Hasta lo que alcanza ya mi mala memoria, recuerdo que éste fue uno de los títulos que allá por mediados de los años 80 me dejó mejor sabor de boca. Yo conservo aún (menos algún número que no sé dónde habrá ido a parar) la colección primera que sacó Planeta bajo el sello Forum del material de Epic Comics que constó de 18 números… la segunda etapa de esta serie en nuestro país (hasta el nº 26), con el resto del material de Starlin publicado a través de Epic Comics, ya no me la compré, coincidiendo con esa etapa universitaria donde dejé totalmente de comprarme cómics (pasé de unos 15 títulos que me hacia por ese tiempo a comprarme 0 cómics)… vamos, que durante una década más o menos, desconecté por completo del mundillo de los tebeos.
Dreadstar es una clásica space opera, la típica historia que surgió en un momento en que películas como Star Wars (de la que podemos encontrar algún que otro pequeño homenaje/guiño en este volumen) estaban en boga (el primer número salió a la venta en el 82, a caballo de los estrenos de El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi) y te mostraban toda una infinidad de posibilidades más allá del universo conocido, más allá de las estrellas, donde habitan multitud de seres inteligentes como nosotros en infinidad de planetas a lo largo y ancho de la galaxia.
Dreadstar es la típica historia que repite por enésima vez la eterna e interminable lucha entre el bien y el mal. Dos polos opuestos claramente definidos que se atraen mutuamente sin solución de continuidad. El bien representado por el típico arquetipo de héroe aventurero y solitario, adalid de todas las criaturas del universo que, a raíz de un duro golpe que sufrió en el pasado (siempre existe un detonante causa/efecto), se convierte en un ser vengativo cuyo único fin es hacer justicia y reparar el daño causado. Para ello, naturalmente, se apoya en una serie de aliados que serán auténticos protagonistas principales de esta historia junto a él… seres diferentes entre sí física y mentalmente, que conforman un grupo heterogéneo y peculiar, muy atractivo para el lector.
El líder de este grupo salvador, rebelde y revolucionario es Vanth Dreadstar, un humano originario de Byfrexia, que después de ver cómo era destruido su mundo junto a toda la Vía Láctea, aparece en el planeta Caldor, el cual forma parte de la Galaxia Empírica. Humano de fuerza descomunal y con grandes dotes de liderazgo, buscará vengarse ayudado de su inseparable espada de Aknaton, un arma que aparece y desaparece a voluntad de Dreadstar y que posee una fuerza increíble y poderosa aún por determinar. Es en el planeta Caldor donde conocerá a los dos primeros integrantes de su peculiar grupo. A Oedi, un hombre-gato surgido de un experimento de la Iglesia de la Instrumentalidad que creó esta nueva raza en busca de nuevos y poderosos guerreros, pero que se convirtieron en pacíficos granjeros, aunque, al ser destruido su planeta, se convirtió en el único superviviente de su raza, transformándose en un poderoso guerrero. También en Caldor se encontrará con un antiguo Alto Obispo de la Orden de Vieltoor, Syzygy Darklock, convertido ahora en un poderoso mago. También se unirá a este trío Willow, una telépata ciega cibernética que, junto a su inseparable mono Rainbow, por el que puede ver a través a sus ojos, puede controlar cualquier aparato electrónico y cibernético. Completando el quinteto, se unirá el contrabandista Skeevo Phlatus, magnífico luchador y buen proveedor de cualquier material que se le pida.
Del lado del mal nos encontramos con prácticamente un único personaje que sobresale clarísimamente por encima de los demás, el Alto Señor Papal, máxima cabeza de la Iglesia de la Instrumentalidad que gobierna la mitad de la Galaxia Empírica en guerra permanente hace ya más de 200 años contra La Monarquía, cuya cabeza es el Rey Gregzor, un monarca títere bajo el auspicio de su misterioso visir, al que llaman Z, y que gobierna la otra mitad de la Galaxia. El Alto Señor Papal, la antítesis y el contrapunto real de Dreadstar, y un ser de enorme poder místico, será el máximo rival de éste ultimo y su grupo a la hora de poder conseguir estos últimos que cese la sangrante guerra entre estas dos superpotencias, que ya ha destruido multitud de mundos y masacrado a millones de seres, y lograr que la paz vuelva a reinar de nuevo en toda la galaxia.
