Otro año más al saco de los eventos comiqueros con una nueva edición de las Jornadas del Cómic de Avilés, que este año estaba de celebración al cumplir éstas 20 años, que no es poco, y cuyo cartel correspondió dibujarlo este año a Albert Monteys.
Inauguración de las Jornadas con la presencia de Claudio Castellini, Pasqual Ferry, Sento Llobell, Fernando Vicente y Paul Pope
Y, para la ocasión, el cartel de este año estaba compuesto por un buen elenco de autores extranjeros y nacionales que, a pesar de no contar con la cantidad de autores que asistían hace una década o más, contenía nombres tan potentes como Alan Davis, Gary Frank, Paul Pope, J. M. De Matteis, Pasqual Ferry, Jesús Merino, David Rubín o Fernando Vicente, entre otros cuantos más, que elevaron el listón un poco más si cabe respecto a los últimos años.
Alan Davis y Gary Frank dibujando en las calles avilesinas
Y es que Jornadas como las del 2007 0 2008 (las primeras a las que yo asistí), y a raíz ahora de la crisis, seguro que ya no las volveremos a ver, donde acudían un buen número de autores oficiales y no oficiales de primerísimo nivel, tanto extranjeros como nacionales y, hoy en día, a causa de los dichosos recortes, al ser este un evento cuyo presupuesto es casi íntegramente proveniente del erario público, el número de autores invitados ha ido menguando, así como el total de los días en que estos asisten.
Dicho lo cual, y a pesar de haber eliminado ya parece definitivamente algunos de los rasgos característicos de las Jornadas de antaño (la figura gigante, bar en la carpa, talleres varios, número de exposiciones...), este año (y nuevamente con la carpa en marcha) han sido unas Jornadas realmente interesantes por el talento reunido para la ocasión y por la calidad de las conferencias y charlas, contando nuevamente con SuperDiego como traductor de las mismas.
Si nos ponemos más serios y críticos, una de las cosas que se van detectando estos últimos años es la casi la ausencia de autores firmando los dos primeros días (o porque no bajan por las terrazas (salvo honrosas excepciones) o porque aún no se encuentran en la ciudad), lo que para el aficionado es una contrariedad, por las horas y horas muertas que pasamos esperando que asome algún autor, y que a lo mejor sería momento de ir replanteándose, en esta coyuntura, si ya sería hora de pensar en acortar la duración de las Jornadas. Este punto en concreto se ha estado hablando estos días entre los aficionados (y los dos últimos años), porque uno de los principales alicientes, sino el que más, de estas Jornadas es conseguir las tan ansiadas dedicatorias de los autores presentes (uno de sus santos y señas principales), y si esto resulta que no va siendo factible, desde la organización tendrían que ir buscando ya soluciones, cambiar el sistema o, incluso, como ya hemos indicado, acortar la duración del evento, porque ya muchos aficionados venidos de fuera ya se están planteando, o no volver más en futuras ediciones, o venir menos días (los últimos de la semana, donde el “tema” ya se anima más, sobre todo con la presencia de ya casi todos los autores, sobretodo los no oficiales (que últimamente ya se tiende a que vengan ya sólo para el fin de semana)). Si nos pusiéramos a hacer números, después de deducidos los gastos de desplazamiento, manutención y alojamiento, y no obteniendo la recompensa buscada y deseada, realmente no compensa pecuniariamente el estar una semana entera en las Jornadas... y el desánimo va penetrando sobremanera entre los aficionados. Esperemos que en futuras ediciones, desde la organización, busquen, repito, soluciones para mejorar el sistema... y ni yo sé cual sería la solución perfecta que posibilitara que las Jornadas tampoco perdieran su seña de identidad que siempre las ha caracterizado. El tema se presenta de complicada y difícil solución... ¿ideas?
Tomando unas cañas junto a Rubín y El Irra
Dicho lo cual, y a pesar de haber eliminado ya parece definitivamente algunos de los rasgos característicos de las Jornadas de antaño (la figura gigante, bar en la carpa, talleres varios, número de exposiciones...), este año (y nuevamente con la carpa en marcha) han sido unas Jornadas realmente interesantes por el talento reunido para la ocasión y por la calidad de las conferencias y charlas, contando nuevamente con SuperDiego como traductor de las mismas.
