El martes por la tarde fuimos a la charla de Brent Anderson y Esad Ribic, dos artistas de diferente generación, uno norteamericano y el otro croata, que trabajan en el mismo mercado, en el del cómic de superhéroes americano.
Brent Anderson es un dibujante de cómics clásico, que empezó su andadura en el mundo del cómic cuando iba a la High School, donde ya de muy joven despuntaba su enorme talento como dibujante.
Anderson siempre ha dicho que trabajando para la Marvel se recibe más presión que para la DC. Pero su trabajo más conocido fue para la Marvel, su novela gráfica de X-Men, Dios ama, el hombre mata (publicado en España por la Editorial Planeta DeAgostini), con guiones de Chris Claremont (sustituyendo a Neal Adams, que rechazó participar en el proyecto). Él intentaba aportar su granito de arena en la obra, pero las “ideas geniales” siempre tenían que partir de Claremont.
Luego llegó su obra por la que es también muy conocido, Astro City (publicado por la Editorial Planeta DeAgostini), con guiones de Kurt Busiek. Nos habla que Busiek participa en todo en esta obra, que es como una hija para él. Busiek es el creador y Anderson plasma sus ideas, siempre consultándose, de vez en cuando, con Alex Ross en el diseño de personajes.
También habló de la forma de trabajar de J. Michael Straczynski (participó como dibujante en la última etapa de Rising Stars (publicado por Planeta DeAgostini)) donde este guionista escribe el guión, se lo pasa al dibujante al que le da plena libertad para plasmar sus ideas, y se desentiende del proyecto.
El otro contertuliano, Esad Ribic, salió de la animación para introducirse en el mundo del cómic, donde el artista se implica y controla más la realización de su obra.
Cuando Ribic llega a la Marvel, tiene la suerte de encontrarse en un momento donde esta editorial está intentando arriesgar con nuevos productos, saliéndose un poco de la concepción clásica que tenía de editar cómics. Cuando le ofrecieron participar en el proyecto X-Men, Hijos del Átomo (publicado en nuestro país por la Editorial Planeta DeAgostini), partía del hecho que desconocía totalmente todo lo relacionado con los mutantes (no son populares en su país, donde cuajan más títulos como Bone o Liberty Meadows).
Donde se consagra como un gran dibujante de héroes Marvel es con Loki (publicado en España por la Editorial Panini), donde nos comenta que el tratamiento intimista y diferente que le da el guionista Robert Rodi, muy distinto a como siempre se había tratado al personaje, hace que se amolde más a la forma de trabajar de él (Ribic lo borda con nota). Con Rodi nos dice que trabaja muy a gusto, siendo un guionista que detalla mucho los guiones. Ribic para diseñar a los personajes y la ambientación de esta obra, se basa en la primera película de Conan, de John Milius, y en una producción teatral wagneriana.
A una pregunta del moderador de la charla, Carlos Portela, de que a los aficionados no les gustó el tratamiento tan pausado de la historia por parte de Rodi, Ribic contesta que el guión es magnífico y no tanto el dibujo (la verdad, modesto un rato).
Finalmente Ribic recalca que con la Marvel trabaja más a gusto con personajes de segunda fila (no hay tan férreo control por parte de la editorial), que con los que son sus grandes iconos.
Por hoy pongo punto y final a estas segundas crónicas de Viñetas desde o Atlántico. Intentaré condensar un poco más las próximas charlas a las que tuve el privilegio de asistir en el Salón.
Un cordial saludo.
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