lunes, diciembre 26, 2011

LOS ALEGRES CHAVALES DE BRIAN PILKINGTON

Cuando Susana regresa de uno de sus fantásticos viajes, allá por todo el mundo, siempre tiene la delicadeza de dos cosas: enviar una postal del país donde se encuentra (las tengo en un book especial) y traerme algún recuerdo. Este año tampoco ha faltado a la cita y me ha traído una baraja de cartas de Islandia. Primero me quedé sorprendida porque yo como que no soy nada jugadora pero luego vi el por qué de estas cartas: los diferentes palos estaban ilustrados por unos simpáticos, entrometidos y pícaros seres. ¿Quienes son? ¿Quién es su ilustrador? ¿Cómo están en una baraja-recuerdo de Islandia? ¡Hala, a investigar!

Pues resulta que el ilustrador es Brian Pilkington. Nacido el 20 de julio de 1950 en Liverpool (Inglaterra) donde pasó su infancia. Desde hace veinte años vive en Islandia, siendo ciudadano islandés. Ilustrador y artista es conocido por sus ilustraciones para libros infantiles desde 1980. También ha ilustrado otros géneros como su libro de fauna islandesa. Su primer libro ilustrado fue “Historia de amor de las montañas” (“Ästarsaga úr fjöllunum”) de Gudrum Helgadóttir (1981) seguido de “Flores en el tejado” (1985), “Flumba, un cuento popular de Islandia” de Gudrum Helgadóttir (1986),“El arca de Noé” (1988), “El abuelo Claus” (1990).



Es especialmente conocido por sus dibujos de los famosos seres sobrenaturales de Islandia: los trolls. Su libro “Enciclopedia de los trolls de Islandia” (1999) recibió el premio de la Junta de Turismo de Islandia. “Trolls de Islandia” (2003) combina imágenes y texto para explicar los hábitos de los trolls islandeses, mezcla de folklore y sus originales aportes. “The Yule Lads” (Los chavales de la Navidad. Una celebración del folklore de Islandia), es una mirada divertida a la historia de la cultura islandesa y como se celebra “Jol”, como llaman a la Navidad. Trata de los 13 trolls que visitan las casas durante estas fiestas y el daño que causan. Pues bien, las ilustraciones que forman esta baraja pertenecen a estos “chavales”.



La Navidad (Jol) en Islandia se inicia el 12 de diciembre cuando el primero de estos chavales baja de las montañas a la ciudad. De terribles seres sedientos de sangre, se transformaron en figuras folklóricas, duendes juguetones cuyo principal interés parece estar en robar comida y chucherías, con alguna travesura menor. Su papel ha cambiado y hoy son más como “Santa” que dejan regalos a los niños. Es una vieja costumbre que los niños pongan un zapato en la ventana y, si se han portado bien, tendrá un regalito en su zapato. Los regalos de Navidad son también una vieja costumbre y siempre de carácter práctico. En siglos pasados una pieza de ropa, unos zapatos adornados dados por el empleador. Era una recompensa por el trabajo bien hecho. En el siglo XX se convirtió en costumbre dar una vela a cada niño y más tarde fue acompañada por ¡una baraja de cartas! Así que ya conocemos la razón de ser de esta baraja de cartas.



La “Jolasveinarnir Jola Spill” o “Islandia Yule Lads” es una baraja publicada por Sólarfilma de Reykjavik, en 2004. Ilustrada por Brian Pilkington, con 52 cartas, con los 13 chavales y dos comodines que representan a su madre.

Estos 13 chavales son hijos de Grýla y Leppalüdi, sedientos de sangre y carne infantil. Grýla roba a los niños que no se han portado bien, lo que le hace ser una figura popular para que los niños se porten bien.
  • El primero en llegar a la ciudad, el 12 de diciembre, es Stekkjactaur, le gusta la leche de oveja y la roba directamente de ellas pero, sus piernas rígidas, se lo ponen difícil.
  • El 13 de diciembre es Giljagaur quien llega a las casas, se esconde en los establos y roba la crema de la leche “mientras la lechera charla con el mozo de cuadras” según cuenta una canción popular.
  • Stúfur, 14 de diciembre, es bajo y rechoncho. Parece tranquilo y agradable pero su objetivo son las sartenes: raspa los restos de comida, dejándolas muy limpias.
  • Pvörusleikir, delgado como las cucharas que lame, el 15 de diciembre, chupa los cucharones de la olla.
  • El 16 de diciembre Pottasleikir llama a las puertas y cuando todo el mundo sale a ver quien es, roba la olla y raspando con lengua y dedos ¡a comer!
  • Askarleikir, el 17 de diciembre, escondido debajo de las camas, arrebata los recipientes de comida, aunque sean del gato y del perro, y los lame hasta acabar con toda la comida.
  • La mayor diversión de Slammer el 18 de diciembre, es abrir y cerrar de golpe las puertas y asustar a la gente durante la noche.
  • El 19 de diciembre aparece Skyrgamur y su plato favorito es el skyr (un tipo de yogur islandés). El único problema es que come demasiado.
  • A Bjúgnakraekir le gusta las salchichas y el 20 de diciembre se dedica a robarlas. Es muy ágil a la hora de subir a las vigas donde se ahuman las salchichas y se las lleva a un lugar tranquilo para comérselas todas.
  • El 21 de diciembre le corresponde a Gluggaegir que es un mirón, un voyeur que espía por las ventanas y, si hay algo que le gusta, trata de conseguirlo.
  • Gattapehur, el 22 de diciembre, tiene una gran y divertida nariz con la que husmea detrás de las puertas el aroma del pan frito, pero no sólo se dedica a olerlo.
  • El 23 de diciembre Ketkrókur roba la carne con un gran gancho de carnicero.
  • La víspera de Navidad, el 24 de diciembre, llega Kertasnikir. La traducción literal sería “mendigo de velas” pero aquí es presentado como ladrón de velas, que podría simbolizar el día más corto, cuando se le roba al hombre la luz del día, el solsticio de invierno.
Las ilustraciones son muy representativas, pues al tiempo que humorísticas, nos llevan a la psicología de cada “chaval”, a sus vicios y manías.

Ya conocemos a estos “Jolasveinarvir”, estos 13 chavales de la Navidad que hacen trastadas, bromas y que fastidian todo lo que pueden a los humanos. Unas figuras del folklore islandés muy interesantes y divertidas que forman parte de las tradiciones navideñas de Islandia. Y así, como quien dice, ¡ya tengo mi primer regalo de Navidad, según las tradiciones islandesas!

Os dejo que voy a echar una partidita y hasta pronto.

Fuentes:

2 comentarios:

Susana dijo...

Nunca un regalo tan pequeño cundió tanto. Ya sabía yo que te gustaría.

Pepa Casino dijo...

¡De pequeño nada!Es la mar de majo y divertido con unas ilustraciones buenísimas. ¡Muchas gracias!