Las charlas-presentaciones en la carpa... de izquierda a derecha: David Baldeón, Matteo Scalera, Mahmud Asrar, David Rubín, Paul Pope y, como moderador, SuperDiego
Si nos ponemos más serios y críticos, una de las cosas que se van detectando estos últimos años es la casi la ausencia de autores firmando los dos primeros días (o porque no bajan por las terrazas (salvo honrosas excepciones) o porque aún no se encuentran en la ciudad), lo que para el aficionado es una contrariedad, por las horas y horas muertas que pasamos esperando que asome algún autor, y que a lo mejor sería momento de ir replanteándose, en esta coyuntura, si ya sería hora de pensar en acortar la duración de las Jornadas. Este punto en concreto se ha estado hablando estos días entre los aficionados (y los dos últimos años), porque uno de los principales alicientes, sino el que más, de estas Jornadas es conseguir las tan ansiadas dedicatorias de los autores presentes (uno de sus santos y señas principales), y si esto resulta que no va siendo factible, desde la organización tendrían que ir buscando ya soluciones, cambiar el sistema o, incluso, como ya hemos indicado, acortar la duración del evento, porque ya muchos aficionados venidos de fuera ya se están planteando, o no volver más en futuras ediciones, o venir menos días (los últimos de la semana, donde el “tema” ya se anima más, sobre todo con la presencia de ya casi todos los autores, sobretodo los no oficiales (que últimamente ya se tiende a que vengan ya sólo para el fin de semana)). Si nos pusiéramos a hacer números, después de deducidos los gastos de desplazamiento, manutención y alojamiento, y no obteniendo la recompensa buscada y deseada, realmente no compensa pecuniariamente el estar una semana entera en las Jornadas... y el desánimo va penetrando sobremanera entre los aficionados. Esperemos que en futuras ediciones, desde la organización, busquen, repito, soluciones para mejorar el sistema... y ni yo sé cual sería la solución perfecta que posibilitara que las Jornadas tampoco perdieran su seña de identidad que siempre las ha caracterizado. El tema se presenta de complicada y difícil solución... ¿ideas?
Charlas de Fernando Vicente y Sento Llobell y posterior sesión de firmas
Como más arriba hemos indicado, otra de las visitas obligadas durante estos días es la de las diferentes exposiciones que se exhiben. Magnífica la de los originales de Jazz Maynar de Roger Ibáñez, y de la retrospectiva de la obra de Pere Joan, ambas muestras sitas en la Casa de la Cultura,,, lamentablemente, y culpa mía por no haber encontrado un hueco, por uno y otro motivo (y uno era la eterna espera y el temer que en cualquier momento podían aparecer los autores por las terrazas y coincidir en que no estuviera uno allí presente), este año no me pude acercar al Centro Comercial El Atrio y, por tanto, no pude ver la exposición del gran Fernando Vicente.
Por contra, este año he podido asistir a más conferencias que nunca, siempre a sabiendas que al final de las mismas del día se celebraban las tradicionales firmas de los autores. Magnífica fue la charla de Fernando Vicente, donde nos hizo un extenso repaso de su carrera, o la de Sento Llobell y su Médico novato. Muy interesantes también fueron las charlas de dos autores internacionales emergentes como son Matteo Scalera y Mahmud Asrar. Reivindicativa fue la charla de Julie Maroh, e interesante también la del transgresor Paul Pope. La lástima fue no poder asistir a la conferencia que cerraba las Jornadas, debido a una indisposición del gran Alan Davis, el cual se recuperó a tiempo de su pequeña dolencia y pudo finalmente acercarse a las firmas posteriores a la clausura.
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Por contra, este año he podido asistir a más conferencias que nunca, siempre a sabiendas que al final de las mismas del día se celebraban las tradicionales firmas de los autores. Magnífica fue la charla de Fernando Vicente, donde nos hizo un extenso repaso de su carrera, o la de Sento Llobell y su Médico novato. Muy interesantes también fueron las charlas de dos autores internacionales emergentes como son Matteo Scalera y Mahmud Asrar. Reivindicativa fue la charla de Julie Maroh, e interesante también la del transgresor Paul Pope. La lástima fue no poder asistir a la conferencia que cerraba las Jornadas, debido a una indisposición del gran Alan Davis, el cual se recuperó a tiempo de su pequeña dolencia y pudo finalmente acercarse a las firmas posteriores a la clausura.
Charlas de Matteo Scalera, Mahmud Asrar, Julie Maroh y Paul Pope
En cuanto a las firmas que pude conseguir durante estos días, destacar las de Alan Davis, que finalmente se puso a hacer sketches, donde demostró su enorme talento a los lápices dibujando cualquier personaje que le pidieras, con lo cual se comprobó que pocos personajes Marvel no habrán pasado por sus manos... todo ello junto a una iglesia mientras se celebraba una boda al son de las gaitas. O hablar del éxito que tuvieron las precommissions de David Rubín, donde pudimos ver la kilométrica lista de encargos que tenía. También Pasqual Ferry y Claudio Castellini tuvieron abierta su lista de commissions durante estos días, así como también vimos a Mahmud Asrar realizando algunas en las terrazas encargadas durante esos días.
Mahmud Asrar, Matteo Scalera, Fumio Obata, Paul Pope y Gary Frank en diferentes instantes dedicando su obra
Y estas Jornadas tampoco serían las mismas sin las nocturnas noches avilesinas (en esta ocasión se trasladaron al MoMa), donde autores y aficionados interactúan hasta altas horas de la madrugada, y el nivel de alcohol en sangre en algunos de los presentes era digno de reseñar.