A pesar de que el planteamiento puede no resultar demasiado novedoso y original, es la fuerza de la historia que nos propone Starlin, la forma de engarzarla y narrarla, uniendo cada uno de los cabos sueltos de cada uno de los personajes a medida que avanza ésta, con sus buenas dosis de humor (a cargo casi siempre de dos de sus personajes, Oedi y Skeevo), apoyado por la potencia y solidez del gran dibujo del mismo, hace que este relato no sea uno más del género, si no que tenga identidad propia y ofrezca una muy buena historia que mantiene el interés del lector número tras número, manteniéndose fresco y actual, a pesar de las casi tres décadas desde que Starlin la creó.
De su autor, Jim Starlin, poco podemos decir a estas alturas que no sepa el lector de toda la vida de comic-books. Este veterano autor ha trabajado, tanto como guionista como dibujante, en las mayores (y no tan mayores) editoriales norteamericanas (Marvel, DC, Malibu, Epic, Firts, Eclipse, Warren, Devil’s Due), trabajando en los personajes icono más importantes de estas casas, con títulos míticos como los de Adam Warlock, Capitan Marvel, El Guantelete Infinito, Thanos, Batman The Cult, Cosmic Odissey, Gilgamesh, Breed y, por supuesto, todo el universo de Dreadstar, entre otros muchos títulos más. Un dibujante de trazo clásico realista, con una claro y típico estilo ochentero (y avanzado a su tiempo diría yo en toda la parafernalia tecno-científica-futurista), pero que no ha perdido fuerza hoy en día, que trata como nadie todos los títulos cuya temática sea la ciencia ficción, y sobre todo, la ciencia ficción espacial, capaz de ofrecerte unos mundos creíbles, y unos seres atractivos y sugerentes, influenciado de títulos, y con esa manera de ver el futuro muy “medivalesco”, como pueden ser sagas tan importantes como las de Dune o Star Wars.
Por lo tanto, este primer volumen recoge, como ya hemos dicho, los primeros 12 números de la edición americana desde 1982. Recordemos que esta serie duró hasta el número 64 americano, publicados por Epic Comics (del 1 al 26) y First Comics (del 26 al 64) durante los 80 y principios de los 90 (en España se publicaron los 26 primeros números (los de Epic, ya que, por problemas de derechos, no pudieron continuar publicando los de First), en sendas ediciones (la primera abarcaba hasta el nº 18 y la segunda los referidos 26 números), además de un número extra con la novela gráfica The Price (Eclipse Comics), donde se nos cuenta la historia de Syzygy Darklock). Una característica de este tipo de obras bajo el sello de Epic Comics es que el autor detentaba los derecho de su obra, podía dar rienda suelta a su imaginación y atreverse con obras más complicadas, lejos de la corriente oficialista, fuera de los títulos imperantes en los 70/80, y cada número constaba de 32 páginas respecto a las 24 de un comic-book típico. Otros dibujantes han aportado su grano de arena en esta obra, sobre todo en la etapa ya de First Comics, con nombres como Luke McDonnell, Angel Medina, contando después de que Starlin dejara la serie con guiones de Peter David (a partir del nº 41) y con lápices de nuevo de Angel Medina, John Calimee, Bob Dvorak, etc. También hay unas precuelas que anteceden a la serie regular y que fueron publicadas en la revista Epic Ilustrated y en novelas gráficas: The Metamorphosis Odyssey, desde 1980 en diversas partes, de la mano de Jim Starlin como guionista y dibujante, y que nos cuenta ya de manera extensa la historia anterior a la serie regular (y que podemos leer en algunos episodios de este volumen publicado por Planeta integrada en la propia serie regular a modo de pequeños resúmenes para no perder el hilo conductor posterior). Recordemos también que Norma Editorial publicó en el 95 seis números de Dreadstar, con guiones de Peter David y lápices de Ernie Colon, del sello Bravura de Malibu Comics.
