Cuando hablamos de tebeos e ilustración, estamos hablando de dos cosas diferentes relacionadas muchas veces entre sí gracias a los artistas que trabajan en cualquiera de las dos modalidades. A nivel de coleccionistas, podemos encontrarnos también todo tipo de aficionados con gustos variados y objetivos diversos en cuanto a la adquisición de obras originales. Los hay que se orientan a una corriente determinada (como la BD, los comics o el manga), a varias o a todas ellas. Los hay que prefieren páginas de tebeos, los que prefieren ilustraciones independientes relacionadas o no con una obra, o simplemente personajes o temas concretos. Y, por supuesto, las ilustraciones como tal que sirven tanto para iluminar como que forman parte desde su creación de todo tipo de obras literarias, género y dirigidas a diferentes públicos; relatos, cuentos y novelas, entre otras, se han beneficiado del talento de numerosos creadores gráficos. Tampoco me puedo olvidar de los denominados humoristas gráficos que están presentes en los medios de comunicación y que de forma mordaz o con una sutil ironía son capaces de arrancarnos una sonrisa.
De unos años a esta parte ha habido un auge creciente de la demanda de libros ilustrados, gracias a la irrupción de nombres como Benjamin Lacombe o Rebeca Dautremer, por citar dos de los más conocidos, que han sabido imponerse con unos estilos propios capaces de atraer a un abanico de público mayor. También adolescentes y adultos se han dejado cautivar por historias narradas a través de los dibujos de estos artistas, historias que tratan temas universales que se tratan de una forma mucho más contemporánea, afín a los tiempos que corren. Es notable ver la cantidad de aficionados que se congregan en las jornadas de firmas organizadas en la promoción de los libros de Lacombe en España, especialmente adolescentes acompañadas por sus padres que se agolpan para conseguir una dedicatoria.
Gracias a ese creciente interés, ha aumentado también la demanda por adquirir arte original de esos mismos autores y de otros nombres quizás menos conocidos en España. Muy cerca del famoso cementerio parisino de Père Lachaise, última residencia permanente de ilustres nombres como Edith Piaf o Jim Morrison, se encuentra una de las galerías donde se pueden encontrar obras de esos artistas. La galería se llama “Jeanne Robillard” y se encuentra en la Rue de la Folie Regnault en el número 26. Su aspecto exterior es el de una pequeña galería, aunque por desgracia y por desconocimiento sólo se puede visitar con cita previa, así que no puedo dar más detalles de cómo es por dentro. Quizás en otra ocasión me pueda dar una vuelta por allí, si antes me acuerdo de llamarles.
Galería Jeanne Robillard; vista exterior de
la misma. Hay que pedir cita para visitarla
Otro ejemplo de galería dedicada a este tipo de obras lo encontramos en “Martin Gossieaux”, nombre que va unido a uno de los más notables ilustradores franceses y mundialmente conocido gracias al personaje creado por René Goscinni, El pequeño Nicolás. Me estoy refiriendo a Jean-Jaques Sempé, el maestro de la simplicidad y de la elocuencia, capaz de expresarse sólo con unos aparentemente simples trazos. Su extensa obra es perfectamente reconocible y es también muy apreciada por los coleccionistas.
La mencionada galería se encuentra en el 56 de la Rue de l'Université, un pequeñito local pintado en verde y con un toldo a rayas también verde y blanco. Ese aspecto hacía que la galería bien pudiera parecer una tienda de cualquier otra cosa. Su interior blanco permitía reflejar la abundante luz natural que entraba por el escaparate. Como ya he dicho, el local es mínimo, así que las paredes están llenas de imágenes expuestas y son varios los armarios donde se guardan las obras gráficas de que dispone.
Galería Martine Gossieaux; exterior de la
misma
La exposición del momento correspondía a otro de los ilustres dibujantes que conocí en mis años del colegio cuando empecé a estudiar inglés, Quentin Blake. Me acuerdo bien de sus garabatos y de los personajes que me guiaban en aquel idioma nuevo, Peter y Molly; de nuevo estamos ante un ilustrador de las mismas características de Sempé capaz de expresarse con su trazo desgarbado y que no necesita de florituras para reflejar emociones. Como se puede ver, esta galería está muy enfocada a la ilustración en general.
Galería Martine Gossieaux; interior de la
galería
Además de la exposición y ya que estaba allí, satisfice mi curiosidad preguntando por las obras disponibles de Sempé y por el abanico de precios de las mismas. Se pueden adquirir desde los 5.000 €, llegando a los 35.000. Si el precio queda fuera de nuestro alcance, siempre se puede tener una serigrafía de tirada limitada y firmada con precios que oscilan entre los 300 y los 900 €.
Para terminar este recorrido, lo haré con una tercera galería que se dedica tanto a la exposición y venta de originales como a las ediciones de serigrafías varias a partir de algunas de las obra expuestas. se llama “Le Comptoir du Dessin”; está situada en la Rue de Liège en el número 32. Me enteré de su existencia a través de la página de un dibujante llamado Bruno Bellamy, ya que en dicha galería se podían encontrar originales suyos.
Galería Le Comptoir du Dessin; vista
exterior
Es, como viene siendo casi habitual, un local pequeño pero muy acogedor. Sus paredes rebosan de todo tipo de material gráfico de los autores que principalmente están representados aquí. Humor gráfico, ilustración y también BD forman la oferta al público que se puede encontrar en esta galería, aunque por otro lado, los autores presentes son en buena medida poco conocidos para el público español. Esta circunstancia hace que se puedan encontrar un montón de originales de todos los tamaños y precios, a partir de 40 €.
Galería Le Comptoir du Dessin; interior de
la galería
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2 comentarios:
MCR SE FORMÓ EN 2001.
Juancar,respecto a este post, ¿a que se refiere el año de formación de MCR?
Por favor,acláramelo.
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