miércoles, junio 29, 2011

RECOMENDACIONES DE CÓMIC INDEPENDIENTE PARA LEER ESTE VERANO DE 2011

Dificilísimo ya con estos calores el recomendar únicamente tres cómics independientes de entre todo el amplio catálogo de buenos cómics que hay hoy en día: Eisner, Crumb, Clowes, Sacco, Burns, Bagge, Spiegelman o los hermanos Hernandez son algunos pesos pesados y perfecto ejemplo de autor independiente y de extensa carrera, con gran variedad y cantidad de obras o, por lo menos, con obras que son muy representativas. Hoy recomendaremos tres buenos autores que son menos conocidos, pero de calidad más que contrastada.



Bodyworld
Dash Shaw
Ediciones Sins Entido / Apa-Apa Comics
PVP: 25 €

Echando la mirada a su nacimiento digital a través de una webcomic y sirviendo como perfecto ejemplo del aprovechamiento que pueden suponer los nuevos formatos en soporte digital, mediante una composición narrativa que transciende a la página, basándose mayoritariamente en una sucesión de tiras de tres viñetas, siempre de forma vertical y leída usando un scroll, la nueva obra de Dash Shaw demuestra una experimentación y valentía digna de elogio y, sin duda, necesaria para la innovación de la historieta gráfica. Su paso a la edición en papel ha quedado de una forma única y muy particular, y, aunque algo incomoda, aún con sus limitaciones de formato (doble página vertical) consigue simular en lo posible la lectura digital. Dejando aparte los tecnicismos, esta supuesta historia de ciencia ficción está situada en un pueblecito imaginario llamado Boney Borough, en el año 2060, en un futuro lejano pero poco innovador y muy cercano en sus formas. Cuatro personajes se mezclarán creando su propio universo de sensaciones y emociones, montadas bajo la influencia de cierta planta alucinógena de origen desconocido que servirá como resorte telepático de unión, sirviendo a su vez para experimentar como cuerpo colectivo que acabará funcionando como un imán, atrayendo (causa-efecto) y repeliendo sensaciones, como no, encontradas, como lo es también curiosamente el uso que hace el autor de la paleta de colores aplicada. En definitiva, un cómic osado, abstracto, pero muy compensado por momentos y, aunque es cierto que es un poco irregular en algún tramo de la historia, sigue siendo muy recomendable.



El judío de Nueva York
Ben Katchor
Astiberri Ediciones
PVP: 21 €

A estas alturas de la película (o del Blog), a uno no se le ocurre otra cosa que hacer un ejercicio de auto-fustigación y recomendar al único judío de Nueva York que es capaz de no venderte la moto, sino más bien todo lo contrario, de hacer más bien un mal negocio debido al rápido distanciamiento que ejerce una obra como ésta a la mayoría de sus lectores, tanto en su aproximación, como una vez leída. Releída ya es otra cosa. Desde un principio es casi imposible hablar de esta obra y conseguir transmitir su esencia fácilmente. Su arranque de planteamiento a grandes rasgos trata de un hombre llamado Mordecai Noah, un político y dramaturgo que intentará crear en una isla cerca de Buffalo (EE.UU.), un estado independiente judío a finales del siglo XIX. También podemos decir que es una dramedia hebrea y un tanto surrealista con la que conseguir estimular al receptor. Que es un viaje de experimentación conceptual. Que en cierta forma envuelve una especie de especulación entorno al paradero real de las tribus perdidas de Israel o que es una especie de reivindicación de una nación de siete millones de individuos vagando por el mundo, sin un hogar que poder reclamar como propio. Pero ante todo, son pequeñas historias y obsesiones. Patrones de naturaleza esotérica y funciones ornamentarias. Rarezas en algunos casos bastante extremas, y personajes con sueños a priori imposibles de realizar, pero que de alguna forma parece que van tomando forma. Personajes que van cogidos de sus pensamientos y de sus preguntas sin respuesta, formando una especie de cruce de caminos en donde todo se va entrelazando, todo va cobrando un cierto contorno, aunque no demasiado definido. No sé, supongo que es más o menos algo así. No estoy del todo seguro, excepto en que es bastante recomendable.



