SPIDER-MAN 3: CINCO COSAS BUENAS Y CINCO COSAS MALAS

Momentos buenos y otros bastante menos afortunados en un film que estaba predestinado a padecer el síndrome X-Men-3, lo que es otra forma de decir que las expectativas suscitadas por la entrega anterior eran muy altas. Siempre desde mi perspectiva de old school fan del arácnido, necesariamente más exigente que el espectador de a pie en cuanto a la fidelidad al original, paso a referirme a unos y a otros, no sin antes advertir que se abstengan los que todavía no hayan visto la película.

Black Spidey (El lado malo):

1) Ya en las dos primeras partes el Peter Parker que nos presentaba Raimi no me convencía del todo, un sentimiento que se ha visto acentuado con esta tercera entrega. Es verdad que el sobrino favorito de la tía May siempre ha sido un pararayos para los problemas, pero de ahí a retratárnoslo como una especie de Woody Allen adolescente hay un trecho. Por otra parte echo de menos el sentido del humor del personaje y sus grandes dotes para la más fina ironía.
Con todo, admito que a pesar de no reconocer a Petey en la interpretación de Tobey Maguire –o a lo mejor por eso-, el momento “subidón por efecto del traje alienígena” me hizo reir bastante.
2) Si el chico no me acaba, lo mismo me sucede con las chicas.
El problema de la total ausencia de la verdadera y auténtica MJ es un mal que venimos arrastrando desde la primera peli de la trilogía, y por lo que se refiere a Gwen, la rubia está metida con calzador en el film hasta el punto de que la podrían haber llamado de otra manera y no hubiera pasado nada.
Aunque la Gwen fílmica no es huérfana de madre como el personaje original –rasgo que creo la acercaba a Peter- al menos su padre sigue siendo Capitán de Policía y, de hecho, su parecido físico con el personaje del papel es bastante razonable. Hey, en la escena de la grúa incluso llegue a pensar que alguno de los cascotes que caían acabaría en la cocorota del pobre George.
En fin, la finalidad de la rubia parece ser más la de dar algo de interés a la relación Peter/MJ que a otra cosa. De hecho, se pude afirmar que dicha relación no avanza nada respecto de S2 (y en realidad casi es preferible así a la inmediata perspectiva de un bodorrio, que ya en la versión cómic no trajo demasiado de bueno).
3) James Franco me gusta como Harry, aunque pienso que a su personaje lo marean demasiado a lo largo del film (enemigo -amigo amnésico - enemigo malísimo - amigos para siempre). Ah!, y la tecno-armadura del duende sigue sin convencerme.
4) Los temas del exceso de orgullo y el sentido de la responsabilidad son inherentes a la esencia de Spidey desde su misma gestación, y no creo que fuera necesario darles otra vuelta de tuerca.
5) Tampoco creo que fuera preciso el ejercicio de retro-continuidad que supone convertir a Flint Marko en el asesino de Tío Ben, algo por otra parte muy Hollywoodiense.

Blue-red Spidey (El lado bueno):

1) Me ha gustado casi todo lo concerniente a Veneno –que no a Eddie Brock-, bastante fiel al del tebeo en lo motivacional, con la salvedad de que el Eddie original tiene más tiempo para cultivar su odio hacia Peter/Spider-man antes de calzarse el simbionte, lo que lo convierte en un personaje más peligroso y aterrador. La verdad es que ver al traje negro deslizarse con esos ojos y esa amenazadora bocaza ha sido una chulada.
Especialmente memorable me parece la escena de Spider-man intentando quitarse de encima al simbionte en el campanario, pese a lo inexplicable de la presencia de Eddie en la Iglesia en un film que por otra parte está plagado de casualidades de este tipo.
2) Bien por el Hombre de arena (esa entrañable camiseta a rayas verdes…) y genial, igual que con Veneno, la forma de plasmar el uso de sus poderes. El único pero serían las escenas en que se manifiesta como un gigante de arena, una concesión a la espectacularidad que creo no era necesaria.
Aunque el background de hija enferma y situación de miseria es algo tópico y no parece casar mucho con nuestro Flint Marco, es de agradecer que el director se esforzara por ofrecer un trasfondo humano del personaje, tal y como hizo con Doc Ock en S2.
3) Bien por la tía May.
4) Bien por las escenas ambientadas en el Bugle, y por el bueno de Jameson en particular.
5) Aunque al principio no me gustó demasiado, bien también por el destino final de Harry. Está claro que el personaje ha ido evolucionando a lo largo de la trilogía y había que tetrminar haciendo algo sonado con él. De todas formas el fin que le dieron en el cómic tampoco me satisfizo demasiado, o sea que…
Tan solo creo que la escena de su lucha codo a codo con Spider-man contra Veneno y el Hombre de Arena se alarga en demasía, e incluso se hace a veces un poco pueril. Pienso que hubiera quedado mucho mejor y más dramática una única y breve intervención en el último momento para salvar a Peter.

Con todo, es justo admitir que en estos tiempos en que Spider-man ya no es uno sino muchos, la versión de Raimi resulta tanto o más reconocible que algunas salidas directamente de Marvel como el Ultimate Spiderman o el New Avenger Spider-man, ambas de Brian Bendis.
Es curioso, pese a tener un conocimiento bastante aproximado de lo que iba a encontrarme salí algo decepcionado del cine, y sin embargo, a medida que voy rememorando la película para escribir esto me casi están entrando ganas de volver a verla. Supongo que esa es la grandeza de nuestro misterioso amigo y vecino.