamente todos los stands de las editoriales, donde destacaba sobretodo el gran despliegue de medios que hizo ECC ocupando tres espacios seguidos, aprovechando para ello el próximo estreno de la película de Wonder Woman (un espacio donde poder entrenar y aprender a ser amazona), otro con el lanzamiento de las novedades editoriales más enfocadas a un público infantil dentro del universo superheroico de la DC. Y el otro espacio era, por supuesto, el dedicado a la tienda en sí donde poder comprar las últimas novedades de la editorial y merchandising vario y la zona de firmas y reunión de los invitados.
Otro stand a destacar era el de Panini, más que por lo que nos ofrecía (como siempre no ponen sus productos a la venta ahí), destacaba por su continente, una especie de Exin Castillos, supongo que en honor a la publicación y novedad del Saló Alma Cubrae de Tomé & Sandoval, coeditado con Ominiky Ediciones. También grandes por su extensión eran los de Planeta Cómic (el stand-tienda de siempre), el de Norma (aunque con una situación realmente extraña, con un gran pilar que impedía acceder de manera normal a la zona de firmas que, por cierto, el reparto de números para las mismas fue un auténtico caos), los bulliciosos siempre stands de Dibbuks y Astiberri con sus indispensables sesiones de firmas, o el de les Illes Balears, con Dolmen y Ominiky a la cabeza con sus siempre interesantes sesiones de firmas. Echamos en falta, eso sí, el animado siempre stand de Aleta Ediciones, editorial que no debe pasar ahora mismo por su mejor momento suponemos (recientemente han perdido los derechos de publicación de Valiant).
Stands de Panini, Astiberri y Dibbuks: con sesiones de firmas de David Rubín, Matt Kindt, Emma Ríos, Juan Díaz Canales, Bruno Gazzotti, Nuria Tamarit, Angux y Horacio Altuna
En cuanto a los autores invitados este año y a los que pude acercarme para que me hicieran un dibujaco, podemos destacar a uno de los mitos de la BD, Hermann, que lo pudimos pillar en el stand de ECC Ediciones, junto a otros grandes como Dave Gibbons, Jill Thompson, Mitch Gerads, Gene Ha y Yancey Labat; otro stand productivo en cuanto a la obtención de dedicatorias era, como siempre, el de Norma, donde algunos de nuestros autores firmaban y conseguimos, por tanto, sketches de Homs, Oriol, Efa, Santos, Alburquerque, y destacar otro autor de origen español, Diaz Vizoso, que hizo unos magníficos dibujos en su álbum de Los Pitufos (que, por cierto, le regaló a nuestra Pepa un sketch de la Pitufina sin esperarlo mientras estábamos comiendo en uno de los bares del Saló, para gran sorpresa de la obsequiada). También en Dibbuks conseguimos un dibujo de Sanna & El Torres y de Angux & Tamarit, y en Diábolo un magnífico dibujo de Brockbank; ya en Planeta conseguimos una dedicatoria de Font y en el stand de la Fnac una dedicatoria del gran Calderón. También conseguimos un par de dedicatorias del Xian Nu Studios en su Corazón de melón para nuestra sobrina, y en el mismo stand de Ediciones Babylon unos magníficos dibujos de Alarcón en su La Bella y la Bestia... así como una dedicatoria de Sergio Sandoval en su Alma Cubrae, cuya productora de espectáculos y recreaciones históricas tenía su propio stand en el palacio 2.1 donde desfilaban varios personajes de esta obra.
Las larguísmas colas que se formaban para las firmas de Dave Gibbons en el stand de ECC, y al fondo también podemos ver a Francis Portela, Jordi Tarragona y Gene Ha
Otro de los stands que nos resultó curioso fue el de Fet a mà patchwork, donde podías comprar retales customizados con temáticas varias de cómic y cine para hacer un montón de accesorios y complementos para uno mismo o para la casa. Una iniciativa curiosa a la que le auguramos y deseamos un gran éxito de ventas.
