Interesante propuesta la que nos ofrece Merwan Chabane en este primer volumen de Bel Âge: Desorden, publicado en el país vecino por Éditions Dargaud y magníficamente editado en el nuestro por Diábolo Ediciones.
Porque en este primer volumen nos encontramos con tres historias independientes protagonizadas por tres chicas que no tienen ninguna relación entre ellas, pero que tienen en común el estar pasando por determinadas situaciones, diferentes las unas de las otras, que provocan que se sientan preocupadas por esos hechos puntuales que van surgiendo en un momento dado en la vida cotidiana de toda persona.
El autor nos introduce en la vida de las protagonistas, y en el hecho concreto que las tiene preocupadas en ese preciso instante, a través de tres breves preámbulos que dan pie hacia donde se encaminará el resto del contenido de las tres historias. Y así, a través de cuatro páginas por protagonista, Merwan nos introduce de golpe y porrazo en la historia y, con breves pinceladas, hacemos rápidamente nuestros a los personajes y nos hacemos partícipes de esos problemas que, a simple vista simples y sin trascendencia, son importantes en esos momentos concretos de nuestra vida, a los que les mostramos muchas veces toda nuestra atención y que, quizás, con la perspectiva que nos da el tiempo, son simplemente olvidados o recordados sin más de una manera simpática o meramente intrascendente.
Partiendo de una vida supuestamente caótica por diversos motivos, donde el 'desorden' impera en cada una de nuestras protagonistas, como si de aquel momento en el que, durante el transito entre la adolescencia y la edad adulta, te convierte en un amasijo de dudas y situaciones insólitas, buscadas o no, arranca este álbum con esas pequeñas introducciones sin preámbulo previo ni conclusión final que ya hemos mencionado, directamente entrando de lleno en el concreto nudo de la historia, sencillos y breves trazos y retoques que nos ponen en antecedentes a nosotros los lectores para, a continuación, desarrollarnos e intentar desmenuzar la intrincada madeja que es la vida de nuestras protagonistas.
La primera de nuestras protagonistas es Violette, que acaba de decidir romper con su novio Damien, pero, una vez se lo ha soltado a la cara, puede que crea que no haya sido la mejor decisión que haya tomado cuando ella se ve sola y se pregunta “y ahora yo qué hago...”.
A continuación se nos presenta a Hélène, la cual está de los nervios y se encuentra fuera de sí, porque se ve delante del mayor reto de su vida y, a pesar del apoyo de su novio Vincent, no se ve capaz de superarlo: el defender su tesis doctoral, aunque para ello pueda malgastar cinco años de su vida para hacerlo.
Y, finalmente, nos encontramos con Lila, que puede que haya cometido el mayor error de su vida... enrollarse con el novio de su compañera de piso Marion, por lo que la amistad de las dos se rompe hecha añicos, dejando a Lila en la estacada y en la mayor de las soledades.
Una vez hechas las respectivas 'presentaciones' al lector, nos introducimos de lleno en la historia sin solución de continuidad, intercalando las tres historias en el resto de las 51 páginas que completan este álbum. Cada una de las tres protagonistas intentarán solucionar su miedos, sus desengaños, sus errores cometidos intercalando estos con su vida cotidiana, junto a su familia (en el caso de Violette), a su novio y su director de tesis (Hélène) y a sus amigos/as (Marion)... y, finalmente, lo que parece que es una historia contada por Merwan a tres bandas, posiblemente se pueda unir en un posible encuentro casual (o no) de nuestros tres personajes principales de esta(s) historia(s), en donde sabremos ya a las claras qué nos quería contar el autor y qué rumbo fijo y sin retorno emprenderán nuestras 'heroínas'.
A Merwan Chabane ya lo conocíamos en otra trilogía (al igual que lo será ésta) publicada en nuestro país de la mano también de Diábolo Ediciones, Por el imperio, un trabajo realizado a cuatro manos junto a otro jovencísimo talento de la BD, Bastien Vivès, un autor completo que comparte muchas semejanzas con la manera de hacer y enfocar las historias de Merwan, así como mostrar una gran similitud si del estilo que emplean ambos autores hablamos (y que decir del color, obra de Romain Trystram, que ha trabajado ya con ambos autores, aportando ese justo cromatismo para una historia llena de luces y sombras). En esta ocasión, aparte del estilo empleado, que nos recuerda mucho por tanto al empleado por Vivès, aunque aquí tal vez más definido y más realista a la hora de conformar los escenarios y a los mismos personajes, nos ofrece una historia donde priman los sentimientos y las relaciones de personas (siempre jóvenes, en esa edad (bel âge) en que las dudas y las preocupaciones surgen por doquier, y se le da más importancia a ciertas cosas que en otra franja de edad no se les daría), al igual que nos ha ofrecido multitud de ocasiones Vivès en la mayoría de su obras, donde demuestra que es un verdadero maestro ya a pesar de su juventud.
Una obra muy recomendable y que se lee con una tremenda facilidad y amenidad, con diálogos lo más cortos posibles, ya que solo con los gestos y expresiones de los personajes es suficiente para que el lector se haga una composición de lugar y se marque el camino preciso de hacia dónde se encaminará la historia.
Una obra más a tener en cuenta a través de esta línea editorial que ha abierto Diábolo con obras de este tipo venidas desde el otro lado de los Pirineos, gracias a la aportación fresca y diferente de jóvenes talentos que están dando otro enfoque alternativo a la Bande Dessinée más clásica hasta ahora conocida, y más en la línea de la hornada ofertada por L'Association, pero contando historias más realistas y menos fantasiosas tal vez... o, ¿realmente la vida es una fantasía más la miremos como la miremos, con una concatenación de causas y efectos extraños sin fin que nos golpan de lleno?
Un saludo cordial.
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