Último libro publicado en España de La saga de Geralt de Rivia (Libro VI) del autor polaco Andrzej Sapkowski, editado por Bibliópolis Fantástica. En los tres anteriores se inicia una historia que ha ido desarrollándose hasta llegar a este último libro. Los dos primeros son relatos más o menos relacionados.
En “La torre de la golondrina” una tormenta de proporciones sobrenaturales se abate sobre el mundo. Gente de distintas clases y muy alejados entre sí, prevén un gran acontecimiento. Un anciano ermitaño recoge en unos cenagales a una joven herida que nos cuenta su historia y Geralt de Rivia continúa su búsqueda por un mundo en guerra donde el espionaje y la traición están a la orden del día.
A partir de aquí el autor no muestra sus aventuras en un mundo medieval, con caballeros y nobles, princesas y hechiceros, elfos y monstruos. Una de las mayores originalidades del autor es presentarnos un mundo “real” bajo este mundo medieval con críticas a la sociedad de consumo, a la falta de interés por el medio ambiente, a la inmoralidad de gobernantes y políticos, a la opresión de la gente sencilla, a la guerra…
Sapkowski, un autor polaco en un campo de claro predominio de autores anglosajones, ha revolucionado el género de la fantasía épica, dándonos una visión de una persona del Este de Europa, con sus propias tradiciones y leyendas. Su personaje Geralt de Rivia no es un héroe, es un brujo que se gana la vida matando monstruos. Es frío y cínico, pero nos da lecciones de la mejor ética.
“La torre de la golondrina” no es la culminación de la saga. Tiene un final abierto que tendrá su lógica continuación. Pero quisiera destacar esta novela porque tiene sus propias características. El autor tiene la virtud de dar un lenguaje característico a cada personaje, principal o secundario, noble o campesino, poeta o brujo. Para los campesinos, los plebeyos o para los bandidos, un lenguaje que parece del “hampa”, con expresiones vulgares, palabras mal pronunciadas, giros populares e incluso un lenguaje soez (el traductor habrá hecho un gran trabajo, porque traduciéndolo del polaco al castellano, y con lenguaje callejero, debe de ser difícil).
Los nobles se expresan con cuidado y elegancia. El amigo poeta y compañero de penas de nuestro brujo, se expresa adaptándose al ambiente: con elegancia y finura en las cortes de los nobles o bien a la pata la llana con soldados y campesinos. Geralt de Rivia se expresa con corrección pero sin despreciar un buen vocabulario ni unas buenas maldiciones.
La adaptabilidad del lenguaje a cada personaje es uno de los elementos que más me gustan de la saga.
En esta novela vemos el desarrollo de los actos de todos nuestros amigos y enemigos, cómo van confluyendo y cómo están unidos por el Destino.
Aquí destacamos la estructura presentada por el autor porque no es lineal, no nos cuenta los hechos unos detrás de otros: vemos por distintos personajes lo que ha sucedido con anterioridad, otros nos narran su propia intervención o sus sueños que son premoniciones del futuro, sus recuerdos o sus pensamientos que nos aclaran diversas situaciones.
Con ello el autor consigue una viveza en la narración extraordinaria, nos hace leer con pasión, queremos saber más y todo ello de tal forma organizado, que nuestro interés no decae.
La estructura, el lenguaje, las aventuras y la personalidad de cada personaje hacen que sea una novela de fantasía épica extraordinaria.
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