El gran Hermann Huppen
Otro de los lugares donde siempre se pueden conseguir buenas cazas de dibujos son en las dos sesiones de firmas que organiza la Fnac en El Triangle y en Las Arenas, donde conseguí un par de Larraz (que gran dibujante es Pepe y que buenas dedicatorias es capaz de perpetrar fácilmente), una de otro auténtico maestro como es R. M. Guéra, y un Marsupilami del gran Batem. Como siempre, unas Jornadas Comiqueras que nunca defraudan y que organizan magníficas conferencias a las que ojalá tuvieramos tiempo de asistir.
Larguisimas colas en las Fnac El Triangle y Las Arenas... más de 70 autores dedicando durante dos o tres horas los dos días
Este año hemos podido comprobar que la superficie del Saló en sí había aumentado exponencialmente, dejando el pabellón 1 en esta ocasión para la zona comercial, dónde estaban ubicados todos los diferentes stands de las editoriales, de librerías, de merchandising, de las productoras de cine, etc. Curioso fue el nuevo pabellón 4 donde albergar el grueso de las exposiciones, una especie de edificio con rampa donde en nueve niveles se iban redistribuyendo éstas, así como los talleres, algunos escenarios, la zona de profesionales, y el stand de una de las estrellas del Saló, el coreano Kim Jung Gi, donde tenía dos veces al día sesión de dibujo en directo.
Kim Jung Gi en sus tradicionales sesiones de dibujo en vivo y directo
Luego estaba el pabellón 2.1, la parte superior del pabellón 2 donde antiguamente se situaba la zona comercial, ubicación de tres de las exposiciones, la Zona de Fanzines, la Carpa de Autores, la Zona de Vídeojuegos, y la ubicación de todos los stands de asociaciones varias. Un lugar del que, desde el principio, hubieron protestas por parte de algunos colectivos por su, digamos, aislamiento del resto de los stands de la zona comercial (sobre todo por parte de los fanzineros), cosa que en parte era evidente, porque todo el bullicio estaba en el pabellón 1, donde hubiera sido el lugar más lógico para ubicar a los Fanzines y la Carpa de los Autores, porque sí que en muchos momentos este espacio se veía un poco desangelado de gente, aunque, también podemos indicar que el que quería subir y ver lo que se cocía ahí, lo tenía fácil, tanto desde el pabellón 1 como del 4. En fin, por mi parte, yo visité esta primera planta más de una vez por motivos de "negocios". A ver si para el próximo año los espacios se organizan de otra forma y todos salen contentos de su ubición por primera vez.
Zona de Vídeojuegos
La afluencia de gente no sé si realmente habrá sido superior o inferior respecto a otros años, lo que sí que se constataba es que se podía deambular holgadamente por todos los stands, la cual cosa siempre se agradece, y por lo que se ve el sábado por la tarde se agotaron las entradas... sí que hubo un momento al mediodía del sábado que no se permitía la entrada al pabellón 1, la cual cosa puso nervioso a más de uno que no podía acceder a él para llegar a las firmas previstas... pero después de comer la cosa ya se normalizó, y la entrada a los diferentes pabellones fue ya fluida y normal. Otro hecho a destacar es el aumento de zonas de restauración, que unidos a los food trucks, hacía que fuera más fácil encontrar sitio donde comer o tomarte alguna cosa.
Sesión de firmas en el stand de Norma: Homs, Zidrou, Lafebre, Oriol y Díaz Canales
En resumen, un Saló más a nuestras espaldas... un lugar ideal para vernos almenos una vez al año con todos esos aficionados que sólo vez de evento en evento, un Saló que, a pesar de sus fallos a mejorar, es el lugar ideal e imprescindible para todo amante de los tebeos para reunirnos y pasarnos unos cuatro días a tope sin parar, disfrutando de todo ese ambiente que que rodea y absorve y con el que tanto te identificas. por lo tanto, como no podía ser de otra manera, nos vemos en mayo del 2018 en el 36è Saló del Còmic de Barcelona... la resaca y el cansancio que nos ha dado éste ha durado muy poco y ya tenemos ganas de volver...
Un saludo cordial.
1 comentario:
Buena crónica. Solo me falta ver la Pitufina de pepa ;)
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