Este libro, de pequeño formato, contiene siete cuentos de distinta longitud pero todos ellos con el denominador común de su desarrollo en torno al mar: el faro, la isla, playas y acantilados, animales marinos, y con personajes fantásticos como sirenas, ninfas y leyendas marinas. Publicados por la Editorial Berenice en enero de 2015, son ideales para su lectura a orillas del mar. Ésta es una editorial creada en 2005 en Córdoba para poder publicar literatura de calidad y ofrecer clásicos y contemporáneos de la literatura universal, y estos cuentos, que ahora nos ofrece, no son para menos.
Óscar Mariscal, gran conocedor de la literatura victoriana y norteamericana dedicada a niños y jóvenes, nos ofrece una selección y una traducción (exquisita) de unos cuentos de más de cien años, escritos por una escritora estadounidense que en la actualidad pocos recuerdan. Louisa May Alcott se hizo famosa por su novela “Mujercitas” ya en el momento de su publicación en 1868 y es uno de los libros considerados como clásicos contemporáneos. Reconozco que en mi niñez-juventud fue casi mi libro de cabecera pues la vida de las cuatro hermanas, a pesar de la distancia en lugar y tiempo, me fascinaba. Su comportamiento y decisiones fueron ejemplos a seguir y ¡cómo se enfrentaban a sus problemas! Cuando vi estos cuentos de Louisa May Alcott no podía más que leerlos y comentarlos. Y basados en seres fantásticos, ¡qué bien! Su prosa sencilla, detallista y sus descripciones de paisajes y caracteres humanos, son extraordinarios. Aunque a estas alturas el tono edificante y moralizador no me sorprende pero tampoco me molesta: lo sitúo en el contexto de la época en la que fueron escritos y disfruto totalmente con sus historias.
En “Notas del traductor”, al final del libro tenéis una biografía de la autora, así que seré breve con mi biografía de Louisa May Alcott. Nació en Germantown en 1832 (Estados Unidos) recibiendo una esmerada educación por parte de su padre y creció en ambientes transcendentalistas, de los que su padre era simpatizante. Tras el fracaso de la utopía Fruitlands, Louisa realiza diversos trabajos como institutriz, costurera, maestra para ayudar a su familia. A los 16 años publica “Fábulas de Flores” y entre 1863 y 1869 diversos cuentos escalofriantes y violentos, bajo seudónimo. En la Guerra de Secesión se ofreció como enfermera. Las cartas en las que refería su experiencia en el Union Hospital de Georgetown se publicaron en 1863 como “Apuntes de hospital” y fue la primera obra en darle fama. En 1864 publicó su primera novela “Estado anímico”. En 1867 asume la dirección de la revista para niños “Merry's Museum”. Tuvo un éxito apoteósico con “Mujercitas” (1868) lo que dio tranquilidad económica a la familia. Siguieron “Una muchacha anticuada”, “Hombrecitos”, “Ocho primos”, “Rosa en flor” y “Los muchachos de Jo”, inspirados en su experiencia como educadora.
Muy vinculada a su familia, muy activa a nivel social y político, fue abolicionista y apoyó el sufragio femenino y la reforma de la educación. Su escritura se enmarca en la época en que vivió: sus escritos para jóvenes eran moralizantes, con base instructiva pero amenos y con esperanza en el futuro.
Los cuentos se inician con “Ariel o una leyenda del faro”. El joven Philip es un enamorado del mar y al conocer una historia sobre el faro que hay en un islote cercano, resuelve visitarlo. En él conoce a una jovencita por nombre Ariel, hija de un atormentado hombre que vive en el faro. De noble corazón y alma de poeta se enamora de la sencilla y encantadora joven. Pero el pasado se interpone entre ellos.
Presenta momentos de gran lirismo, con connotaciones románticas, románticas por la descripción de los fenómenos y paisajes naturales, truculentos, como tormentas, la acción del mar, la escarpada isla. Y también por las pasiones humanas agudizadas: el amor de los jóvenes, el drama y melancolía del padre, la pasión desatada del farero. Incluso en la caracterización de los personajes: la ingenua joven, el enamorado poeta, el atormentado padre y el rencoroso farero al que su figura deforme le radicaliza más. Tiene toques shakespirianos: ciertas expresiones casi iguales que en algunas obras, el regalo del libro a Ariel o ciertos comentarios en boca de los personajes. Aparece por primera vez el apellido March, siendo considerado como un claro antecedente de la familia March de “Mujercitas”. Cuento romántico, dramático y al mismo tiempo, lírico y dulce.
