miércoles, septiembre 18, 2013

LA SENDA DEL DRAGÓN de Daniel Abraham

Los aficionados a la Fantasía estamos de enhorabuena. La Editorial RBA inició en septiembre del 2012 una colección de Fantasía, Terror y Ciencia Ficción. A estas alturas del año y de la colección se han publicado ya muchas novelas con un ritmo de varias al mes. Nos trae a autores conocidos y consolidados como Ursula K. Le Guin o Ballard y a otros que publican por primera vez en España, dándonos a conocer a autores de renombre pero desconocidos en España. Y este es el caso que nos ocupa. En Fantasía Épica nos han traído a Daniel Abraham con “La senda del dragón”, nº 15 de la colección Literatura Fantástica RBA. Hablemos primero del autor para situarnos.

Daniel Abraham, nacido en 1969 y residente en Albuquerque (Nuevo México, EEUU) tiene una extensa carrera en la literatura fantástica, a pesar de ser poco conocido en nuestro país. Guionista además de la adaptación al cómic de “Juego de Tronos”, presenta la curiosidad de utilizar diversos pseudónimos. Y esto tiene su razón se ser. Como James S.A. Corey escribe space opera (“Leviathan Wakes”, “Caliban's War”, las dos primeras novelas de la trilogía “The Expanse”, nominadas para los premios Hugo y Locus de 2012); la fantasía urbana la escribe bajo el nombre de M.L.N. Hanover (“The Black Sun's Daughter”, cuya quinta entrega está prevista para este año) y, por último, con su verdadero nombre de Daniel Abraham, escribe fantasía épica porque es en el género en el que empezó. Con esto pretende que el lector sepa qué tipo de libro ha elegido, para que no se sienta decepcionado si espera un tipo de novela y luego resulta que no lo es. Esto nos confirma la gran variedad de tipo de novelas que escribe y la variedad de intereses que tiene. Pero le gusta escribir sobre la duda y la incertidumbre, sobre personajes de mundos fantásticos que presentan las mismas preguntas que nosotros. Un tema que ha tratado y escrito es sobre la verosimilitud en la Fantasía, la exactitud histórica en la Fantasía Épica: no tiene cabida, para eso están los libros de Historia. Es una “conversación” con historias antiguas y el mundo actual. Elementos importantes en sus novelas son la economía, el papel de la mujer y los peligros de la certidumbre.

Ha escrito novelas colaborando con otros autores (George R.R. Martin y Gardner Dozois en “Hunter's Run” y con Ty Frank en “The Expanse”) lo que lleva a caminos inesperados, situaciones que tal vez a un único autor no se le hubieran ocurrido. Sus lecturas son variadas: novelas de misterio, libros de divulgación científica, literatura clásica, filosofía, todo tipo de fantasía épica, urbana o space opera porque no puede leer lo mismo que lo que escribe en mitad de un proyecto. Necesita acabarlo para recuperar el espacio mental necesario para disfrutarlo.

En “La senda del dragón”, la acción se inicia en la ciudad de Vanai, de las Ciudades Libres, en un ambiente tenso de preguerra. El capitán de mercenarios Marcus Wester se ha quedado sin compañía porque ha sido retenida para ser incorporada al ejército. Con su segundo, Yardem Hane, idea un plan para poder cumplir su contrato de guardar una caravana comercial que sale de inmediato. Al mismo tiempo, Cithrim, joven huérfana acogida por el Banco Medeano, se prepara para trasladar los tesoros del banco a una ciudad segura. En el reino vecino de Antea, Geder Palliako, de la pequeña nobleza, también se prepara para la guerra, pero ni su ánimo ni educación son los más adecuados para una vida de campamento ni para entrar en batalla. En este ambiente tenso, de preguerra, con rumores, habladurías y dimes y diretes, se inicia esta novela. Daniel Abraham nos va presentando la ciudad, a sus habitantes, el clima político de las ciudades y reinos. Vamos conociendo su sociedad y civilización pseudo medieval, guerrera pero también casi renacentista por sus intrigas cortesanas y su desarrollo cultural.

En cuanto a los personajes podríamos centrarnos en tres de ellos: Marcus Wester, Cithrim y Geder Palliako. Ninguno de los tres es el típico héroe o heroína que salvará al mundo con grandes hazañas o sacrificios. Marcus Wester es un maduro capitán de mercenarios que vende su espada al mejor postor. Junto con su segundo y amigo Yardem Hane, necesita completar su compañía para poder salir de Vanai y cumplir su contrato. Su solución es original: contrata a una troupe de actores y titiriteros y los hace pasar por soldados. Con un pasado del que no habla, sabe que las tensiones de la ciudad no son buenas y él no quiere verse envuelto en una nueva guerra. Al vigilar a esta caravana, entra en contacto con la joven Cithrin que disfrazada de carretero debe sacar de la ciudad los activos del Banco Medeano para que no caiga en manos de los invasores anteanos. Pues el reino de Antea carga sobre esta zona del continente, las “Ciudades Libres”.

Y, por último, Geder Palliako se nos presenta como un joven de la pequeña nobleza anteana llamado a filas para la invasión de Vanai. Grueso, un desastre con las armas, su pasión es la filosofía y los “ensayos experimentales”. Poco considerado por sus pares y, por lo tanto, en situación política neutral, en un principio será utilizado por unos y por otros. Su inteligencia y previsión de futuro, le llevan a una situación límite de la que saldrá airoso a pesar de las funestas consecuencias. A partir de ese momento será cuando se reafirme como persona y filósofo.