Las 12 primeras portadas de Dreadstar de la edición americana de Epic Comics y que podéis ver también como extras en el volumen de Planeta
En su momento esta obra marcó un antes y un después en nuestro país (junto a alguna que otra colección) en la forma de concebir y presentarnos un cómic. Una historia de ciencia ficción publicada bajo el sello Forum que no tenía ninguna relación con todo el universo de superhéroes de la Marvel, presentada en números de grapa con un papel de mejor calidad así como empezaba a desaparecer definitivamente el “color de puntitos”, lo que daba sin lugar a dudas un salto cualitativo en cuanto a la calidad de reproducción y presentación del producto al lector. Unos ingredientes que ahora nos parecen normales y nada significativos, pero que en su momento se introdujeron con fuerza en mi subconsciente y me hicieron disfrutar aún más si cabe (con ojos como platos y múltiples relecturas) de una obra perfectamente ejecutada por Starlin de una temática que la bordaba a las mil maravillas y de la que yo sentía (y siento) verdadera devoción.
Una cosa que tengo que lamentar de una obra como ésta es la edición en parte que nos ofrece Planeta. Reunir los doce primeros números en un tomo de tapa dura es lo mínimo que merece una obra de esta envergadura, pero la calidad de reproducción de la misma deja un poco que desear y demuestra que Planeta, en muchos de sus títulos, parece que prima más la cantidad final que la calidad en cuanto a la reproducción nos referimos. Y es que, a pesar de que Planeta nos avisaba que “las páginas habían sido digitalizadas de nuevo a partir del material original”, la irregularidad de impresión está presente en algunas de las planchas, tienen una calidad muy por debajo de la deseada, con una irregular complementación entre el dibujo en sí y la aplicación del color, provocando que muchas viñetas se vean distorsionadas y borrosas… por no decir de los capítulos 9 y 10 que parecen ser, a simple vista y reconociendo que no soy un experto en la materia, en su totalidad un escaneado puro y duro de muy baja calidad de reproducción… por lo menos el cambio de estos dos capítulos respecto a los 10 restantes es más que evidente y alguna cosa se modificó en el proceso de edición.
Durante estos días, se ha desatado una pequeña “polémica” con la edición por parte de la editorial del Merdichesky de Horacio Altuna (junto a Trillo), donde según parece faltan dos páginas, que el propio autor se ha apresurado, según leemos en La Cárcel de Papel, a explicar la falta de esas dos planchas por haberse extraviado los originales y creer él que no se hubieran podio reproducir con la calidad requerida… Aparte de que podamos estar o no de acuerdo con la decisión de Altuna (legítima naturalmente, no por nada es su obra) y de que éstas no afectan a la lectura de la misma, no estaría de más que la editorial avisara de estos cambios en un breve comunicado o nota en la propia obra o en su web (cosa que ayer ya hizo, aunque con un poco de retraso creemos) y así los lectores no tendríamos que empezar a hacer elucubraciones diversas que puedan ser acertadas o no… por lo que yo me pregunto, ¿algo similar, a la hora de reproducir el material original o la nueva edición americana de Dynamite Entertainment, ha ocurrido en el primer volumen del Dreadstar de Planeta? ¿o ya la edición de Dynamite venía así y poco más podía hacer Planeta?... lo dicho, con pequeñas notas se explicarían las cosas y se entendería todo mejor y a la primera...
Éste tipo de errores, o esta carencia de explicaciones de cara al lector, tendrían que ser mirados más con lupa por parte de Planeta, porque al final de la película perdemos todos… la editorial porque pierde ventas cuando algún que otro posible comprador se echa atrás a la hora de adquirir el cómic en cuestión, el lector que finalmente se hace con él porque invierte su dinero en una obra en la que espera que el editor vuelque lo mejor sí mismo en su confección, y más un título como éste merecedor de estar en cualquier biblioteca que se precie, y del propio autor que puede ver su obra publicada sin la calidad mínima que quiere y ésta requiere.