“El pequeño Gulliver” (“gull” gaviota en inglés, nota del traductor). El pequeño Davy vive en el faro con su tío el farero Dan. Es feliz en su isla con sus tres amigos: la lámpara del faro, a la que cuida con esmero, el perro Nep y el “pequeño Gulliver”, una gaviota a la que curó el ala. La gaviota no lo olvida y todos los días va a visitarle y contarle sus andanzas por tierra y mar. No se cansaba nunca de recorrer su isla, admirar el mar, las aves. Un día Dan debe ir a tierra para poder reparar la campana que avisa en la niebla prometíéndole que regresaría pronto. Al llegar la noche no regresa. Los tres amigos se reúnen para ver que hacen. Gulliver promete ir a tierra a investigar sobre Dan con tal mal fortuna que es capturada durante tres días. Por fin la niña Moppet se compadece de su cautividad y la suelta porque ella es una niña negra que conoce la esclavitud. Gulliver agradecida le cuenta su historia y Moppet la lleva a resguardo a una cala donde oyen gritos de socorro: es el farero Dan que está herido. Piden ayuda y Gulliver vuelve al faro para hablar con Davy. Dan es cuidado por Moppet que se hace cargo de ella, sin importarle el color de su piel: solo su corazón noble y su inocente alma. El regreso al faro, al hogar, es un día feliz.
En este cuento se unen con total naturalidad la realidad de la vida en el faro con los elementos fantásticos como es que los animales hablan y cuidan del pequeño Davy. Nos describe una vida sencilla pero plena, a unos seres unidos por la amistad y el cariño, con unas hermosas descripciones de los fondos marinos y del paisaje de la isla o las vistas desde el faro. Pero sobre todo Louisa May Alcott habla claramente dela discriminación racial, representada en la niña Moppet y nos presenta un gran alegato antirracista por boca-pico de la gaviota Gulliver.
“Sirenitas”. A la pequeña Nelly le gusta mucho el mar y se pasaría el día nadando pero como estaba un poco resfriada, su madre no le deja bañarse. Enfadada, desea con toda su alma ser una sirena para no salir nunca del mar. El rey de las gaviotas le concede el deseo. Pero el mundo del fondo del mar, ni sus seres ni las sirenas son como ella se lo imaginaba. Comprende que son seres muy diferentes a los humanos: solo quieren pasarlo bien, divertirse sin preocuparse de nada, sin familia no tienen el cariño de una madre ni de un hermano. Se propone ayudar a todas las criaturas que lo necesiten, cosa que las sirenas no entienden. Pasan los días y su anhelo por su familia crece. El rey de las gaviotas lo entiende y la vuelve a convertir en una niña, una niña bondadosa y generosa que comprende que lo mejor es ser una niña.
Este cuento presenta un tono más infantil, incluso paternalista. Usa diminutivos y un vocabulario adecuado a un lector infantil. El tono general es muy moralista: sé una niña buena, generosa, obedece a tu madre, estudia y se una persona de provecho. Presenta unas hermosas visiones del fondo del mar que contrastan con la realidad. Es un cuento que enlaza perfectamente con la idea de la escritura dedicada a los niños: debe enseñar al tiempo que divertir.
“Una francachela junto al mar” nos presenta una gran reunión en la fiesta de la señora Tortuga donde se reúne lo mejorcito de la sociedad marina: las familias Percebe y Mejillón, Langosta y Cangrejo, con su hermosa hija Lily, los jóvenes Percebe y Berberecho, caracoles, mosquitos y luciérnagas. Se suceden bailes, cantos y cuadros teatrales en los que se lucen los jóvenes. Y como no, chismorreos y cotilleos. Y un final triunfal.
Es una elegante y entretenida fiesta en la que los distintos animales marinos representan a distintos estereotipos de humanos. Es una buena crítica a las reuniones de sociedad de la época de la autora, al tiempo que es una crónica de lo que podía ser en su momento: chismes, relaciones amorosas o de negocios, educación y cortesía pero que ocultan la realidad.
