lunes, enero 08, 2007

CRÍTICA: PIEL DE DRAGÓN de Jordi Bayarri

Ésta es la primera obra que leo de este prolífico autor que es Jordi Bayarri, curtido en mil batallas en esto de los cómics, y que es capaz de hacer obras que transmiten acción, aventuras, humor, amor y distracción a raudales.

Con sus ya numerosos Magia y Acero, ha construido un mundo que se mueve en tiempos del medioevo, donde se interrelacionan los personajes reales, los guerreros, los campesinos, los señores feudales... con los personajes fantásticos, los elfos, los hechiceros, los seres mitológicos…
Este mundo es el que se nos cuenta en este único tomo, Piel de Dragón, donde las protagonistas de Magia y Acero (Ihana y Ashla) hacen un cameo cuando en una taberna conocen y se relacionan con uno de los personajes principales, Ávalar.

Beryl, el protagonista principal de esta historia, tiene una enfermedad que le transforma y le desfigura poco a poco. Huyendo de los Llhÿr, mercenarios al servicio del rey Ragan de Zivaran, conoce a Theera y Ávalar, que le ayudaran en la búsqueda de un hechicero que puede ser la solución para su posible cura.

Relato que demuestra mucha frescura, nada anodino, manteniendo una cadencia adecuada de narración, y de lectura fácil y amena, nos transporta a un mundo medieval, donde la magia, la aventura y el amor campan a sus anchas, característica, como ya se ha comentado más arriba, muy típica de este joven autor (como en su otra obra, Entre tinieblas e incluso en su nuevo proyecto on-line “Enchantae”).


La edición de este volumen es muy buena, dando al lector una historia autoconclusiva de 100 páginas, con buen papel y a todo color, por sólo 12 euros.

Autor mimado por la Editorial Aleta, tiene otra obra ya antes nombrada, Entre tinieblas, una especie de continuación de este tomo, donde Beryl es uno de los protagonistas, y que está al caer ya el tercer volumen.


Beryl, dibujo realizado por Jordi Bayarri en el Expocómic 2006


Me gustaría remarcar la representación arquitectónica de Alunk, la Ciudad de los Mercenarios o Ciudad Roja, donde nuestros protagonistas van en busca de la ayuda que necesita Beryl, construida entre las paredes del cañón formado por el río que entra en la ciudad formando una cascada (enmarcada ésta en un portada de entrada, y habiendo otra salida por otra portada por donde sale dicho río), y donde dicha urbe está construida escalonadamente en elevación, aprovechando el desnivel producido por el río, con las casas situadas unas encima de las otras, formando los tejados aterrazados la propias calles de la ciudad. Una construcción fantástica, acorde a la ambientación de esta obra, que nos recuerda, salvando las distancias, esas ideas visionarias del futurismo de principios del siglo XX, donde la integración arquitectura-paisaje-habitantes era total, pero extrapolado a una época medieval fantástica.


A veces, todo hay que decir, se echa en falta un mayor detallismo en la composición de las viñetas, lo que acabaría de redondear esa facilidad y rapidez que Jordi tiene para el dibujo. La carencia de mayor detallismo, junto a un uso de colores planos, provoca la falta de mayor profundidad y una mayor plasticidad y acción que conformaría una obra mucho más acabada.

Siendo, como se ha dicho, un autor aún joven, y con facilidad para producir obras constantemente, tanto en papel como vía on-line, con una mayor producción futura seguramente llegará a perfeccionar y pulir su diseño, ya que, no tenemos que olvidar, él lo hace todo: guión, dibujo, entintado y coloreado.

Un saludo cordial.

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