En la edición de este año, el segundo premio del certamen le ha sido entregado a un amigo mío, excelente dibujante e imaginativo guionista, dominador del arte de la historieta corta y dibujada en blanco y negro, lo que lo hace aún más meritorio. Asiduo participante en este evento, ya había sido galardonado con otro segundo premio hace unos años. No es de extrañar que de vez en cuando “suene la flauta”, especialmente si el “Currículum” habla por uno mismo y el jurado de la edición en cuestión sabe algo de tebeos, para variar.
Pero consideraciones aparte, creo que es merecido, no sólo citar el galardón concedido, sino aprovechar la oportunidad que me brinda este “post” para dar a conocer la noticia a todos los lectores que tengamos y además, para mostrar a todos ellos el talento y el buen hacer de Pablo Pérez. Sirva su historia premiada como ejemplo de su buen hacer y de mi parte, reciba un pequeño homenaje a su trabajo.
1 comentario:
Un relato bien construido, con gran dosis de ironía, donde comprobamos que los escalafones medio/bajos de cualquier sociedad o estamento militar son, al fin y al cabo, carne de cañón, donde de una forma y otra, ironías de la vida, los que al final caen siempre son los mismos, le des las vueltas que le des, mientras que unos pocos, sin merecerlo muchas veces, se llevan la gloria (y la vida). ¿Qué hubiera sido de todas las guerras si todos los que participaban en ellas hubieran sido medidos por el mismo rasero?: pues seguramente no hubiera habido guerras…
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