“La amiguita de Fancy” Fancy es una niña que juega en la orilla del mar con conchas, algas y cangrejos. Juega sola esperando ver una sirena por más que le digan que no existen. Como ninguna sirena se le aparece, construye una con sus pequeños tesoros. Una sirena como una niña para poder jugar con ella. Lo desea tanto que el Mar le concede el deseo y da vida a la pequeña sirena. La sirena, a la que llama Lorelei, aparece, como todo ser fantástico, porque Fancy cree en ella. Pero la sirena le advierte que desaparecerá si duda o pierde su confianza y tampoco debe decir a nadie quien es. La lleva a casa donde su tío Realidad no cree nada de su historia.
Los nombres de los personajes son representativos: Fancy significa “imaginación”, su tío se llama Realidad y su tía se llama Ficción. Su tía la acepta totalmente pero choca con la actitud de “Realidad”. Es también un cuento en el que ficción y realidad se unen pero en el que se sobrepone la realidad, el sentido común y la vida prosaica y ordinaria. Por supuesto tiene su base de moraleja con que los niños deben ser buenos y hacer caso a sus mayores. Enlaza con la historia de la sirena Lorelei alemana que con sus cantos atrae a los jóvenes, haciéndoles morir ahogados, ejemplo que usa el tío Realidad para convencer a Fancy.
“Historia de una ballena” Freddy está sentado en un banco hecho de un hueso de ballena y se pregunta sobre ella y como vivió. En eso una profunda voz responde a sus preguntas y le cuenta la vida del mar, de la familia de ballenas y su propia vida dándole las gracias por pensar en ella y poder contarle su historia.
Este cuento nos muestra casi de forma didáctica la naturaleza de las ballenas y de otros animales. Puede resultar un poco pesado pero las descripciones siguen siendo estupendas. Tampoco deja de lado el tono moralista: pone de manifiesto que el orgullo lleva a la perdición.
“Rizo, la ninfa del mar” Rizo es una pequeña y feliz ninfa de las aguas. Vivía feliz entre juegos, bailes o meciéndose entre las olas. Pero también en los días de grandes tormentas, se lamentaba y entristecía por los que el mar ahogaba, recogiéndolos junto sus hermanas en las profundidades. En una ocasión fue un niño quien llegó a su reino y parecía que estuviera dormido, A través de la tormenta oyó los tristes lamentos de su madre. Deseando confortarla, la consuela y, ante su dolor, le promete que hará lo posible por devolverle la vida a su hijo. Empieza así el peregrinar de Rizo. Pide consejo a su reina, le ayudan las cuatro estaciones y sigue hasta el reino de los genios del fuego, verdaderos seres que contienen la chispa necesaria para revivir al niño.
La protagonista no es en esta ocasión una sirena, sino una ninfa de los mares. Personaje dulce y generoso que se apena del dolor de una madre y que realiza lo imposible para ayudarla. Su espíritu generoso contrasta con los ejemplos de sirenas sin corazón ni preocupaciones de otros cuentos. Cuento más fantástico que los otros por sus personajes, la trama y el desarrollo de la historia. Es muy interesante como solicita, y obtiene, ayuda de las estaciones: su viaje, los obsequios que le hacen. Presenta también un tono moralizante pero no ñoño, delicado y tierno ante el amor materno-filial, el espíritu de sacrificio, el cumplir las promesas, la gratitud ante la ayuda prestada y, sobre todo, por la añoranza del hogar.
Unos cuentos los veréis más literarios, otros infantiles, unos más realistas y otros más fantásticos. Todos tienen en común en mostrarnos una realidad alegre, sana y generosa, unida a un mundo imaginario. Los dos extremos se compensan y se ayudan para terminar formando una realidad equilibrada y generosa. Muy del gusto de la época tienen mucho de una literatura tal vez demasiado moralizante para la actualidad pero que llega al corazón y nos muestra un mundo fantástico cercano a nosotros.
No os los podéis perder pues os acercarán a otras épocas y a maneras de ver y sentir de antaño al tiempo que veréis el mar de modo diferente. Y son unos cuentos estupendos. Ya me contaréis. Saludos y hasta pronto.
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