Pero en fin, a pesar de estos fallos de “principiante” como si de una editorial novel se tratara, el conjunto de la edición puede pasar el corte sin problemas y es perfectamente leíble y disfrutable, por lo que recomiendo que cualquier lector que no la leyó en su momento (o la quiera conservar en tomo) se la agencie porque verdaderamente merece la pena tener una obra de la calidad de ésta. Porque, después de tanto tiempo esperando su nueva reedición, a saber cuanto tiempo deberá pasar para que vuelvan a reditarla de nuevo, y esperemos que, si ese día llega, pongan los cinco sentidos en la edición definitiva.
Un saludo cordial.
4 comentarios:
Pues si que es una pena lo de esta edición. Se suponía que sería la definitiva (los 30 eurazos tendrían que significar algo ¿no?), pero con Planeta no hemos topado. Perece ser que no hay forma que tengamos editados de la forma que se merecen, esos grandes comics independientes que se publicaron en los ochenta, bien sea por la edición o por dejar de publicarla por la razón que sea, como es el caso de Nexus.
En fin, esperemos que si alguien se anima a publicar otro buen comic de Starlin como fue Breed, no lo haga de una forma tan chapucera.
Tienes toda la razón, 30 eurazos es un precio bastante respetable (y más para lectores nuevos que no tuvieron las anteriores ediciones a su alcance y quieran adquirir esta nueva edición), y a pesar de ser 12 números de 32 páginas c/u, para que Planeta se hubiera esmerado un poco más en la edición... ¿cuáles son las razones de ello?... una pequeña explicación por su parte no vendría nada mal al aficionado para saber a qué atenerse.
Y apoyo la moción de que se animen a publicar otros títulos del maestro y, ya de paso, todo el material de Dreadstar, tanto el de First como lo anterior a la serie regular, porque no sé si la editorial ha aclarado en algún sítio cuál será el material que sacará en esta nueva reedición de este título.
Me da la impresión de que no es una cuestión de materiales o de mala reproducción heredada de la versión USA sino de que a la hora de imprimir las páginas para la edición española han quedado corridas las tramas de color en algunas de ellas, lo que me parece una chapuza todavía mayor.
Supongo que no habrá pasado con todos los ejemplares y tampoco creo que coincidan las páginas defectuosas en cada uno de ellos, pero por lo que comentais parece un problema generalizado, o sea que casi me voy a ahorrar el ir a la tienda a que me lo cambien.
Edu, no creo que Dreadstar sea una típica historia de buenos y malos y por eso es un cómic tan bueno.
De un lado tienes dos formas de poder, monarquía y papado, que se mueven en un terreno en el que partiendo de que el Alto Señor Papal es el negro tiene cabida una amplia gama de grises, y por otro a una banda de "rebeldes" que tampoco tienen demasiados reparos en recurrir a los medios necesarios para lograr sus fines.
Ya lo discutiremos tomando algo :-)
Yo pienso como tú Luis, y el fallo creo que más viene de aquí que de allí... Planeta tendría que cuidar estos temas con más mimo siendo la gran editorial que es (en material de este tipo, por ejemplo, Panini se lo curra muchísimo más, manteniendo igualmente dentro de unos límites la relación calidad/precio), pero lo que no entiendo es la diferencia de impresión de los capítulos 9 y 10, nada que ver con el corrimiento de las tramas, por lo que yo lo que lamento de Planeta es que, muchas veces, con una simple nota evitaría comentarios fuera de tiesto (como hemos visto con la obra de Altuna que, una vez se ha desatado la polémica desde el gran foro que es La Cárcel, se han apresurado a justificarse... siempre es mejor este tipo de cosas a priori que a posteriori).
Efectivamente, no es la típica historia de buenos/malos, si no que Starlin sabe darle mucho mejor empaque y enjundia, y lo mejor de todo es que los años han tratado muy bien a esta historia. Desde luego, que la "Iglesia" esté del lado oscuro da infinidad de posibilidades para que un guionista se luzca y lance multitud de ideas que la Historia ha demostrado que puede que no vaya desencaminado en muchas de ellas... y más de lo mismo podríamos decir de la "Monarquía", y en medio, como siempre, milllones y millones que sufren resignados los diferentes movimientos y vaivenes de las piezas de este ajedrez galáctico... nada nuevo por tanto, historicamente hablando.
Cuando quieras y donde quieras continuaremos con esta interesante discusión remember ;-)
Publicar un comentario