Este bonito libro de Panini recopila diverso material USA, cual es el especial New Avengers: Illuminati, los Amazing Spider-Man 529-531 y los Fantastic Four 536 y 537, tebeos en los que acontecen hechos que en mayor o menor medida van a influir en el inicio y posterior desarrollo de la Civil War.
Comenzando por el primero de ellos, el guión de este especial Illuminati se debe a Brian M. Bendis, convertido ya en uno de los pilares de la actual Marvel a pesar de que en esta ocasión no sea él, sino Mark Millar, quien va a tomar las riendas del macroevento que nos ocupa. A los lápices Alex Maleev, dibujante cuyo estilo parece más adecuado para historias de corte negro/urbano que para el tebeo superheróico al uso, pero que se las arregla para dotar a este preludio de un tono ominoso que casa perfectamente con los oscuros aconteceres que en él se relatan.
Comenzando por el primero de ellos, el guión de este especial Illuminati se debe a Brian M. Bendis, convertido ya en uno de los pilares de la actual Marvel a pesar de que en esta ocasión no sea él, sino Mark Millar, quien va a tomar las riendas del macroevento que nos ocupa. A los lápices Alex Maleev, dibujante cuyo estilo parece más adecuado para historias de corte negro/urbano que para el tebeo superheróico al uso, pero que se las arregla para dotar a este preludio de un tono ominoso que casa perfectamente con los oscuros aconteceres que en él se relatan.
La historia es un ejercicio de retrocontinuidad a tenor del cual un grupo de personajes Marvel muy significativos llevaría años -tantos como han transcurrido desde la guerra Kree-Skrull- reuniéndose secretamente para influir en el devenir de ciertos acontecimientos de calado mundial e incluso interplanetario. Sin ir más lejos va a ser uno de esos encuentros el que dé lugar a los hechos que se narran en la saga ‘Planet Hulk’, haciendo también este especial las veces de preludio a la misma.
La última de tales reuniones tendría lugar a tenor de la probable promulgación por parte del Gobierno de los Estados Unidos del Acta de Registro, Ley que obligará a todo superhumano a revelar su identidad, registrarse y pasar a prestar sus servicios para la Administración americana. La existencia de diferentes posturas ante esa nueva situación es precisamente lo que va a terminar por desencadenar la Guerra Civil erigiéndose Tony Stark en cabeza de los pro-registro, aunque todavía no es tiempo de profundizar en este tema.
El tebeo está bien hecho y el planteamiento que contiene es interesante, pero aquí se nos plantea ya un dilema que aflorará con la saga principal y que se puede hacer extensivo a todo el Universo Marvel actual: es verdad que estamos disfrutando de una visión de los personajes clásicos Marvel “como nunca los habíamos visto antes” pero, ¿realmente son los personajes de siempre, o si no los habíamos visto así con anterioridad es precisamente porque poco tienen que ver con los que hemos venido leyendo durante décadas? ¿Realmente importa esto o de lo que se trata es de disfrutar de buenas historias sin más? Igual vale la pena aplazar y dejar estas cuestiones para cuando hablemos propiamente de Civil War.
Por lo que se refiere a los episodios de Spiderman de J.M Straczynski, acompañado de Ron Garney y Tyler Kirkham (bien el primero, más regular el segundo), vamos a ser testigos de la consolidación de esa suerte de relación paternofilial entre Peter y Tony Stark que ya venía apuntándose con anterioridad y que tendrá sonadas consecuencias en marco de la Guerra Civil.
Cabría plantearnos si tal relación guarda coherencia con lo que hasta ahora sabíamos de ambos personajes… Bueno, Peter perdió a la única figura paterna que tuvo, su tío Ben, del mismo modo que Tony a sus padres, y ambos tienen otras cosas en común como la pasión por la ciencia y los disfraces de colores. En realidad no es más que la evolución natural de otro hecho controvertido como lo es la incorporación del arácnido a los Vengadores, con lo que si aceptamos lo primero no hay problema con lo segundo. De todos modos, viendo el contraste entre la actitud de agradecimiento y confianza incondicional del trepamuros, y la de un Tony para el que el fin termina justificando todos los medios, podemos aventurar que la cosa no va a acabar bien.
En estos tebeos también presenciaremos el estreno del nuevo traje de Spidey. Suelo abordar este tipo de eventos con el natural escepticismo ante lo que poco va a durar, como de hecho sucederá, pero al menos en este caso el diseño es bonito, y su presencia va a ir íntimamente ligada a una corta etapa en la vida de Peter en la que por primera vez en mucho tiempo parece que todo vaya bien.
Por lo demás, destacaría el trabajo de Straczynski. Muy notable su Peter Parker, bromista y jovial ante la adversidad como no puede ser de otra forma, y muy logradas las secuencias en que Tony, Peter y Spiderman deponen en el congreso en las sesiones que se celebran para tratar el tema del Acta, que son “de película” en el mejor sentido de la expresión.
De los tebeos de los 4F poco que decir. A Straczynski lo veo algo menos inspirado que en Spiderman, pero Mike McKone nos regala los mejores dibujos de todo el libro.
En estos dos cómics tienen lugar dos regresos que se terminan solapando: el de Mjolnir -que no el de su portador- y el del Doctor Muerte, personaje que es una debilidad personal.
La última vez que supimos de el Doctor fue en la saga ‘Impensable’, de Mark Waid y Mike Wieringo, concluida la cual parecía haber quedado confinado de por vida en el Infierno, pero como todos los grandes villanos Victor termina regresando. En esta ocasión con la pretensión de demostrarnos que es digno de sostener en sus manos el martillo de Thor, nada menos.
A modo de conclusión, este libro no solo es un buen prologo para el posterior Marvel Deluxe: Civil War sino que recopila tres historias que por sí mismas valen la pena, y que interesarán especialmente a los seguidores de las ediciones Deluxe de Spider-man y Los 4 Fantásticos.
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