Marcus permanecerá a la largo de la novela con los pies en la tierra, con su experiencia y su desencanto sobre la Vida. Pero la joven Cithrin le llega al corazón y promete protegerla incluso a pesar de sí misma. La joven va cambiando: de una niña asustada e indecisa disfrazada de carretero para poder sobrevivir, se convertirá en una mujer segura, trabajadora, que demuestra su inteligencia para aprovechar el dinero del banco y proteger a sus amigos.

Esos amigos pertenecen a un interesante grupo de personajes secundarios: la troupe de teatro de la que destaca el jefe, Maese Kit. Con su sentido común y su visión de la Vida y sus consejos, sacará adelante a su gente, a Wester y a Cithrin. Yardem, guerrero y amigo de Marcus es su contrapunto: le escucha, le alienta en los momentos difíciles, le apoya. Los nobles de Antea, como el recto y tradicional Dawson Kallian y su esposa Clara, complemento del rígido noble, suaviza sus decisiones y es el puente entre las diferentes familias, o su hijo menor Jorey, único que aprecia a Geder y al que ayudará en la campaña y será correspondido por este con sus nuevos conocimientos.

Daniel Abraham va planteando la trama, desarrollando la acción, una decisión lleva a otra, las consecuencias se desencadenan. Nos presenta a unos personajes muy interesantes de los que intuimos que tienen algo más. ¿Qué atormenta a Marcus? ¿Cómo le conoce tan bien Yardem? ¿Maese Kit es lo que aparenta? Geder parece más sencillo de entender pero sus acciones nos demuestran que hay algo más, tanto lúcido como terrible en su interior.

Nos presenta un mundo dividido en reinos que han surgido de la base del Imperio de los Dragones. Estos seres fabulosos son cosa del pasado pues han desaparecido, se han extinguido. Pero su obra ha permanecido: como pueden ser sus ciudades, religión o razas. Pues los dragones crearon distintas razas de seres para dedicar cada una a una razón de ser. En la novela se nos van nombrando y situando las diversas razas, sus características pero no en un listado sino conforme se desarrolla la acción. Con el nombre de “senda del dragón” son conocidos los caminos materiales hechos de “jade de dragón”, imperecedero material de hace milenios que aún subsiste, hechos por los dragones para comunicar todo su imperio y poder controlarlo. Siguen siendo la única manera de comunicarse de los reinos que han surgido en la posterioridad. Pero también es la expresión utilizada para designar que se aproxima la guerra o que ya se ha declarado, porque eso significa “tomar la senda del dragón”. Poco a poco también conocemos las intrigas políticas, las relaciones entre los reinos. Es un aparte muy importante de la novela pues la gran acción sobre Vanai es consecuencia de los deseos de poder de los nobles cortesanos.

Con Cithrin comprendemos que la economía será una base importante en la novela. Y esta situación es nueva para mí: las intrigas políticas y cortesanas ya las he visto en otras novelas de fantasía épica pero la fuerte influencia de la economía, hasta ahora, no. Y en un futuro esta economía creo que será muy importante para el desarrollo de la acción.

¿Y las batallas, la épica? Sí que hay lucha, sí que hay batallas pero el autor no se recrea en lo sangriento ni en lo truculento. Son descripciones de duelos, luchas o emboscadas con un ritmo vivo pero de ningún modo excesivo. Hay muchos más “combates” políticos y dialécticos y, esta combinación, es emocionante y de sumo interés.


Como ya va siendo habitual, cosa que a mí me encanta, presenta un interesante mapa. Con trazos gruesos nos enseña el continente donde se desarrolla la acción, montañas, ríos y mares. Nos marca las fronteras de los reinos, con las ciudades más importantes. Su estructura no difiere de la mayoría de continentes de Fantasía e incluso tiene cierta semejanza con nuestra Europa, pero lo más original es que, en lugar del nombre de las ciudades, hay un número y en un listado aparte nos muestra la leyenda con los nombres de las ciudades que se han marcado. Tiene el inconveniente que en plena y ansiosa lectura tengas que buscar y situar la ciudad nombrada, lo que corta la línea de lectura. Pero al mismo tiempo hace que nos fijemos más en los datos y recordemos mejor el enclave de las ciudades. Además tiene el acierto de presentar los bordes gastados, quemados, lo que da fe del uso continuo que hacen de él nuestros protagonistas.

Muy interesante es la ilustración de la portada (de toda la colección de hecho) pues es de Alejandro Colucci, en la que pone todo su buen hacer. Nos presenta a un guerrero en un momento de descanso o bien antes de empezar la batalla, relajado pero atento.

La senda del dragón” es la primera parte del quinteto que forma “La daga y la moneda” y como tal se nos presenta su desarrollo: vamos conociendo los reinos, la sociedad, la política, sus bases económicas. Se nos presentan los personajes y una situación tensa, de espera, de crisis, en la que vemos las líneas que se han de desarrollar y resolver, líneas que deseamos conocer, personajes de los que queremos saber como desenvolverán sus conflictos, a los que llegamos a entender y a coger cariño, por los que nos preocupamos. Nos marca ciertas líneas a seguir pero también nos da indicios de futuras orientaciones y posibles desarrollos. Gran novela de Fantasía Épica de la que esperamos con impaciencia su continuación. Saludos y hasta pronto.

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