Paul Pope y Rodney Ramos en una improvisada sesión nocturna de dibujos. Y ambientazo en el MoMa con autores y aficionados hablando y bebiendo sin parar
Así como Avilés es el magnífico lugar donde reencontrarse con aficionados a los cuales sólo los ves cuatro o cinco veces al año en estos saraos. Por lo tanto, compartí vivencias, anécdotas, comidas y largas horas de colas y esperas con Javi, Emilio, Pablo, Luis, Nerea, Sergio, Juan, José, Agustín, Cristobal, Ignasi, Iván, Alberto y otros tantos aficionados con los que coincidimos esos días.
De cervezotas con Pasqual Ferry contándonos mil y una historias del mundillo
Y, como colofón de las Jornadas, se celebró la tradicional clausura de las mismas en el Auditorio de la Casa de la Cultura, donde se hizo entrega de los Premios de la Crítica Dolmen, de los Premios Populares de las Jornadas, y donde Ángel de la Calle estuvo más comedido de los que ya nos tiene acostumbrados en su corto discurso por la premura del tiempo que nos comía... y finalmente se realizó la sesión de firmas con J. M. De Matteis y Alan Davis, la de los autores del tercer número de la revista Ensueños, y se dio entrega del Calendario Especial Jornadas del 2015 y de la imprescindible y ya clásica lámina de nuestro gran Enrique V. Vegas.
Imágenes de la clausura y del público asistente a la misma, donde podemos ver en primer plano a Claudio Castellini, Paul Pope, David Rubín, El Irra, David Baldeón, Fumio Obata, J. M. De Matteis...
En resumen, y para ir acabando, agradecer como siempre a Jorge Iván, Ángel, Germán, Diego y Rocío por organizar un año más uno de los eventos comiqueros referente en nuestra piel de toro... pasamos unos días geniales junto a aficionados y autores de manera directa (es el único salón que conozco que esto ocurre de la manera más natural y espontánea) pero, dicho esto, también hay que ser algo crítico, como ya hemos apuntado anteriormente, de hacia donde se encaminan estas Jornadas desde los tres últimos años, donde han perdido algunas de su características y que las hacían aún más únicas e imprescindibles, mucho de ello culpa de los dichosos recortes que se han impuesto por culpa de la crisis (y de la que aún no hemos salido) y de la forma de enfocar de manera diferente las mismas por parte de los autores, donde cada vez su presencia en las terrazas es más escasa que antaño, el dibujo siempre "free" ha dado paso a la solicitud de preorders y commissions in situ, haciendo que muchas veces los autores estén ausentes durante el día trabajando en las mismas, lo que provoca, y doy fe de ello, la desesperación de los aficionados con horas y horas de espera (la edición del año pasado fue buena muestra de lo que estoy hablando) para interactuar, aunque sea, con los autores. Cambios y más cambios, que a mí me parecerían bien en cierto sentido y en determinado aspectos y puntos, porque está bien de tanto en tanto ir evolucionando y adaptarse a los nuevos tiempos, y donde la organización tendría que hacer más hincapié en los mismos, anunciándolo previamente a los aficionados, en qué cosas se va a cambiar las Jornadas por uno u otro motivo y en qué se va a mejorar, y así, todos nosotros poder atenernos a lo que nos podremos encontrar o no durante esos cinco días en que duran las Jornadas porque, ahora mismo, salvo los horarios de las conferencias y presentaciones (y no todas), por lo demás vamos un poco desorientados y perdidos sin saber que hacer o donde ir durante horas (y es así como nos perdemos muchas charlas que, de otra manera, seguramente no ocurriría si no estuviéramos a la espera en las terrazas a verlas venir). Seguro que la organización tomará cartas en el asunto de una u otra manera, que quejas de los aficionados han habido y me consta que se les ha hecho llegar, y en próximas ediciones esto cambie a mejor y se reconduzca hacia un salón tipo bien definido, con unas directrices bien marcadas, tanto para los aficionados como para los autores... y, estoy convencido, que todos (autores, aficionados y organización) saldremos ganando a la larga y a corto plazo.
Y, dicho esto, espero que, si las circunstancias lo permiten, el año que viene tener la posibilidad de disfrutar nuevamente de estas Jornadas del Cómic de Avilés únicas en su especie... sólo me resta esperar a ver de que manera las enfoco. Nos vemos...
Un saludo cordial.
Autores en las terrazas avilesinas: Paul Pope, Fernando Blanco, David Rubín y El Irra
Y, dicho esto, espero que, si las circunstancias lo permiten, el año que viene tener la posibilidad de disfrutar nuevamente de estas Jornadas del Cómic de Avilés únicas en su especie... sólo me resta esperar a ver de que manera las enfoco. Nos vemos...
Un saludo cordial.
4 comentarios:
Grande disfrutar de tu presencia y de la de los amigos una vez más en las terrazas!
veremos qué pasa en el futuro..¡Un abrazo!
De lo mejor de las Jornadas, compartir horas y horas con los colegas del mundillo... y, en cuanto al futuro, veremos, veremos... ¡¡Un abrazote!! :-)
Un placer compartir las jornadas con vosotros. Gracias por todo, EduXavi. Nos vemos en el próximo evento.
Lo mismo digo... a ver si nos vemos en el próximo, posiblemente en Madrid, aunque ya veremos como me cuadran las fechas. Saludos!
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