Consumido
Joe Matt
Fulgencio Pimentel Editor
PVP: 20 €

Consumido me tiene Joe Matt después de tantos años de espera. Demasiados. Quizás no debería ser así, pues el atractivo que tiene esta obra autobiográfica debería de haber sido más o menos cubierta, después de leerse uno su anterior tomo Pobre Cabrón, del que ya hablé hace un tiempo. Lo cierto es que Matt ha conseguido dar un paso adelante con estas nuevas historias contadas a partir de ocho viñetas por página, en vez de las seis anteriores. Bueno, esto tampoco podríamos decir que sea realmente un paso hacia delante, ni tampoco el que sean mucho más ombligistas que antes, si es eso posible. Donde parece que sí viene un tanto reforzada esta obra es cómo el autor parece que no tiene límite en ese aspecto de autoparodia usado. Es tal el patetismo que envuelve al protagonista que uno se pregunta si es posible que, un autor que demuestra tanta lucidez a la hora de plasmar su “supuesta” vida en papel, hasta que punto es hábil exagerando todo ello: su tacañez, su egoísmo o su onanismo son dignos de un auténtico exhibicionista. Vouyerismo plasmado en este caso sobre el papel, con tinta y mucha ironía y mala leche de por medio. Y si no que se lo pregunten a sus ex-novias o a sus amigos no demasiado amigos. De todas formas, remarcar que, sobretodo, si rascas más allá de su enfermiza presentación de sí mismo que tiene, su lectura demuestra un espléndido ejercicio de reflexión hacia el ser humano, arrancando desde el propio autor y el personaje de sí mismo, y dirigiéndose hacia todos y cada uno de sus lectores en un ejercicio de autocomplaciencia.

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1 comentario:

Bimago El Cínico dijo...

Wow! pues señores no puedo mas que felicitarlos por este articulo, en verdad esta genial, me e divertido como enano leyendo y explorando todo. ¿Pero y el webcómic? La verdad es que dentro de la evolución del noveno arte en el ciberespacio podemos encontrar que los contenidos son muy variados y hay cabida para todo tipo de lectores, desde el más comercial al más hipster.

Igualmente si hablamos de artistas, podemos ir buscando una visión más amplia para una realidad cada vez más presente a nuestro alrededor y, por lo tanto, merecedora de un tratamiento igual al que le daríamos a cualquier otro tema o conjunto de obras relacionadas con el cómic. Porque, para nosotros los lectores, lo único que diferencia a estos artistas de otras opciones simplemente es el medio en el que se expresan y, por ende, las posibilidades y características propias del mismo. La cuestión no es entrar propiamente en el juego de encontrar una definición canónica al webcómic, sino buscar un prisma más personal, ver como los diferentes autores entienden este mismo concepto, cómo lo viven y, por ende, cómo lo siente e interpretan.

El webcómic viene a ser una plataforma de exposición del cómic, una que acabará sustituyendo al formato físico tradicional por la simple inercia del progreso y el alcance de las nuevas tecnologías. Y naturalmente, en un medio tan incipiente cabe hacerse muchas preguntas: ¿Pero esta es la visión que tienen y comparten todos los autores del medio? ¿Es una impresión generalizada, una realidad ya contrastada o cabrían algunos matices? ¿Que secretos tiene el webcomicc ¿Como hacer para un webcomic exitoso? ¿Por qué comenzar un webcomic? ¿Como ganar dinero con un webcomic?¿Qué es para otros autores un webcómic? Hemos preguntado esto mismo a un grupo de autores nacionales, con distintos perfiles, visiones y objetivos y, por tanto, opiniones propias sobre el medio y lo que en él buscan. Y ellos se han mostrado dispuestos a ofrecernos sus definiciones sobre el webcómic y su personal interpretación del mismo.

El único problema con los webcómics es que, al ser publicaciones de coste cero, hay una sobreabundancia de webcómics y hacer una criba es muy trabajoso. Pero está claro que en los últimos años las editoriales se han puesto las pilas en este asunto. No sé si es un cambio de mentalidad o que simplemente van sucediendo a su ritmo. Tal vez ha hecho falta una masa crítica suficiente de buenos webcómics para que los editores hayan empezado a prestar atención.

¡Gracias por la atención!